Capítulo 2

Capítulo 2

¿Había valido la pena entonces el no tener esa mañana de sexo alocada con su esposo para descubrir que su hermano menor tenía otra hija que le apareció de la nada?

Sigue creyendo firmemente que no debe hacerse cargo de ella por más que todos los resultados salgan positivos. Ya una vez le miraron mal justamente por cómo es que nació Lupa. ¿Cómo van a reaccionar todos entonces si ahora tiene otra hija?

Imagina tener gemelos, pero estos son de dos mujeres diferentes... o de la misma, pero de alguna manera logró ocultar la otra muchacha... no, era un desastre por donde lo veas y algo imaginable.

Para cuando llegó a su casa, ajeno a todo este tema, ya no tenía ni ganas de hacerlo. Escuchar que esa Lupa... viene de un lugar donde ella y su hermanito han follado y han tenido hijos... es asqueroso y detestable. ¿Cómo puedes hacer eso a tu hermano? Admite que siempre ha visto hermoso a Lincoln, pero de ahí a querer pasar esa línea... ¿y ella de ese lugar ha hecho eso? Detestable.

—Ah, amor, hola. ¿Qué sucedió? ¿Pasó algo con mi cuñado?

Luke Blackwood.

Luna siguió los pasos de una verdadera "Loud" consiguiéndose un esposo que su nombre empezara con la letra L, era demasiado ya un apellido con la misma letra, pero, oigan, es divertido ¿no?

Este hombre era oriundo del Reino Unido. Británico de pies a cabeza, pero con una cabellera rubia que poco a poco se notaban las canas del estrés de tener una hija... bastante problemática, unos ojos claros y una dentadura perfecta, algo que no es para nada inglés. El inglés debe tener los dientes chuecos y más amarillos que la piel de un asiático. Se mudó a Estados Unidos, Royal Woods más precisamente hablando, porque en su país los casos de violaciones y más, aumentaron enormemente al punto que... bueno, la única familia que tenía lo perdió gracias a esos inmigrantes de mierda.

¿Aquí?

Conoció a Luna.

Lincoln, y apoyado por Lola, no entendieron cómo es que un señor inglés, porque más allá de a veces ser el compañero de parranda de Lincoln, terminó con una chica como Luna.

A día de hoy, es un gran cuñado. Vio en los Louds la familia que perdió. Por si fuera poco, el tener de cuñado a Lincoln, es sencillamente lo mejor que le sucedió.

—No me lo vas a creer

—No, si no me dices...

—A veces te juntas mucho con mi hermano. Qué bueno que es el sentido de su humor y no sus andadas nocturnas por ahí.

—Sabes de sobra que jamás te haría eso

—Lincoln dijo lo mismo y mira, tiene una bastarda —Luke no quería tocar ese terreno. También se molestó mucho cuando se enteró de eso. Claro, no veía con malos ojos a Maggie porque consideraba que era la pareja perfecta de Lincoln... hasta que apareció Lupa—. Pero, lo que pasó... —se tuvo que sentar. Luke estaba gozando de una buena taza de té. Viejas costumbres nunca mueren—. ¿Cómo... te sentirías si de la nada aparece otra Lyra?

—¿Otra? ¿Cómo nuestra hija?

—No, no, me refiero... si de la nada, aparece una Lyra que es como lo contario a nuestra hija

—¿Buena? ¿Servicial? ¿Amable? ¿Dulce? ¿Caritativa?

—Eh, algo así...

—... —y este pensó en esa chance, pero luego pensó que esto es una pregunta trampa—. ¿Nuestra hija o sería...?

—... —sonrió. Ah, la viveza Loud parece que está en él. Menos mal que se dio cuenta. Le gusta a veces molestarle con escenarios ficticios. ¿Vieron esas parejas que dicen "di el primer nombre de una mujer que se te venga a la cabeza" y luego cuando no dicen su nombre se enfadan? A veces es así. Aunque Luke sabe que es siempre broma eso... o no...—. Sí, nuestra hija... o...

—¿O...?

Luna le contó a detalle, de lo que recuerda, lo que ha vivido hoy temprano. Siente que esto se lo debe contar. Se lo tenía que contar. Ya que, si hay dos, esto a la larga va a influir en su familia.

Luke pasó de estar interesado a estar confundido, asqueado y luego, negaba una y otra vez.

—Me niego a creer que es cierto —dijo. Toda la historia es una fumada—. ¿Otra realidad? ¿Una Lupa de ojos amarillos? ¿Hermanos? Luna... ¿te drogaste de casualidad en casa de tu hermano?

—¿No dejé yo las drogas?

—... ¿te drogabas?

—No amor, para nada. Solo fumaba, a veces con mi hermanito, pero jamás mi cuerpo tocó una droga... —droga pesada, claro está. ¿Qué es una fiesta electrónica sin un poco de éxtasis? ¿LSD? Pero, como ya es madre y sentó cabeza, dejó eso atrás—. Pero, es Lupa, pero con ojos amarillos.

—Bien... ¿y qué hará Lincoln?

—Ese es el tema. Quiere hacerse cargo si la niña sale que es su hija

—Okey, dentro de todo lo correcto. ¿Cuál es el problema?

—Que ya tuvo muchos problemas cuando nació Lupa. ¿Otra? ¿Tienes idea de lo que sucederá? No solo por él, sino por su ya bastarda hija.

—Pero, vamos a ver —quería ir por partes—. Dices... que esa niña, Lupa, contó que se despertó en casa de tu hermano —Luna asentía—. Luego, esta se encontró con Lincoln, no creyendo que fuese su padre —volvió a asentir—. Entonces... la madre de ella le dijo que lo hizo con su hermano y por eso... no, no, no puedo seguir razonando aquí. Luna, eso es asqueroso y no me lo creo...

—Lo sé. Es como si mañana Lincoln se quiere coger a nosotras, sus hermanas. Es asqueroso —y de tener una hermana gótica, la misma se sentiría incómoda por la cantidad de mujeres de ese estilo que ha estado su hermano—. Pero, por suerte no ha sucedido esto

—... ¿y esto lo sabe Lori y Lola?

—Lincoln intentó contactar con ellas, pero ninguna le respondió o mandó mensaje...

—Entiendo...

Luke quería saber si la sesión de sexo desenfrenado iba a estar en pie, pero su teléfono ha sonado varias veces. Tiene que contestar el mismo. Cuando vio que era Lyra, le dijo a Luna y le dijo que conteste.

—Ah, a ver qué dice —diría en voz baja—. ¿Hija? Cariño, ¿qué sucede? ¿No se supone...?

Ven a buscarme, por favor.

—¿Buscarte? ¿Qué...?

Anda viejo, necesito tu ayuda. No le digas a mamá. Sé que no está en casa. Por favor...

—... —a veces se pregunta si hizo algo mal para que Lyra no sea tan buena. Claro, en su juventud ha hecho muchas mierdas, pero no desea eso para su hija—. Vale. Iré en un momento.

No te tardes

—...

—¿Buscarla? ¿Otra vez metida en problemas?

—¿Hice algo mal para que sea así?

—Genes Loud cariño...

—... qué genes de mierda

Aunque le valió un golpe, Luke lo decía con todo el afán de ofender.

Sin duda alguna, genes de mierda.

Al rato...

Ahora estando en el auto de la familia Blackwood, Lyra se sentía bastante traicionada por su padre puesto que le ha pedido por favor que no le diga nada a mamá que debía retirarle... no sin antes pasar por la oficina del director.

De paso, recogieron... eh, retiraron a Lemy.

Si digo de "recoger" tal vez haya alguien que entienda el otro significado y no el de tomar o llevarse a alguien. Por las dudas.

—¿De nuevo Lyra? —Luke miraba por el espejo dentro del auto a su hija que iba demasiado desinteresada de escucharle—. ¿Cuántas veces van ya?

—Van 5, papá

—Lemuel, por favor, no digas nada —el joven se encogió de hombros. Este miró su teléfono y veía los mensajes de su prima Lupa, mensajes que no dijo nada de recibirlos porque quería ver si de verdad estaba leyendo eso o era una broma—. Lyra. ¿Qué te dijimos con tu madre?

—Dicen tantas cosas, la verdad es que me olvido

Aunque vestía de la misma manera que una Lyra demasiado convencional, su ropa estaba un tanto gastada. Algunas partes de su jean rasgado y/o roto. Una de las mangas de su chaqueta estaba partida hasta la mitad, dejando ver el antebrazo y un tatuaje que se extendía en todo su brazo y espalda. El cabello es el mismo de toda la vida, pero si se peinase un poco... existe la mínima chance que se vería demasiado bien.

¿Lemuel?

En su lugar, a diferencia del Lemuel de ese mundo donde viene la Lupa de ojos dorados, este chico viste bien. Consentido tanto por su padre como por su madre. El único problema que tiene es su cabello. Se peina, pero a veces su cabello es... complicado. Al menos no era tan largo... el cabello. De eso otro no haremos comentario porque eso sería algo malo hablar de cuerpos ajenos.

¿Un intercambio de personalidades?

No, simplemente diferentes, conservando... las famosas 7 P A L A B R A S

—Lyra, tu papá habla en serio

—Yo también —miraba por la ventana—. Me olvido lo que dicen. Repiten una y otra vez todas las cosas que me agota. ¿Por qué no mejor dejar que me vaya?

—¿A dónde?

—Lyra quiere ir con el tío Lincoln

—¡Cierra la boca tú, enano!

Tan acostumbrados a pelear, Lemuel sabe defenderse. No le quedó de otra. Una hermana así... ¿es mucho pedir una hermana normal?

Lyra se calmó porque Luna dio un fuerte grito. Hasta Luke que estaba conduciendo se asustó al punto que casi chocan. Como no chocó, no pasó nada. Que no llore... o eso diría Luna.

—¿Lincoln? —ella miró a Lyra—. ¿Por qué quieres irte con él?

—¿Por qué? Porque pese a que soy así, no me juzga. Me quiere, a diferencia de ti y papá...

—Sabes que tanto él como yo te amamos y mucho —y era la verdad—. No tienes que pensar que no te amamos. Sino, ¿cómo es que naciste?

—Entonces, ¿por qué cuando nació él me dejaron de lado? —Lemuel estaba tan centrado en las fotos de Lupa y otra albina que se veía en la misma que no vio el dedo que casi toca su cara—. También soy hija de ustedes. ¿Acaso se rindieron conmigo al ver que no resulté ser lo que esperaban? ¿Eh?

—No Lyra —contestó. El tono de Lyra era áspero. Luna puede tener mucha paciencia con ella, pero esto es algo que se la agota enseguida—. Sabes demasiado bien que siempre estamos para ambos, nada más que tú, , eres la que piensa esas cosas. Pese a la mierda de persona que eres, te seguimos amando y queremos que cambies...

—¿En serio? ¿De verdad? Oh, pero qué madre más grata y pura he llegado a obtener. ¿Cómo no agradecer a Dios por semejante bendición de tener una madre como tú? —obvio, era sarcasmo. Ella ya no quiso seguir hablando con ella por lo que se cruzó de brazos y miró por la ventana nuevamente—. Vete al diablo mamá, en serio te lo digo.

—... cuando lleguemos a casa, hablaremos...

—Claro, claro...

—...

—...

Luke sólo se disponía a mirar de reojo a su mujer.

La misma se sentó, miró al frente. Podía sentir la tensión de ella. Podía escucharle respirar... podía sentir de alguna manera que si decía algo tonto, le iba a matar. Solo se limitó a conducir para llegar a casa. También hablará con ella porque no puede entender su forma de actuar.

¿Darle atención a Lemuel?

Bueno, un poco.

Pero, cuando se daba cuenta de esto, quería pasar tiempo con Lyra y hacerle entender que más allá de todo esto, tiene que entender que ama a los dos, no a uno más y al otro menos...

¿Cómo le dices eso?

—... genes Loud...

—¿Dijiste algo?

—No amor, para nada...

Definitivamente, genes Loud...

Residencia de Lincoln, más tarde...

Lincoln veía a las dos Lupas.

Su hija es su calco... al igual que ella, que la otra Lupa. Pero por otro lado, podía sentir mucho más las vibras oscuras de esa mujer en esta Lupa de ojos dorados. Siente que no hacía falta hacer estudios para determinar si es su hija o no. En serio que piensa que lo es...

Bueno, convengamos que si el Lincoln de otra realidad es el padre de ella, pues, técnicamente él lo es pese a que pertenece a otra realidad. Es muy raro que la composición química de los Lincolns de todos los universos posibles cambie a no ser que se altere algún hecho puntual, sean sus padres.

—Eh... Lupa...

—¿Qué?

Las dos respondieron.

Ah, esto es complicado.

—La... Lupa... ¿dos? —la de ojos dorados fue la que se cruzó de brazos. El albino suspiró—. ¿Lupita? ¿Lups? ¿Abejita?

—No me digas así —respondió hostilmente—. Lups está bien, infiel.

—... —ah, no iba a dejar de suspirar al escuchar esto—. ¿Qué... puedes decirme de tu madre?

—Puedo decirte muchas cosas, la principal es que es una puta de mierda, seguido de una asquerosa mujer que decidió forzar a su hermano a tener una hija con ella, una hija que ahora está lejos de esa malparida... y está junto a un hombre que decidió engañar a su esposa para... ¿tenerme? Sí, algo así.

—... bien, gracias por el comentario

—Perdona, pero te puedes ir a la mierda Lupa —dijo la otra Lupa, obviamente, la Lupita de ojos dorados. La de ojos claros no comparte para nada esta actitud. Era más viva. No tan viva como para ser muy sociable—. ¿Cómo aceptas a este hombre?

—Porque ESTE hombre del que hablas, es mi padre. Sí, soy consciente de cómo he nacido, pero mientras todos me negaron, él me aceptó. ¿Debo odiarlo? ¿Eso es lo que quieres? Porque, hasta por donde sé, mi padre es normal

—¿Qué quieres decir?

—¿No es obvio? —la Lupa de ojos claros, señaló a su padre con una gran sonrisa—. YO al menos tengo un padre normal. ¿Tú? ¡Ja! ¿Imagina ser la hija de la unión de dos hermanos?

—... será mejor que te calles

—¿O sino? ¿Qué me harás? ¿Qué puede hacer una desgraciada que insulta a mi padre como tú?

—...

—¿Qué sucede? Ah, ¿celosa porque tengo un padre y tú no? Normal. ¿Quién quisiera ser el padre de una basura como tú?

Entre Lupas, a veces no hay tanta diferencia de una realidad como otra, pero lo que sí, es obvio que dos en un mismo lugar no es obvio. No importa si una es buena y la otra mala, cuando a la buena le tocas lo que tiene, un papá, es obvio que se pondrá "salvaje"

Esto conllevó a que ahora, la de ojos dorados ataque a la de ojos claros sin reparo alguno.

Por supuesto, la de ojos claros no se iba a quedar de brazos cruzados. Es obvio que iba a pelear hasta morir contra ella. ¿Permitir que su padre sea insultado? ¡Jamás! No podía permitir eso.

Su padre, Lincoln... lo odia porque nació de una manera que nunca le hubiese gustado nacer y que jamás esperaría que otros chicos experimenten. Pero, cuando su madre murió, él fue capaz de hacerse cargo, dejando la maravillosa vida que tenía para cuidarle. Estuve reacia al principio de sus años, pero fue con el paso del mismo que lentamente todos comenzaron a aceptarle... salvo esa mujer. Entiende que no le acepte. En su lugar, haría lo mismo que la madre de su media hermana.

Pero se alegra saber que dentro de todo, Gloom realmente le acepta como una hermana pese a las palabras de su madre tan hirientes con ella.

—¡Chicas! ¡Alto! —Lincoln intentó separar a las mismas, pero era ver a dos gatos pelear, por no decir dos abejas porque estas pelean y se mueren, que los separabas y se volvían a clavar las garras una y otra vez—. ¡Chicas! ¡Por favor! —y viendo que no paraban, no quería hacer esto, pero no parecía haber otra solución—. ¡CHICAS! ¡PAREN AHORA MISMO ESTO!

Ambas Lupas frenaron la pelea.

Con heridas, no serias, así como algunas marcas de golpes, pararon la pelea de escuchar la voz tan gruesa que hizo Lincoln. Más que nada, la de ojos claros se asustó y tembló un poco. La otra Lupa se sorprendió de escuchar esto. Su tía Lori a veces gritaba de esa manera, pero... no a estos niveles.

—...

—... p-perdón papá... yo...

—No digas nada —y la de ojos claros guardó silencio—. Y tú —señalando la de ojos dorados—. Existe la chance que seas mi hija, independientemente que seamos de distintas realidades. Estoy demasiado seguro de ello, por lo que, si es así, felicidades, tienes un nuevo papá.

—¿Y de no serlo? —preguntó—. ¿Me echarás? Típico.

—¿Te han dicho que no te sabes callar la boca?

—Bastante. Es divertido molestar a la gente y ponerla tensa.

—¿En serio? ¿Y te preguntas la razón de no tener un papá? Yo te hubiese abandonado si te soy sincero. ¿Quién quisiera tener una hija como tú? —pudo notar que por más que quiera esconder su reacción o sus emociones, le llegó el comentario al fondo. Le afectó. Podía notarlo claramente, por algo apartaba la mirada y apretaba sus puños—. Así que, escucha. Y tú también hija. Empiecen a llevarse bien. Los resultados seguro que los obtendré pronto —seguramente mañana—, por lo que, cállense y acepten el hecho que son... ¿gemelas?

—...

—...

—No pido nada, solo... no peleen. ¿Está claro?

Las dos asintieron.

La de ojos dorados... miró de manera diferente al albino. No pensó que fuese de esta manera... ¿el Lincoln de su realidad será de la misma manera? Lo desconoce por completo. Tampoco quiere saberlo...

La puerta, entonces, fue tocada varias veces.

—... más vale que no sean Lori ni Lola porque mataré a alguna de las dos

—... —y la de ojos dorados miró a la de ojos claros—. ¿Odia a la tía Lori y a la tía Lola?

—... —y esta, le miró de reojo. Suspiró—. Papá me contaba que de adolescente, las dos le hacían la vida imposible. No me dijo mucho más.

—¿Y por qué no alejarse?

—Porque según él, por más mierda de ser humanos que sean, son familia... eso y porque las hijas de Lori y Lola son... ¿buenas?

—¿Buenas? Adivino. ¿Loan y Leia?

—Así es... ah, claro, debes de venir donde ellas existen... ¿no? Aunque... no deben ser iguales

—¿Loan es una chica que quiere violar a niños menores y la otra es una embustera y una oportunista que no desaprovecha cualquier oportunidad para arruinarte la vida?

—... ¿eh? No, para nada. Loan es una chica tranquila y a veces ayuda a papá con el restaurante del abuelo. Leia es... bueno, a veces puede ser como has descrito, pero es porque es hija de un millonario y la tía Lola

—¿Millonario?

—La familia Harrington —dijo Lupa ojos celestes—. ¿No hay una allí? —Lupa ojos dorados negó—. Oh...

—Loan ayudando a Lincoln... ¿y tiene sueños húmedos con él? —Lupa ojos claros negó esto. Loan quiere de alguna manera compensar lo mala que fue su madre con su tío. Lincoln considera que ser malo con la hija de su hermana mayor es una cosa que jamás pensará hacer—. Vaya... tal parece que estoy en una realidad bizarra...

Por si fuera poco, y tras este comentario, Lemuel fue el que tocaba la puerta y el que vino para ver si las fotos que pasó Lupa ojos claros eran ciertas.

Cuando Lemuel entró en el rango de visión de ambas albinas, solo la de ojos dorados se quedó tan impactada de ver a este Lemuel que se paró para acercarse a verle. Él, en cambio, caminó hasta ella, estando de la misma manera, abriendo sus ojos del shock que tenía.

Ella veía a un Lemuel arreglado, algo pulcro, una postura recta. Su cabello sigue siendo una mierda, pero no parecía portar su famosa banda asquerosa que siempre usa. ¿Ropa de cuero? No, para nada. Camisa blanca mangas cortas y un suéter sin mangas de color azul oscuro.

Él veía a Lupa. Es como la de la foto, pero ver de cerca a otra Lupa es... aterrador. No porque Lupa, su prima, sea un desastre, sino porque era ver y podía sentir la misma aura de su hermana mayor. Sus ojos dorados... eran intrigantes y llamativos, tanto que no sabía dónde mirar porque le generaba incomodidad. Vestida de una manera que claramente demuestra que no tiene papá, abría su boca.

Ambos se señalaron

—Lemy...

—Lupa...

—¡Te volviste puto!

—¡Te volviste zorra!

Realidades distintas, distintas reacciones, mismo comentario en todas las realidades donde estos dos existan... efectivamente, Lemuel y Lupa iban a ser los mismos... a veces.

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