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¿Como ayudar a alguien que no busca pero si quiere ser ayudado?, es la pregunta constante que hoy en dia tenía aquella pareja, es increíble que a pesar de tener años de experiencia en todo tipo de relaciones no saben como ayudar a su polluelo. Era frustrante, porque no sabian todo el contexto que vivia Reki en su dia a dia, no sabían que era exactamente lo que Langa le hacia para llegar al punto de verlo tan...tan roto.
El restaurante estaba vacío gracias a Joe quien los habia invitado fuera de horario para prevenir en caso de que su niño se sintiera mal, y al verlo lagrimear expresando que su allí le hacia daño, no pudo evitar estar aliviado de haber tomado esa decisión.
El menor era consolado por Cherry, entre sus brazos soltaba sollozos diminutos pero lo suficientemente audibles para romper el corazón de los adultos, ¿qué habia vivido su niño para llorar de forma tan desgarradora?, era una pregunta que no sabian si querian oir su respuesta.
En la cocina, escondido estaba Sym que no paraba de rechinar sus dientes de impotencia al escuchar la voz rota de Reki expresando sus dudas, eso era peor, eran dudas que se volvian afirmaciones al punto de que dolia escuchar como creía que la culpa era suya, que Langa le hacia daño porque la culpa era suya por hacerle daño primero, que Langa lo hacía por su bien, que él no buscaba dañarlo de verdad, que él no queria hacerle daño, que Reki....obligaba a Langa a hacerle daño.
Aquello lo hizo hervir en rabia, sin pensarlo y dejándose llevar por sus impulsos, salio de la cocina con dirección a la mesa donde estaba el trío. Reki estaba hecho bolita en aquella silla, siendo abrazado gentil y cariñosamente por el pelirosa mientras que Joe acariciaba su cabello con sutileza, noto la expresión del peliverde tensa con ojos dilatados en colera pero aun asi, cuando Reki lo vio de reojo, le brindaba una mirada amorosa y amable.
Estas personas eran verdaderamente admirables.
Espero a que le consolaran, espero calamarse porque con sentimientos negativos de por medio; nada bueno podía pasar. Trato de tranquilizarse, tarareando mentalmente aquella canción de cuna que su abuela le cantaba cuando era niño, recordó a su abuela con nostalgia y añoranza, como aquella mujer siempre mantenia la calma ante la tormenta, como se mantenía implacable en todo momento, esa mujer era la que le había dado la voluntad y enseñanzas ,que hoy, estaban grabadas en su corazón hasta el dia de su muerte.
Mordiendo su labio y bajando su mirada cada escuchaba un sollozo de su amigo, Sym se calmo como pudo hasta que escucho silencio, un silencio tenso, un silencio desgarrador, un silencio doloroso y aterrador. Subió su mirada encontrándose con Reki mas calmado, sin lágrimas en los ojos pero no precisamente porque ya no estuviera triste ni dolido, parecia como si...como si ya no le quedarán lagrimas para llorar.
Inmensamente preocupado, por fin hizo contacto con su amigo, tanto visual como fisico, lo abrazo contra su cuerpo quedando el rostro del pelirojo escondido en su pecho mientras que los brazos y manos de Sym, se encontraban rodeando la cabeza de su amigo dandole suaves carcias. Sintio su asombro y sobresalto, sintio como su playera se mojaba, le dolio no escuchar ni un sonido de su parte.
- Reki...todo estara bien, ¿si?, nada de esto es tu culpa.
Se separo un poco para ver su rostro lloroso, roto. Dio un pequeño beso lleno de cariño en su frente.
- pero...todo esto es mi culpa, Langa se enojara en cuanto se entere y luego...y-y luego...
Sus ojos se empañaron nuevamente rompiendole en corazón a los presentes.
- no, no lo es. Langa no tiene el derecho de ponerte un dedo encima ni de amemazarte ni humillarte ni hacerte sentir incomodo ni mucho menos en obligarte a hacer algo que no quieras - tomo su rostro entre sus manos acunandolo - Langa no te ama, eso no es amor, eso es obsesión; es enfermizo - observó la impresión en el rostro del pelirrojo -
- pero ¿no se supone que él tiene el derecho a destruirme si soy suyo?
- ...Reki, escuchame bien, nadie en ninguna parte del mundo tiene el derecho a destruirte, no tiene el derecho a faltarte el respeto, ni de herirte ni hacerte mal. Ni Langa ni nadie tiene derecho a ello - expresó con suavidad viendo en todo momento las orbes dañadas - ni mucho menos eres un objeto para que diga que le perteneces, eres libre, Reki solo tines que tomar esa libertad y darle forma - agarro sus manos entre las suyas sonriendole con cariño -
- ...¿y-y si no puedo tomarla? - su voz se quiebra - ¿y-y si no puedo darle forma?
- entonces te ayudaremos a tomarla, a retenerla y moldearla hasta que puedas hacerlo por ti mismo - esta vez hablo Cherry ubicándose a un lado de su polluelo, posando su mano en su hombro dandole un ligero apretón con una sonrisa fraternal en señal de apoyo.
- Cherry...no es--
- ¡claro que lo es!, eres importante para nosotros, Reki - Joe se colocó a au otro lado copiando las acciones del pelirosa - queremos y vamos a ayudarte porque te queremos.
- estoy de acuerdo con ellos, Reki, no te dejaremos solo en esto - afirmó Sym sonriendole tiernamente. -
Finalmente vivió a escuchar un sollozo, vio lagrimas pero esta vez no era doloroso verlo o oírlo porque una sonrisa brillante posaba en sus labios. Una sonrisa que solo Reki podria dar, una sonrisa capaz de iluminar y calmar sus corazones.
Aun había mucho que trabajar, después de todo, Reki seguía pesando que todo era su culpa a pesar de comenzaba a entender que tal vez él no era el victimario, sino la víctima. Comenzar a emtender aquello podría decirse que es el primer paso para que Reki saliera de su allí.
Pero primero habia que sacar el problema de raíz, el pelirrojo debia hacerlo y lo haría cuando finalmente este listo con el apoyo de aquél trio pero hasta eso, los cuatro desconocían que ya alguien estaba arrancando aquel problema de la vida del Kyan de forma eficiente y dolorosa para el Canadiense.
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