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Choi Minha.
Ese era su nombre.
A Kyungsoo le tomó un par de meses aceptar que su madre ya no estaría más con él y se idealizó el que ahora fueran solo él y su (en ese entonces) atento padre, solo que no suponía que este ya había encontrado a alguien que tomara el lugar de Somi tan rápidamente ni que pudiera unirse indefinidamente a esta persona a tan solo seis meses de la separación.
Minha era muy bonita.
Tenía el cabello negro y largo, un rostro fino y perfilado y una piel blanca y de textura suave, era pintora experta y voluntaria en el orfanato de las afueras, era tan solo tres años menor que su padre y aún así parecía de la edad de la hermana de Luhan.
Era agradable y comprensiva.
Pero Kyungsoo no estaba del todo encantada con ella.
Ella no era su mami.
Y nunca lo sería.
🐻🐧🐻
Cuando fue el día de la boda, Kyungsoo no quiso estar completamente solo, los Kim habían viajado a Jeju para visitar a la anciana abuela Haneul y no podía contar con los gemelos para librarse del incómodo momento (por alguna extraña razón, llevaron a a JongIn con ellos, misterioSoo), todos sus amigos habían prometido ir a hacerle compañía y sin embargo los únicos que llegaron fueron Chanyeol y Baekhyun.
– Joohyun lamenta mucho no estar aquí, Soo. – le dijo Baekhyun cuando le preguntó por la ausencia de su mejor amiga, la prima del castaño. – Su padre enfermó de nuevo y su madre está a punto de tener una crisis.
No es que no se llevara bien con ambos chicos, ni que no comprendiera el hecho de que Joohyun tenía problemas familiares a los que debía atender, pero no le gustaba ser la tercera rueda en una amistad/hermandad/y alguito más que estaba más que demostrada entre el castaño y el azabache, ni Chanyeol ni Baekhyun se mostraron distantes a él y sin embargo esas sonrisas que solo ellos entendían bastaron para que Kyungsoo se hiciera un lado y empezara a robar dulces de la mesa de bocaditos.
Fue en uno de los hurtos, intentando alcanzar las empanadas al fondo de la mesa, que chocó con Minha.
– ¡Oh! No te había visto, Kyunggie. – se acuclilló a su altura y acomodó el incómodo traje de vestir que traía – Lo siento.
– No hay problema. – dijo comprensivo. – Minha.
La mujer iba a decir algo más cuando pudo ver a Chanyeol y Baekhyun acercarse corriendo hacia él, preocupados.
– ¡Soo! – Baekhyun jadeaba – Joohyun, su mamá, luz, bebé, ¡ay dios me va a dar algo! – se tocaba el pecho e intentaba respirar. – Chanyeol habla tú, debo recuperar el aliento.
Baekhyun es asmático.
– ¡La mamá de Joohyun va a tener al bebé!
Kyungsoo se quedó con los ojos muy abiertos, la Sra. Bae Lu estaba programada para dar a luz en una semana, no ahora, mucho menos cuando el Sr. Bae estaba en el hospital en una situación tan crítica como lo es la diabetes. Kyungsoo recuerda prometerle a Joohyun estar ahí en ese momento, lo hizo con el meñique a una temerosa Joohyun, que estaba más rodeada por problemas que por alegrías.
Joohyun es muy comprensiva.
Ella no se hacía problemas al hacer su tarea en el hospital con tal de acompañar a su madre y padre en esos momentos difíciles, tampoco al tener que atenderlos en simultáneo, había dejado las clases de danza y el resto de talleres por dedicarse a ellos.
Joohyun era una buena hija y merecía que la apoyaran.
– ¿Quieres ir, Kyunggie? – Minha preguntó, su voz siendo dulce y serena.
Como si no se hubiera casado con el padre de Kyungsoo.
– ¿Puedo? – preguntó temeroso.
– ¡Por supuesto! – le sonrió – Los amigos siempre son importantes, además – rió traviesa – ya quería irme de aquí, los tacos hacen doler.
Kyungsoo no entiende cómo pero terminó en el auto de su padre con Minha conduciendo (habiendo dejado una nota que decía Lo siento, Myungsoo, pero la pata me duele y una niña me necesita más que tú, ahora, nos vemos luego ¡besos!) y ellos tres en el asiento de atrás, Baekhyun y Chanyeol se abrazaban con temor a que Minha chocara de un momento a otro, mientras Kyungsoo solo podía mirarla asombrado.
Era el día de su boda y sin embargo estaba aquí, ayudándolo.
Como hubiera hecho su mami.
Unas lágrimas se le escaparon de los ojos mientras musitaba un débil gracias que Minha pudo no haber escuchado, pero que esperaba algún día pudiera oír en voz alta.
Llegaron más rápido de lo previsto, Minha aún usaba su vestido de novia y no le incomodó entrar al hospital con tres niños de esmoquin tras ella.
Sí, hay que decir que todo el mundo los miraba raro pero ¡hey! ¡LA MAMÁ DE JOOHYUN ESTÁ TENIENDO UN BEBÉ!
– ¿Bae Lu? – dijo ella rápidamente a la recepcionista.
– ¿Son parientes? – respondió la chica cuyo nombre rezaba en una placa brillante en su pecho, EunBi.
– Sí, claro. Es mi hermana gemela, el parecido no es mucho, culpemos a los alterados genes de mi padre, EunBi. – mintió ella, con la mayor seriedad posible – ¿Cuál es su habitación?
La recepcionista los miró dudosa – 109, al fondo, no corran y por favor si alguien pregunta yo nunca dije nada.
Los cuatro corrieron (oh mi dios, pero que rebeldes) hasta donde les dijo, encontrando a una Joohyun sentada en una de las bancas frente a una puerta blanca.
Estaba nerviosa.
– ¿Irene?
La pequeña castaña alzó la vista y al enfocarlo fue corriendo hacia donde estaba, abrazándolo y susurrando muchos gracias que a Kyungsoo le llenaron el corazón de calidez.
Joohyun estaba triste.
– ¿Todo está bien? – preguntó al alejarse.
Una lágrima se deslizó por la mejilla de Joohyun – Los doctores dijeron que tal vez no sobreviva.
A Kyungsoo se le secó la boca. – ¿Cuál de los dos?
– Ambos.
Fue en ese momento que se echó a llorar, Chanyeol y Baekhyun se unieron a ese extraño abrazo que se creaba entre los cuatro, intentaban consolar a Joohyun, diciendo palabras de aliento y muchos todo saldrá bien que solo la hacían llorar un poco más.
No lo entendía.
Entonces, Minha se acercó, los apartó a las tres y fue ella quien ahora miraba fijamente a la criatura delante suyo.
Como habría hecho su mami.
– ¿Sabes, Joohyun? Nadie puede comprenderte ahora. – se dirigió a la pequeña que se sobaba los ojos con los puños – Nadie puede decir que todo estará bien, porque no te lo pueden asegurar, el futuro es incierto y el tiempo un tirano. No hay nada seguro, mucho menos ahora.
Todos la miraban con los ojos abiertos, incrédulos, tal vez algo indignados por lo que su intento de consolación a Joohyun fuese.
Sin embargo, Joohyun dejó de llorar.
– Pero, existe esa pequeña parte de ti que cree que no pasara nada malo, que serás feliz y todo estará bien, esa pequeña parte que muchos llamamos esperanza, y esta es lo último que se pierde y lo que más tarda en morir al caer el sol.
Minha se acuchilló frente a Joohyun extendiendo sus brazos para que la abrazara.
Joohyun hizo eso.
– Así que llenémonos de esperanza y pensemos que por la puerta podrás volver a ver salir a tu madre y conocerás a aquella que siempre será tu hermanita. ¿De acuerdo?– Joohyun asintió. – Siempre es importante darle una segunda oportunidad al destino y perseverar a pesar de todo. Porque quedarse con solo una idea no te lleva a nada bueno, estancarse en el pasado no te deja ver el futuro, Joohyun.
La pequeña sonrió, se separó de ella y le besó la mejilla.
– G-Gracias.
Fueron Kyungsoo y Joohyun quienes dijeron eso.
🐻🐧🐻
Pasaron un par de horas hasta que el doctor regresó, diciendo que milagrosamente, las dos están muy bien y saludables, puedes entrar a verlas, pequeña.
Joohyun lo siguió corriendo.
Chanyeol y Baekhyun se habían ido a ver a los bebés porque Yeollie~ vamos, ándale, quiero ver bebés para saber como serán los nuestros en un futuro dando como resultado un Chanyeol sonrojado y un Baekhyun arrastrándolo hacia la zona de incubadoras, Kyungsoo se pregunta que tan mala es la seguridad del hospital como para no detener a dos niños que corren por ahí cuando podrían adquirir un virus o contagiárselo a un neonato, fue en medio de esos pensamientos que Minha se sentó a su lado.
– Él me dijo que Joohyun era importante para ti, Kyung.
Kyungsoo la miró confundido.
– ¿Quién?
– Kai-ssi.
El pequeño abrió enormemente los ojos, una mueca impresionada estampada en la cara y un sonido parecido a una exclamación saliendo de su boca.
– Estaba trayendo mis cosas a tu casa cuando lo conocí. – veía el techo con la mirada perdida y Kyungsoo solo la observaba a ella – Me miraba tras el enrejado cuando me acerqué y ni bien lo hice me preguntó ¿Eres la nueva madre de Soo Hyung? – rió – Le respondí que no por obviedad y respeto a la memoria de Somi y la tuya principalmente, luego preguntó por ti y cuando le conté que estabas con Joohyun el exclamó un oh, debí suponerlo, ellos son realmente muy cercanos y finalmente terminó por hablar un montón de datos interesantes e importantísimos sobre su hyung favorito – lo codeó.
Kyungsoo estaba rojísimo.
– Me dijo que tú probablemente no me desearías cerca, porque tú en serio querías a tu madre. – volvió a verlo. – Y no te culpo, Somi fue una persona maravillosa y una muy buena madre. – suspiró – No quiero que odies a tu padre por cosas que ahora no podrías entender, tampoco que me guardes rencor porque yo te tengo aprecio y se siente feo cuando el cariño no es correspondido.
Kyungsoo bajó la mirada, tal vez avergonzado tal vez triste.
Él no lo sabe.
– Yo nunca seré tu madre, Kyunggie, jamás tomaría su lugar porque ese siempre será suyo, pero quiero que nos llevemos bien, que seamos amigos porque en serio quiero que esto funcione. – sus ojos se aguaron. – Yo no puedo tener hijos, eres lo más cercano que puedo tener a una familia y no quiero perder eso. – lloró. – Tal vez será difícil y tomará tiempo pero yo quie-
Kyungsoo la abrazó, sus pequeños brazos la rodearon y un suspiro salió de entre los labios de Minha.
– Gracias. – susurró, Kyungsoo pudo escucharlo. – ¿Te parece si hacemos una promesa? – la pelinegra se alejó y el pequeño asintió – Por esta galleta que sé que es tu favorita – Minha sujetaba entre sus dedos una galleta oreo de fresa – prometo ser la mejor madrastra del mundo, no causarte problemas ni tratarte como lo hacen las horribles madrastras de los cuentos. Y tú – lo señaló. – promete intentar quererme y que seamos una nueva familia. ¿trato?
Cuando Kyungsoo asintió, Minha partió a la mitad la galleta y le tendió un pedazo, masticaron y se sonrieron.
Era una promesa.
– Él tenía razón. – dijo.
Minha lo miró confundida.
– Dijo que eras especial.
🐻🐧🐻
Cuando volvieron a casa, su padre los recibía con un ceño fruncido y más de una botella de licor encima, pero no le prestaron atención, Minha se encargó de arroparlo y lanzarle una manta encima del sofá a su papá porque no pienso dormir con alguien que apesta a licor, Myungsoo, después yo tendré que lavar las sábanas para que vuelvan a oler a lavanda.
Cuando Minha dejó su cuarto deseándole las buenas noches, Kyungsoo se replanteó seriamente el darle una oportunidad.
Y se decidió a hacerlo.
Minha le recordaba a Kai en el hecho de que quería una segunda oportunidad y también deseaba recibir el amor que estaba dispuesta a dar.
Minha era especial.
Y nunca sería como su mamá.
Pero estaba bien con eso.
| Gracias, Kim Kai.
Conocí a alguien como tú.
Y gracias a eso.
Puedo volver a tener una familia.
Gracias |
🐻🐧🐻
N/A: Gracias por leer 💕
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