Seven Cookies
Kyungsoo está aterrado.
Y no, no es que haya visto la continuación de una película de terror de bajo presupuesto con mucho maquillaje y sonidos aterradores ni visto a su madre con un facial de aguacate y algas, nope. Tampoco es que fuera perseguido por un maleante, hubiera leído historias de miedo nivel En el sótano hay fantasmas y Brujería Barata de Halloween (Kyungsoo promete jamás leer otra historia de ese tipo, de solo mirar el título le dio miopía) o robado algo valioso. Nada de eso.
Kyungsoo está terriblemente asustado por el fenómeno escolar denominado: Primer Día De Clases.
Baekhyun le contó sobre eso, algo -muy- dramáticamente, él decía que era algo así como el inicio del resto de tu vida y aquello que te marcaba como lo que serías lo que quedaba del año, no dejo detalles de lado y fue muy cruel al decir: Si no destacas no eres nadie, así es la escuela, Soo.
Y para alguien como Byun Baekhyun que destila perfección por cada poro de su piel eso suena sencillo, demasiado, pero para alguien como Kyungsoo, que recientemente tuvo que empezar a usar gafas (ya saben, las historias miopes) y que aún seguía siendo pequeñito cual gnomo de jardín, eso sonaba más complicado que hacer que BeLight17 actualice puntualmente cada semana.
Sí, así de difícil.
Recuerda pasarse el domingo entero alistando su mochila, poniendo y sacando sus cuadernos y colores, decidiéndose entre manzana y durazno para la lonchera y terminando por escoger un sándwich de pollo en su lugar, no sabe con exactitud cuantas veces se fijo en la hora con su pequeño reloj de jirafa, pero supone que son muchas porque son las 9:39 y aún no duerme.
Se siente tan rebelde.
No quiere que llegue mañana y a la vez sí, porque tiene miedo y el miedo es algo que a Kyungsoo no le termina de agradar del todo, no le gusta ser un cobarde, porque los cobardes son aplastados, eso le dijo su papi, y el no quiere ser aplastado como las moscas al pasearse por la comida o los gatos arrollados, no, él quiere librarse de esa sensación hostigante no propia de un niño de siete años, quiere hacerla desaparecer como por arte de magia, pero no puede, se dice, porque Cenicienta ya se robó al Hada madrina.
Finalmente, en medio de esos pensamientos, termina por quedarse dormido.
🐻🐧🐻
– ¡Kyunggie! ¡A desayunar!
Hoy es un gran día, se dice Kyungsoo al despertar, se coloca su uniforme rápidamente y baja con su mochila, la deja en uno de los sillones y pasa a sentarse con su madre a desayunar en la cocina.
– ¿Te sientes emocionado? – le pregunta su madre, él solo asiente, metiendo una cuchara con cereal en su boca. – Todo saldrá bien, tendrás muchos amigos y te irá genial. Papá y yo no te podemos llevar, pero el señor Kim se ofreció a llevarte, cariño. – hizo un puchero al igual que su mamá.
No es que a Kyungsoo no le guste viajar con el señor Kim, él es agradable aunque algo severo y su auto es muy, muy pero muy bonito, pero él prefiere la comodidad del viejo carro de su padre, porque se siente calientito y en confianza a comparación del silencio abundante en el transporte del señor Kim.
– Está bien, mami. – Kyungsoo evita preguntar por qué no lo llevarán, en ocasiones sucede y eso no es importante, lo importante es terminarse su plato de cereal antes que llegué el señor Kim a buscarlo.
A Kyungsoo le gustan especialmente los desayunos con su mami, le encanta pasar tiempo con su papá, sí, pero su mami le hace la conversa de modo que él entienda, a comparación de su padre que usa palabras difíciles. Además su mami le da de las hojuelas de maíz con azúcar y yogurt de banana, su favorito, y le deja ver la televisión mientras desayuna.
Kyungsoo ama a su mami.
Termina su plato y lo lleva al lavadero, o bueno lo intenta, Kyungsoo a las justas alcanza y es ayudado por su mami, que le acomoda los lentes y el uniforme antes que un claxón suene a las afueras de su casa.
– ¡Vinieron por ti, Kyunggie! – le sonríe y le coloca la mochila, acompañándolo a la puerta. – Mucha suerte en tu primer día, cuando llegues me cuentas todo, exagerando los detalles, no te descuides y haz caso a tu maestra, te quiero, tesorito. Anda, que te demoras. – besó su frente antes de hacerlo entrar al auto del señor Kim y ponerle el cinturón de seguridad. – Cuídalo, por favor.
El mayor solo asiente antes de arrancar.
– ¡Soosie! – Kyungsoo mira al lado, no había visto a JongIn cuando entró, pero una sonrisa no tarda en aparecer en su rostro. – ¿Tú también vas a la guardería hoy?
– No, chocolatito – niega – Soosie irá a la escuela, mami dijo que ya soy grande para ir.
– ¡Omaya! Eso quiere decir que estarás con Baek, Yeol y Dae hyungs. – se lleva las manos a las mejillas en un gesto sorprendido.
– Nop, ellos están en otro salón, yo iré al de los más pequeñitos. – hace señas al hablar, a JongIn le gusta cuando lo hace, porque es lo que hace a las conversaciones con Kyungsoo más duraderas, especiales y dinámicas, más Kyungsoo.
JongIn lo mira atentamente – Te ves preocupado, ¿qué te preocupa?
Kyungsoo abre muy grande los ojos – Nada, chocolatito.
– ¡Yah! – reniega – A mí no me debes mentir, Soo, mentir es malo y si me mientes a mí es peor.
Kyungsoo admite que el ver a JongIn molesto le alegró un poco -demasiado- la mañana, porque el pequeño moreno era sumamente adorable y él no era tan ciego como para no percibir su ternura (la miopía no le afectó tanto), JongIn es tan chiquito que Kyungsoo teme que no entienda su temor, porque a JongIn nunca le ha molestado estar solo a comparación de él.
JongIn es feliz si está con él y con eso le basta, Kyungsoo quisiera pensar como JongIn, ver la vida desde su enfoque, tal vez si JongIn usa sus lentes sea capaz de entenderlo.
– No quiero estar solo. – admite, hundiéndose en el asiento.
– Pero no estarás solo, Soosie es tan increíble que tendrá muchos amigos, y podrá conversar de Pororo con ellos y ver esas películas de Disney que te gustan. – dice emocionado – Y Soosie no se debe preocupar por eso, aún si no tiene amigos, JongIn irá a buscarlo y actuará como el mejor de los amigos. – le levantó la barbilla. – Así que sonríe para mí, Soosie, que hoy es el inicio del resto de tu vida. – Kyungsoo ríe, eso es lo mismo que le dijo Baekhyun, pero cuando JongIn lo dice, todo suena diferente,ndoferente de un modo bueno, por supuesto.
Así lo hizo, Kyungsoo recuerda que JongIn le estuvo entreteniendo todo el camino, contándole anécdotas de guardería y el como se hacía más viejito al pasar de los días, que pronto lo abandonaría y se olvidaría de él porque era mayor.
– Nunca de los nunca, Chocolatito. – le dijo.
– ¿Lo prometes por esta deliciosa galleta? – dijo con una Oreo de vainilla en su mano.
– ¡Claro que sí! – y la mordió.
Ese día fue especial para Kyungsoo, JongIn se despidió de él en la puerta, le deseó muchísima suerte y le regaló un abrazo de oso gigantesco (es para recalcar que a pesar de los amigos que tengas, yo seguiré siendo el mejor), cuando se fue, le movió las manitas hasta desaparecer al final de la carretera.
Caminó escuela adentro, algunos de sus amigos estaban por ahí, pero él no saludó, lo sentía extraño, todo parecía nuevo y misterioso.
Encontró por si solo su aula, el 1-A en un cartel la señalaba.
Distinguió un asiento libre en la primera fila, quiso sentarse cuando una niña con dos colitas lo empujó para ocupar aquel asiento.
– ¿Se te perdió algo, Fisgón? – le dijo para luego reír con sus amigas sentadas a sus costados, SooJung podía ser muy grosera cuando se lo proponía, especialmente cuando se lo cruzaba por ahí, a Kyungsoo le agrada SooJung aunque sea grosera, porque SooJung tenía su mismo miedo y eso le hacía entenderla.
Apenado, niega y se va hasta el fondo, no puede ver a la pizarra, está muy lejos, pero igual toma asiento. Junto a él una niña de graciosas trenzas castañas y gafas como las suyas mira atentamente a SooJung y sus amigas, con un toque de picardía en aquellos orbes tan bonitos.
– Ella debería recordar que el tener tan apretadas las colitas le quita oxígeno al cerebro. – comenta – ¿A ti también te echó? ¿Fue por "raro" – hizo comillas – o por "muy raro"?
Kyungsoo ríe – Creo que la primera.
– A mí por esto – levanta sus trenzas – y esto – señala sus lentes – Dice que luzco como su abuela. – hace un puchero. – Mi mami dice que son bonitas.
– "Tu mami es una tonta" – dice burlón haciendo comillas, la pequeña ríe también – A mí me dijo Fisgón, ¿debería ofenderme?
– Ñeh~ Olvídala, yo hago eso. – suspira. – Soy Joohyun, y creo que seremos compañeros de carpeta.
– Soy Kyungsoo y sí, es lo más probable.
Joohyun abre su maleta y saca un recipiente con galletas. – ¿Oreo?
Kyungsoo puede escuchar a JongIn decir mentalmente Yo te lo dije, Soosie, te lo dije justo ahora, ¡hizo una amiga! Y puede que no esté rodeada por tantas personas como SooJung, pero al menos tiene a alguien que puede hacerlo sentir menos solitario, y causarle carcajadas desde el fondo del estómago y sí, la sensación es agradable y anticipada, pero agradable.
– Por favor. – agarra una y empieza a comer. – ¿Alguna vez te dijeron que tienes cara de Irene?
Kyungsoo jura haberla visto antes.
| Irene es una buena amiga.
Ella parece entenderme.
Es linda.
Pero no es tan increíble como mi JongIn.
Mi mejor amigo.
¡No se lo digan a Irene, que me traerá galletas mañana! |
🐻🐧🐻
N/A: ¡Ha pasado menos de un mes! Goals~
Bye, besos y gracias por leer.
- nadie entendió su chiste de Matilda :'v -
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