–Rusia– habló México –Enserio no quiero entrar ahí, todos se me quedan viendo– se quejó.

–Мексика, вы должны купаться (México, debes bañarte)– respondió el eslavo.

–¿No podrías pasar conmigo y cuidarme?– acarició su pecho.

–Я не могу (No puedo)– se separó –Попросите Соединенные Штаты позаботиться о вас (Pídele a Estados Unidos que te cuide)–.

–No seas así conmigo– hizo cara de perrito –Yo solo quiero estar contigo–.

–Достаточно, если ты хочешь, чтобы я любил тебя, послушай меня (Ya basta, si quieres que te quiera, hazme caso)–.

El latino hizo una mueca y empezó a desvestirse frente a el eslavo.

–КАКОЕ ПАЛЬТО!? (¿¡QUÉ CARAJOS!?)–.

–Para que me cuides mi ropa– lo miró –¿Por qué? ¿Ahora si quieres meterte a bañar conmigo?– rio.

–Просто иди в ванную, Мекс (Sólo métete al baño, Mex)– giró los ojos.

El latino bufó y obedeció a regañadientes.

–Hey! Russland! (¡Ey! ¡Russland!)– escuchó a Alemania.

El eslavo sonrió, por fin algo que no causaría que se quisiera dar un tiro.

–Ale Что ты здесь делаешь? (Ale ¿Qué haces aquí?)– lo vio de frente.

–Ich wollte sehen, während des Tages. Wie geht es dir mit Mexiko? (Quería ver como era todo aquí de día ¿Cómo vas con México?)–.

–Боже мой, это полная головная боль (Dios santo, es un completo dolor de cabeza)– gruñó.

–Ist das deine Kleidung? (¿Esa es su ropa?)– miró las prendas en las manos de Rusia.

–да (Sí)– giró los ojos.

Alemania soltó una pequeña risa, a veces enserio se alegraba de no ser el hijo de URSS, aunque claro, tampoco es que su padre fuera un amor de persona, pero sí a comparación.

Se quedaron un rato charlando en lo que el mexicano salía. Cuando volvió, ambos lo observaron. No iban a negar que tenía un muy buen cuerpo. Esbelto y marcado, pero no en exceso.

–No entiendo como es que no te sientes atraído por mí– dijo –Quiero decir, soy sexy–.

–Да, ты. А? (Sí, lo eres ¿Y?)–.

–¿Enserio no te sientes ni un poquitito atraído por mí?–.

Rusia soltó una risita.

–Подойди ближе (Acércate)– susurró.

El latino obedeció y se pegó al eslavo.

–¿Qué pasó? ¿Quieres un beso?– sonrió.

–не (No)–.

–¿Entonces?–.

–Я просто хотел отвергнуть тебя (Solo quería rechazarte de cerca)–.

El latino intentó empujarlo, pero el eslavo era demasiado pesado.

–¡Eres un idiota!– gritó –No vales mi tiempo– le arrebató su ropa y se fue.

Los europeos rieron.

–Also geht es ihnen gut? (Entonces ¿Están bien?)–.

–Это весело (Es divertido)– se encogió de hombros –Это сложно, но когда вы понимаете, как это лечить, все гораздо проще. (Es complicado, pero cuando aprendes cómo tratarlo, todo se vuelve mucho más fácil)–.

–Gefällt es dir noch? (¿Aún te gusta?)– preguntó.

–Очевидно, нет, это было бы неправильно. (Obviamente no. No sería correcto)–.

–Ach komm schon, hier, zwischen uns, wenn du könntest, würdest du es wegwerfen? (Oh vamos, ya, aquí entre nos, si pudieras ¿Te lo tirarías?)–.

El eslavo se sonrojó -Может быть, если бы я не был в тюрьме ... (Tal vez si no estuviera en prisión...

–Hör auf so richtig zu sein Möchtest du? (Deja de ser tan correcto ¿Quieres?)– bufó –Sag mir die Wahrheit (Dime la verdad)–.

–Ладно ладно (De acuerdo, de acuerdo)– rio –Да я бы (Sí lo haría)–.

–Ich wusste bereits die Wahrheit, aber ich wollte von dir hören (La verdad ya sabía, pero quería escucharlo de ti)–.

–Ты идиот. Не говори ничего моему отцу (Eres un idiota. No vayas a decirle nada a mi papá)–.

–Es war mir egal (No me incumbe)– se encogió de hombros –ei einfach vorsichtig (Sólo ten cuidado)–.

Rusia asintió.

–Sólo quería rechazarte más de cerca, o sea ¿Quién se cree?– habló México.

–¿Qué pasó, Mex? ¿No te funcionan tus encantos?– se burló Colombia.

–Cierra la boca, que soy yo el que los va a ayudar a escapar–.

–¿No tienes algún otro plan?– preguntó Chile.

–Algunos, pero este es el que tiene más probabilidades de que funcione– giró los ojos –Me invitó a salir cuando estaba en juicio, está interesado en mí y eso es definitivo. Solo debo convencerlo de pasar al lado oscuro–.

–Pues más te vale apresurarte– dijo España –Y también debes ir ideando un plan para convencer a fascista e imperio japonés de ayudarte. Me tocó convivir con ellos cuando aún no eran recluidos, y no son para nada amigables– hizo una pausa –Enserio quiero un cigarrillo– gruñó.

–Pues consigue uno– respondió México.

–No es tan fácil, niño, no te los regalan así como así, debes de conseguirlos tú mismo de una u otra forma–.

–Ya veo– suspiró –Primero me encargaré de Rusia, luego ya me preocuparé por eso dos–.

–¿Seguro que no quieres ayuda?– lo miró Chile.

–Muy seguro. No creo que me sean de utilidad–.

–Nunca dije que seríamos nosotros–.

–¿De qué hablas?–.

–Digamos que tu ligue americano nos puede servir de mucho–.

México miró a Estados Unidos.

–Odiaría usar a alguien tan guapo, pero, si es lo que hay que hacer para salir de aquí, supongo que haré el sacrificio–.

–Perfecto, eso sí, deberás pasar de acosador a la víctima o al menos parecerlo–.

–¿Qué?–.

–México, tienes que parecer vulnerable ante Rusia, así que basta de sarcasmo, insultos, coqueteos pervertidos y todas esas cosas. Si quieres que se enamore de ti debes convencerlo de que eres una buena persona– explicó –¿Entiendes?–.

–Ugh, ya no me gusta este plan–.

–Que lástima, por que vas a hacerlo– ordenó España –Ahora, harás justamente todo lo que yo te diga ¿De acuerdo?–.

–De acuerdo– miró al piso.

–¿Todo bien?–.

–Claro– respondió rápidamente.

El rostro de España de tensó.

–Eres demasiado blando–.

–¿Disculpa?– frunció el ceño.

–Tienes sentimientos y los demuestras mucho. Te haces ver débil ante los demás–.

–No muestro mis sentimientos–.

–No intentes engañarme– lo interrumpió –Te he escuchado sollozar en las noches–.

–Bueno ¿Y eso qué?– se cruzó de brazos –No me voy a rajar. Yo sé lo que quiero. Y no me importa si debo jugar con Rusia o Estados Unidos, yo voy a salir de aquí–.