Capítulo 5. Pequeña diferencias
Atsushi y Sousuke estaban sentados juntos, Sousuke solía ayudar a Atsushi para mejorar sus descripciones al final del día, él era un empresario y si sabía de algo era de palabras.
El perro de la mafia estaba sentado en el escritorio de Kunikida, con una cara literalmente de perro. Pues el rubio le había puesto un bozal por cualquier cosa.
Miraba al par de albinos con molestia, Sousuke se dedicaba a hacer sonreír al menor y eso le fastidiaba. Kunikida lo miró — perro rabioso, si sigues viéndolos así les harás un hueco en la frente
— desearía hacerlo
— mantente quieto, tu jefe autorizó esto
— señor oxigenado ¿Que opina de esto?
— no opinó, simplemente ayudamos a que Yokohama esté tranquila. Si Ranpo-san dice que esto ayudará, lo haremos
— parecen muy confiados.
— No es confianza, es por que es Ranpo-san quien lo dijo.
Dazai llegó, como siempre tarde, se quedó sorprendido y luego comenzó a reír — Kunikida-kun; ni yo llegue a tanto con Akutagawa. Realmente eres salvaje
— Dazai, ¿Que son estas horas de llegar?
— Tenía unos asuntos pendientes — mencionó sonriente
El teléfono de Sousuke comenzó a sonar, salió de las oficinas de la agencia para contestar y Dazai se sentó al lado de Atsushi, claro. — Atsushi-kun, te vez bien hoy
— ¿Verdad? Descanse muy bien
— ¿Tu futon estuvo suave?
— en realidad me quede con Sousuke, dormí en una cama suavecita, como algodón de azúcar — dijo emocionado
— Eso te hizo bastante bien
— Si, si — decía emocionado y relajado — la verdad fue muy relajante
— ¿Sabes que es relajante?
— ¿Que?
— Un paseo en canoa
— ¿Paseo en canoa?
— si, cerca del monte Fuji, ¿deberías solicitar una excursión?
— Dazai deja de hablar y trabaja — ordenó Kunikida
Sousuke volvió a entrar, se acercó a Atsushi. — Tengo que salir, debo ir a Fujinomiya
— De acuerdo, ¿necesitas algo? — respondió Atsushi
— Quizá un besito — respondió Sousuke alegre y Atsushi comenzó a reír
El mayor se acercó besando la mejilla del menor — regresare mañana por la noche
— claro
— Oye Sousuke-kun — le detuvo Dazai
— ¿Si?
— ¿por que no te llevas a Atsushi-kun?
— ¡¡¿QUÉ?!! — gritaron Kunikida, Atsushi y Akutagawa
— ¿puedo? — preguntó emocionado Sousuke
— No, no puedes ¡maldición! ¿Que les pasa en este sitio? — se quejaba el mafioso
Sousuke le ignoro y sonrió a Dazai — ¿entonces puedo?
— si — le sonrió Dazai
— ¡Dazai-san! — gritó molesto el mafioso
— pero tienen que llevarse a Akutagawa— añadió Dazai
— Pues ya que
— uuug — se quejó Atsushi
— ¿Quieren el bozal? — preguntó Kenji
— Si tu vaca no se molesta que nos lo llevemos
— oh no, pueden usarlo — sonreía Kenji
— ¿Que nadie ve lo que esta mal aquí? — se quejaba el mafioso — es un impostor, soy de la mafia ¿y nos vamos de vacaciones?
— no, Sousuke tiene trabajo ¿no? — mencionó Tanizaki mirando al mayor albino
— Sip, cerraré unos negocios y volvemos — mencionó alegre
— Sousuke, quiero dulces — decía Ranpo
— de acuerdo, traeré regalitos y un hongo venenoso para Dazai-san
— ¡wooow! — gritaron todos emocionados
— Entonces vamos — sonrió Sousuke
Atsushi se levantó, Kyouka se acercó al mafioso — a mi tampoco me agrada
— sigues siendo la única cuerda de este lugar Kyouka. — respondió el mafioso
Kyouka asintió y fue con Atsushi — Atsushi, ¿no iras por ropa?
— ah
— no es necesario, yo me encargo — respondió Sousuke y miró al azabache — ¿nos vamos?
— maldición...
Kenji se acercó alegre a Sousuke — aquí están las llaves del bozal
— Gracias Kenji
— tengan un gran viaje
Sousuke y Atsushi salieron felices, el mafioso iba casi en un castigo.
Sousuke había tomado el brazo de Atsushi para mantenerlo cercan, mientras el mafioso los miraba desde atrás — ¿Que tanto le ve? Es un farsante, yo soy el original — se quejaba entre murmuros.
Llegaron a la estación de trenes, Sousuke estaba luciéndose, así que pago un privado para que el mafioso también viajará cómodo. Sonreía burlón al chico que se proclamó Diablo cuando estaba conociendo otro tipo de maldad en su doppelgänger.
El mafioso furioso, subió junto a ambos albinos, Sousuke había dejado a Atsushi de lado de la ventana. Y ambos Akutagawa estaban frente a frente
El mafioso con una cara tan molesta que podría romper cualquier esperanza mientras el empresario le sonreía burlón
— pequeño tigre — le llamó el albino mayor, Atsushi volteó a verlo — ¿Quieres quedarte en una habitación temática?
— ¿Que es eso?
— Es cuando en una habitación le aplican un tema, por ejemplo, uno de ninjas
Atsushi comenzó a reír por ello — Lo que tú quieras Sousuke
El mafioso vio su oportunidad — cierto Sousuke, debe ser una grande, ya que decidiste traernos a los dos — mencionó burlón
— puedo pagarla sin problema — respondió Y miró al albino — deberíamos quedarnos todos juntos, convivamos. Será divertido
— Si tu lo dices — mencionó el albino
— vamos, Ryunosuke no te hará nada — mencionó sonriente — si te portas bien volveré a poner flores en el baño — menciono sonrojando al albino - ¿cual quieres esta vez?
Atsushi tapó su rostro avergonzado, el mafioso les miró molesto — Que estupido, deja de consentirlo así ¿Flores? Estupideces
Atsushi bajo sus manos molesto — no son estupideces
— lo son
— El hecho que Sousuke haga algo lindo no significa que sea estupido. Sousuke es amable
— Es estupido
Atsushi se cruzó de brazos — quizá lo veas estupido por que seguramente nadie te ha dado ni una flor
— no las necesito
— amargado
— inútil
— cara de renacuajo
— gato estupido
— estupido perro
— wow wow wow ya — dijo Sousuke deteniendo a ambos — vamos a calmarnos — pidió. — estamos viajando a un lindo lugar, aprovechemos para llevarnos bien
El agente y el mafioso se apartaron la mirada — con él jamás — dijeron al mismo tiempo
Sousuke comprendía lo que pasaba pero no era como si pudiera hacer la gran cosa.
Habían llegado a Fujinomiya, Sousuke los registraba en el hotel mientras el agente y el mafioso se encontraban espalda con espalda, lo último que querían era tener que hablar entre ellos.
Sousuke regresó con una copia de llave para cada uno, los tres subieron por un elevador y contemplaron la habitación
Era una enorme, algo que no asombró al mafioso pero el agente se sentía en un cuento de hadas — Waaaa — expresó alegre el albino mientras se acercaba al enorme ventanal de la pared — se ve El Monte Fuji — mencionó emocionado, parecía que su cola estuviera a punto de salir por tanta emoción.
— demasiada luz — dijo el mafioso serio — podría ser peligroso
— ¡Incluso el cielo queda cerca! — seguía Atsushi emocionado
Sousuke comenzó a reír, tomó al mafioso del hombro — relájate un poco. — Fue con Atsushi y tomó sus hombros por la espalda — ¿te gusta?
— ¡es increíble!
— el lugar es hermoso por la noche
— imagino que si
— mira, tengo que arreglar mis negocios, quédate, mira a los alrededores si quieres, puedes usar tu olfato para identificar el lugar
— sip
— regresó en unas horas ¿si?
— te esperare
— eso espero
Sousuke abrazó al albino, Atsushi tallo su espalda y le sonrió — nos vemos en unas horas
— claro
— come lo que quieras
— sip
— no hables con extraños
— nop
Sousuke miró al mafioso — se que lo odias pero es su primera salida de Yokohama, te lo encargo
— no es un bebé
— ¿no estabas enamorado de él? Deberías cuidarlo mejor de mi
— lo estoy haciendo, por eso estoy aquí
— si lo pierdes, Dazai se molestará
— Ya vete
Sousuke se marchó, Atsushi seguía viendo por el ventanal. El mafioso se acercó al albino — hey Jinko
Atsushi le miró, estaba tranquilo — ¿Que?
— ¿por que sigues a Sousuke? ¿No piensas en mi al verlo?
— al principio si, pero ustedes son completamente opuestos, se verán iguales por fuera pero por dentro son como un cubo de azúcar y una gota de vinagre
— imagino soy el vinagre
Atsushi simplemente volvió a ver por el ventanal, el azabache lo miró y se retiró. Se había sentado en el mueble para descansar. Se dedicó a vigilarlo.
...
Feliz Navidad 🎄
¡Gracias por leer!
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