Capítulo 31. Padres
Pues Toru no lo había logrado por lo que iba de brazos cruzados y haciendo berrinche en el tren devuelta a Italia. Sousuke intentaba apaciguar su enojo.
Mientras tanto Atsushi miraba por la ventana y Ryunosuke a él — ¿te gustan los paseos?
— si, es lindo ¿no?
— son árboles... pero... me gusta verte verlos
Atsushi sonrió.
Akutagawa seguía siendo quien era, un mafioso sin mucho apego a las cosas o situaciones pero algo era cierto, ahora podía apegarse a alguien y no pretendía soltarlo nunca.
Una vez en Italia, fueron a casa. Juryoku y Samu les recibieron aunque... — aaah me dieron tan duro entre dos que quiero dormir toda la tarde — decía Toru estirando su espalda — ¿Que?
— aam... Toru, llamaron... tus padres
— ¿ah? ¿Y luego? — se quejó Toru
— supieron de tu doppelgänger
— y que estuviste secuestrado en Latinoamérica
— oye, no fue secuestro. Me la pase borracho, y de fiesta en fiesta; Samu eres un chismoso. Deja de darles reportes a esos científicos
— Toru, son tus padres — decía Juryoku preocupado
— y están aquí — agregó Samu sonriente
Toru intentó saltar para matar a Samu pero sus padre lo tomaron antes — ¿tienes alguna herida nueva?
— ¿conseguiste algo de los secuestradores?
— suéltenme par de alimañas salvajes — se quejó Toru — Sousuke ayuda
— señor Tsuki, señora Sakura. recuerden que Toru odia que lo toquen ustedes — pidió Sousuke amable
— solo intentamos recuperar su cariño — mencionaba Sakura mientras Toru se soltó
— cariño de mierda — añadió Toru
— Samu nos contó de tu doppelgänger— dijo Tsuki — Toru es muy peligroso que los doppelgänger se encuentren
— ¿lees acaso? 31 capítulos Tsuki. Deja de cogerte a Sakura y lee un poco de la historia
Sakura tocaba las mejillas de Atsushi el cual estaba sonrojado — son idénticos
— oiga no lo toque — se quejo Ryunosuke jalando al albino de los hombros
— incluso el tuyo Sousuke — dijo asombrado Tsuki
— es problemático — añadió Sakura
— mucho — Tsuki miró a Toru — Toru no sabes lo peligroso que es esto, podrían morir, podríamos morir todos
— ¿pretenden matarme? No pueden matarme, yo tengo a Dios de mi lado ¿oíste perra?
— ¿Que Dios? — preguntó curioso el mafioso
— se llama Miushi, es una diosa poderosa. No pasará nada
— vas de nuevo con eso — se quejó Juryoku
— yo lo apoyo, la diosa Miushi es mi dios que evita mi muerte — sonrió Samu
— conocemos la religión, no la practicamos — mencionó Tsuki. — pero creemos en Toru
— bueno, — mencionó Atsushi — si tú crees que todo estará bien
— claro que si, confíen en mi, Miushi puede modificar todo, cambiarlo todo. — sonrió amplio — es la escritora del libro de la vida. Claro
— ok, ¿comemos algo? — preguntó Ryunosuke
— ¡sip!
Tsuki y Sakura preparaban comida con Samu, aunque Toru lo odiaba, Samu siempre cuidaba de él y por lo cual apoyaba a sus padres.
Toru les miraba mal, Sousuke y Ryunosuke le acompañaban. Atsushi estaba curioso. — Jinko ven aquí — decía Ryunosuke
— es que están cocinando juntos — mencionó Atsushi
— si, ellos son puro amor entre ellos. Por algo salí. Pero no Atsu, déjalos hacer sus boberías, al rato se olvidan de ti
— ¿no puedo acercarme?
— no Jinko, no; ven aquí. Entiende cuando Toru odia algo, hay que odiarlo, este estupido es todo sonrisas y amistad pero simula un mafioso
— eso ofende — se quejó Toru
— voy — respondió Atsushi
Atsushi fue con el azabache aunque unas manos tomaron sus hombros. — Atsushi ¿verdad? — dijo Sakura sonriente. Atsushi la miró — oh si, perdón — soltó a Atsushi — es que eres idéntico a mi esposo... claro, con mi cabello — mencionó sonriente.
— eres como una combinación de nosotros, tú y Toru.
— ah... lo lamento — Atsushi se inclinó en reverencia
Toru se puso en medio — déjenlo en paz — se quejó Toru tomando al albino — vamos Atsu, no los toques, pegan lo inmundo animal sin corazones
Toru jalo a Atsushi, el albino había volteado a verlos, la pareja se confortaba entre ellos.
Se habían alejado.
Atsushi estuvo observándolos, cocinaban juntos apoyándose, era como verse y ver a Toru. Estaba sorprendido y curioso.
Sousuke, Ryunosuke y Toru estaban planeando como correrlos. Atsushi se escabulló, estaba desmasiado curioso. Fue hasta la cocina, Samu lo vio y sonrió aunque según el se escondía bajo la mesa.
Samu se agachó y le sonrió — Atsu, ¿quieres hablar con ellos?
— e-Es que... — trago saliva — qui-quiero platicar... so-solo estoy curioso de ellos...
— ¿en serio? — la voz los llevó a ellos. Agachados también
— ¿quieres platicar? — le sonrió el azabache
Atsushi trago saliva. Juryoku tomó a Atsushi de los hombros — vamos Atsushi. Vayan los 3 al jardín. Platiquen
Sakura y Tsuki le miraban sonrientes — cu-cubranme — pidió Atsushi a Samu y Juryoku
Sakura y Tsuki lo tomaron y se fueron los tres juntos.
Toru llegó rato después — Samu. Sou y Ryu, y yo obvi, decidimos correr a Tsuki y Sakura ¿donde están?
— se fueron — dijo Juryoku sonriente
— ¿en serio?
— sip
— que bueno — miró alrededor — ¿y Atsu?
— subió a dormir — dijo Samu
— aaay no aguanta nada, solo por que nos penetraron una y otra y otra y otra
— Toru, eso lo cuentas luego
— bien, iré a trabajar con Sou. Avísenme cuando esté la comida
— claro
Juryoku y Samu suspiraron aliviados.
Por su lado, Tsuki y Sakura llevaba a Atsushi en auto. Habían decidido invitarlo a comer.
Llegaron a un restaurante bastante peculiar, habían flores y plantas diferentes desde la entrada. Olía a aceite vegetal y pan recién horneado. — Tsuki, Sakura benvenuto il mio partner preferito! O! — miró al menor — lui è il figlio! Lo hanno convinto? Congratulazioni!
— Carlo, Es nuestro hijo, pero sin verlo
— che cosa?
— Atsushi, el es Carlo. Ha estado alimentándonos por años — mencionó sonriente Tsuki
— estuvo cuidando de mi alimentación en el embarazo por que bueno, yo no fui la mejor en eso — mencionaba Sakura. Extendió su mano — déjame contarte todo
— e-está bien, aunque yo y ustedes no somos
— si pero... por favor, hagamos esto ¿si?
Atsushi se sonrojó — si, platiquemos.
Atsushi estaba incómodo, Sakura y Tsuki habían pedido para el también así que estaban los tres en completo silencio.
Carlos se hacerlo — Ragazzo, ¿eres japonés verdad? Sakura y Tsuki le enseñaron
— oh, eso pude entenderlo — sonrió el albino.
— ¿como es tu vida en Japón Atsushi?
— mmm... bueno, trabajo en una agencia de detectives
— ¿eres un detective?
— que brillante
— re-realmente sólo ayudó a los verdaderos detectives, yo no podría hacer lo que hacen, menos Ranpo-san
— oh, Edogawa Ranpo, ¿cierto? Conozco tu agencia — dijo Tsuki — el presidente es el gran Fukuzawa Yukichi
— ¿como los conocen?
— para nosotros, investigadores de habilidades, hay algunas personas que valen la pena investigar — sonrió Sakura
— ¿ustedes que hacen? — preguntó curioso Atsushi
— analizamos las habilidades
— las clasificamos por peligrosas, protectoras y en niveles
— a veces las estudiamos más a fondo
— y algunas las creamos
— ¿pueden hacer a alguien tener habilidad?
— no, solo modificar su habilidad.
— nuestro trabajo requiere mucho tiempo, y bueno eso nos apartó por completo de Toru
— y digamos que no le gusto mucho que cuando se transformó en tigre lo estudiamos
— es por eso que está molesto — mencionó Atsushi
— si, algo así... pero ¿también eres tigre?
Atsushi sonrió — si, un tigre blanco
— fascinante; Toru es un tigre azul. Ustedes dos deben ser los únicos en el mundo con tal habilidad. ¿Que puedes hacer?
— uh... me regeneró
— ¿rápido?
— depende del área. He perdido mi pierna un par de veces
Sakura tomó la pierna del menor sorprendiéndolo pero recordándole a Yosano — no tienes marcas en ninguna parte
— así es — sonrió Atsushi — me recordó a una amiga haciendo eso
— es fascinante Atsushi. Toru y tu deben ser grandes especímenes — sonrió Tsuki
— s-si creo que si
— ¿y tus padres? — preguntó Sakura
— oh no, no tengo padres. Crecí en un orfanato
Ambos se acercaron tomando las manos de Atsushi — ¿te gustaría ser nuestro por hoy? — preguntaron ambos
Atsushi se sonrojo, el mesero llegó Justo con la comida.
Atsushi les miraba comer, Tsuki y Sakura eran extremadamente cariñosos entre ellos, dándose de comer el uno al otro, limpiando algo otro. El menor sintió una ligera envidia solo con verlos.
En cuanto terminaron de comer, salieron del lugar agradeciendo a Carlo — aún no nos dices — mencionó Sakura
— me encantaría, pero hoy ya me les desaparecí
— sería peor si vuelves, Toru no te soltará
— está bien, iré con ustedes
Sakura y Tsuki sonrieron, los tres fueron al auto. Comenzaron a perderse en el hermoso Italia.
Por su parte, Toru se estiraba en la sala, de había quedado dormido intentando leer algo — aaay... ¿que hora es? — preguntó y salió de la biblioteca — Souuu verguita doradaaaa ¿donde esta mi príncipe? — preguntaba a la casa
Encontró a Sousuke y Ryunosuke jugando ajedrez — hola cushistriquis, ¿juegas?
— si — dijo sonriente — deja a Ryunosuke concentrarse, esto lleva 30 minutos por el
— cállate Sousuke, no volverás a ganarme
— ¿Atsu sigue durmiendo?
— no se, no lo hemos visto
— Samu-san dijo que estaba contigo — mencionó Ryunosuke
— ¿eh? No, a mi me dijeron que se fue a dormir a la habitación
Los tres se miraron, comprendían lo ocurrido.
De su lado, Juryoku estaba acostado en una cama flotante mientras Samu le daba uvas — eres tan hermoso Jury
La puerta fue pateada con furia. Toru les miró molesto — ¿donde esta Atsu? — cuestionó. Ambos chicos estaban abrazados
— To-Toru
— ¡lo dejaron con ellos! ¿Cierto?
— Toru tus padres solo quieren
— ¡QUIEREN EXPERIMENTAR MALDICION! ¿Que no recuerdas por que estamos aquí los tres?
— Samu solo quiere redimirse Toru — decía Juryoku— sabes bien que te apoyamos pero tus padres intentan hacer el mundo más seguro. Ya sabes, la habilidad de Samu es...
— ¡esto es traición malditos!
Se dio media vuelta, — Sousuke, Ryu, vamos por Atsu.
— ¿crees que sigo órdenes de alguien como tú? — cuestionó Ryunosuke
Fue cuando lo vio, la mirada de tigre, filosa y peor de siniestra — asesinare a esos ingratos
— Toru, no hablemos de matar — pidió Sousuke
Ryunosuke trago saliva y los siguió
— Samu ¿Que hacemos?
— De ir solo vamos a interferir... pero las contraseñas...
— quedémonos, no quiero que te pase nada
— de acuerdo
Atsushi, Sakura y Tsuki habían terminado de pasear en el parque, Atsushi llevaba un collar lindo y un globo, ademas de los tres llevaban un helado — esto fue demasiado — decía alegre Atsushi
— siempre quisimos hacer esto, gracias a ti Atsushi
— fue increíble — le sonrió Tsuki — deberíamos llevarte a casa pero... ¿quieres ir con nosotros a casa?
— oh bueno... seguro Toru se enoja
— igual lo hará
— cierto... — Atsushi sonrió — vamos
— pediremos pizza
— y películas
Subieron al auto para ir a casa, en cuanto subieron encendieron el aire acondicionado. Atsushi no soporto mucho antes de dormirse, Sakura y Tsuki sonrieron entre ellos siguieron conduciendo.
...
¡Gracias por leer!
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