Capítulo 28. Bunker secreto
Atsushi se estiró sobre la esponjosa cama y miró al mafioso a su lado mirándolo, se sorprendió y se sonrojó — bu-buenos días
El azabache lo tomó poniéndosele encima, Atsushi se puso más rojo — buen día
— Ry-Ryu...
Akutagawa sonrió — serás un tigre pero tu eres mi presa. Aún puedo escuchar tus gemidos retumbando
— y-ya no digas eso — se quejó avergonzado. Akutagawa tomó su rostro besándolo. Atsushi le respondió aunque el mayor se separó rápido — n-no pares — pidió llevando sus brazos a su cuello
Akutagawa volvió a besarlo.
Claro, como en toda historia, Toru entró abriendo la puerta de par en par — ¡ATSU BUEN DIAaaaaah! ¡YA ESTÁN COGIENDO! — se dio media vuelta — SOUSUKE SI ESTÁN COGIENDO, ¡COGEME TAMBIÉN!
— ¡ENTONCES VEN! — le gritó Sousuke desde la otra habitación
Toru los volvió a ver — regresó al rato — cerró la puerta y se fue. Atsushi no paraba de reír.
— ese maldito, lo odio
— Ya Ryu, no es para tanto
La puerta se volvió a abrir, esta vez era Juryoku. Llevó su mano a su boca — ¡AAY POR DIOS TORU TENÍA RAZÓN! — gritó cerrando la puerta.
Esta vez, Atsushi si llevó sus manos a su rostro sonrojado, el mafioso lo miró — ¿quieres que los mate?
— no — se quejó.
El azabache soltó al albino, y fueron al baño. Allí, Akutagawa no soltó a Atsushi de la cintura mientras este lavaba sus dientes — Ryu, déjame lavarme
— no — respondió frío y seco
— ¿porque no?
— no quiero que vuelvan a tomar tu cintura — se quejó — esto es mío
Atsushi se sonrojó y se permitió dar un paso al lado del azabache para juntarse más, sonriente lavó sus dientes.
Después de eso, ambos chicos bajaron al comedor, los cuatro anfitriones los esperaban sonrientes, Atsushi trago saliva — buen día — dijo Ryunosuke
— ¡oh vamos! — gritó Toru — ya confirmen si cogieron o no ¿estuvo rico?
Atsushi sonrió — estuvo riquísimo — expresó. Y los cuatro gritaron alzando sus brazos para celebrar
Ryunosuke se sonrojó — que sinverguenzas — se quejó.
Toru llegó abrazando al albino — ¡te dije que las faldas ayudaban! — mencionó sonriente
— bien chicos, ya. Es hora de desayunar, ¿ayudan?
— yo ayudó — dijo Atsushi yendo con Juryoku
Toru le sonrió a Ryunosuke— ¿Que quieres animal?
— un simple Gracias
— de nada
— tuyo
— yo estoy bien
— ¡Ryunosuke!
El mafioso sonrió, era divertido — ¡Dame las gracias mafioso!
— No
— me voy a ir
Ryunosuke se acercó a la ventana — ¡Taxi!
— Akutagawa Ryunosuke eres de lo peor — se quejó Toru.
El mafioso y el tigre estaban peleando entre juegos, esto hizo a Sousuke y Atsushi mirarse entre ellos y luego a los otros dos — ¿crees que?
— nah.
Toru se trepó en el torso de Ryunosuke, haciendo a Atsushi y Sousuke tragar saliva — nosotros lo hicimos — dijo Sousuke
— debemos ser maduros — respondió Atsushi
— ¡Vamos Ryu! — se quejó Toru haciendo reír al mafioso.
— hay que separarlos — dijo Atsushi
— vamos
Atsushi y Sousuke fueron tras sus parejas. Sousuke sostuvo a Toru mientras Atsushi abrazó a Ryunosuke — ¿Que pasa? — preguntó Ryunosuke
— na-nada, quería abrazarte — mencionó Atsushi
— Hey dejen sus celos y ayúdenme con el desayuno — grito Juryoku
— ¿celos? — preguntó el mafioso mirando al albino
Toru abrazó a Sousuke — ¡oh! Mi bebé se sintió intimidadoooo tan tiernooo — expresó mientras besaba su rostro
Atsushi por su lado trago saliva y el mafioso lo miró — ¿entonces?
— ah... y-yo...
El mafioso lo miró intenso y el albino desvió la mirada — l-lo siento — Atsushi estaba listo para huir pero el mafioso lo tomó del brazo
— es infantil, pero... me hace feliz
— ¿si?
— si...
Ambos se sonrieron y abrazaron. Toru llegó subiéndose en la espalda del albino y Sousuke lo hice con Ryunosuke — ¡Aaah! Me aplastan — se quejó Atsushi
— Sousuke quítate — se quejó Ryunosuke
— dale un beso
— si no, no nos movemos; y de lengüita
Ryunosuke miró al albino sonrojarse y seguir peleando con Toru, prefirió no hacer nada, fue Atsushi quien lo tomó y besó metiendo su lengua a su boca y Toru le dio una nalgada al albino — ¡ESO CABRON! Así mandamos los tigres
Atsushi estaba sonrojado y Ryunosuke tome el glúteo del albino, miró amenazante a Toru — se te caerá la mano
— no importa, me vuelve a salir
— ya niños — mencionó Samu — vengan, orémos por nuestros alimentos y demos gracias a la vida
— este Dazai-san es tan extraño — se quejó Ryunosuke
— aprovéchalo — mencionó Atsushi jalándolo a comer
— Samu es súper amante de la religión, odia todo lo que tiene que ver con muerte
— ¿en serio? — preguntó Atsushi
— si, ha estado cerca de la muerte millones de veces — miró a Juryoku— oye Jury ¿cuántas veces ha muerto Samu?
— cinco, una fue de un paro cardíaco — mencionó Juryoku
— no hablen de cosas tan terribles — se quejó Samu — agradezcamos a Dios que me tiene aún con vida y sano
Los seis chicos se sentaron a comer, aunque nadie pudo tocar la comida hasta que Samu agradecio por la vida. Si, incluso Toru espero.
— entonces Atsushi ¿vas a querer ir a Roma?
— haremos un tour por todo Europa
— suena fascinante chicos — Respondió Atsushi
— está bien — tomó la mano del agente — mientras tengamos momentos románticos — añadió haciéndolo sonrojar
— Ryu... —hablo Atsushi conmovido para abrazarlo
— oigan, oigan, coman
— tu dijiste que me lo tome como una luna de miel — se quejó Atsushi
— pero para coger — añadió Toru
Ryunosuke miró un momento al albino, batallaba de comer con cubiertos normales, sonrió y acercó un poco de comida al menor — ven amor — dijo. Atsushi se puso completamente rojo.
— ooooouuuyyy que adorable. No, no. Saquen las cámaras chicos, mi pequeño hermano está creciendo
— ¿Quien decidió que sería el pequeño? — se quejó Atsushi
— ¿fecha de nacimiento?
— 5 de Mayo
— ha, igual, eres menor
— ¿porque yo?
— por que yo lo quiero
— niños — les llamo Samu — siendo tigres son territoriales, eviten pelear en la casa
— oh mi Samu eres tan inteligente y paternal — dijo Juryoku abrazándolo
Ambos tigres se calmaron y siguieron comiendo, de hecho el resto del desayuno fue tranquilo. Hasta finalizar, Atsushi y Toru habían sido castigados por Samu, así que lavaban los platos.
Sousuke y Ryunosuke planeaban mientras unas buenas escapadas con sus novios — entonces ¿Que me sugieres?
— aquí cualquier lugar sería romántico para Atsushi pero también creo que el turismo sería bueno. Podríamos ir a Paris; tomar unas fotos, recuerdos
— no lo sé; Jinko y Toru han peleado más seguido desde esa vez
— podemos controlarlos
— chicos — les llamo Juryoku— ¿puedo sugerirles algo? — les sonrió
Mientras tanto, Atsushi y Toru terminaban de lavar cuando Toru le sonrió a Atsushi — cuéntame
— no — respondió sonrojándose
— vamos, cuéntame
— pues lo hicimos
— si pero como, donde, velocidad, grosor, todo nene, todo
Atsushi trago saliva — de he-hecho que-quiero consejos
— vienes al lugar correcto — tomó su mano — vamos a escondernos a mi base secreta
— ¿eh...? ¡Eh!
Atsushi fue arrastrado fuera de la casa, andaban por los viñedos hasta llegar a la bodega de añejamiento, allí, Toru se acercó a un barril viejo — Toru
— ssssh, debes prometer guardar el secreto
— lo juro solendemente
— ahora dirás el código sagrado
— s-si
— juro que mis intensiones no son buenas
— ju-juro que mis intensiones no son buenas
— bien, ahora entremos
— pensé que se activaría algo
— nah, es algo de una película que me gusta — menciono divertido
Abrió el barril, dentro había una puerta en el suelo, la cual los llevó a un búnker de seguridad — vaya...
— los europeos piensas mucho en cosas apocalípticas — decía Toru — descubrí este lugar cuando recién compramos la casa, no le he contado ni a Sousuke
Atsushi se sonrojó — ¿está bien que yo lo sepa?
— sip — le sonrió — he llenado este lugar con cositas y aquí me oculto cuando me peleo con Sousuke
— es genial Toru...
Ambos se sentaron en la alfombra que tenía, también tenía unos peluches los cuales abrazaron para hablar. Toru daba sus lecciones de sexo cada jueves y no cobra mucho pero para Atsushi eran gratis — entonces, usas tus dedos así — mencionó subiendo sus dedos medio e índice, para juntarlos y separarlos — para abrirte mejor
— no se si me alcance mi brazo
— Lo lograrás, hagamos ejercicio de respiración y estiramiento
— ok
Ambos se sentaron en posición de loto, — ahora, como ya te dije: lo que decimos aquí se queda aquí, lo que hacemos aquí, se queda aquí
— ¿Sousuke no sabe qué haces Yoga?
— y que no se entere Atsushi
— oki
Ambos respiraron profundo y relajados, así continuaron por algunos minutos. — muy bien Atsu, cuando mejores podrás hacer la báscula
— realmente, no pensé que hicieras estas cosas
— Ya sabes, es un yinyang
— ¿como?
Toru sonrió — yo soy caos, soy el Yin de tu Yang; y en todo lo malo hay bueno — miró a Atsushi — así como en todo lo bueno hay malo.
— comprendo, es un equilibrio
— así es, el yoga me ayuda a relajarme, pero también a ser lo bastante flexible para tener siempre mi recto abierto para mi Sousuke
Atsushi sonrió — en serio dices cosas demasiado
— lo sé, tranquilo; esta historia está dedicada a que pueda hablar más con los lectores y me conozcan mejor
— pero nosotros...
— solo confía en mi, siéntate y siente como si te observaran, ellos aman eso
— de a-acuerdo
— continuemos con el yoga. — se levantó — vamos a hacer sentadillas hindu
— d-de acuerdo.
Después de algunas posiciones, Atsushi estaba en el suelo agotado mientras Toru estaba en postura de cobra — ¿te duele?
— si, la cadera ¿como haces eso?
— tengo sexo desde los 15, es normal para mi. Creo que mi ano ya es una vagina; eso o ya soy parte de un omegaverse que tanto aman los lectores
— ¿eh?
— es un tipo de historia donde los hombres se embarazan
— ¿es-eso no es posible?
Toru sonrió — ja, cosita...
Los chicos siguieron, Toru ayudó a Atsushi a estirarse y al finalizar, volvieron a respirar — ¿como te sientes?
— muy bien y relajado
— eso me alegra, podemos venir mañana y hacerlo de nuevo
— eso me encantaría
— es una cita
Atsushi sonrió — sip, es una cita
Ambos salieron del búnker y fueron a la casa, Sousuke y Ryunosuke los buscaban — ¿donde estaban? — se quejaron
Ambos tigres se sonrieron — secreto de hermanos — hablaron al mismo tiempo
Eran casi como hermanos — ¡lo somos Miushi! — se quejó Toru.
...
Disculpen las interrupciones de Toru
¡Gracias por leer!
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