XXXIX. A place in blue pt.2
Importante escuchar:
🦋Sale el Sol by Shakira
🦋People by AgustD
🦋She Loves Me, She Loves Me Not by Lee Taemin
🦋
DOPPELGÄNGER
Los recuerdos se desvanecen como las marcas de humo en cualquier sala atestada de personas. Jonathan Fray sabía que fumar en aquella sección del Hospital Universitario de Columbia no era la definición de lo correcto.
—Aquí estabas ¿Tienes fuego todavía?
Park Jimin apareció en su campo visual extendiendo un cigarrillo de la marca Marlboro con sabor a menta. El hombre sonrió.
—Claro...
Aceptó el pedido y le tendió un encendedor muy similar a los que prefería usar cierto doctor meses atrás. El ahora castaño Park Jimin exhaló la primera calada con parsimonia. Ambos esperaban no ser reprendidos por las enfermeras del área de Oftalmología.
Aunque dudaba que llamaran la atención estando en una de las terrazas que se destinaban a los acompañantes. El cielo plomizo de Nueva York los acompañaba mientras los últimos preparativos se concertaban dentro de la habitación 243. Esa donde Sally Fray finalmente volvería a ver la luz.
Joe se rascó la nuca. No sabía cómo agradecer en algo que nunca hubiera pensado. Cuando Jimin apareció en la puerta de su departamento hablando sobre la idea de buscar un tratamiento para que su madre recuperara la visión, sinceramente solo sonrió con sarcasmo. Ahora todo parecía tan irreal como mágico mientras el detective terminaba su cigarrillo y le dedicaba una mirada divertida.
—Jimo...—El apodo que le había concedido de niño captó la atención del de ojos azules. Joe se mordía los labios—Voy a pagarte cada centavo algún día...
Resolvió como si fuera dueño de su destino. Jimin amplió la sonrisa para rodearle los hombros con un brazo.
—El que está en deuda con esa señora cascarrabias soy yo. Déjate de estupideces Joe y reconcíliate con tu madre. Aun la tienes a tu lado, eso te hace el hombre más afortunado del planeta.
La reflexión era tan profunda que Joe tuvo la impresión que algo más brillaba detrás de los espejos azul cielo del castaño. Park Jimin se había tomado muy en serio la convicción de armar cada espacio de su vida, como el complejo puzle que era.
Lo primero fue renunciar a la Academia, un proceso penoso, teniendo en cuenta que darse baja de sus obligaciones le retendría por los menos hasta septiembre. Estaban en pleno mes de abril, justo un año atrás la ciudad se había visto marcada por la serie de homicidios protagonizados por personas con desequilibrios mentales y la imagen de una mariposa que hasta la fecha cargaba en el colgante de su pecho.
Hoy la tristeza en los ojos de Park tenía otra naturaleza, pues se mezclaba con realización y melancolía.
"Para crear un nuevo mundo debemos quemar todo lo que conocemos hasta los cimientos."
Recordar esa resolución le hizo sonreír de aquella manera que le achinaba por completo los ojos. Joe iba a cuestionarlo nuevamente cuando una enfermera les comunicó que Sally ya estaba lista para recibirlos.
A través de la pesada capa de nubes que decoraba el cielo, un ligero rayo de sol estaba emergiendo.
Un haz de luz tan fino que podía convertirse en la razón de un incendio y para Jeon Jungkook los rescoldos de una hoguera llamada Min Yoon Gi aun emitían destellos.
—No puedo creer que sigas dándole vueltas a lo mismo. Gracias a la providencia Jimin está esperando su baja lejos de aquí, porque de lo contrario ya te hubiera estrangulado. Deja de insistir en esa idea descabellada Kookie, el doctor Min murió en el dichoso intento de fuga...
Kim Taehyung estaba de pie, con los brazos en jarras y una mirada mosqueada sobre el muro de criminalista que Jungkook había armado nuevamente. El pelinegro tenía todos los ingredientes en sus manos para desconfiar.
La muerte de Min, aun cuando su expediente había sido archivado le seguía sonando como un inverosímil cuento gótico destinado a burlarse de sus enemigos.
—No es una idea descabellada si lo miras con objetividad. Un año atrás este muro comenzaba con el dibujo de la mariposa sobre el cadáver de Sara Gray sus dos mejores amigos. Aún recuerdo las notas del diario de esa chica y la expresión de Jimin al encontrar al bastardo de Min días después de aquel primer interludio. Ahora otras piezas han tomado su forma... ¿Por qué crees que Park querría abandonar el trabajo donde siempre ha sido un genio?
Cuestionó dibujando un signo de interrogación del lado donde rezaba la foto de Min a su entrada en el CCMM. Taehyung resopló antes de ocupar la silla giratoria donde su novio solía trabajar.
Jeon le daba la espalda mientras trazaba un sinuoso patrón con forma de alas entre los puntos que más destacaban en el tablón.
Su novio... ese pensamiento colocó una expresión reservada sobre el rostro de Kim. La vida les había jugado demasiadas sorpresas en el transcurso de un año.
Cómo pasó de admirarle a desearle. Cómo pasó de una relación de amistad a los celos compulsivos cada vez que Jimin u otra persona monopolizaba el tiempo del pelinegro, y es que Jungkook era demasiado profesional la mayoría de las veces, pero en la privacidad de su departamento, en aquel sitio donde el desorden reinaba o se preparaban los mejores macarrones a la crema que había probado en su vida, era él mismo.
Esa alma contradictoria e irremediablemente dulce que ahora llenaba sus días. Taehyung había pensado largo tiempo en una posibilidad mientras sus padres insistían en que diera el paso.
Aun cuando el mundo no estuviera preparado para ello, aun cuando existían mil y una probabilidades de fallar, él solo estaba escuchando a su corazón.
—Kookie...
El aludido miró por encima de su hombro. Taehyung sonrió.
—¿Vendrías a vivir conmigo?
Un silencio hasta cierto punto delicado envolvió la estancia. Jungkook se quedó congelado ese instante mientras una sonrisa llenaba su rostro. Ver a Taehyung nervioso era todo un espectáculo.
Con paciencia se acercó a la mesa hasta ocupar la esquina donde podía voltear con facilidad la silla donde estaba el castaño con sus propios brazos.
—¿En serio quieres compartir tu vida con un hombre adicto al trabajo?
Inquirió alzando una ceja. La sonrisa no le abandonaba el rostro y Taehyung fingió ignorarle mientras tomaba un bolígrafo y jugueteaba con él. Habló examinando el objeto mientras las manos de Jungkook continuaban apresando la silla.
—No sería tan problemático. No sé cocinar, tengo un cachorro que también es un caso, una familia algo peculiar y otro camión de defectos con manías incluidas... pero creo que ya es hora. Ir de un lugar a otro es agotador, además si nos trasladamos a un departamento con vistas al...
Taehyung quería decir con vistas a Central Park, pero los labios de Jeon ya estaban sobre los suyos mientras ocupaba un lugar sobre el regazo del patólogo.
—¿Te he dicho que te amo cuando te sonrojas así?
Otra pregunta cariñosa y Tae sonrió de aquella manera donde su boca describía un coqueto cuadrado.
—Me has dicho que soy sensual y que te gusta cómo te abrazo pero lo de los sonrojos es nuevo. También podrías añadir a la lista que te gusta el té que hago, y quizás...
—Podré muchos te amo entonces. Sí, quiero, quiero vivir contigo muchos años, osito.
El corazón de Taehyung iba demasiado rápido y Jungkook lo sabía. El próximo beso fue difícil de definir. Quizás a través del huracán la vida estaba floreciendo en nuevos colores. Quizás a muchos les estuviera saliendo el sol cuando a otros los estragos de la tormenta aun conseguían arrasarle el alma.
Tal como esas flores de primavera renuentes a conformarse, Key esperaba entre las bancas de Central Park por un encuentro en el que más que abandonar su trabajo quizás le pusiera punto final a muchas otras condiciones.
—Hola...
La voz de ella consiguió arrancarle una sonrisa. Era un acto reflejo y estaba seguro que no podría borrar su presencia de su vida tan ridículamente. Aun cuando fuera doloroso.
—No coincidíamos desde lo de... desde el entierro de August ¿Cómo has estado Key-shi?
Él dejó de verse en aquellos ojos tan familiares para reparar en las personas alrededor. Los brotes de las flores en los centenarios árboles, el bullicio de los ciclistas aprovechando un día nublado pero con agradable temperatura, solo era el aderezo para justificar su divagación.
—He estado sobreviviendo mejor que antes. Tú luces hermosa, pero eso ya lo sabes...
El silencio fue duro esta vez. Alie también deseó que el ambiente rutinario en el parque le absorbiera. No sabía siquiera cómo había transitado por una especie de camino minado desde que decidiera reencontrar la parte más frágil de su familia a finales del año anterior.
No sabía por qué a través de Min Yoon Gi habían llegado tantas personas que ahora le ataban a Nueva York más que a su país natal. Key había quedado en medio de aquella atmósfera.
Key había quedado al margen de otros sentimientos y el rostro de Lee Taemin se le aparecía ahora con una expresión adusta mientras intentaba reunir valor para pronunciar una palabra detestable.
—Yo...
—Vine a pedir la renuncia oficialmente...
Los dos iniciaron la conversación y las expresiones no podían ser más contrapuestas. Sorpresa, enojo y realización del lado de ella. Nostalgia, frustración y quizás algo de desesperación por parte de él. Ambos sonrieron.
—Somos tan iguales la mayoría de las veces ¿Sí sabes que te seguiré llamando cuando tenga algún problema con los editores?
Key asintió antes de tomarla de la mano. A pesar de ser una despedida, esperaba ser lo suficientemente fuerte para poder perdonar su propio error. Después de todo amar incluía todo tipo de posibilidades.
Esa resolución también era aplicable a un orgulloso Kim Namjoon justo al otro extremo del Parque. Hoy era un día especial porque su pequeño Han terminaba el primer año de escolaridad con un sobresaliente en Ciencias.
Namjoon estaba tan feliz que había planeado un picnic con los pequeños al que Seok Jin era invitado obligatorio.
—¡Mira papi, la cometa* que hizo tío Jinnie tiene forma de koala! Se parece mucho a ti cuando sonríes...
Amy como siempre tenía aquella mente ocurrente. Namjoon solo amplió la sonrisa donde sus ojos se entrecerraban casi en su totalidad y los hoyuelos eran perceptibles.
Seok Jin estaba a solo unos metros, intentando que el juguete que también le había obsequiado a Han alzara el vuelo. El antiguo líder de la Oficina Principal de Cuántico en Nueva York le recorrió con la mirada.
Alto, de hombros anchos y elegantes, Jin lucía aún más joven y atractivo en aquel cárdigan color rosa a juego con unos jeans en negro. Verlo usar ropa informal en sustitución del acostumbrado traje hecho a mano para patentizar el estatus de Senador de Alabama era todo un premio y Namjoon en los últimos meses no sabía qué decir para referirse a él.
Dudaba mucho que conociera a una persona más desinteresada y paciente que Jin.
—Nam... deja de quedarte ahí como un viejo que necesita rehabilitación. Trae a nuestra princesa y volemos mi obra de arte...
Paciente y arrogante cuando quería. El moreno de cabellos casi entrecanos sonrió. Un rasgo de su familia era ese. Comenzaban a presentar canas con mucha rapidez, confiriéndole un color gris pizarra a su cabello que en lugar de desagradar lo hacía ver aún más elegante. Amy fue alzada en los brazos de su padre antes de reunirse a Jin y Han.
—No hacía falta la comparación, hyung...
Negó divertido antes de ayudar a los niños a que las cometas iniciaran el vuelo. Jin sonrió observando el cambio en el hombre que le había robado demasiados pensamientos en los últimos meses.
Aun cuando siguiera conviviendo bajo su techo por cuestiones prácticas, el senador ya no podía imaginar su vida sin la sonrisa torpe de Namjoon y sus pequeños. No le importaba que quemara la cocina intentando ayudar o el hecho de que rompiera cada cosa que estaba entre sus manos.
Aun cuando sufría de un temor muy arraigado, solo debía mirar en el fondo de aquellos ojos marrones para reconocer que el universo estaba en sincronía y todo el sufrimiento había valido la pena.
Quizás se conformaba con poco, cuando dudaba que el de los hoyuelos pudiera tener algún interés más allá del agradecimiento y la amistad, pero al menos se sentía agradecido por compartir ese tiempo con Namjoon y su hermosa familia.
Con esas ideas le cuidaba y apoyaba sin saber que quizás, solo quizás, fuera correspondido.
Las locuras más grandes se cometen por amor y Park Jimin observaba cómo las sombras del atardecer se perdían bajo aquel añejo árbol que solía dar manzanas en su niñez.
Sobre la pequeña elevación que tantas veces frecuentara, a una prudencial distancia de cien metros, el armazón del antiguo Hogar en Long Island parecía una siniestra figura bajo los tintes de la tarde, pero el detective estaba en calma.
Tal como en esos intervalos donde el huracán atraviesa una extensión de tierra contenida en un radio determinado, la paz que rodea al caos servía de excusa para que el último cigarrillo se volviera a consumir.
Abril casi se esfumaba para que mayo acaparara los anuncios en el Times Square. Abril casi se marchaba y un año atrás no se hubiera vislumbrado nunca en la posición actual. Los cambios tienen el poder de sacudirnos si no estamos preparados para enfrentarlos.
Sin embargo, Park Jimin no había llegado a las inmediaciones de Long Island Home para filosofar. Ese tiempo ya había pasado también, tal como todo pasa y muere; tal como las flores y hojas del antiguo manzano cuyo tronco usaba para contemplar la ciudad o protegerse de quienes le golpeaban en la niñez seguía conservando sus orígenes, las raíces del detective Park continuaban intactas.
"Para nacer de nuevo hace falta cerrar todos aquellos círculos que solemos obviar. Fluyendo en ondas nuevas... deseando cuestionar si estoy en el camino correcto, he de quemar a mi antiguo ser para poder construir al que deseo amar. Dedo amarme lo suficiente para poder continuar."
La resolución sobre ese último mensaje solo le recordaba que estaba a punto de saltar dentro del abismo del olvido. Cuántas memorias había recolectado. Desde la niñez más desnuda hasta la locura a través de unos ojos verdes, Jimin estaba decidido.
Por eso la mariposa que le regalaran sus padres, el mismo símbolo que Yoongi tanto se esforzara por conservar ahora se perdía en algún punto sobre el estanque que habían construido alrededor de la colina de Long Island Home.
"Es increíble cómo la ciudad crece, cómo se remodela a sí misma asemejándose a un eterno laberinto.
¿Cambiarías a pesar de haber prometido un por siempre?"
La respuesta era obvia, y para los medios de prensa, para Jeon Jungkook, Kim Taehyung, Jung Hoseok, Kim Seok Jin o el propio Namjoon, la noticia de la muerte de Park Jimin en un derrumbe en las inmediaciones de Long Island Home a causa de la detonación de la trampa mortal que creían haber desactivado la noche del secuestro de cierta escritora alemana sería aún más difícil de asimilar que el supuesto deceso de Min Yoongi.
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DOPPELGÄNGER
"La vida no se detiene, simplemente evoluciona. He dejado de vivir dentro del capullo de las coincidencias para elevarme en el cielo. No te confundas... aún sigo siendo la más rara de todas las mariposas."
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DOPPELGÄNGER
Notas:
*Cometa de viento o papalote: en esta obra se refiere al artefacto volador más pesado que el aire, que vuela gracias a la fuerza del viento y a uno o varios hilos que la mantienen desde tierra en su postura correcta de vuelo. Hago esta salvedad por la riqueza de denominaciones que tiene el vocablo en varios países.
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