XXV. Different Concepts pt.1
Dedicada a LeiaMoon5 gracias por soportar mis spoilers.
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DOPPELGÄNGER
Es increíble cómo pueden moverse los minutos para formar horas hasta cuantificarse en días. Cómo las sombras en los amplios ventanales de cierta habitación de hotel ahora parecían más familiares a quiénes protagonizaban otra adorable pelea en la pequeña cocina de la suite presidencial.
—No mientas, sé que cocino de espanto y no en el buen sentido. Parece engrudo para pegar manualidades…
Jimin se volvió a lamentar mientras aquel ensayo de pasta resbalaba del tenedor con el que había intentado darle una muestra a su divertido interlocutor.
—Solo debes reducirla para que quede más suelta. La podemos saltear y agregar tomates cherry. Pero eres tan terco que no me dejaste ayudarte. Ahora asume las consecuencias bebé.
Jimin arrugó la nariz antes de abandonar su intento de preparar una cena para las personas que había citado esa tarde. Las mociones para la presentación del caso estaban en proceso y solo había podido contactar con quienes consideraba piezas claves para probar su inocencia vía telefónica y esos eran: Jungkook, el recién transferido de regreso desde Oklahoma, Hoseok y una idea inesperada… Claire Greenwood, aquella chica con la que por años había sostenido relaciones sin compromiso y que movida por el barullo en los medios insistía en verle en persona.
—Al menos lo intenté, arréglala tú si eres tan capaz…
La nota disgustada en la voz del rubio solo amplió la sonrisa en Yoongi, que decidido a ganar aquella ridícula pelea se empleó a fondo en preparar una nueva salsa y salvar lo que Jimin había empezado en la cacerola. Mientras, el detective se servía otra copa de vino tinto solo para dejar que sus ojos devoraran la figura firme y elegante del hombre que llenaba todos sus pensamientos.
—Deja de hacer eso si no quieres que pase de terminar la cena para tus amigos y comamos otra cosa…
Jimin se atragantó con el vino, aun cuando había llegado acostumbrarse a los coqueteos de Yoongi en los últimos días, ahora tosía estrepitosamente mientras el mayor le palmeaba la espalda.
—¿Quieres que me muera más rápido?
Cuestionó el rubio una vez que pudo hacer circular el aire nuevamente hacia sus pulmones. El doctor solo le dedicó una mirada pícara antes de negar y volver a emplearse a fondo en la cocina.
—No puedo concentrarme si te estás mordiendo el jodido labio inferior por deporte. Si no fuera porque tendremos compañía posponía esto y te subía a la encimera.
Fuera estabilidad mental si alguna vez la tuve.
Pensó Jimin antes de abandonar el taburete y disponerse a espiar el resultado de las especias calentándose en el aceite de oliva bajo las expertas manos de Min.
—Tenemos toda la noche para eso, nene… Yo también tengo ideas con esta encimera.
Ronroneó cerca del oído izquierdo del mayor antes de dejar un beso húmedo en su cuello. Yoongi estuvo a punto de apagar la estufa y cumplir su flirteo de veras. Solo a punto porque alguno de los invitados inoportunos que debía soportar estaba llamando a la puerta dejándolo con las ganas mientras un apresurado Jimin escapaba de su contacto.
—Voy hacerte pagar por tentarme Park, tu solo espera.
Masculló lo suficientemente alto para provocar la risa cantarina de su prometido. Unos segundos después un hombre de tez dorada y cabello castaño estaba bajo el umbral seguido de cierto pelinegro que Min ya reconocía. El oficial Jeon barrió la estancia con la mirada antes de dejar una mueca disgustada dirigida expresamente para el doctor.
—Solo falta Claire, seguro está luchando con el metro. Esta zona de la ciudad es un poco difícil de acceder por esa vía. Siéntense por favor.
Hoseok reparó en Yoongi minutos después. Le saludó con un ligero asentimiento de cabeza pues ya estaba al tanto de lo que se comentaba sobre Min y su compañero en la academia. No tenía prejuicios de ningún tipo, como tampoco se veía en la posición correcta para cuestionarle a Jimin elegir el camino de una relación clandestina hasta cierto punto.
Si estaba allí era para buscar una solución dónde su amigo saliera triunfador. Por otro lado Jungkook solo luchaba por controlar el impulso de marcharse.
“Si quieres llevarte una decepción más fuerte solo ve allí. Entiendo lo que sientes, pero tu comportamiento se pasa de masoquista.”
Las palabras de Taehyung parecían diluviar sobre él ahora. Aun así tragó duro y se dejó conducir hasta el sofá de la estancia. Yoongi observó todo en silencio antes de comunicarle a Jimin que descorchara otra botella del vino de la licorera que había en el minibar.
—Gracias por venir tan pronto. La verdad no pensé que pudiera contar con su apoyo teniendo en cuenta la acusación que sobre mí pesa.
Expresó el rubio llenando las copas y ofreciéndolas a sus invitados. Hoseok se encogió de hombros antes de reparar en el hombre que seguía aparentemente concentrado en la cocina para finalmente enfrentar la mirada serena de Jimin.
Indudablemente el cambio era perceptible. En serio se preguntaba si toda su vida al lado del detective había conocido a una especie de fantasma cuando el joven que le dirigía la atención ahora parecía haber florecido como las más extraña de las flores.
—No debes agradecer, siempre has estado ahí para nosotros, es lo de menos. Además este caso ya se salió de control. No sé si viste las noticias pero la misma noche que regresaste hubo otro homicidio. Esta vez fue una de nuestras estudiantes, lo que nos lleva a pensar que el responsable ha estado entre nosotros todo este tiempo.
—Y que por lo visto también desea inculparte fervientemente… hyung.
Interrumpió Jungkook sin perder tiempo para colocar su mano sobre la rodilla desnuda de Jimin. Esa era una de las bondades y maldiciones de tener esa especie de escena hogareña perenne con Yoongi.
Jimin solo llevaba un pantalón corto y una remera enorme que le hacía ver más joven y relajado de lo que era en realidad. Se había anudado el cabello en una pequeña coleta rubia que le daba el aspecto de un adorable pollito o de una criatura sumamente inocente, o más bien una combinación de sensualidad con ternura que enloquecía a cierto pelinegro de ojos verdes que en esos momentos terminaba sus albores en la cocina para unirse a los del sofá.
—Disculpen el mutismo hasta ahora, nos atrasamos por la idea de Jim de cocinar en la habitación, igual no confío mucho en los servicios del hotel. Digamos que solo los uso bajo emergencias. Min Yoon Gi…
Una pálida mano donde destacaba un anillo engarzado en oro blanco en el anular derecho, muy similar a uno que el propio Jimin portaba, fue ofrecida hacia Jung Hoseok. Jungkook reparó en cómo el detective sonreía ligeramente y cambiaba de posición en el sofá para estar más cerca del médico.
—Jung Hoseok, actualmente al frente del departamento de Patología y Homicidios en Oklahoma, un placer.
El pelinegro asintió antes de dedicarle una mirada a Jungkook y con una sonrisa falsa ofrecerle la mano.
—Y ya usted me es familiar… ¿Cómo le va oficial Jeon?
El tono oscuro de Min no pasó desapercibido para el resto de los presentes. Jungkook apretó la mandíbula y pasó de estrecharle la mano a quién consideraba alguna especie de demonio.
—Creo que un poco mejor que usted, contando lo que se maneja en los medios hoy. Ya sabe, no todo el mundo se tomaría de buenas exponer a su esposa de la forma en la que usted lo hizo. No te ofendas hyung.
Lo último iba dedicado a un estupefacto Jimin que infructuosamente intentaba pedir ayuda a Hoseok cuando era evidente que la conversación entre Min y Jeon sería un campo minado.
—Se equivoca, de hecho le di un consejo hace unos días. Uno que por lo visto ha ignorado.
Yoongi dejó que su mano vagara en busca de las rodillas desnudas del rubio a su derecha y sin dejar de mirar a Jungkook ascendió en una caricia demasiado íntima para mostrar a los demás.
—Discúlpenme unos minutos. Yoon… necesito hablar contigo en privado.
Fue la respuesta de Jimin para casi tirar físicamente de Yoongi camino a la habitación, dejando la expresión divertida de Hoseok y el ceño fruncido de Jungkook.
—Deberías aprender a controlarte Kook. Que te hayas enterado que a Jimin le gustan ambos equipos no quiere decir que le vas a saltar encima. Min es un hombre peligroso, quizás más de lo que deja ver a simple vista.
Concluyó el castaño permitiéndose degustar el sabor de la cosecha de Oporto del 87 que el propio doctor había escogido para la velada. Mientras tanto, la pareja del detective y el médico encontraba el pasillo que comunicaba la habitación propiamente dicha con el cuatro de baño en una especie de carrera marcada por el paso de Jimin.
—Detente ahora Jim, no soy un adolescente para recibir una reprimenda por su mal comportamiento.
Yoongi le hizo frenar y de paso le acorraló contra la pared para colocar ambas manos a cada lado de la cabeza del rubio. Jimin le enfrentó con la misma fiereza en la mirada con la que el más pálido había provocado a Jungkook.
El ceño fruncido, los labios entreabiertos, las mejillas violentamente sonrojadas por la ira y la respiración inestable eran solo parte del aderezo para que ambos perdieran el control en una tarde que se les estaba saliendo de los planes.
—Yo no soy el que anda compitiendo por ver quién escupe más lejos.
—No me toques las narices Jim…
—¡Tú no te comportes como un cavernícola posesivo!
Terminó sujetando al médico por el cuello para estar respiración con respiración. Yoongi se relamió los labios.
—Entonces qué hago… le invito la próxima vez que lo hagamos… cuando es obvio que te mira como solo yo puedo.
Jimin no sabía si golpearlo o rendirse a la mezcla adictiva que era sentir el aroma de Yoongi mezclado con la dulzura del vino en su aliento. Se estaba perdiendo cuando sintió las manos del mayor bajar hasta su cintura y de ahí afirmarle contra su cuerpo.
—No sigas…
Pidió al notar cómo el más pálido se refugiaba en el hueco de su cuello, pasando de la cintura a su respingón trasero, incluso perdiéndose debajo de la ropa.
—Yoongi… por favor… no estamos solos…
—Entonces no me obligues a tomarte aquí mismo. Me jode que ese mocoso te quiera pretender y de paso sembrar cosas en tu cabeza que no vienen al caso. Mírame Jim, qué otra prueba necesitas para creer en lo que siento por ti. Si accedí a que vinieran a trazar la conspiración esa que da vueltas en tu mente es porque te quiero. Me da igual que estén o no. Yo también estoy trabajando por ganar esta partida con un enemigo que te aseguro aún no tiene nombre, pero que se mantenga en su lugar. Tú me perteneces… y no voy a pensarlo ni un segundo para castigar al que te quiera alejar de mí. No otra vez.
Jimin sonrió. El Yoongi de los treinta era una versión más varonil del adolescente al límite que había sido. Terminó rodeando el cuello del médico con sus brazos antes de rozarle la nariz con la suya.
—Por qué sigues siendo jodidamente caliente cuando te enojas ¿eh?… Ahora el que tiene sus dudas soy yo.
—¿Dudas?¿Sobre el imbécil de Jeon o sobre que me di cuenta que ya estás tramando algo que me incluye?
La ceja enarcada en el rostro del pelinegro le hizo ampliar la sonrisa. Jimin se mordió los labios antes de pasar al cuello del contrario.
—Deja de pensar en eso tonto. Mis dudas son del pasado. Me pregunto si sigues besando como lo hacías cuando estabas celoso. Acabo de recordar una vez que le fracturaste tres dedos a alguien que intentó propasarse en Vergessen conmigo, de hecho en Londres fue muy similar.
Una risa ronca llenó el silencio del pasillo, amortiguado únicamente por sus respiraciones. Lo más probable fuera que les escucharan en la pequeña sala de la suite también, pero a ninguno de los dos les importaba.
Yoongi paseó una de sus manos camino a la entrepierna de su prometido antes de instarle a que le mirara a los ojos con un gesto de su altivo mentón.
—Solo para que no lo vuelvas a olvidar, esta noche no vas a dormir nada bebé.
Jimin comenzó a reírse antes de ser interrumpido por los labios del contrario, sumergiéndose en un beso oscuro donde no faltaban los chasquidos y gemidos ahogados.
Una mordida en su lengua al terminar y Yoongi lo estaba tentando a olvidarse de todo y concluir dentro del dormitorio. Nuevamente el sonsonete que anunciaba la llegada de otra persona sirvió de interruptor.
—Por lo visto quien esperabas ya está aquí. También debo irme Jim, disfruta la cena. Nos veremos en unas horas.
El médico se separó del cuerpo palpitante del rubio para darle otra mirada abrazadora y sin importarle los asistentes en la sala tomó una chaqueta de cuero antes de abrir la puerta de la habitación. Allí una mujer de larga cabellera rubia y elegante figura le contempló con asombro.
Claire Greenwood había visto al médico en anuncios de las revistas de sociedad que a veces coleccionaba pero tenerlo de frente era otra experiencia. Sin dudas no podía culpar a Jimin si se interesaba por él. Era portador de un aura oscura increíblemente atractiva.
—Supongo que esta es su habitación señor Min.
—Supone bien señorita Greenwood. Jim la espera desde hace media hora. Tengan buena noche.
Se despidió el doctor y Claire iba hacer lo mismo cuando una sombra de cabello platino pasó entre ambos para colgarse al cuello de Yoongi y murmurarle un te amo. La escena no le podía parecer más adorable. Jimin le colocó un gorro de lana al médico antes de abrazarlo y desearle que se cuidara de regreso al hotel.
En otros tiempos Claire se hubiera sentido ofendida, ahora que había conseguido aclarar sus pensamientos en cuanto al rubio de profundos ojos azules, solo podía alegrarse de ser su amiga. Jimin seguía en su burbuja hasta que la mujer le llamó con una sonrisa complaciente.
—Jiminnie, estoy muy feliz de poder ver al hombre que siempre debiste haber sido. Me alegro de todo corazón que hayas encontrado esa parte de ti en otra persona.
El detective no sabía qué decir. Así que solo sonrió de aquella manera que convertía sus ojos en dos tiernas medialunas antes de aceptar las palabras de una animada Claire que se ancló a su cintura antes de regresar a la habitación.
Dentro el ambiente parecía polarizado. De un lado estaba la calma que emanaba Hoseok, del otro los tormentosos pensamientos de un avergonzado Jungkook por protagonizar una escena de celos que no poseía mucho sentido si era cien por ciento honesto.
—Bueno ahora sí estamos completos, chicos ella es Claire Greenwood, nuestro As bajo la manga si todo sale bien.
Presentó Jimin y otro encuentro del que el detective sacaría partido más adelante se acababa de producir. Uno donde los ojos azules de Claire y la mirada castaña oscura de Hoseok no podían negarse a la presencia del otro.
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