Razones para vivir


Casi dos años habían pasado de aquellos acontecimientos. Una hermosa chica, mirando el cielo por su cristalera, pensaba en su vida, como de continuo, en su tortura y en su pasado. Un llanto de un pequeño bebé le sacó de sus pensamientos, haciendo que girara su vista hacia la cuna de su niño. Se acercó lentamente, y lo agarró con sus finos brazos, de una manera delicada. Su pequeño comenzó a descender el lloro al observar el rostro de su madre.

-Vamos, pequeño...- besó la frente de aquel bebé- no debes llorar, cariño...- comenzó a mecerlo en sus brazos mientras se sentaba en una mecedora que había cerca de la cristalera, acunando al pequeño, dejando ya de llorar. - así es...- acarició su mejilla - mi niño, los fuertes no lloran...- el pequeño comenzó a mover sus brazos intentando tocar la cara de su madre, con una sonrisa - dentro de poco...cumplirás un año así que mamá desea verte contento... Trunks...- abrazó a su pequeño bebé y comenzó a besar su mejilla, observando como el bebé se llenaba de alegría por el cariño que su madre le daba.

Así era, el pequeño Trunks en una semana cumpliría un año de edad... su primer año. Durante aquellos nueve meses, mientras él estuvo en la tripa de Bulma, podía comprobar como daba patadas dentro de ella, y el momento de su nacimiento fue el más precioso de toda su vida. Desde que ocurrió lo de Vegeta, ella fue obligada a vivir con Shatoshi, instalándose en su cuarto. Es cierto que ahora al ser 'parte de él' por así decirlo, era obsequiada con bastantes joyas y lujos, a la vez que admirada y bastante importante en la fortaleza de Freezer. Pero... aquel desgraciado abusaba de ella incontables veces, Bulma al estar indefensa, no podía hacer nada más que callarse y llorar en silencio. A veces, cuando ese maldito la penetraba a la fuerza, pensaba en suicidarse, y acabar con esa vida tan torturada. Al fin y al cabo, ya no le quedaba gran cosa... su padre, murió debido a esa enfermedad al año y medio, ni siquiera pudo conocer a su nieto. Vegeta... que decir de él... ¿seguiría vivo? quizás...no. No sabía nada de él desde aquel día que intentó enfrentarse a Freezer, según Shatoshi cuando ella despertó, le dijo que Freezer lo había matado, ella se desmayó con lágrimas por todas sus mejillas, pero al despertar, recordó las palabras de Freezer. ¿Sería verdad que lo desterraron, o cambiaron de planes y lo mataron?. Entonces, luego venía el gran pensamiento. Después de pensar en el suicidio, se levantaba de la cama y miraba su estómago, poniendo su mano en él. Aún le quedaba algo...algo por lo que luchar, su pequeño hijo. Aquel niño que había engendrado junto al amor de su vida, siempre sería de Vegeta. Sí, debía luchar por él. Cada noche, lloraba tirada en una esquina de la habitación, mientras Shatoshi dormía tranquilamente. A veces lo miraba con enormes lágrimas en sus ojos, pensando como él podía dormir tan tranquilo después de como había destrozado su vida solo por capricho. Recordaba cada día los momentos junto a Vegeta, la primera vez que hicieron el amor, como él la miraba y protegía, como la amaba a su manera arrogante. Hubo un momento, en el que se convirtió en un cuerpo vacío, como si no tuviera alma. Se pasaba todo el día sin hablar, dejando que Shatoshi la tratara como le daba la gana, observando como Freezer se burlaba de ella, y cuando caía la noche, ni se inmutaba dejando que Shatoshi la tocara como quisiera, ya ni siquiera sentía el dolor... como una marioneta. Pero un día todo cambió... cuando se puso de parto, tardó unos minutos en reaccionar al llevar tanto tiempo sin emociones o sentimientos, entonces se alarmó buscando ayuda. Después de cinco horas dándolo todo con paciencia y esfuerzo, le dieron a su pequeño en sus brazos, agarrándolo con cuidado. Ella suspirando y exhausta, desmotivada, miró la cara de su hijo. De repente, una llama de energía se encendió dentro de ella, como aquellos días en los que era feliz ,pero a pesar de todo lo que había sufrido, esa llama de emoción era la más fuerte que pudo sentir en su vida. Y por primera vez en mucho tiempo, sintiendo todo aquello, y observando como la cara de su pequeño bebé era idéntica a la de su amado Vegeta, rompió a llorar como si no hubiera un mañana. En ese momento, decidió que su pequeño recibiría el nombre de Trunks. Aquel nombre, significaba para ella la fortaleza, la fuerza de seguir luchando, por él,recordando que Freezer estaba esperando educarlo...cosa que ella evitaría a toda costa. Shatoshi ni siquiera acudió al parto, cuando ella llegó a su habitación, enorme y lujosa por cierto, Shatoshi se encontraba en la terraza mirando al cielo. Ella entró acompañada por una enferma al cargo de Freezer, que le ayudaba a llevar las cosas del bebé. Shatoshi la miró un segundo, entonces con una sonrisa de arrogancia se acercó a ella. Miró al pequeño Trunks recién nacido descansando en sus brazos, y puso una mirada de asco y desprecio. Escupió al suelo delante de ella y su hijo, diciendo: ' que pena, tu mocoso ha salido con la misma cara de ese desgraciado traidor, deberías estar avergonzada... lástima. Tendré que criarlo igual, aunque no soporte esa asquerosa cara'. A Bulma se le calló el mundo encima, sintiendo como unas enormes piedras aplastaban todo su cuerpo, como si volviera a quedarse vacía. Trunks entonces se despertó y abrió sus pequeños ojitos, mostrando ese azul tan intenso que había heredado de los ojos de su madre. Bulma sonrió, y miró a Shatoshi fijamente, con fortaleza. A partir de ahora, ella era fuerte, gracias a su hijo, y jamás volvería a llorar o sentirse mal por aquellos comentarios humillantes, jamás, nunca más. Solo bastaba una mirada de su hijo para seguir adelante. Desde entonces, su pequeño se crió en sus brazos, amaba esos momentos en los que el pequeño Trunks lloraba a altas horas de la madrugada y tenía que levantarse para darle el pecho. Cada día que se despertaba, su hijo estaba ya despierto, sonriendo o llorando, adoraba observar como alzaba sus pequeños brazos y movía sus manitas buscando a su mamá. Así, su hijo se convirtió en su mayor tesoro, su razón de existir y vivir. De vez en cuando, se deprimía, pensando en su padre, o en como debería ser realmente su vida. Su sueño cada noche era despertarse al lado de Vegeta, pensando que todo había sido una pesadilla, y poder agarrar a su hijo para entregárselo a Vegeta en brazos, imaginándose que cara pondría él, mirando fijamente a su pequeño feliz en los brazos de su padre. Pero cada mañana al levantarse, recordaba que eso jamás ocurrirá, haciéndole caer en una enorme depresión. Pero...debía luchar por su hijo, gracias a Dios, su pequeño había heredado ese rostro arrogante y enfadado de Vegeta, aunque así era hermoso, teniendo a su hijo, podría recordar a Vegeta el resto de su vida. ¿ Cómo se tomó Freezer el nacimiento del pequeño Trunks? Bueno... digamos que fue más... extraño. Shatoshi, no lo soportaba, y a decir verdad Freezer tampoco. Pero... encontraba algo en él. Vegeta siempre fue la esperanza de Freezer, viendo lo fuerte que era desde muy pequeño, tomándole un extraño cariño. Después de todo, un día con una sonrisa prepotente, asumió que lo criaría su madre, controlando sus cuidados , pero a cierta edad, entonces se lo quitaría y fabricaría a Trunks a su modo. Bulma pudo notar que Freezer estaba muy pegado a Trunks, recordandole a como trataba a Shatoshi de pequeño. ¿Le tendría cariño o simplemente estaba interesado en un futuro proyecto?

Shatoshi entró por la puerta de la enorme habitación, sacando a Bulma de todos sus pensamientos. Ni siquiera se giraba a mirarlo, y apenas le hablaba. Se acercó hasta ella y su bebé, mirándolo fijamente. De nuevo puso una cara de asco, pero el pequeño Trunks, no se asustaba, al contrario, le miraba fijamente con sus azulados ojos, malhumorado, como si ya supiera que ese hombre era su enemigo. Bulma lo meció un poco más en sus brazos y se puso de pie, Shatoshi apartó la mirada del bebé, girándose.

- No soporto que tu mocoso me mire de esa manera, creo que cuando crezca tendré que educarlo y borrarle esa actitud...- se cruzó de brazos, sentándose en la cama- me recuerda mucho a su maldito padre, ¿sabes? menudo cabrón-

Bulma se mordió su labio inferior, apretando su mirada con fuerza. Miró los ojos de su hijo fijamente, recordando que debía controlarse. Gracias a su niño, ella ahora era de acero, y esos comentarios, no podían con ella. Sin inmutarse, ni mirar a Shatoshi, podía hablarle pero jamás le miraba a la cara.

- Mi hijo cumplirá un año dentro de poco... ¿habéis preparado algo para él? - puede ser que ella fuera torturada en vida, pero su hijo, no. Ella sabía bien que su hijo se merecía lo mejor, y no dudaba en luchar por verle sonreír, a pesar de que no estuviera su padre. Shatoshi comenzó a reír, tumbándose en la cama en una postura cómoda.

-Descuida, tu mocoso es el nuevo ojo derecho del tío Freezer, ¿ves? has tenido suerte alejándote de ese desgraciado ahora tendrá una vida llena de lujos y será mucho más fuerte.- 'Bulma...Bulma, recuerda...eres de acero' pensó ella una vez más mirando los azules ojos de su bebé - sí, está organizandole una fiesta, vendrán los mejores animadores del universo, y hará los mejores preparativos. - Bulma suspiró aliviada. Por lo menos la vida de su pequeño, no sería tan dura.- mientras él está en la fiesta...- Shatoshi se levantó, y Bulma notó como sus brazos rodeaban su cintura. - tú y yo nos podemos divertir...- lamió su fino cuello y acarició su vientre, a pesar de tener a su hijo en sus brazos. Bulma no pudo aguantar y se le escapó una lágrima, con cara de asco por ser tocada una y otra vez por ese sinvergüenza y no poder hacer nada.¿ le obligaría a perderse la fiesta del primer año de su hijo? Entonces, como si de instinto se tratara, el pequeño Trunks miró la lágrima de su mamá, y con rostro enfadado arrugando sus labios y cejas, le dio un fuerte manotazo a Shatoshi en su ojo derecho. Shatoshi se tapó el ojo y se echó hacia detrás, tropezando y cayendo al suelo. Trunks aplaudía sonriendo, y Bulma miraba todo extrañada. ' ¿De donde ha sacado esa fuerza? , no tiene ni un año...' pensó Bulma. Era de esperar, era el hijo del príncipe Vegeta, y a pesar de ser un bebé, ya poseía una gran fuerza. - ¡ mocoso desgraciado! ¡ primero me miras como el cabrón de tu padre y ahora me haces esto! ¡ cómo te atreves! - Shatoshi levantó su puño, dirigido a la cara de Bulma y dispuesto a llevarse a su hijo, entonces algo le detuvo.

-¡Basta! Shatoshi, das vergüenza - Shatoshi se giró en seco, conociendo esa voz. Su tío Freezer, se encontraba en la puerta, con cara de malhumor. - ¿ acaso eres tan miserable que pretendes devolverle ese golpe a un mocoso que no llega a un año? lo peor de todo es que te ha tumbado - sonrió con prepotencia- este niño promete, y tú, Shatoshi...- arrugó sus cejas, borrando su sonrisa- eres un maldito débil, no sabes hacer nada. Ese error no lo cometeré con este crío...- Sahtohi se quedó boquiabierto, dispuesto a replicar. - no digas nada, tú no sirves para nada solo eres un inútil, por eso no podrías llevar mi imperio...si tan solo un bebé puede contigo, patético- Bulma observaba todo callada. Trunks miraba a Freezer de arriba a abajo. Vaya, por fin Shatoshi recibía un merecido pero...¿eso sería peor para Bulma? agarró a su bebé con más fuerza , asustada. Eso podría significar que el interés de Freezer por el pequeño Trunks se estaba incrementando... y Bulma no podía consentir que esa mente enferma educara a su hijo... no, no podía verlo. Freezer se acercó poco a poco hasta el pequeño Trunks, ignorando a Shatoshi. - vaya vaya... eres fuerte, apenas tienes un año, ¿verdad pequeño? - Trunks sonrió mirando a Freezer, y tocó su cara rosada. Freezer puso cara de asco pero no lo apartó, se empezó a reír con ganas sorprendiendo a Bulma. - parece que le gusto, nos vamos a llevar bien ¿verdad? - le dio su mano al pequeño Trunks, y el la agarró con alegría. Bulma tenía su rostro petrificado, asustada por esa escena que estaba viendo. No... ¿Trunks aceptaba a Freezer? aquello se estaba volviendo una pesadilla. Miles de imágenes surcaron su cabeza imaginándose a su hijo junto a Freezer, matando a inocentes y conquistando planetas. Unas lágrimas querían brotar de sus ojos, ¡ No! debe ser fuerte, su hijo la necesita, y hará todo lo que este en sus manos para que esas imágenes jamás sean reales. Shatoshi malhumorado, se fue de allí, maldiciendo a Trunks y deseándole la muerte. Parece que su tío, le había dado por fin la patada, como era de esperar...pues nadie se puede fiar de ese tirano.

La semana transcurrió como siempre, aunque las visitas de Freezer a Trunks se incrementaron. Bulma se esforzaba por mantener la compostura y pensar que no permitiría que su hijo fuera como él. Shatohi, desapareció unos días, notando como ya no era la prioridad de Freezer. Bulma estaba encantada, y deseaba que no volviera jamás. El día del cumpleaños de Trunks, fue todo perfecto. Bulma se compró un bonito vestido y a Trunks le puso un conjunto azul de pantalón con unos tirantes azules encima de su camisa blanca de manga larga. Le hizo gracia y acompañó su traje con un gorro negro con dos pequeñas orejas en punta arriba, como un pequeño demonio, ya que era muy travieso. Trunks se divirtió y rió mucho, recibió muchísimos regalos por parte de todo el reino de Freezer. La gente fuera de sus casas, acudía al castillo de Freezer solo para felicitarlo. Freezer orgulloso de Trunks, salió con él a la terraza más grande del palacio y lo mostró ante todo el mundo, anunciando que él un día heredaría el imperio. Todos gritaban como locos de alegría ante el pequeño, y Trunks sonreía moviendo sus manos con gracia. Bulma tragó saliva intentando alejar los malos pensamientos, pues eso... no le gustaba nada. Shatoshi apartado en una esquina observaba todo. Los celos y rabia hacia Trunks estaban matándole, no podía más. Al fin sacaron una enorme tarta de chocolate, emocionando a todos los invitados. Bulma estaba comiendo un trozo al lado de su pequeño, entonces unos gritos la sacaron de su momento de paz. Aprovechando que Trunks estaba con todos los invitados, se acercó un poco al lugar de donde provenían esos gritos, tras una puerta.

-¿ De verdad vas a darle todo esto al mocoso de Vegeta? -

-¡ desgraciado ! sabes que no quiero oír ese nombre, ¡ no vuelvas a pronunciar el nombre de ese maldito! - la voz de Freezer era inconfundible. Bulma asomó más su oído.

-¡Que más da! vamos, debiste matarlo, ¡ y no lo hiciste! ahora para colmo, le das tu imperio al desgraciado de su hijo, ¿qué mierda pasa contigo, desde cuando eres tan blando? - Bulma se tapó su boca y unas enormes lágrimas brotaron de sus ojos. Vegeta... ¡ estaba vivo! entonces, es verdad que fue desterrado. Unos fuertes latidos se dispararon por fin en el corazón de Bulma, se moría de ganas por ir a abrazar a su hijo con llantos y lloros. No podía creerlo, su bebé... ¡ su padre aún vivía! su amor... Entonces un sonido la debuto. Freezer le dio un enorme golpe a Shatoshi en la cara, provocando un gran ruido. Bulma se detuvo, ¿Freezer...pegó a Shatoshi? ¿Qué quería decir eso? no lo entendía.

-No vuelvas a hablarme así, no te mereces nada de lo que te he dado. Eres un débil y jamás te has esforzado por nada, eres tan miserable que tuviste que pedirme ayuda para que separara a uno de mis soldados solo porque te encaprichaste de esa maldita mujer. Obligandole así, a que me traicionara...- Shatoshi en el suelo contemplaba a Freezer con la boca llena de sangre - jamás te has ganado las cosas, pero ese niño, lo hará, ya lo creo que lo hará. Ese niño es mi futuro, y su fuerza mi poder, así que a partir de ahora, te prohíbo si quiera que te acerques a ellos. Voy a echarte de palacio, y vas a vivir como alguien de clase baja. Olvidate de esa mujer y del crío, porque no volverás a verlos. Gánate la vida... desgraciado. - Bulma abrió tanto sus ojos, que parecían que se salían de sus órbitas. Con una enorme alegría, se fue de allí corriendo, y agarró a su pequeño que estaba en las manos de una invitada. Lloraba, lloraba de felicidad. Vegeta vivía, y Shatoshi ya jamás volvería a tocarla. Al fin, después de casi dos años, tenía por fin más de una razón para vivir,...ya no todo estaba perdido.

Shatoshi, estaba impresionado sin creerse aquello. Entonces pudo entenderlo...entendió todo. Su tío, siempre fue una enorme lagartija miserable...su tío era un tirano cruel y enfermizo...rechazando y tirando a la calle a su propio sobrino, y acunando a un niño que no tenía su sangre.

Los días y meses pasaron en tranquilidad. Bulma por fin era algo más libre, estando a solas con su hijo, dándole cariño y disfrutando cada día. Por las noches, se dormía feliz, sabiendo que ya no amanecería más con Shatoshi, ilusionándose con la posibilidad de despertarse algún día con Vegeta, por fin, eso ya no sería un sueño...quizás podría cumplirlo. Pero, no todo era de color de rosa. Freezer cada día iba a ver a Trunks, a pesar de todo el trabajo que tenía. Le llevaba regalos y dulces siempre, y volvía a decir que le pegara en la mano, amaba comprobar su fuerza. Bulma día tras día podía observar como se estaba encariñando con su hijo, y a la vez Trunks se encariñaba con él. ¿Cómo arreglaría eso? lloraba de vez en cuando, pensando como podía luchar contra Freezer, sabiendo que quería educar a su hijo y hacerle heredar un imperio sostenido por la violencia y la traición.

Volviendo al presente, aquel día, un lunes, Bulma se encontraba mirando la televisión, mientras le daba a su pequeño de comer una papilla de verduras. Trunks estaba sentado en la trona, con un muñeco en su mano jugando, esperando a que su madre le diera cucharadas de comida, diciéndole que era un avión y haciendo que sonriera. Bulma estaba mirando una novela de amor que echaban todos los días a esa misma hora, a la cual se había enganchado. Distraída , el pequeño Trunks se tiró todo el puré por su cabeza, manchándose y tirando el plato al suelo. Bulma se giró mirándolo fijamente, escandalizada.

-Cariño... ¿por qué? Dios... eres como tu padre - rió con felicidad, viendo como se malhumoraba. Pues sabía de sobra que Trunks odiaba las verduras, aún así, debía comérselas. Se dirigió a por un trapo cuando entonces sonó la puerta de la habitación. Bulma frenó en seco, ¿quien era? Aquello era raro, no solía venir nadie a estas horas, aún así no tenía miedo. Ahora Bulma estaba muy protegida por Freezer debido a Trunks, así que no tenía por que ser nadie sospechoso. Miró un segundo a Trunks. - espera a mamá aquí, ahora vuelvo y te limpio pequeño diablillo - besó la mejilla de su hijo intentando no mancharse y se dirigió hacia la puerta. Cuando la abrió, se sorprendió al ver una enorme figura, tapada. Parecía un hombre con bastantes músculos, pero llevaba una capucha que cubría su cara todo su cuerpo. Él corazón de Bulma se encogió, tragando saliva pensando quien podría ser... su voz temblaba, no podía casi hablar... ¿se trataría de...? no, no puede ser.

-Hola... Bulma...-

¿Bulma? ¡ sabía su nombre! espera...esa voz... conocía esa voz...la recordaba. Rápidamente, agarró la capucha y descubrió el rostro de aquel hombre.

-¡Nappa!...-

Sí... se trataba de Nappa. Bulma acarició su mejilla apenada, llevaba toda la cara llena de enormes cicatrices y cortes. Bulma tapó su boca apenada, entonces Nappa, la agarró y entraron corriendo dentro del cuarto, cerrando la puerta tras sí.

-No debería estar aquí... no debería - dijo mirando la puerta. Bulma aún no podía creerse eso, desde aquel día que le separaron, nunca supo que fue de él, siempre supuso que estaría muerto.

-Nappa, ¿qué te ha ocurrido... quien ha sido? - Bulma recordaba como desde su infancia Nappa siempre fue un gran apoyo para ella y Vegeta, además de cuanto se arriesgo para que ella intentara escapar aquella vez.

- Freezer, verás, no tengo mucho tiempo, Bulma, cuando Dodoria te agarró, yo y Raditz fuimos enviados a la sala de torturas, como puedes comprobar en mi cara, nos hicieron cosas muy macabras, - Bulma prestaba atención a todo lo que decía, escapándose alguna lágrima, pensando que aquello era un crimen atroz. Nappa solo quería ayudarles a ella y Vegeta, pero acabó así - después de llevar dos días allí, creía que me moría. No podía más y estaba empezando a perder mis latidos, entonces, una persona me salvó... me salvó la vida Bulma - Bulma estaba asombrada. ¿salvado, por quien? ¿quien se atreve a ir en contra de Freezer?.

-¿Cómo... que te salvaron? quien fue, ¿Nappa? - tragó saliva con una gran intriga, Nappa se disponía a hablar, entonces, apartó a Bulma de su camino, mirando algo asombrado.

El pequeño Trunks tenía su puñito dentro de la boca, chupando un poco de puré que había en su mano. Miraba la tele, fijándose en la novela que solía ver Bulma. Entonces, giró su mirada hacia Nappa, mostrando sus azulados y arrogantes ojos. Nappa parpadeaba, echando unos pasos hacia atrás.

-No... no puede ser, Bulma...- Nappa no podía pronunciar palabra. Trunks lo miraba fijamente, con seguridad, demostrando arrogancia. Nappa y se giró un segundo mirando a Bulma- él... - la cara de Nappa se impregnó de una enorme tristeza y nostalgia - él tiene toda su misma cara... reconocería esa mirada arrogante en cualquier lado... -

Bulma bajó la mirada entristecida, cerrando sus ojos haciendo el esfuerzo de no llorar.

-Sí... es mi hijo... Trunks...- tragó saliva y abrió sus ojos, clavandolos en Nappa - Vegeta es su padre- Un enorme silencio se adueñó de toda la sala. Nappa se acercó con unos pasos ligeros hacia el pequeño Trunks, y le ofreció la mano. Trunks con su diminuta manita, agarró el pulgar de Nappa, aprentandolo con fuerza y riendo. Nappa sonrió con una enorme nostalgia, sin duda era hijo del gran Vegeta. Esa fuerza al sostener su pulgar, y por otra parte, parece que aquel bebé no solo había heredado cosas de su padre, la felicidad y alegría de Bulma predominaban en su cara y su sonrisa.

- Trunks... ¿ese es tu nombre pequeño? - Trunks rió al escuchar su nombre, soltando su pulgar y alzando sus manitas. Sin poder evitarlo, una rebelde lágrima recorría la mejilla de Nappa.

En sus recuerdos, estaba viendo la misma escena, pero un poco cambiada de situación. Un pequeño bebé de un año, con las cejas arrugadas,un rostro orgulloso y unos cabellos negros abundantes, reposaba en los brazos del rey Vegeta. Un joven Nappa arrodillado ante el rey y aquel bebé, escuchaba todo con atención, sorprendido.

-Así pues, Nappa, te encargaras de la educación y los entrenamientos de mi hijo, debes empeñar tu vida en él, para que pueda gobernar nuestro pueblo y nos libere de la esclavitud hacia Freezer...- el rey Vegeta se acercó a Nappa, entregándole a su pequeño. Nappa maravillado observaba como el pequeño movía su cabeza con un rostro enfadado, parecía que no quería separarse de su padre. Un enorme aura de orgullo le invadía, con tan solo un año de edad. Nappa con cuidado, acercó su mano al bebé, observando como lo miraba fijamente con malhumor. Entonces, el pequeño bebé, quizás lo que quiso fue advertir a Nappa de que no lo agarrara en sus brazos, pero aquello para Nappa no fue una advertencia, fue algo hermoso, después de toda una vida de guerrero viendo muertes y conquistando planetas. El bebé, agarró su pulgar con mucha fuerza, apretándolo. Una mirada enfadada le decía que no quería ir a sus brazos, parecía que solo quería ser agarrado por su padre. Vaya, le dolía el pulgar, el pequeño era muy fuerte. Aún así, el rey le obligó a ir a los brazos de Nappa, y el bebé orgulloso, cuando estaba al fin en sus brazos, le apartaba la mirada y le daba pequeñas patadas en el estómago. Bueno...tenía que acostumbrarse a eso - cuida de mi hijo, cuida...de Vegeta -

El dedo pulgar le dolía, justo como aquella vez, solo que al contrario de su padre, Trunks no paraba de sonreír. Nappa se apartó un poco de él, limpiándose aquella lágrima. Vegeta... siempre fue como un hijo para él, algo más que un simple mocoso orgulloso y cabezón al que le ordenaron educar. Bulma desde detrás contemplaba todo en silencio.

-Bulma... Vegeta... - tragó saliva con fuerza, sin querer pronunciar aquello - está...él...- Bulma con una gran sonrisa se acercó a él, abrazándolo.

-Tranquilo, él está vivo...- Nappa se sorprendió al escuchar de aquello, notando como una enorme sensación cubría su cuerpo. ¿Seguía vivo? . Bulma se separó de él, y se dirigió hacia Trunks- he escuchado que escuchado que está vivo, dicho por Shatoshi y Freezer, ...- agarró a su hijo en brazos, sin importarle mancharse de su papilla - sabes... es una razón para seguir viva, Vegeta... Vegeta está vivo, - la emoción se apoderó de Bulma- ¿lo escuchas mi amor? ¡ papá vive, podrás verle algún día! - estrechó a su bebé entre sus brazos, haciendo que riera mucho, y besó su mejilla. Nappa miraba todo con una mirada feliz después de mucho tiempo, al fin estaba feliz. Jamás imaginó poder ver al hijo de Vegeta, aquello era un enorme acontecimiento, y además saber que su príncipe seguía vivo... aquella visita mereció la pena, sí. Bulma se giró mirando a Nappa con el bebé en sus brazos - yo sé...sé que volverá... volverá a por mí, y a por Trunks. Nos dará una vida mejor, nos hará muy felices, al fin...- unas lágrimas se escaparon de sus ojos - al fin seremos una familia, y viviremos en paz, olvidando el pasado...- abrazó a Trunks con fuerza. El pequeño, con una cara triste, limpió las lágrimas de su mamá, dándole besos pequeños en las mejillas. Bulma comenzó a sonreír ante ese gesto, orgullosa de su hijo. Nappa avanzó hacia ella, y acarició la mejilla de Trunks, admirando al pequeño. No solo era fuerte y alegre, si no valiente. Si Vegeta pudiera verlo...sería su orgullo. Entonces Nappa se giró alarmado, escuchando unos ruidos por los pasillos. Recordó entonces porque había ido hasta allí, pero el acontecimiento de Trunks y el saber que Vegeta seguía con vida,le había distraído por completo.

-Bulma, ¡ no hay tiempo! quien me ayudó a escapar, fue...- hizo una pequeña pausa mirando a ambos lados - ¡ fue un revolucionario! - Bulma abrió sus ojos sorprendida- ¡ era muy fuerte, y aniquiló a los soldados de Freezer sacándonos de allí! estamos escondidos bajo unas cuevas, donde tenemos un cuartel general. Parecía mentira y no podía creerlo, pero son muchísimos los que quieren acabar con Freezer y vengar a sus pueblos , aquel día estaba a punto de morir, él nos llevó allí salvando mi vida, y la de Raditz ...- Bulma abrió sus ojos con fuerza, asombrada. ¿ Un ejercito? Era posible aquello... entonces se acordó de Raditz, con un rostro preocupado - él estaba medio muerto, así que estuvo un año en coma. Actualmente, está con buena salud, pero no puede pelear como antes.- los ruidos se hacían más grandes por los pasillos, parecían soldados alborotados- mierda, no deben saber que sigo vivo y vine aquí, - Nappa alarmado se dirigió hacia la cristalera. Bulma entonces lo detuvo.

-¡Espera! debes saber que Freezer pretende educar a mi hijo, Nappa, ¿qué debo hacer? - lo de la revolución le había asombrado, pero saber que hacer con Trunks era mucho más importante para ella, siendo primordial. Nappa se sorprendió y mostró un rostro de ira.

-Ese desgraciado nos quitó al príncipe Vegeta, no lo permitiré, Bulma yo...- tragó saliva, decidido- cuando el pequeño Trunks cumpla cuatro años, nos veremos el 25 de mayo en la montaña del este en las afueras, y yo a escondidas de Freezer...le proporcionaré una gran educación. - el rostro de Bulma se llenó de alegría, no pudo evitar abrazar a Nappa, aquello era tan importante. Nappa era un gran amigo, recordó el día que Nappa la ayudó a escapar, traicionando a Freezer y ahora le ayudaría con Trunks. Sin duda...era un hombre en el cual su corazón no le cabía en el pecho.

Nappa abrió la cristalera dispuesto a marcharse, no sin antes girarse hacia Bulma y Trunks una última vez - Bulma, cuidate, y tu pequeño...- Trunks le miraba asombrado, Nappa esbozó una gran sonrisa - hasta la próxima, ha valido la pena venir hasta aquí, hijo del gran Vegeta, príncipe de los saiyans, espero impacientemente que me muestres tu fuerza, como tu padre hizo, y... no me cabe duda de que volverá a por todos nosotros, jamás dudaré de Vegeta...- entonces sin decir nada más, se fue volando dejando a Bulma asombrada por sus palabras.

-Yo tampoco dudo de Vegeta...- cerró la cristalera, alejándose de ahí, entonces dos soldados abrieron con fuerza las puertas. Bulma les miró sin decir nada, aparentando normalidad.

- ¿está bien Bulma? ha de saber que se ha detectado a un intruso...- el otro soldado siendo más arrogante, se fiaba poco de Bulma al conocer su historia con Vegeta , y se acercó a ella.

-Hemos oído voces...y a decir verdad, solo está sola...- Bulma se malhumoró, mirándole con desafío.

-¿Sola? ¿qué no ves que estoy con mi hijo? ¿y qué es eso de entrar así? ¿qué pasa si llego a estar desnuda? Pienso hacer que Freezer sepa de esto...- el soldado malhumorado retrocedió dos pasos, y el otro se asustó.

-Tenga piedad...no entraremos más así, no diga nada al maestro Freezer...- se arrodilló como un animal asustado, haciendo que el otro soldado se enfadara aún más.

-No importa, marcharos ya, debo bañar a mi hijo y pasar la tarde con él, vamos, fuera...- El soldado orgulloso la amenazó con la mirada, advirtiéndole lo poco que confiaba en ella, el otro corriendo se fue de allí, y al salir cerraron las puertas. Bulma suspiró y comenzó a reírse.

-Bueno, lo bueno de todo esto es el poder que tengo en esos canallas, no ¿Trunks? - Trunks miraba a su madre asombrado y con una sonrisa la abrazó- dios, mira...- miró su camisa apartándolo un poco - me has manchado a mi también, ¿acaso quieres estropear la ropa de mami? pequeño diablillo... - Trunks reía besando otra vez las mejillas de su madre, y comenzó a caminar con él en brazos hasta el baño. Pues ellos poseían una unión basada en la dulzura y la amabilidad, y con solo un año de edad, el bebé Trunks podía notar cuanto lo amaba su madre, dándole amor y paz.

En un lugar muy remoto de allí, un hombre musculoso y atractivo, se encontraba en la cima de una montaña, de pie. Al parecer allí, era de noche, observaba las estrellas con una mirada decidida, observando el infinito universo. Apretó sus puños y endureció su mirada, mostrando una enorme ira en sus ojos.

-Algún día... volveré a por vosotros...- un recuerdo vino una vez más a su cabeza. ' Consigue el secreto de un super saiyan...'

NOTAS AUTORA: bueno, antes que nada, mil millones de gracias porque gracias a vuestros ánimos, a vuestros comentarios, gracias todo eso que está historia siga adelante es posible. Amo sorprenderos en cada capítulo y me encanta que me escribáis cuando acabáis de leerlos. Estoy muy encariñada hacia esta historia, y pienso darle enormes acontecimientos. Si quisierais hacerme sugerencias, opiniones o cualquier cosa, escribirme algún mensaje privado. ¡Pero no me pidáis spoilers! Jajaja, el curso de esta historia ya lo tengo totalmente marcado, y espero que os guste y os sorprenda tanto como a mí, un gran abrazo.

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