🍩0.3🍩

Los brazos de Valentina se movían meticulosamente sobre el cuerpo de Carolina, tocando en las zonas exactas en el momento exacto, haciendo que la castaña soltara fuertes carcajadas.

-Para ya Zenere, la gente nos mira-

La rubia se encogió de hombros, continuando con su labor en el cuerpo de la castaña. Por mucho que Carolina pataleara y rogara para que ella parara, Valentina no tenía pensado detenerse.

Medio instituto se encontraba mirándolas, pero como muchas otras veces habían hecho, ellas solo los ignoraban.

Carolina se retorcía bajo los brazos de Valentina, mientras estos recorrían el cuerpo de la castaña creándole cosquillas y escalofríos.

-¿Por qué no paras ya?-murmuró Carolina en un intento fallido de sonar molesta, pues apenas terminó de hablar soltó otra carcajada.

-Me gusta hacerte cosquillas.

-¿Por qué?- cuestionó la castaña.

Valentina se encogió de hombros.

-Eres suave y esponjosa como un donut.

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