It's been a while

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Abrió los ojos y sólo pudo ver oscuridad, sentía como le ardía la faringe y laringe debido a la gran cantidad de agua que habia tenido que expulsar a la fuerza para no ahogarse.
"El barco" pensó, "Sobreviví a la explosion, ¿Como?". Las risas que pudo oir provenientes de afuera de la habitación oscura en la que ella estaba le erizaron la piel "Son ellos" el corazón le dio un vuelco "Son los piratas"

A media noche, el barco en el que (Tn) estaba viajando fue atacado por unos piratas que, luego de saquear todo lo que pudieron, destruyeron el barco a cañonazos. Lo último que recordaba era haberse quitado los guantes para poder luchar y evitar que los piratas se llevaran a los pocos niños que habían en el barco, vayase a saber para que, posiblemente para el contrabando.

La puerta de la bodega se abrió y (tn) pudo notar algo de lo que antes no se había percatado, estaba encadenada.

-Ya despertó.-Volteo para gritar uno de los miembros de la tripulacion.

-Llevale las cosas para que se arregle, pronto estaremos llegando a Sabaody.-Hablo un hombre que ella no pudo ver.

Al cabo de unos minutos el chico de antes bajo con un latón con agua jabón y una toalla.

-Intenta arreglarte, por favor.-Hablo bajo.-No quiero que el capitán se ponga violento con una dama.-Se colocó de cuclillas frente a ella para estar a la misma altura.

Ella lo estaba tratando de asesinar con la mirada, como intentando invocar un demonio que saliera de lo oscuro de la habitación y le arrancara la cabeza de un mordisco.

-Cuidare la puerta para que nadie entre a pasarse de listo.-le dedico una sonrisa intentando tranquilizarla, pero no recibió mas que una mirada con odio.-Te traere algo de ropa seca, debe haber algo de mujer entre las cosas que trajimos.

El chico alto y delgado se puso de pie y camino rápidamente a la salida. (Tn) se quedó alli, con el corazón latiendole a gran velocidad, el miedo era muy presente en su cuerpo, sus músculos se tensaban e intentaba agudizar la vista y la escucha, estaba a la merced de sus captores y debía idear una manera de huir.

Por otra parte, en Totto Land, Katakuri estaba aún despierto, no había podido pegar un ojo en toda la noche. Su preocupación por la llegada a salvo de la chica a tierra firme se veía reflejado en sus parpados caídos, intentando no cerrarse. Aún tumbado en la cama intentando no cabecear debido al cansancio sobre el libro de cocina que tenia en las manos, uno que le había dejado (Tn) para que el pudiera seguir comiendo los platillos que ella le preparaba, miro hacia la mesa auxiliar donde estaba su den den mushi, aguardando por recibir una llamada de su futura esposa notificándole que habia llegado a salvo a Claca. Devolvió su vista al libro y acaricio las hojas sobre las anotaciones que habían en los margenes, una sonrisa se le formó en los labios al leer "El favorito de Kata" con un corazon dibujado al lado de su nombre, cerca del título de la receta de esa pagina: "Donuts caseras de mantequilla y azúcar".

Cerro el libro y se puso de pie para tomar una ducha y despejarse. No podía evitar pensar en ella y que un dolor agudo y sofocante le presionara el pecho. Esa tarde iba a merendar sólo, ya no había donuts de Peppermint, ya no había (Tn).

Ya habia pasado un dia desde que la chica se había ido, aún no recibia llamada alguna, estaba realmente preocupado, ya no podía si quiera comer una donut sin sentir una angustia acumularse en su garganta.

Y para que Katakuri no quisiera comer donuts, sus deliciosas donuts, la cosa era sería.

Cerro las cortinas al notar cómo pequeñas gotas de agua se pegaban en el vidrio de su ventana, no queria ver la lluvia, no queria hacerse mas daño.

No queria seguir pensando en ella.

Una vez dentro de la ducha dejó que el agua cayera sobre su cuerpo y le quitara las penas. Se enjabono el cuerpo y al llegar a su pecho, sobre su corazon no pudo evitar fruncir en el ceño.

"No puedes permitirte llorar" se dijo a si mismo "Un verdadero guerrero no se derrumba ante la adversidad" apretó la pastilla de jabón hasta hacerla añicos "No puedes caer, debes ser capaz de controlar tu corazon, tu mente no puede entrar en conflicto con tus emociones en un combate, el sentido común y el instinto deben prevalecer en una batalla, en el campo de batalla no hay lugar para los débiles, mucho menos para los sensibles" abrió los ojos vio como los resto de jabón se iban por el drenaje, destrozado, tal cual su corazón lo estaba "Debo entrenar y cada día volverme mas fuerte, sólo así sere un guerrero".

Había estado tan sumido en sus propios pensamientos, el ruido de la lluvia azotando las paraedes del Palacio y el agua de la ducha camuflandose con sus lágrimas, que no oyó el sonido de su den den mushi.

-Respondeme por favor.-Susurraba entre lagrimas (Tn).-Por favor amor, respondeme.

Se encontraba dentro de la cabina de navegacion del barco pirata, utilizando toda su fuerza y peso en mantener la puerta cerrada, intentando evitar que sus captores entrarán a la misma habitación que ella.
Sostenía un den den mushi entre sus manos ensangrentadas, le habia cortado el cuello a algunos y se había lastimado las muñecas al safarse de las cadenas, tenia las escamas removidas y la carne viva palpitandole, sentia como la sal de su propio sudor le hacia arder las heridas.

Un brazo se abrió pasó entre el marco de la puerta y esta, jalando a la chica del cabello. Ella, desesperada, corto los mechones con sus uñas afiladas y en ese pequeño momento en que separó la espalda de la puerta, los hombres aprovecharon para entrar y tomarla por la fuerza.

El joven guerrero salió y el aparato seguia sonando, llevandose todo por adelante corrió y descolgó.

-Diga.-Hablo firme. El sonido del forcejeo del otro lado de la línea lo exasperaba. El grito de una mujer que el conocia muy bien acabo con su cordura.-¡(Tn)!.

-¡Sabaody!.-Gritó ella.-¡Ayúdame!.

-No dejes de hablar.-Le pidió mientras se vestia, sus manos estaban torpes debido a los nervios.-Ire a por ti.-No pudo evitar su rabia y hablo ahora dirigiendose a los hombres.-No la toquen, no se atrevan a ponerle un dedo encima.-El jaleo no cesaba.-pueden darse todos por muertos.

Escucho el sonido de cosas siendo destrozadas, la voz de varios hombres gritando y otros riendo, estaba deseando poder saber que estaba pasando alli, su mente no encontraba forma de serenarse para pensar con claridad, la desesperación y el miedo había tomado control sobre él.

-¿(Tn)?.-Pregunto con la voz fuerte, conteniendo la rabia, no había obtenido respuesta de la chica.

Una risa burlona y el sonido de un disparo antes de que se cortara la llamada fue todo lo que pudo oir.

Se quedó inmovil por unos segundos antes de reaccionar. Con violencia estrelló el aparato en el suelo y corrió directo al muelle para tomar un barco, Sabaody quedaba a dia y medio de Totto Land y el tiempo iba en contrareloj. No sabia siquiera si ella seguia con vida, no queria ni imaginarse eso. Su prioridad era encontrarla y devolverla a su lado lo mas pronto posible.

"Que extraña sensación" pensó el ahora comandante sweet "El aroma de la lluvia a cambiado".

No pudo evitar la tristeza pero se forzó a evitar el llanto, ya habían pasado los años desde aquella vez, aquella vez que pudo disfrutar de la lluvia acompañado de (tn).

"Nunca me lo voy a perdonar" pensó "Nunca me perdonare el haberla dejado ir" comenzo a caminar fuera de la entrada del palacio, sus pasos resonaban sobre la piedra de la calle "Nunca me perdonare el no haberla protegido, el haberla perdido para siempre"

Años atrás, un joven Katakuri no habia llegado a tiempo para rescatar a su amada, no había rastro de ella en toda la isla, y a pesar de haber causado destrozos para encontrarla, no pudo seguir el rastro de a donde se la habian llevado.

No tenia forma de encontrar a (Tn), era como si la tierra se la hubiera tragado.

Sus hermanos intentaron convencerlo de que no era si culpa, que había sido un desastre inevitable, que no habia forma de saber que eso iba a pasar, que no se podia saber el futuro.

Fue en ese momento en que Katakuri comenzó a practicar su Haki, dia tras dia, intentando saber si algún dia la volveria a ver.

Cada mañana lo utilizaba para ver si ese dia iba a tener la suerte, la esperanza, de verla nuevamente o aunque sea saber algo sobre ella.

"Ayúdame" esas ultimas palabras de (tn) lo habían atormentado noche tras noche durante todos estos largos años. Se angustiaba al no poder recordar el sonido de su voz sin estar rogando por ayuda, por su ayuda.

-Lo siento.-Susurró inconcientemente al recordar otra vez aquellas palabras.

Era la primera vez en varios años que había tenido el valor de salir en un dia lluvioso, despues de todo tenia que cumplir con su trabajo y no podia anteponer sus caprichos personales a su responsabilidad.

Esa tarde el pueblo se había puesto en alerta por la aparición de un bote de rescate pirata en las costas de la isla Wholecake, un bote que había sido reconocido, pertenecia a los piratas de Emeral Crown, un nuevo grupo que había surgido hace unos años atras. No eran los piratas más aterradores del Nuevo Mundo. Había un rumor que decia que todos los miembros de la tripulación habían sido amputados de alguna extremidad o que algunos incluso tenían deformidades en el rostro y era ese el motivo por el que todos utilizaban máscaras.

Ahora Katakuri daba vueltas por las calles de su ciudad, patrullando, velando por la seguridad de su pueblo.

Una figura en un callejón lo hizo detenerse, una persona se encontraba allí de cuclillas, dandole la espalda.

Katakuri utilizó su muy desarrollado Haki para comprobar si era de peligro alguno, y efectivamente no lo era, en su visión del futuro la persona seguía en el mismo lugar.

Iba a dar un paso en su dirección cuando la persona se puso de pie, aún sin poder verle el rostro. Katakuri utilizó nuevamente su Haki pero la persona en ningún momento volteaba.

-Si te adelantas, te vas a arruinar la sorpresa, sheriff.

Esas palabras. Esas palabras le resultaban familiares. Su corazón se detuvo dos segundos a analizar la situación y a revovinar en su mente ese tono de voz, ¿De quien era esa voz?.

-No veas en el futuro, concentrate en ahora, aquí y ahora.

Millones de preguntas le invadieron la cabeza, estaba intrigado y completamente sumido en el suspenso.

El individuo se dio vuelta dejandole ver como sujetaba una rana con su mano, una mano metálica.

-¿Se te hizo larga la espera?.

Katakuri no pudo evitarlo y utilizó su Haki nuevamente, ahora pudiendo ver como la persona que tenía adelante se quitaba la gorra de su capa.

Ese rostro, esos ojos y esos labios, no había envejecido ni un poco.

-(Tn).-Musitó intentando hacer que su cuerpo reaccionara, estaba de piedra.

La mujer se quito la capa y lo regaño con la mirada.

-¡mataste todo el suspenso!.-Habló. La rana aprovecho para saltar de su mano.-¡Te dije que no usaras tu haki!, ¡Estuve practicando ese monólogo!.

Temiendo que desapareciera denuevo, Katakuri la tomo en brazos y la pego a su pecho.

-Fue una eternidad.-Le respondió a la pregunta formulada anteriormente.

Ella se acurruco en su pecho, fuerte, musculoso, ya no era el cuerpo del joven que ella conocía, ahora era el cuerpo de un hombre, el cuerpo de un verdadero guerrero. Su perfume, eso si no había cambiado. Un aroma masculino mezclado con chocolate, era terriblemente irresistible. No pudo evitar pasear su unica mano escamosa, por debajo de la bufanda, por la mandibula de su amado, fuerte, firme, era realmente el rostro de un hombre temible, esas cictrices esos colmillos, esos labios, estaba sintiendo su tacto nuevamente, su piel.

-Estas viejo.-Dijo ella con una mueca en el rostro, una de tristeza, le había dolido realmente irse.

-Estas hermosa.-Susurró él, preso de la sorpresa y la incredulidad.-Creí que te había perdido, ¿realmente estas aquí?.

-Aquí estoy.-Le dio un beso en la nariz.-Pero no puedo estarlo por mucho tiempo.-Busco sus ojos granates, la lluvia y la oscuridad no dejaban muy visibles la tristeza que se acumulaba en ellos.-Tengo una tripulación a la cual guiar.

-¿Pirata?, ¿Tú?.-Ella asintió con la cabeza. Recordó los rumores que se decían de los piratas y le prestó mas atención a su cuerpo, se detuvo en su antebrazo cubierto de metal plateado.

-¿Que te sucedió?.-Una preocupación y una rabia en potencia comenzó a hacerse presente en Katakuri, quien la había tocado era hombre muerto.

-No quisiera hablar de eso ahora.-Le sonrió ocultando tristeza, dolor, sufrimiento.- Al menos no debajo de esta lluvia.

-Aún no puedo creer que estes aquí, que seas real.-Sentia que se iba a derrumbar en ese momento, que tantos años de entrenamiento y de encarcelar cualquier tipo de sentimiento en su interior habían sido en vano.

Bajo esos ojos era débil, bajo los labios de su mujer ya no podía reprimirse las ganas de hacerle saber cuanto la amaba, cuanto la había necesitado en esos años y cuanto extrañaba el roce de su piel.

Sus brazos temblaban débilmente, había dejado de ser un titán para volver a ser un adolescente enamorado, extremadamente nervioso frente a la chica que le gustaba.

-Te amo.-Susurro sintiendo como su voz era debil, como su mandíbula parecía de papel, inestable, que con el viento se movia sin control y tiritaba.

-También te amo, Katakuri.-Le quito la bufanda y este por instinto agachó la cabeza, ocultando su rostro.

-Mirame.-colocó ambas manos en sus mejillas.-Extrañe tu rostro, en los carteles de se busca no se ven tus lindos labios.

-No me has visto en años, ¿como sabes que este rostro aún es el que amas?.

-Porque no amo tu rostro, te amo a ti.-Lo hizo levantar el mentón, pudiendo observar su boca, no le quito la mirada a esos hermosos labios.-Pero que tengas un rostro bello es un extra que suma puntos.-Agachó su rostro, estando a centimetros de sus labios.-El tiempo te ha sentado bien, te me haces irresistiblemente hermoso.

Fue cuestión de segundos para que se fundieran en un beso que fue progresando. Al incio suave y tierno, cargado de amor, comunicándose con los movimientos de sus bocas lo mucho que se habían extrañado. Con ella acariciandole las mejillas y dejando escapar lagrimas de pura felicidad, reflejando como su corazón estaba comenzando a latir por un motivo. Y con él, aferrando su cintura con fuerza, con deseo, queriendo fundirse a ella y no separarse de ese placentero beso nunca más, deseaba que su pecho se sintiera asi de bien para siempre, era ella la que lo hacía respirar, era quien ahora controlaba su cuerpo.

Ahora estaban ambos con las respiraciones agitadas, con la ropa empapada, mirandose con deseo, apretando el agarre entre sus cuerpo, buscando mantenerse en contacto de cualquier manera posible.

-¿Nos quitamos las ganas?.-Hablo (Tn) dejandole un beso en el mentón.

Katakuri le respondió con un fuerte agarre de su mano en uno de los glúteos de la chica para indicarle que esa noche iba a saciar las ganas de poseer su cuerpo que había retenido durante todos esos años.

-No me lo perdonare jamas.

El comandante jugaba a trazar círculos en las caderas desnudas de (Tn), tenia un brazo rodeandola por la cintura. Era de madrugada y estaban descansando un rato de toda la acción que habían tenido, para ser exactos, ambos habian temblado, arañando, mordido y abrazado el cuerpo del otro, sintiendo como sus cuerpos se contraian a causa la liberación de fluidos de sus sexos, unas siete veces.

-Deja de decir eso, no podias hacer nada.

-Pude haber hecho que te quedes.-evitaba mirarla a los ojos.-Si te hubiera encontrado.

-No podias.-Lo interrumpió.-No había manera, nadie podia hacerlo.

-No tendrías esto.-Dijo ahora tomando la mano metálica de la chica.-Si hubiera llegado antes a la casa de subastas, habria despedazado a ese idiota con mis propias manos.

(Tn) le había comentado lo sucedido en esos años, como había sido llevada a Sabaody para ser vendida en la casa de subastas, siendo subastada por una monstruosa cantidad de berries a un hombre que pretendía experimentar con ella y que en un intento de escapar de su "amo" este le habia cortado el brazo hasta la altura del codo. Meses despues volvió con su tripulación para asesinarlo a él y sus colegas.

-Ya recibió su merecido.-acaricio con su mano buena el rostro de su amado.-Lamento no haber venido antes.

-Estas aquí, una vez mas conmigo, en mis brazos.-La atrajo mas a él.-No hay nada que desee mas en el mundo que tenerte conmigo.

-Ojala pudiera quedarme.-Dijo ella con el rostro triste, le encantaria quedarse para siempre desnuda y rodeada por sus fuertes brazos, sintiendose segura de todo a su alrededor, convencida de que nada malo podía ocurrir mientras estuviera a su lado.-Podria volver en unos meses, pero aún nos queda gente que vengar.

-Te convertiste en toda una sanguinaria.-Le dio pequeños besos en la clavícula mientras ella jugaba son su cabello, apretó levemente con sus grandes manos la cadera de la chica, quería comenzar a jugar denuevo.-¿Que te parece escapar y conquistar una isla juntos?.

-¿Para que quieres otra si ya tienes esta?.

-Quiero una solo para nosotros, para nosotros y nuestros hijos.

-¿Quieres tener hijos?.-Él comenzó a subir sus besos por su cuello hasta llegar a sus labios.

-Contigo si, no me cansare de hacertelos.-Beso sus labios suavemente y deslizó su mano hasta la articulación de la rodilla de la chica, tomandola de ahí y haciendo que subiera la pierna hasta su cadera, juntando los sexos de ambos. (Tn) bajo la mirada para encontrarse con el pene erecto de su hombre.

"A este paso no voy a poder caminar por meses" pensó, se mordió el labio al sentir los labios humedos de Katakuri en su cuello "No creció sólo de altura este muchacho".

-Ya veo que no te cansas.-En un movimiento se colocó encima de él, posicionandose encima de su miembro.-No quiero tener bebés aún, pero podemos practicar todo lo que quieras.-Comenzó a moverse presionando sus caderas con las de él, al hombre se le escapó un gemido ronco.

-¿Cuando podras quedarte?.-Subió sus manos a sus glúteos comenzó a masajearlos.

-La marina me busca, no puedo quedarme quieta por ahora.

-Quédate aquí, no te faltará nada, te protegere.

-Tengo un favor que cumplir a las personas que me ayudaron, debo ayudarlos a vengarse.

-¿Y cuando acabes con eso?.-Se incorporó para poder morderle el cuello.-No te vayas, no me dejes de nuevo.

Se aferró con su mano escamosa a los cabellos del chico, estaba dejandole un rastro húmedo de lamidas que descendían hasta sus pechos.

-La ultima vez te dije que volveria y lo hice.-Soltó entre jadeos.

-No podre esperar tanto de nuevo, mira como me tienes.-La tomo del mentón e hizo que lo mirara a los ojos.-Me tienes a tu merced, me traes loco.

-Eres lo mas preciado que tengo, mi tesoro debe permanecer a salvo.-Contorneo su mandíbula con su dedo.-Volvere a encontrarte, mi amor.

-Prometeme que vas a tener cuidado.-Le dio un corto beso en los labios.-Si alguien te vuelve a poner un dedo encima, ire a buscarte, matare con mis propias manos a el infeliz y vendras conmigo, no te lo pediré, simplemente te traeré a la fuerza.

-Haz lo que quieras conmigo.-Le susurro contra los labios.-Sólo no dejes de amarme, yo no dejare de hacerlo contigo.

-Entonces esperare a que regreses.-La tomó por la cintura y la tumbó en la cama con cuidado, se posiciono encima de ella y le abrió la piernas, dejando una a cada lado de las suyas.-Ahora déjame grabar en mi memoria como gritas mi nombre.

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