A hot goodbye kiss

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-¿Estas escuchandome?.-Habló su hermana.-Katakuri.

El joven de ojos rojizos oscuros estaba sumido en pensamientos glaseados con chispas de chocolate, no podia quitarle la vista a las donuts que tenía en frente, las cuales habían sido preparadas por su mejor amiga, única y exclusivamente para él. La caja que sostenía sobre su regazo con su merienda, tenía una carta que había sido escrita por (tn) deseandole suerte en el entrenamiento de esa tarde y recordandole que le debia una merienda o no le iba a perdonar que se ausentase a merendar en una tarde tan hermosa para irse a "patearle el trasero" a sus hermanos.

La sombra de la joven Charlotte colocándose en frente de él con una pose autoritaria lo saco de sus pensamientos.

-P-perdón, estaba...Yo...

-Estaba pensando en (tn).-Interrumpió Cracker.

-Si, en la niña rana.-Le siguió el juego Oven.

-Ya no es una niña.-El tono de voz de su hermano se volvió burlon.-Ahora ya es una mujer.

-No deberias andar tan distraído con ella.-Volvió a hablar la chica de piernas largas, Smoothie.-Te jugará en contra si estas en un combate.

-Es verdad, mamá quiere que seas un guerrero.

-Esta casi segura de que seras comandante.-Habló con recelo Oven, se mostraba un poco celoso de su hermano.-Podrias terminar siendo el ministro de alguna isla.

Katakuri frunció el ceño por los comentarios de sus hermanos, no le sentaba nada bien que se metieran con ella de esa manera.

-No, no hablen así de ella.-Musitó por lo bajo, le apenaba demostrar preocupación por (Tn) enfrente de sus hermanos, estos lo iban a molestar durante todo el entrenamiento llamandolo "Tortolito" o "Niño rana" como habían tomado la costumbre de hacer.

El entrenamiento duro mas de lo esperado, Katakuri intentaba concentrarse pero no podía evitar arrepentirse de no haber pasado la tarde con (tn), el dia realmente estaba hermoso y le hubiera encantado poder ir a sentarse bajo un árbol con ella y disfrutar de la compañía del otro.

Los chicos habían desarrollado una amistad que se había extendido por los años, desde que eran unos simples mocosos, hasta ahora que eran prácticamente jóvenes adultos.

(Tn) había comenzado a trabajar en la panadería de su padre, lugar muy transitado por el joven Charlotte. Iba casi todos los dias a verla para el desayuno o la merienda, y si no lo hacía, no podia evitar sentirse vacío el dia entero.

Era tal la amistad que había entre ambos, que (Tn) se había vuelto una amiga de la familia. Había visitado el palacio de la Yonko Big Mom repetidas veces y no para ser ejecutada o castigada, sino para pasar el dia jugando con sus hijos. (Tn) era una de las pocas personas que salía y entraba intacta del hogar de los Charlotte, era querida por la familia.

El entrenamiento había finalizado, el sol se estaba ocultando, creyó que aún estaba a tiempo de ver a su amiga, aunque sea un rato, antes de que cerrara la tienda. Se colocó su chaleco de cuero dispuesto a irse en su encuentro y guardo su tridente dentro de su cuerpo hecho de mochi. Era una sensación extraña, aún no se acostumbraba a su fruta del diablo.

Lejos del palacio Charlotte, (Tn) cerraba con llave la tienda y se volteaba para caminar rumbo a sus casa. La niña rana ya no era tan niña como había dicho Cracker, ahora ya era toda un señorita. Para comenzar a trabajar en la tienda de su padre, se habia planteado hacerse un drástico cambio de apariencia, no quería que la gente la reconociera y le comenzara a ir mal al negocio por su culpa, pero gracias a Katakuri y los incontables traseros de abusivos que este pateo, ya nadie la molestaba, incluso le habían tomado respeto. La tienda habia ganado algo mas de fama gracias a las frecuentes visitas de los jóvenes Charlotte, ya que el de cabello color granate no siempre iba sólo como le gustaría, sino que aveces alguno de sus hermanos le seguía y no le quedaba otra que aceptar que viniese con él. Cracker era un buen ejemplo, el maldito gustaba de (Tn), dándole a Katakuri mas motivacion para entrenar con él y dejarlo en el suelo. "Yo la vi primero" era lo que pensaba escuchandolo hablar de ella con tanta emocion, lo sacaba de quicio.

Él había desarrollado una relación muy intima con (Tn) era la unica persona fuera de su familia con la que pasaba tiempo, era la unica que conocia su secreto y no le temía como el resto de la gente solia hacerlo. Gastaban los días juntos, comiendo, contandose anécdotas, explorando los bosques de la isla y en los dias de lluvia se quedaban siempre en la casa de alguno leyendo, planeando sus futuros, y como no, comiendo donuts.

Katakuri durante el último tiempo había sufrido insomnio a causa de (Tn), no se la podía sacar de la cabeza. No dejaba de preguntarse que pasaria si él le confesase sus sentimientos, ya que estaba mas que seguro de que ella lo veia sólo como un amigo. "¿Y si se pierde la amistad?, ¿Y si la pierdo?" se preguntaba "No hay manera, ella es mia, tengo que hacérselo saber". Era tal la manera que tenía este chico de pensar en ella que en mas de una ocasión se encontró con su rostro sonrojado de tan sólo recordar momentos juntos.

Pero había un recuerdo que le ponía la piel de gallina, un recuerdo y una imagen que lo dejaba sin aliento, tal y como había quedado esa vez.

Para ser precisos, el tan placentero recuerdo era de unos meses atrás, un dia en el que (Tn) lo habia invitado a pasar la noche en su casa ya que su padre y su madre no estaban, se habían ido de viaje para intentar expandir el negocio de la pasteleria peppermint.

Habían pasado la tarde juntos hasta el cierre de la tienda, él se había ofrecido a acompañarla hasta su casa, estaba oscuro y pronto iba a comenzar a llover, no era buena idea andar sola por la calle. Una vez llegaron y tras las insesables insistencias de la chica el joven Charlotte no tuvo de otra que aceptar quedarse a cenar sabiendo que su madre le cuestionaria el motivo por el que se ausentó en la cena esa noche. Luego de una divertida sesión culinaria entre los dos, la comida ya estaba lista, ahora sólo bastaba sentarse en la mesa y buen provecho

Había un problema, la mesa era demasiado pequeña para que Katakuri pudiera sentarse ahí.

-Entonces al suelo.-Dijo ella encogiendose de hombros, las mejillas del chico estaban teñidas de rojo tono vergonzoso e intentaba ocultarlo bajo su bufanda. Eso no paso de percibido por ella.

-Katakuri, quítate esa maldita cosa.-Le retó mientras extendia un mantel en el suelo. Al ver que este no obedecía y aprovechando que tenía las manos ocupadas en sostener los platos con comida, se acercó a él y comenzó a quitarle la condenada prenda.

-(t-t-Tn).-Dijo mucho mas avergonzado que antes. Estaba inmovil bajo la cercania de la chica.-Quítate.

-Déjame ver esa carita guapo.-Dijo sonriente intentando animarlo. Termino de quitarsela y la arrojó al sofá.-Ahora si, en esta casa no están permitidos esos comportamientos, muchacho.-Se devolvió a su lugar

-Entonces quítate los guantes.-Dijo él dejando los platos sobre el suelo.

(Tn) sintió como le comenzo a sudar el cuerpo, en esos ultimos años habia comenzado a desarrollar en su mano normal, la misma anomalia que tenía en la otra, ahora llevaba en todo momento unos guantes de cuero negros que iban hasta la mitad de los antebrazos, cubriendo por completo sus escamas.

-Es que...Ha estado empeorando.-Le confesó cabizbaja.

-¿Que tiene de malo?.

-Está comenzando a desarrollar las membranas, me da pena que lo veas.

-Sabes que no te dire nada.

-Pero seguro lo piensas.-Sé comenzó a quitar los guantes.-Seguro crees que me veo horrible.

Él Fruncio el ceño.

-¿En serio me crees capaz de pensar algo así?.-Su tono de voz era serio.-Me encantas tal y como eres.

Las mejillas de la chica se encendieron en el instante, el corazón se le habia parado.

-¿Y-yo te gusto?.-Pregunto tímida.

Hasta ese entonces él no había caído en sus propias palabras, ahora ambos estaban con la cara roja como fuego intentando evitarse con la mirada y buscando alguna excusa para cambiar de tema.

-Comamos.-Dijeron al unísono, y bajando un poco la temperatura de sus mejillas, soltaron unas carcajadas.

Una vez finalizada la comida y lavados los platos, Katakuri se dispuso en regresar al palacio, pero debido a la lluvia torrencial y a dos manos escamosas aferrandose a su antebrazo con fuerza, rendido, decidió aguardar hasta que la lluvia parase.

-Ven, vamos a leer en mi cuarto.-Ordenó tomandolo de la mano y arrastrandolo escaleras arriba. Debido a la velocidad con la que fue sacudido y el poco tiempo que tuvo para reaccionar, no pudo evitar darse con el techo en la cabeza al subir las escaleras.

Una vez en el cuarto de (tn), ella se sentó sobre su cama y dio unas palmaditas con su mano a su lado para que él hiciera lo mismo.

-¿Me aguardas a que me ponga el pijama?.

El rostro del chico desprendió vapor por la nariz, imaginandose a la chica en alguna clase de babydoll. Asintió con la cabeza, ella se perdió en el baño unos minutos para regresar con unos shorts y una musculosa. Subió a la cama y se estiró acostada en esta, él intentó mirar hacia otro lado para que su mente se mantuviera cuerda.

-Acuestate.-Lo tomo del brazo y tiro de él para que quedara a su lado, Katakuri ocupaba casi toda la cama.-Tapate.-Le cubrió con una manta.Y buenas noches.-Le dio un beso en la frente y apago rapidamente la luz del velador.

Fue en ese momento en que él se dio cuenta de cuál era el plan de la chica, lo habia engañado para hacer que se quedara a dormir.

"Si es lista para lo que quiere" pensó con una sonrisa en el rostro "Siempre se sale con la suya".

Debido a que la cama era de tamaño normal, Katakuri tenía las pantorrillas colgando hacia afuera de la cama, realmente se sentia incómodo en esa posición. Intentó moverse pero sólo logró rozar con su mano la piel desnuda de la pierna de (tn) y su respiración le fallo.

-¿Quieres que me mueva?.-Pregunto ella en un susurro, estaba dandole la espalda.

-N-no sólo quiero acomodarme bien.-Estaba congelado, tanto por el tacto de la piel de la chica como por la posición en la que estaba, si se movia la podía tirar de la cama.-Igualmente en cuanto pare la lluvia me iré, mañana debo despertarme temprano para entrenar.

(Tn) volteó hacia él. Estaba oscuro y no podían verle el rostro, pero él sabía perfectamente que lo estaba mirando con el ceño fruncido.

-¿No puedes faltar a entrenar aunque sea un día?.-Lo regaño. Por el tono de su voz, estaba enfadada, o eso le parecía él. En realidad no estaba pudiendo concentrarse bien porque las palabras de la chica chocaron justo sobre sus labios, indicándole lo cerca que estaban rostro con rostro. Lo había dejado fuera de juego.-Quédate por favor.-Le dijo esta vez suplicante y se abrazo a su pecho.

Katakuri aprovecho para acomodarse en la cama dejando medio cuerpo de la chica sobre el suyo. Aún estaba de no creerse lo que estaba sucediendo.

(Tn) comenzó a resbalarsele de encima así que casi por reflejo la sostuvo rápidamente con las manos dejando una en su glúteo izquierdo y otra en su cintura. Luego de unos segundos y con ganas de que la tierra se lo tragase en ese momento, movió su agarre, esta vez, a la cadera de la chica, entrando en contacto con su piel. Una corriente electrica le recorrio el cuerpo a ambos.

-Hey Katakuri.-Dijo ella moviéndose sobre él hasta quedar con el rostro encima del suyo.-Te quiero.-le susurró, sentía como sus mejillas iban a explotar, él notó como ella temblaba debilmente y su cuerpo iba tomando temperatura.

-Yo también.-Susurró el joven y se tomo la libertad de alargar la mano hasta su rostro para correrle los mechones de cabello que le estaban provocando comezon en la nariz a él.

-Es que...-La chica se quedó sin habla.-Yo...yo de verdad te quiero.

Ahora él estaba confundido.

"¿piensa que yo no la quiero de verdad?" se pregunto.

-Te quiero, ¿A que te refieres con de verdad?.-Se atrevió a preguntarle, sintío como ella dio un respingo encima de él.

-Nada, nada, nada.-Intentó finalizar el tema. Rio avergonzada.-Sólo quería recordartelo para que nunca lo olvides.

-Tu tampoco olvides que te quiero.-Le dio una caricia en su rostro.-Te quiero mucho.

Esa fue su perdición, ella sentia que todo era un sueño, que estaba flotando entre nubes de algodón de azúcar y respirando las flores violetas mas hermosas del mundo.

-Buenas noches.-Habló saliendo del trance y bajando el rostro para darle un beso en la frente.

-Buenas noches.-Habló él, levantando el mentón para también darle un beso en la frente.

Uno fue hacia arriba, el otro fue hacia abajo, y sus labios se encontraron a mitad de camino.

Fue cuestión de segundos para que se dijeran con los labios lo que no se decían en palabras.

Se separaban por la falta de aire y volvían a besarse apasionadamente, como si no hubiera un mañana. Como si se hubieran aguantado desde el momento en que se vieron hasta ahora, durante los años, las ganas de comerse el uno al otro.

Katakuri intenaba no lastimarla con su colmillos y (Tn) queria evitar tocarle el rostro con las manos. Creia que tal vez el toque frío de sus escamas sobre su piel arruinaria el momento, pero se equivocaba, él deseaba a muerte que ella lo tocara, que lo acariciara, que se aferrara a él y que nunca lo dejara.

Volviendo a la actualidad, Katakuri llegaba a la tienda, cerrada. Comenzó a correr calle arriba para alcanzarla en el trayecto de está a su casa.

(Tn) se encontraba saliendo de la ducha cuando sintio que llamaban a su puerta, se seco rápido y se colocó una camisa encima seguido de unos shorts. Bajo las escaleras rápido con las manos descubiertas y con sus uñas afiladas dispuestas a atacar en caso de que fuera un intruso. Hacia un par de meses que estaba viviendo sola y no era nada normal recibir visitas, él único que la visitaba era...

-Katakuri.-Suspiro ella aliviada pero a la vez sorprendida por la repentina visita, se hizo a un lado para dejarlo pasar.-¿Que lo trae por mis abrevaderos sheriff?.-Se burlo. Desde que él había cambiado su calzado por unos con espigas, (Tn) no lo había dejado en paz.

-Queria verte, ¿Acaso no puedo?.-Enarcó una ceja mientras se quitaba la bufanda.

-No lo se, ¿puedes?.-Continuó bromeando.

Él se tomo un momento para ver a la chica, tenía el cabello mojado y desarreglado, la camisa con varios botones abiertos, dejando a la vista un poco mas que sus clavículas. Su cabello mojado habia logrado humedecerle la espalda haciendo que la prenda blanca se le pegara a la espalda, dejando visible que no estaba utilizando ningún sostén. Katakuri tuvo que tragar duro para calmar el impulso de tomarla en ese momento y arrancarle la camisa con los dientes.

Paseo la mirada a su alrededor, el lugar se veía diferente.

-¿Donde están tus cosas?.-Pregunto sin comprender porque los muebles estaban vacíos. (Tn) bajo la cabeza.

-No quería decirte.-Susurró.

-¿Decirme que?.-Ya se había hecho una idea en la cabeza pero temía que fuera real.

-Mi padres, me van a llevar unos meses Claca, es una isla tropical.-Comenzó a jugar con sus dedos, nerviosa.-Hay buenos médicos allí, van a ayudarme a frenar la aparición de las escamas.

El corazón de Katakuri se encogió en ese momento, la idea que se había hecho era correcta, ella lo estaba abandonando.

-¿Cuando te vas?.-Musito mirando un punto fijo en el suelo, intentando deshacerse de la angustia que se le alojaba en le pecho.

-Mañana por la tarde.-Susurró.

-¿¡Y no pensabas decirme!?.-Gritó ya no pudiendo contener sus emociones, (Tn) le estaba destrozando el corazón en ese momento.-¿¡Hace cuanto planearon esto tus padres!?.

-Hace unos meses.-Apretó los ojos con fuerza intentando dejar dentro de ellos las lagrimas que peleaban por salir.-No me quiero separar de ti, me daba miedo como fueras a reaccionar.-Se sincero mientras se abrazaba a si misma.-Intenté decirte cuanto te quiero pero no pude.-Susurró antes de quebrar en llanto.-Si te lo decía iba a ser mucho mas difícil decir adiós.

"Esto es una pesadilla" pensó "No puede irse, no me puede dejar" apretó con fuerza los puños contenindose de no tirar abajo la casa a golpes, estaba que ardía de furia. Su unica amiga, su único amor, se iba a ir por varios meses, tal vez, incluso, para siempre.

-Lo siento.-Volvió a hablar ella con la voz quebrada.-No tienes idea de lo que duele tener que dejarte atrás.

-Si lo sé, me destrozas al irte.

Esas palabras no ayudaron a calmar el llanto de la chica simplemente la hicieron caer de rodillas al suelo.

Él se puso de rodillas enfrente a ella y la abrazo a su pecho, ella colocó sus frias manos en su espalda para mantenerlo cerca.

Katakuri miraba fijamente a la puerta, con la mente perdida, con el corazón hecho polvo y despojandose de todo sentimiento de felicidad. En ese momento su mundo se había caído a pedazos, ya no tenía nada que lo llenará, ninguna motivación para empezar el día de mañana. Ya no había razón para sonreir al ver la lluvia caer, esa lluvia que era tan de ellos.

-Te amo.-Soltó él, ya no podía controlar su cuerpo, una lágrima le cayó lentamente por la mejilla mientras su mente le recordaba todos los momentos felices al lado de (tn).

(Tn) comenzó a temblar y se tapó la boca con la mano, intentando ahogar sus sollozos. Esas palabras eran las que había deseado oir todo ese tiempo. Su corazón comenzó a bombear frenéticamente, haciendo que perdiera mas aún el control de sus sentimientos.

-Yo también te amo.-Logro decir, haciendose un hueco entre su llanto.

Katakuri la tomo en brazos y se puso de pie, sin decir nada ni darle tiempo a reaccionar le robo un beso. Uno tierno al comienzo, suave, repleto de amor, de caricias, de muchos "te amo" susurrados sobre los labios del otro.

-No me olvides.-Susurró ella repartiendole besos por todo el rostro.-Por favor no lo hagas.

Katakuri la acomodo dejándola sobre su pecho, con las piernas de (Tn) amarrandose en su espalda.

-No planeo hacerlo.-Dijo volviendo a besar sus labios. Se separó de ella mordiendole suavemente el labio inferior. (Tn) no pudo evitar soltar un gemido débil.-No sales nunca de mi mente.-Le confesó besándole ahora el mentón. Continuo bajando con sus labios.-No sabes cuantas noches me haz dejado sin dormir.-Se detuvo en su cuello, sintiendo como (Tn) enredaba sus dedos con fuerza sobre su cabello.-No sabes lo mucho que te he deseado.-Paso su agarre de las piernas de la chica hasta su trasero, estrujandolo.-Cuanto he deseado hacerte mia.-Lamio su cuello antes de morderla, seguramente le dejaria una marca. (Tn) ahogo un grito.

-Vamos a mi habitación.-Le susurró al oído y mordió levemente el lóbulo de su oreja.

La entrepierna del joven estaba dificultandole el andar, moría de ganas de deshacerse de sus pantalones y empotrarla contra la pared. Subía las escaleras con dificultad debido a su erección y la cantidad de besos que recibía de (Tn) en su cuello que lo dejaban sin aliento.

Una vez dentro de la habitación se sentó sobre la cama con ella encima de él.

-Quítate la ropa.-Dijo (tn) desabrochandose la camisa, las manos de Katakuri la detuvieron y las quitaron para poder hacerlo él. De un tirón abrió la camisa, desgarrando la tela y dejando al aire sus pechos, que debido a la brusquedad del movimiento, rebotaron.-Quítate el chaleco.-pidio ella con la lujuria escapandosele por los poros.

Él se quito la prenda y antes de poder hacer algo, ya tenía a (tn) besandolo sin control.

Las pieles de los pechos de ambos estaban en contacto, estaban unidos, sintiendo como latia el corazón del otro, como el calor iba en aumento y una capa muy fina de sudor iba bañandolos.

La mano traviesa de Katakuri fue mas allá del agarre de su trasero, metiendo la mano por debajo de la tela de sus shorts. Las manos del chico eran grandes y por lo tanto podian cubrir la enteridad de ambos glúteos con ellas.

-Estas mojada.-Dijo sintiendo con las yemas de sus dedos, la humedad que se extendía entre las piernas de (tn). Movió sus dedos juguetonamente hasta sentir la intimidad palpitante de la chica, comenzo a frotar sus dedos por la zona, buscando humectarla por completo y poder acariciarle el clítoris sin problema alguno.

Ella soltó un gemido y se aferro con sus brazos al cuello de Katakuri, este aprovechó la cercania para morderle el hombro.

-Cielos.-Logró decir la chica con un hilo de voz.-No te detengas, por favor.

Cada palabra, cada roze y cada gemido de (tn) incrementaba su instinto carnal, se sentía extasiado, estaba en un frenesí de excitación del que no habia vuelta atrás, esa noche la iba a marcar por dentro, iba a dejar su nombre tatuado en sus caderas.

-Ahh.-Soltó en el odio de su amado.-Te quiero sentir.

El cuerpo del Charlotte se tenso y cerró los ojos por intuición para calmarse y no perforarla a embestidas sobre la cama.

Su sentido común se fue al carajo cuando sintio la mano de la chica desabrocharle el pantalón.

-No me dejas ni respirar.-Soltó él entre jadeos.-Joder (tn).

Ella tomo las manos del chico y las movió de sus glúteos a su cabeza, lo miró fijamente a los ojos. Con un movimiento rápido se puso de pie y abrió las piernas del hombre mochi posicionandose de rodillas entre ellas.

"No va a hacerlo" pensó el sin quitarle la vista a esos ojos cargados de deseo "No tiene la descarez de hacerlo".

Pero supo que se estaba equivocando cuando sintío que su miembro era liberado en manos de la chica.

-Te amo.-Susurró ella antes de comenzar a trazar un camino con su lengua desde el tallo hasta la punta. Las manos de Katakuri jalaron los cabellos de la chica a la vez que cerraba los ojos para disfrutar de la estimulación, sentía como un calor insoportable se apoderaba de su cuerpo. Echo la cabeza hacia atras dejando escapar el nombre de (Tn) en un gemido, la chica se había metido la punta entera en la boca y ahora estaba masajeandola con la lengua en movimientos circulares.

Ya sin poder controlar sus impulsos, Katakuri empujó de la cabeza de (tn) hacia abajo haciendo que comenzara a chuparle el falo en movimientos de vaivén, de arriba hacia abajo.

-No me cabe toda en la boca.-Dijo recuperando oxígeno.-Es enorme.

-Tal vez te quepa en otro lugar.-Dijo con la respiración agitada.

La tomó por debajo de los brazos y la tumbó en la cama, seguido le arranco los shorts sin esfuerzo alguno. Se tomo un segundo para observarla así, para grabarse esa imagen y utilizarla en las noches que iba estar sin ella.

(Tn), con la respiración agitada, con el pecho bajando y subiendo apresuradamente intentando llenar sus pulmones de aire, con el cabello desarreglado, con un rastro de saliva bajandole por la boca hasta el mentón, abriéndose lentamente de piernas, para él, dejando a la vista su sexo mojado, de color rosado y palpitante, deseando que él la penetrara de una vez por todas, lo miraba a los ojos intentando que él entendiera que ella necesitaba ser poseida ya, necesitaba sentirlo dentro, tocando hasta la mas profunda parte de su ser, sacándole el alma a jadeos, mordiendo y besando cada centimetro de su piel. Necesitaba que la marcara, que la hiciera mujer.

-Por favor.-suplicó ella.-Déjame sentirte.

De un ademán Katakuri la tomo de la cadera dandola vuelta y posicionandola en cuatro.

-Si pudieras ver lo que yo veo ahora.-Le dijo lamiendose los labios, la voz ronca del hombre era una que (Tn) no había oído nunca antes, la hacia derretirse con cada palabra.-Nunca he visto algo mas apetitoso que esto.

Tomó su miembro entre su mano y lo froto sobre su entrada, (Tn) se movio hacia atras intentando buscar que la embistiera.

-Tranquila.-Dijo sonriendo con picardía.-No te desesperes que aún tenemos toda la noche.

-Damelo.-Susurró girando su rostro sobre su hombro para verlo a los ojos, tenia los labios rojos e hinchados.-No tienes idea de las veces que tuve que tocarme pensando en ti, no me hagas esperar mas y cogeme de una vez.

El último atismo de autocontrol que tenía el chico de cabello granate se fue al carajo con esas palabras. Posiciono la punta de su pene en la entrada de la chica y de una sola estocada se metió dentro ella.

(Tn) ahogo un grito de dolor, era su primera vez. Katakuri se quedó inmóvil temeroso de haberle hecho daño

-Sigue.-Jadeo.-No te detengas hasta que olvide mi nombre.

No se tuvo que decir más, él joven guerrero comenzó a moverse sin control dentro de ella. La metia por entero y la sacaba hasta la mitad para volver a adentrarse cada vez mas rápido, la cama estaba al borde de colapsar, los gemidos de ambos llenaban la habitación y la calentura en ambos iba en aumento con cada mirada que se daban.

La chica recibió una nalgada.

-Ese es tu castigo por no decirme que te ibas.

-Hazme lo que quieras.-susurró pero él alcanzo a oírla por lo que en un movimiento sin salir se ella en ningún momento, se sentó en la cama con ella encima de él, brincando sobre su entrepierna.

-Quiero que grites mi nombre.-La tomo con una mano del mentón e hizo que lo mirara.-Me voy a correr.-Dijo él. Bajó a morderle el cuello y acariciar uno de sus senos con su mano libre.

-Yo...Yo también.-Comenzó a brincar con mas intensidad.-Dame un beso.

Katakuri giro el rostro pero antes de fundirse con ella se detuvo a susurrarle sobre los labios.

-Te amo.

Y fue cuestión de segundos para que (Tn) gritara a todo pulmón el nombre de su "mejor amigo", arquera la espalda y sintiera como era llenada por dentro con un calor en expansión. Katakuri sintio como las paredes de (tn) lo apresaban, jalando de él y sacándole hasta la última gota de su amor.

-Te voy extrañar.-Confesó él con el rostro oculto en el hombro de la chica, dandole besos cortos en la clavícula, queriendo recordar el tacto de su piel.

-Volveré.-Dijo ella jugando con su cabello.-Tan sólo esperame.

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