Capítulo 14
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A la mañana siguiente, por raro que parezca, (TN) fue la primera de los dos en despertarse. Notó algo extraño mientras abría los ojos lentamente. Agachó ligeramente la cabeza. ¡Law le estaba agarrando un pecho con la mano! Notó que sus mejillas ardieron. Él estaba dormido. Estaba dormido no lo estaba haciendo aposta. Escuchaba su respiración tranquila. Intentó estirar el cuello sin moverse mucho para comprobar quién estaba en la habitación. No había nadie. Debían haberse ido ya a desayunar. Intentó quitar con cuidado la mano del chico. Bien. Misión cumplida. Volvió a acomodarse y notó algo duro contra sus nalgas. Se sobresaltó y se dio la vuelta. ¡Oh no, le había despertado! Law gruñó mientras se desperezaba. Ella miró directamente hacia sus pantalones. Eso era lo que había tocado. Dios mío, era enorme.
—¿Qué pasa, (TN)-ya? —preguntó. Ella le miró rápidamente. Estaba sonriendo de lado.
—Nada —contestó ella, apartando de nuevo la mirada.
—He dormido muy bien. Hacía bastante que no dormía tantas horas seguidas —comentó, mientras se incorporaba y se frotaba los ojos. (TN) le miró de reojo. ¡Ah! Estaba guapísimo con esa cara de recién despierto. ¿Por qué cada vez le veía más guapo? Tenía ganas de que le tocara. Cuando se había despertado con su mano ahí y luego cuando se ha rozado con él... Había sentido como mucho calor por dentro—. ¿Te pasa algo?
—No, que va —contestó ella, rápidamente—. Es solo que estás muy guapo...
—Ah... Bueno creo que es hora de que vayamos a desayunar —dijo él, cambiando de tema. No sabía cómo reaccionar ante esos cumplidos, aunque no iba a negar que le había gustado escucharlo.
—Law... —susurró ella. Él le miró fijamente. (TN) dudó unos segundos antes de seguir hablando—. Quiero que sigas explicándome lo del sexo. Esta vez seré una buena alumna.
—¿Seguro? No hay prisa —pregunto él, para asegurarse. No quería que se volviera a sentir mal otra vez.
—Sí, seguro...Dicen que es genial —contestó ella, decidida—. Y contigo será más genial aún.
—Bueno, no lo he hecho nunca, pero daré lo mejor de mí —dijo Law. No iba a negar que tenía muchas ganas de poner en práctica sus conocimientos. Nunca había tenido tantas ganas.
—Mejor, así lo haremos juntos la primera vez —dijo ella, sonriente—. Bueno y todas las veces, espero.
—Yo también lo espero. Intentaré preparar algo para esta noche. ¿Vale? —dijo, el ojigris, después de pensar durante unos segundos. Se le había venido una idea a la cabeza—. Si no lo consigo para esta noche, tendremos que esperar.
—¿Una sorpresa? —preguntó (TN), emocionada. Law asintió.
—Sí. Tú ve yendo a desayunar —contestó él.
La chica asintió y se levantó rápidamente de la cama para vestirse. Estaba emocionada, muy emocionada. Nunca le habían preparado una sorpresa. Salió disparada hacia la carpa principal. Estaba hambrienta. Estaba a punto de entrar en la carpa cuando notó que alguien le tiraba del brazo.
—¡Ah, Monet! —gritó (TN), mientras caminaba e intentaba soltarse de su agarre.
—¿Qué te crees que estás haciendo? —preguntó la peliverde, soltándole el brazo y mirándole desafiante—. ¿Por qué has pasado la noche con Law?
—Tuvo una pesadilla y me pidió que durmiera con él. ¿Qué te pasa? ¿Qué problema tienes? —preguntó ella, confundida. Monet apretó los dientes con fuerza.
—El problema es que yo llevo aquí años y tú llegas y en menos de dos meses le has conquistado. ¿Qué tienes tú que no tenga yo? —preguntó, cabreada.
—¿Pero tú que sientes por Law? No lo entiendo. —(TN) estaba harta. Si Monet se besaba con cada cliente guapo que se le acercaba. ¿Qué más le daba lo que hiciera Law?
—Nada. No entiendo porque no se fija en mí. Cualquiera se acostaría conmigo y él no. Es un reto personal —contestó Monet.
—Bueno pues entonces déjanos en paz. Eres muy guapa, ¿vale? Y tienes muy buen cuerpo. Ya sé que en ese sentido eres mejor que yo...No tienes que demostrar nada. Pero yo... Siento cosas por Law y él me ha dicho que por mí también. Así que, por favor...No te metas —pidió (TN).
—Ya, ya sé que siente algo más por ti. Desde el principio le hiciste gracia y no sé por qué. En fin, no puedo hacer nada. Así que disfrutad mientras dure, si es que dura. —Esas fueron sus últimas palabras antes de darse la vuelta y marcharse. (TN) le miró mientras se alejaba. Claro que iba a durar. Había dicho eso porque estaba celosa. No iba a conseguir marearle.
Mientras tanto, antes de ir a desayunar, Law había decidido hacer una pequeña visita a la caravana de Corazón. Esperaba que estuviera solo. Necesitaba ayuda para preparar todo lo necesario para la noche. Dio unos golpes antes de abrir.
—¿Hola? —preguntó, mientras se asomaba. Estaba sentado. Se giró hacia la puerta y sonrió al ver al pelinegro—. ¿Estás solo? Necesito tu ayuda.
—Oh, Law, me encanta que acudas a mí cuando tienes algún problema —dijo el rubio, contento.
—Quiero pasar la noche a solas con (TN)-ya —dijo el pelinegro, directamente. Corazón se empezó a poner nervioso—. Quería saber si había alguna forma de que eso fuera posible.
—Law... ¿Vais a...? Bueno, ya sabes. ¿Necesitas algún consejo sobre eso? —farfulló el mayor. ¿Por qué tenía que pasarle esto a él?
—No necesito hablar sobre ese tema —respondió Law, también nervioso. ¡Qué situación tan incómoda!
—Vale. Bueno tenemos algunas tiendas de campaña. Podríamos montar una. También tenemos lamparitas, colchón hinchable, mantas...Incluso podemos buscar algo para decorar el ambiente —comentó.
—Bien, sí. Suficiente —dijo el ojigris—. Pues quedamos sobre las siete.
El resto del día pasó sin ninguna novedad. No tenían que preparar todavía ninguna función para la semana siguiente, ya que simplemente viajarían hasta el siguiente estado, Georgia. Concretamente a las afueras de la ciudad de Atlanta. Por la tarde, (TN) se quedó sin clase de lectura, ya que Law le dijo que estaba ocupado. No le importó. Seguramente estaría preparando la sorpresa, así que pasó la tarde con el resto. Doflamingo había comprado un proyector, así que ahora podían ver películas en la carpa principal. ¡Les cuidaba tanto!
(TN) casi no probó bocado a la hora de la cena, ya que estaba demasiado emocionada. Eso extrañó bastante a sus amigas, ya que solía engullir la comida. Todavía se quedaron más sorprendidas al ver lo que pasó al acabar de recoger todos los platos y cubiertos.
—(TN)-ya. He podido prepararlo todo —susurró Law, en el oído de la chica, mientras apoyaba las manos en su cintura.
—¿Preparado el que? —preguntó Nami desde unos metros de distancia. Law alzó la cara y le lanzó una mirada asesina. ¿Acaso sabía leer los labios? Se enteraba siempre de todo.
—¿Vais a pasar la noche solos? —preguntó Kid, desde la mesa. Todas las miradas recayeron en la pareja. (TN) asintió con emoción. El pelinegro suspiró—. Contrólate Law, no te pases.
—Trátala con delicadeza —añadió la pelinaranja, sonriendo de forma pervertida.
—Callaros ya. Vámonos —gruñó Law, cogiendo a (TN) de la muñeca.
(TN) seguía a Law en silencio. No tenía ni idea de qué era lo que había preparado, ni tampoco dónde. Estuvieron caminando unos cuantos minutos. La chica se giró hacia atrás. Las carpas ya estaban algo lejos. ¡Vaya, sí que iban a estar bien solos! Cuando volvió a mirar hacia delante vio la tienda de campaña. Se quedó boquiabierta. La tienda estab abierta y se podía ver el colchón cubierto con sábanas blanca y cojines de colores. Justo en frente había una mesita de madera, con una botella de vino encima y dos sillas a los lados. En las ramas que había justo arriba habían colgado lucecitas, conectadas a una batería portátil escondida dentro de la tienda.
—Law, es súper bonito —comentó (TN), fascinada—. Hasta el colchón parece más cómodo que los nuestros.
—Lo es —afirmó Law, sonriendo de lado—. ¿Te apetece beber una copa de vino?
—Sí —contestó, sonriente, mientras se acercaba para sentarse en una de las sillas.
Law se sentó en la otra y descorchó aquel vino que Corazón le había regalado para la ocasión. Estuvieron un rato charlando mientras se tomaban aquella copa. Solo una. Ninguno de los dos quería beber de más. Era la noche perfecta. El clima les había acompañado. El cielo estaba despejado y se podían observar todas las estrellas y, por suerte, no hacía mucho calor.
—(TN)-ya... Me gustaría contarte cosas sobre mi pasado, pero no quiero estropear la noche —explicó Law. Ya que había sido ella la que había estado hablando casi todo el rato.
—Tranquilo. Tenemos todo el tiempo del mundo. Cuando creas que es el momento me lo cuentas —dijo ella, mientras daba el último trago a su copa—. ¿Vamos dentro?
Law asintió y los dos se levantaron. (TN) fue la primera entrar y se dejó caer sobre el colchón. ¡Oh, sí! Muy cómodo. Se revolcó sobre él mientras Law cerraba la tienda con la cremallera. Ella rodó hasta uno de los extremos para hacerle hueco.
—¿Lista para empezar con las lecciones? —preguntó Law, sonriendo de lado. Ella se sentó y asintió con energía—. Bien, empezaremos con los besos.
—¿Cómo el que nos dimos? —preguntó ella, con curiosidad.
—Bueno, más o menos...—contestó él, mientras sujetaba la barbilla de (TN) con la mano.
Inclinó su cabeza ligeramente hacia arriba y, en menos de un segundo, ya se había lanzado sobre su boca. Poco después de haber juntado sus labios, le rozó ligeramente con la lengua. Ella entreabrió los labios, algo sorprendida y él aprovechó para introducir la lengua en su boca. A la chica le pareció un poco raro estar tocando la lengua y la saliva de otra persona, pero le estaba gustando. Mucho. Le estaba haciendo sentir calor. Enredó los dedos en el pelo de Law y empezó a mover también la lengua, en busca de la de él. Cada vez el beso se volvía más intenso. Hasta que tuvieron que separarse para respirar, pero no mucho. Sus frentes estaban apoyadas la una contra la otra, y sus respiraciones chocaban entre ellas.
—Guau... —murmuró (TN).
—Llevamos demasiada ropa puesta —gruñó Law, mientras cogía la camiseta de (TN) por los bordes. Ella levantó los brazos para que se la pudiera quitar con más facilidad. Después él se quitó la suya rápidamente y también los pantalones. Ella hizo lo mismo con los suyos—. Vale. Ahora voy a utilizar los labios y la lengua en otras partes de tu cuerpo. Túmbate.
—Ah, sí... —murmuró ella, tumbándose boca arriba. Ya quería saber lo que se sentía.
Law se recostó encima de ella, sujetando su propio peso con los brazos. Le dio un beso rápido en la boca y enseguida se acercó a su cuello. Empezó con suaves besos por las zonas que sabía que eran las más sensibles. Luego besos mezclados con pequeños lametones, y finalmente, también añadió pequeños mordiscos. Lo estaba haciendo bien, ya que escuchaba los pequeños gemidos de (TN). Ella por su parte estaba en la gloria. Sentía un cosquilleo por todo el cuerpo, sobre todo ahí abajo. Así que apretaba las piernas mientras Law seguía con su faena.
El pelinegro decidió continuar explorando la piel de la chica. Fue bajando y recorrió con los labios y la lengua la clavícula. Bajó todavía más hasta llegar a sus pechos, todavía cubiertos por esa maldita prenda que quitaría en un momento. Lamió y mordisqueo la piel que no estaba cubierta, mientras llevaba las manos a la espalda de la chica para desabrocharlo. Una vez lo hizo, no tardó nada en apartarlo. Se permitió observarla durante uno segundos antes de abalanzarse sobre uno de sus pezones. Lo rozó con la punta de la lengua. (TN) gimió, esta vez bastante más fuerte y arqueó la espalda. Law gruñó y siguió pasando la punta de la lengua rápidas y repetidas veces. Ella movía las caderas. Al parecer su sexo estaba clamando por algo de atención y el pelinegro no dudo en pegarse contra ella para que pudiera notar su erección. Dejó que se restregara contra él mientras seguía lamiendo y succionando. Primero uno, y luego el otro. Cuando decidió que era suficiente, se separó un poco y continuó dando besos hasta llegar a sus braguitas.
—Voy a quitártelas y a usar mi lengua aquí abajo. Si quieres que pare... —empezó a decir. No quería parar, pero había que preguntar por si acaso.
—¿Qué pares de qué? Si me está encantando. Sigue —le interrumpió ella, mientras le empujaba la cabeza con la mano.
Law sonrió de lado. Estaba orgulloso de estar haciendo que le gustara tanto. Bajó lentamente las bragas y las deslizó por sus piernas hasta que cayeron al suelo. Esto ya era un poco más complicado, pero podría hacerlo decentemente. Puso las manos sobre las rodillas de la chica para separarle las piernas y se puso entre ellas. Estaba empapada. Estaba haciendo un gran esfuerzo por alargar los preliminares, pero se moría de ganas por estar dentro de ella.
Cuando estuvo lo suficiente mente cerca comenzó a dar suaves besos por la zona de las inglés, mientras sujetaba sus muslos con fuerza. (TN) movió involuntariamente las caderas. Law fue se fue acercando cada vez más. Pasó la lengua lentamente, moviéndola delicadamente y con bastante destreza, más de la que él mismo se esperaba. (TN) gimió con fuerza y enredó los dedos en el pelo de Law, cuando este introdujo su lengua dentro de ella. La metía y la sacaba rápidamente, hasta que pocos segundos después se centró en su clítoris.
—Ah, Law... —gimió ella, mientras le empujaba la cabeza. La continuó todavía con más energía al escucharle decir su nombre entre gemidos. Lamiendo, succionando y mordisqueando suavemente aquella parte tan sensible. No solo ella estaba disfrutando, a él le estaba encantando poder disfrutar así de ella. (TN) sentía que iba a explotar. Nunca se hubiera imaginado ese tipo de sensaciones. De repente, Law se separó de ella—. ¡Oye!
—Shh... —chistó él—. Ahora voy a usar también los dedos, ¿vale?
—Vale. Hazme lo que quieras —contestó (TN), completamente excitada.
Law gruñó. ¿Acaso no sabía lo que provocaba con esas palabras? Se incorporó y se puso de nuevo sobre ella. Estaba vez apoyándose solo en un brazo. Quería verle la cara mientras la moldeaba por dentro. Cuando le rozó con su dedo índice se metió dentro prácticamente solo, ya que (TN) estaba completamente mojada. Empezó a meter y sacar el dedo lentamente, mientas observaba las expresiones de su cara. Joder. Ya no se le podía poner más dura. No aguantaría mucho más. Metió otro de sus dedos y los movió por dentro. Continuó unos pocos minutos más, para seguir preparándola. Se pasaría la noche entera observando esa expresión que tenía en la cara.
—(TN)-ya...No aguanto más. Voy a pasar al último paso. —Sacó los dedos, y se incorporó para quitarse los calzoncillos, liberando su enorme erección. La chica se quedó asombrada. Sabía que era grande, pero así en directo era todavía más espectacular. Law sacó uno de los condones que había en una caja al lado del colchón—. Al principio te va a doler un poco.
—No... Yo quiero sin eso —se quejó (TN).
—No. Hay que hacerlo con protección. Ya hablaremos de ese tema. Ahora silencio —dijo Law, con tono autoritativo, mientras volvía a colocarse entre las piernas de la chica.
Ella le miró, mordiéndose el labio. Tenía que aguantar. Puede que fuera a doler pero seguro que luego era increíble, como todo lo demás que le había hecho. Law se movió hacia delante, introduciendo la punta con delicadeza. Cuando la introdujo un poco más fue cuando (TN) puso cara de dolor y se agarró a sus brazos. Apretó con fuerza mientras él la seguía metiendo lentamente, para que se fuera acostumbrando. Poco después, el dolor fue dando paso al placer. Law comenzó con las embestidas, aumentando el ritmo poco a poco y sin meterla del todo. (TN) le soltó los brazos y volvió a recostarse del todo sobre el colchón para disfrutar de aquel momento. Lo sabía, sabía que valdría la pena aguantar el dolor del principio.
Law levantó las piernas de la chica para tener mejor acceso. Era el momento. La metió de golpe, completamente entera. (TN) soltó un gran gemido mientras agarraba las sábanas.
—Sigue, sigue. Por favor —le pidió suplicante. El pelinegro había parado de moverse por si le había hecho mucho daño, pero ante esa petición continuó, ya sin controlarse.
Después de eso, ninguno de los dos tardó mucho en llegar al final. Law cayó rendido al lado de (TN). Los dos estuvieron unos minutos en silencio recuperándose del momento. Law se quitó el condón y lo tiró a una pequeña papelera que había dejado en una esquina de la tienda.
—Law...Ha sido increíble —comentó (TN), mientras se tumbaba de lado para mirarle.
—Sí. Lo ha sido —dijo él, girándose también y acariciándole la mejilla.
—Pero hay más, ¿verdad? Porque yo no te he hecho nada. Me tienes que enseñar más cosas —preguntó la chica, con curiosidad y emoción.
—Hay muchas más cosas, pero tenemos todo el tiempo del mundo para ponerlas en práctica. Ahora vamos a dormir. Se nos ha hecho tarde. —Law se estiró para desconectar las luces de la batería. Ahora estaban completamente oscuras y listos para dormir—. Buenas noches, (TN)-ya.
—Buenas noches, Law... —murmuró (TN). Estaba sonriendo como una tonta, pero él no podía verlo. Definitivamente, había sido la mejor noche de su vida.
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