•8•

Jos estaba delante de mi, y no sabía que hacer.

No estaba en mis planes hablar con él hasta que estuviera segura de contactar con Bryan.

<<¿Entonces a que habías ido a buscarlos, Lana?>> no pude evitar preguntarme.

Tenía que actuar neutral, y evitar que le dijera donde me encontraba.

-Jos.

No sabía que hacer, y él sólo estaba de pie frente a mi.

-¿Cuándo has llegado?-preguntó sin expresión alguna.

Y aunque este no era el Jos que yo conocía, sabia que Bryan siempre estuvo por delante de todos para él, y también sabia como podría llegar a tratar a los demás cuando se trataba sobre su mejor amigo.

Yo ahora era esa persona, y sabía que no podría darle rodeos a sus preguntas.

<<A menos de que quiera que le llame ahora mismo.>>

-Hoy en la mañana.

-¿A qué fuiste a buscarlo?

¿A qué fui a buscarlo? Ni yo misma lo sabia.

-Jos, yo no...-no pude terminar ya que la puerta detrás mio fue abierta.

-¿Mamá?

Escuche su voz pero no pude hacer movimiento alguno. Observe como Jos había volteado hacia ella, y como su expresión fría había cambiado radicalmente, fue cuando me sentí expuesta.

No tardaría en atar cabos, ella era no solo parecida a mi, sino también era un vivo recuerdo de su padre.

Eadlyn camino unos pasos hasta quedar junto a mi, nos miramos, y vi mi terror reflejado en sus pequeños ojos cafés.

<<Haz algo Lana, hazlo ya>>

-Eadlyn-le hable a mi hija- ve adentro por favor, yo necesito terminar de arreg...

-¡Espera!-me quede quieta ante la voz suplicante de Jos- espera por favor....

Se empezaba a acercar lentamente, y tome a mi hija por los hombros.

Cuando estuvo a unos cuantos pasos de nosotras, me miró, con una sola pregunta en sus ojos.

Asentí para que se acercara, y se hinco un poco.

-Jos, ella es Eadlyn,-los presente- hija, el es Jos, amigo de tu papá.

-Hola Jos.

El pelinegro sonrió.

-Hola Eadlyn, eres muy linda. Te pareces mucho a tus padres.

-¿Me parezco a mi papá?- preguntó.

No me sentía muy segura de que mantuvieran esta conversación, y más si Bryan seguía en mi búsqueda por la ciudad. Así que antes de que pudiera responderle, aleje un poco a mi hija de él.

-Eadlyn, es tarde, ve a dentro por favor.

-Pero Mamá...

-Adentro Eadlyn.

De mala gana, Eady se alejo, no sin antes despedirse de Jos, el cual se levantó de su lugar para estar frente a frente.

-Por eso te marchaste.- Más que una pregunta, era una afirmación.

-Tenia suficientes razones para hacerlo. -respondi de mala gana.

Y es que me era imposible no estar a la defensiva. Me sentía aterrada por lo que podría hacer el hombre frente a mi.

<<Más bien sabes que lo que sea que él te diga tendrá la razón, como siempre>> pensé.

Se quedo en silencio por unos momentos, mirándome con decepción, enojo y... ¿Tristeza?

-¿Ah si? ¿Cómo cuáles? ¿El querer hacer sufrir a Bryan? ¿En hacerlo sentir culpable el resto de su vida? ¿En desaparecer de la vida de todos, para que 14 años después aparecer como si nada hubiera pasado? ¿O no pensabas volver jamás? No, no creo que tuvieras buenas razones para marcharte así como lo hiciste, sólo pensaste en ti, ni siquiera en tu hija, fuiste una egoísta. ¿Por qué hasta ahora traerla a su familia? No sabes todo lo que causaste cuando desapareciste, las cosas no son así Lana.

Cada una de sus palabras era como una puñalada para mi.

Así que ahí estaba yo, llorando, porque aunque no sea totalmente cierto, eso era lo que ellos pensaban.

No solo Jos lo hacia, también mis padres, Freddy, Alan, incluso Alonso.

Porque fui una cobarde, y tal vez solo me quería engañar que era por el bien de Bryan. Pero no solo fue por él, fue también por mi. No hubiera soportado la idea de que dejara sus sueños por mi, que tuviera una vida forzada por mi culpa, y que por consecuencia, me dejara de amar.

No hubiera podido con eso.

-¡Basta Jos! -grite- ¡No sabes lo que estas diciendo!

-¡¿Entonces por qué te marchaste?!

-Porque lo amaba-no pude evitar sollozar más- Porque lo amo Jos. No podía simplemente, arrebatarle sus sueños, no podía. Él tenia todo listo para marcharse a la universidad, estudiaría lo que él siempre quiso, y no podía imaginarme diciéndole que estaba embarazada. Sabemos como daba todo por mi, aunque yo no lo quisiera así. Si le decía, sabemos lo que habría hecho, hubiera dejado todo eso a un lado, y no podía permitirle hacer eso. No quería que por nosotras se lamentara el resto de su vida el no haber cumplido sus metas. Y nunca habíamos hablado sobre tener hijos, hasta el día antes de que me marchara. El mismo dijo que esperaba que pasaran aún muchos años para eso, así que eso solo hizo que tomara mi decisión. ¿Ahora me entiendes Jos? No fue por mi, si, acepto que tenía miedo, incluso aún lo tengo, pero no quería ser la causante de que todo eso pasara.

Empezó a negar rápidamente; ya no me veía con enojo, ahora solo había lastima en su mirada.

-¿Aún nadie te lo ha dicho, cierto? ¿Por qué crees que encontraste a Bryan en el edificio de su familia? Él no fue a la universidad de artes, Lana, perdió la beca. Cuando desapareciste, te busco por todos lados, no entro en verano como se supone que lo haría, se alejo de nosotros, incluso culpo a Alonso. Cayo en una depresión, solo pensando en que fue lo que hizo para que nos dejaras. Que lo dejaras. Al año, su padre lo convenció de entrar a la universidad, estudio administración. Realmente, ya no le importaba lo que alguna vez deseo. El te quería a ti Lana, y no era decisión tuya el irte solo por lo que él deseaba.

No podía sentirme mas destrozada por dentro. Todos estos años, lo único que me mantenía en pie era el saber que mi hija estuviera bien y que Bryan estaba cumpliendo todo lo que alguna vez me contó.

<<Si todo esto lo hice por amor, ¿por qué no me siento plena?>>.

En ese momento, el teléfono de Jos comenzó a sonar, y al ver su expresión, sabía que era él.

-No le digas nada Jos, te lo suplico.- me apresuro a decirle- Necesito tiempo, no puedo verlo, no aún.

El pelinegro sospeso mis palabras, y sin darme una respuesta, contestó.

-Bryan. Si, no, no la he encontrado, y no esta en casa de sus padres. No, no he checado en hoteles cercanos. Ve a casa Bryan, es tarde. La encontrarás, pero necesitas irte a tu casa ahora. Si me entero de algo te avisare, ¿Está bien? Adiós.

Colgó la llamada y sentí como el alma regresaba a mi, cuando estaba a punto de agradecerle, me amenazo.

-Te doy una semana para buscarlo, no más. Y más vale que no se entere por parte de alguien más, si no, yo no podré hacer nada. ¿Ya has contactado a los demás?-asenti- Deberías buscarlo tú antes de que te encuentre, ahora que sabe que estas aquí, no se detendrá. Y hablen antes de todo lo que tengan que hablar, no lleves a Eadlyn, no quiero que vea a sus padres cometer una estupidez.

Lo abrace, sabia el por qué de ser tan duro conmigo, pero seguía siendo mi amigo, uno que estaba ahí siempre, aunque no quisiera demostrarlo. Uno que te dirá lo que necesitas y no lo que uno quiere escuchar, pero que lo hace con amor.

-Gracias, en serio, gracias.

-Me tengo que ir.

Y sin más, se marcho hasta desaparecer de mi vista.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top