Epílogo
Talina
Abrí los ojos al sentir la presencia de alguien mire para ver a Dave cruzado de brazos tenía un gesto en esa cara suya que lo hacía ver horrible creo que mejor vuelvo a dormir para no verlo, gire para acomodarme en la cama para volver a dormir.
—Anda despierta, no quiero llegar tarde por tu culpa.
—Usa el transporte público.
—Te recuerdo que eres la profesora y tampoco debes de llegar tarde, tienes solo veinte minutos.
—Eres tan ruidoso.
—Vamos tía, debo llegar por lo menos cinco minutos antes para seguir teniendo mi asistencia perfecta.
—Eres tan reñoño, ¿quién demonios te enseñó a ser así?
—Te recuerdo que tu me críaste.
—Si pero no tan reñoño.
—Tía Talina, es tiempo precioso y no se debe desperdiciar cada segundo anda levantante si quieres dormir que sea en la sala de descanso.
—Si, si, ya voy—gire de la cama para caer de esta me queje mientras sentía como alguien me tomaba de las piernas para arrastrarme por el suelo, abrí los ojos para ver a Dave y no pude evitar reír, ¿cuando creció tanto que ahora puede arrastrarme por el suelo? Lo mire para ver su cara de molestia para luego cerrar la puerta del baño, vaya que ese niño tenía el mal carácter de su madre cuando se enoja.
Aimee, aun después de tantos años era doloroso recordarla.
Me levante del suelo para verme en el espejo, necesitaba dejar el sueño atrás y tratar nuevamente de ser esa adulta responsable que esta criando a un pequeño de dieciséis años, animo Talina. Quitando el hecho de que soy una floja en las mañanas no lo estoy haciendo tan mal, es un buen muchacho, un caballero con las damas pero en especial un buen alumno que logro llegar ya a la universidad por nuestra dedicación a la escuela además gracias a la ayuda que tuve de la abuela pude seguir estudiando y brindarle una buena vida hasta que pude hacerme cargo de él por si sola de alguna forma se sentía como si ella estuviera esperando eso hasta que tuvo que marcharse con tanta tranquilidad y paz, además nuestro tío nos visita de vez en cuando para inspeccionar que sigamos con vida así que no se siente la soledad, me alegro tanto que todo ya sea tan tranquilo después de todo fue tan difícil las constantes demandas de aquella familia pero gracias al señor Steller y las pruebas logramos alejarnos de esas personas que no tienen permitido ni siquiera de pronunciar nuestros nombres fue difícil conseguirlo pero me alegro haberlo hecho.
—Bien vámonos —le dije a Dave mientras corría por las escaleras con mis zapatos aún en manos, conociendo a este muchacho si seguía tardando me sacaría a patadas del baño por suerte soy rápida.
—No entiendo como puedes ser una de los más grandes profesores del instituto si eres un completo caos—dijo mientras subía al auto.
—Hey mi flojera mañanera no tiene nada que ver con mi vida la laboral, además quien es lista no tiene que verse bonita.
—Eres todo un caso tía.
—Lo se—dije tras soltar una risa.
—Por cierto llamó mi abuelo, dijo que nos visitaría este fin de semana.
—Ya veo, ¿y ya sabes lo que le dirás ante su obvia propuesta?
—Si, la verdad es que no me gustaría seguir con el legado Steller... Creo que es algo muy caótico, ser profesor es mucho más tranquilo y sin conflictos importantes.
—Me ofendió pero es cierto. Pues me alegro por tu decisión eso significa que pasaras mucho tiempo con tu tía favorita.
Aquello lo hizo reír.
—Pero aunque voy a rechazar la oferta del abuelo Steller si me gustaría volver a mi ciudad de nacimiento, me gustaría visitar las tumbas de mis padres.
—Me parece bien, podría tomar un par de días libres y acompañarte.
—No hace falta, me gustaría ir solo, claro si es que cuento con tu aprobación.
—Si, claro que si, digo estaré sola después de tanto tiempo y tal vez me compre un gato en el proceso de asimilación de tu ausencia pero me parece bien.
—Asegúrate que sea macho para llamarle michigan.
—Es un buen nombre, eso haré así que no te sorprendas de ver un gato a tu regreso.
—Después de lo sucedido con la gallina ya nada me sorprende.
—Es que no podía ver como lo convertían en caldo.
Aquello lo hizo reír, se despidió de mi y bajo con prisa del auto para dirigirse a su aula yo solo vi como se fue corriendo y sonreí con cierta amargura, realmente estaba bastante orgullosa de ese pequeño, creció tanto sin que me diera cuenta y se había incluso mucho más maduro que yo. Su vida no fue sencilla, había perdido al hombre que lo había criado con tanto amor en sus primeros años de vida y cuando volvió a encontrarse con otro hombre que le dio mucho más amor como padre también lo perdió sin mencionar que estuvo presente en la muerte de su madre pero aún con todo nunca se quejo fue algo que me preocupo por mucho tiempo y lo lleve a varios psicólogos pero siempre me sorprendió la respuesta que daba, él dijo que a pesar de todo tenía a alguien a su lado así que era muy feliz... Vaya que ese niño sabía hacerme llorar con su sola presencia.
Baje del auto para poder dirigirme a mi oficina pensaba tomar una pequeña siesta antes de que iniciar las clases.
—¿Han visto a la profesora Smith?
Me detuve de golpe al escuchar la voz de mi jefe, ese hombre si que era un dolor de cabeza y conociéndolo querría darme más trabajo cosa que no necesitaba al menos no en este momento yo quería tomar mi merecida siesta, retrocedí lentamente para poder correr y perderme entre los alumnos que iban al campo si tomaba este camino podría entrar por la ventana de mi oficina me alegro tanto de siempre dejar las ventanas abiertas. Al llegar empuje la ventana para abrirla, lance mi bolsa y me quite las zapatilla para saltar y subir por esta, sonreí victoriosa para mirar al frente para ver a un hombre que me miraba fijamente y no apartaba su mirada por ningún segundo, terminé de entrar por la ventana y cerré esta.
—Tu no viste nada.
Él me miró serio antes de soltar una risa.
—Nunca pensé que nuestro encuentro volvería a ser de esta manera, sabes quería sorprenderte pero terminé siendo sorprendido yo.
—Si bueno, estaba huyendo de mi jefe.
—¿Por qué?
—Quería tomar una siesta en mi oficina antes de empezar las clases, por otro lado, ¿que haces aquí?
—La última vez que nos vimos en Boston olvidé decirte algo.
Se acercó a mí para atrapar mis labios en un dulce beso, sentir sus grandes alrededor de mi cintura mientras que con la otra sostenía mi cabeza para profundizar el beso.
—Te amo—dijo William al separarnos.
—Yo estoy saliendo con alguien mas.
—¿Que? Yo no... Espera, ¿estas bromeando?
—Claro que si. No pude volver a encontrar a otro chico tan loco como tu que pueda soportarme.
—Eso es un alivio.
—Si, si lo es. Ahora tengo un montón de preguntas, ¿como me encontraste?
—Me gustaría decir que con mucho esfuerzo pero la verdad es que Dave me contacto, dijo que alguien necesita ponerle orden a tu vida tan desordenada así que hice un cambio.
—Oh vaya así que eres chico nuevo, eso es un profundo alivio.
—¿Por qué?
—Yo siempre estoy a cargo de los profesores nuevo—me levante para ir a cerrar la puerta con seguro y cerrar las cortinas de mi oficina, me senté en el escritorio y le di con una sonrisa —. Además recordé que también dejamos algo pendiente en las Vegas, ven te prometo que ya no hay más misterio.
Aquello lo hizo reír mientras se acercaba a mí besarme, debo confesar que lo extrañe cada minuto pero no me permitía a mi misma a llamarle pues no quería que volviera a salir herido, viví con mucho miedo por mucho tiempo sintiéndome incapaz de llamarle no quería ni imaginar que alguien más estaba a su lado, quien diría que alguien tan decidida terminaría siendo ayudada por su pequeño sobrina, creo después de todo valió la pena cumplirle mi promesa a mi hermana porque después de todo tengo a un pequeño adulto a mi lado, hice un buen trabajo en ayudar a crecer al pequeño David Black Steller y me siento orgullosa de ello.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top