Capítulo Extra 4

Dave

Abrí los ojos al escuchar el llanto de uno de los bebés, gire para ver ese espacio vacío a mi lado, solté un largo suspiro pero no tenía tiempo para esto uno de mis hijos clamaba por mi por lo cual me levante para ir hasta la cuna.

—Aimie, ¿que sucede? ¿Tuviste un mal sueño? No te preocupes papá esta aquí —la cargue entre mis brazos para arrullarla y así apaciguar su llanto, tras cesar mire a Ostin quien solo miraba alrededor para luego mirar a Elián quien dormía tranquilamente —Creo que ya se quien me dará problemas.

El pequeño Ostin llevó su dedo a su boca a lo cual reí pues parecía que me entendió muy bien. Dejé a Aimie con cuidado, los mire a los tres y me di la media vuelta para ir a dormir, el llanto de Ostin captó mi atención gire para escuchar a Aimie soltar un grito el cual despertó a Elián quien también comenzó a llorar, lleve mis manos hacia lo rostro un tanto frustrado, esto es difícil. Respire hondo, mire a mis hijos y sonrei, difícil pero no imposible, pero mientras tanto debo concentrarme en hacerlos volver a dormir.

Cuando nuevamente logre dormirlos me fui a recostar pero solté un suspiro de frustración al escuchar la alarma, mire a los bebés quienes seguían durmiendo a lo cual suspiré aliviado, tenía que arreglarme si quería llegar a tiempo sin mencionar que si alguno despierta no tendré tiempo de nada.
Algo tan simple como tomar una ducha era difícil, aunque creo que era más bien mis nervios, es decir mucho silencio a veces era un tanto abrumador tenía que acercarme a ellos y ver si, si respiraban, siempre lo hacían pero aún así era preocupante a veces mucho silencio.
Una vez listo todo, subí con cuidado a cada bebé en sus respectivos asientos, era sencillo el hecho de que Elián fuese muy dormilón y que aunque Ostin estaba despierto solo miraba alrededor por otro lado Aimie ella era un poco más sentimental, no la culpo estoy totalmente seguro que eso viene por parte de mi familia por otro lado Ostin, él es el que más se parece a ella, cerré la puerta del auto para ir a conducir hacia el hospital.
Mire el lugar, realmente detesto este lugar pero era necesario que mis hijos tuvieran su rutina médica, ellos necesitan estar sanos así que solté un largo suspiro y baje del auto, lo primero que hice fue sacar la carreola, baje el bolso con sus cosas para después tomar a uno de los bebes para colocarlos, me alegro tanto haber tomado ese curso de padres primerizos con mi suegra por que de lo contrario habría hecho un completo desastre en el estacionamiento, de acuerdo tres cabezas, estamos todos por lo cual me dirigir hacia la entrada del hospital.
En cuanto cruce la puerta vi desde la lejanía a mi suegra quien se acercó con prontitud para ver a los bebés.

—Mis lindos nietos — se coloco en cuclillas para besarlo sin parar —¿Que tal la noche? Veo que llegaron enteros y eso es un gran logro aunque pareces un zombie.

—Ostin soltó un gran llanto que espanto a sus hermanos, la verdad es que me asusta su inteligencia pues en cuanto sus hermanos empezaron a llorar el dejó de hacerlo, algo me dice que fue a propósito.

—Parece que alguien será tan malvado como su abuela—escuche la voz de mi suegro y reí ante su comentario, mi suegro comenzó a reír para asentir sin parar.

—Me declaro culpable.

—Llevaremos a los bebés a su cita, ¿que tal si descansas un poco?—sugerido mi suegro pero mire a los bebes.

—Yo... —respondí un tanto dudoso y mire a mi suegra quien me sonrió.

—Entiendo esa duda pero si algo te pasa debido al cansancio será peor para ellos... Vamos a cuidar bien de ellos, son nuestros nietos después de todo.

Asentí aun con cierta duda para soltar lentamente la carreola.

—Bueno, ya sabes a dónde ir a descansar, te veremos después de un rato.

Mire a mis suegros alejarse con los bebés, vaya que era más difícil esto, me siento muy nervioso y quise convencerme que era normal después de todo soy padre primerizo pero mis suegros son doctores en caso de una emergencia saben que hacer en especial ya saben cuidar bebés, van a estar bien, respire hondo y comencé a caminar, todo va a estar bien, creo que desde ese día son un completo paranoico. Quise ir a descansar un poco pero al final terminé yendo detrás de mis suegros quienes al verme a su lado solo soltaron una pequeña risa.

—No puedo dejarlos, se que soy muy capaces pero no puedo dejarlos.

—Lo entendemos, vamos entonces todos juntos.

Mi suegra palmeo mi espalda en forma de consuelo para dirigirnos juntos hasta el consultorio. En teoría ellos están muy bien, es decir no podía callarme ni estarme quieto ante cualquier movimiento o mirada que el médico les dedicaba pues pensaba que eran malas noticias pero eran bebés muy saludables, lo cual era bastante confortable de escuchar.

—Y señor Steller, tranquilo —ese fue el consejo que me dio el doctor antes de salir del consultorio, de alguna forma quería golpearlo.

—Algunos doctores olvidan su humanidad después de un tiempo—mencionó lo suegro mientras nos poníamos en marcha.

—Si no fuese porque no es muy "ético" que un doctor trate a sus familiares yo misma les haría su chequeo a mis lindos trillizos... Pero quitando toda la amargura, ¿no es genial que esté bien?

—Si.

—Ahora tras pasar este susto contigo y mantener tus nervios bajo control sigue el siguiente reto —mencionó mi suegra en cuanto abrió la puerta.

—¿Como se encuentran? ¿Muestran síntomas de resfrío? ¿Tos? ¿Alergias? ¿Salpullido? ¿Vómitos? ¿Náuseas?

—Si, ustedes dos son tal para cuál, nunca pensé que mi hija sería una madre primeriza tan nerviosa—se burló mi suegra.

—Están en excelentes condiciones —respondió mi suegro tranquilizado a Carryn quien desde su lugar trataba de ver a los bebés.

—¿Han comido? Los mejores nutrientes provienen de la lactancia y se que es recomendable el uso de fórmula especial de leche debido a que son tres...

—Cariño, no olvides respirar —la interrumpió su madre al notar que seguiría hablando, no pude evitar soltar un pequeña risa, tomé a Elián entre mis brazos pues aunque el fuese un completo dormilón le gustaba comer a todas horas, se lo acerque y ella lo cargo de inmediato para darle de amamantar, mire a Carryn y bese sus labios.

—Él siempre tiene un hambre feroz, en cuanto a Aimie, extraño mucho a su madre por la noche—dije para cargarla también entre mis brazos y acercarla a ella.

—Aunque ellos fueron dada de alta los doctores mencionaron que no había problemas con dejarlos conmigo hasta que me den de alta, aunque entiendo el terror a las enfermedades que pueden contraer en este lugar, es una buena medida el hogar pero...

—Yo también estuve muy ansioso—confesé.

—Totalmente tal para cual —mencionó mi suegro.

—Les daremos como solo cinco minutos, después vendremos por nuestros nietos, Dave, mi yerno en serio te ves horrible.

Mis suegros salieron y yo solo reí mientras tomaba a Ostin entre mis brazos para tomar asiento al lado de mi familia, ese día cuando sentí que perdía a Carryn realmente tuve un terrible susto pero cuando oí el llanto de mis hijos solo pude concentrarme en ellos pensé que si no iban a tener una madre si debían a tener un padre así que trate de concentrarme en eso hasta que me dieran esa noticia pero eso nunca ocurrió, solo se que pude llorar cuando me dijeron que ella estaba con vida.
En cuanto despertó fui a verla y entonces ella me contó que había tenido algo a lo que denominó como un evento sin explicación, un recuerdo borroso de estar en un lugar desconocido y de ver a tres personas que le animaron a volver, que aún no era el momento, después de un momento de silencio mencionó que aunque no cree en algo después de la muerte ni en los milagros aquello lo denominó como uno pues estaba segura que esas personas eran mis padres en cuanto a mi solo pude llorar pues ellos seguían cuidando de mi, solo pensé en lo afortunado que era como persona y realmente lo creí, ese hecho de que fueron ellos y lo agradecí infinitamente.

—Te amo.

Carryn me miró no dijo nada solo observó a nuestro hijos para volver a verme y cerrar los ojos por lo cual me acerque para besarla.

—Te amo—respondió tras separarnos. Escuché un pequeño quejido por parte de Ostin y no pude evitar reír para besar su cabeza.

—Papá y mamá también te aman a ti, a ti también —bese a Aimie—por supuesto que a ti también —bese la cabeza de Elián.

—Se que hemos conversado mucho acerca de la crianza pero, ¿realmente crees que hagamos un buen trabajo?

—Esta bien equivocarse en el camino, no hay padres perfectos.

—¿Crees que seré una buena madre? No soy buena mostrando afecto, y si, ¿ellos llegan a pensar que no los amo? Tal vez debería cambiar.

—Estuviste dispuesta a dar tu vida por ellos, ya demostraste ser una buena madre además no hace falta que cambies nada si, son nuestros hijos y veras que ellos mismos se darán cuenta de cuanto lo amas.

— Espero que tu afirmación sea correcta.

—Lo es, ya verás que si.

⭐⭐⭐

Escuchar el llanto de mi hija captó mi atención abrí la puerta para verla hecha un mar de lágrimas, me abrazo la pierna y entonces levante la mirada para ver a Carryn, tenía unas tijeras entre manos y un gran mechón de su cabello.

—¿Que sucedió? —pregunté tomando a Aimie entre brazos.

—Mamá dijo que no tijeras y Aimie tomar tijeras—explicó Ostin para con sus dedos imitar el cortar de unas tijeras.

—Recuerdo haber explicado claramente el riesgo que conlleva el tomar estos utensilios sin supervición y ella aun así las tomo.

—Carryn, solo tiene cuatro años.

—Elián, ¿se debe tomar las tijeras?

—No—respondió para volver a tomar su leche para marcharse.

—¿Que opinas de este objeto, Ostin?

—Mamá dijo no, peligroso.

—Ostin y Elián lo comprenden, ¿por qué no habría de entenderlo Aimie? —interrogó y sentí como ella se aferro a mí cuello.

—Cariño,no todos los niños tienen un grado de comprensión igual, para Aimie es más difícil de entender,no es como sus hermanos así que, no te enojes con ella.

—Comprendo. Cambiare de lugar las tijeras.

La vi marcharse y detrás de ella fue Ostin, me senté en la cama para colocar a Aimie sobre mis piernas, ella seguía llorando pero esta vez de una manera más tranquila.

—Muy bien, princesa, ¿podrías decirle a papá por que tomaste las tijeras?

Ella hizo un puchero, limpio sus lágrimas.

—Papá no se va a enojar, solo quiere saber¿por qué lo hiciste?

—Solo quería hacer lo mismo que Ostin... Mamá, lo felicito porque corto papel con ella.

—Si pero las tijeras de Ostin son más pequeñas además tu madre lo vigilaba, sabes que no tienes que tomar las tijeras grandes.

—Pero también quería ayudar... Mi mami no me quiere como a mis hermanos.

—¿Que te hace pensar eso?

—Ella no me felicita como a Ostin, y él también tenía unas tijeras—dijo entre llanto.

—¿Y por eso crees que no te quiere? —quise reírme pero no quería que mi hija pensara que me estaba burlando de ella—Alguna vez, ¿has entrado al estudio de mamá?

Ella negó y yo la tomé entre mis brazos para llevarla, al entrar encendí la luz y la dejé en  el suelo para abrí uno de los cajones y tomar una carpeta con su nombre y abrirla.

—Son mis dibujos —mencionó emocionada.

—Si, mamá los guarda todo. Ella cree que eres muy talentosa, incluso ya piensa en una universidad.

—¿Que es universidad?

—Bueno es una escuela a la que entraras cuando seas mayor.

—¿Es importante?

—Lo será.

—¿Que es eso? —ella con dificultad estiró su mano para alcanzar unos pequeños guantes tejidos.

—Tu mamá los hizo para ti cuando eras bebé... Sabes Aimie, mamá te quiere mucho y la razón por la que te regaño fue porque estaba preocupada de que te hicieras daño, entiendo que quieras hacer lo mismo que tu hermano pero antes de hacerlo pide ayuda a mamá, sabes ella de pone feliz cuando le pides algo.

—Entonces, ¿mamá me ama?

—Te ama mucho,no hay ninguna duda de ello.

—Pero, yo corte su cabello.

—Estoy seguro que eso no es importante, cuando vino a mi parecía más preocupada porque tu tomaste algo peligroso... Ella piensa más en ti, así que dime, ¿que crees que debamos hacer?

—Pedir perdón.

—Esa es mi niña—bese su cabeza para tomarla entere mis brazos para llevarla hasta la cocina, Carryn estaba cerrado un cajón con llave, me miró pero luego miro a Aimie quien empezó a jugar con mi corbata —. Bueno cariño, Aimie, tiene que decirte algo, ¿verdad princesa?

Ella le miró con atención, escuché como Aimie empezó a llorar.

—Perdón... No quería cortar tu cabello, es que yo quería hacer lo de Ostin, también quería una felicitación.

Carryn me miró, luego a nuestra hija sabia que estaba nerviosa pues no sabía que decirle, por lo cual le extendí a Aimie y ella la tomó entre sus brazos.

—Es irrelevante mi cabello por otro lado si te lastimas con un objeto mientras estas a mi cuidado habría estado muy preocupada—limpio las lágrimas de Aimie—eres mi hija y mi deber es ver que te encuentres a salvo... Yo me enoje por esa posibilidad de peligro, es doloroso pensar en la opción de verte lastimada.

Mi hija comenzó a llorar más para abrazarse al cuello de mi esposa, la vi a ella nerviosa pero yo solo reí mientras le indicaba que le diera un par de palmadas lo cual hizo.

—Mamá, papá —gire para ver a Elián quien se dejó de beber su jugo por un momento —Ostin, se corto el dedo.

—¡¿Que!? —gritamos ambos alterados, gire a ver a mi hijo quien hacía un puchero queriendo evitar llorar por haberse cortado el dedo, tomé una toalla servilleta de la cocina para colocarlo en su herida.

—Al hospital, ahora—indique tomando a Ostin y Elián entre manos para ir corriendo a la puerta.

—Pero, mamá es doctor—dijo Elián a lo cual me detuve para regresar de nuevo a la casa y sacar el boutique de primeros auxilios, tomé a Aimie entre mis manos para que Carryn pudiera verlo. Note como Ostin giro a verme y sonrió para sacar la lengua pero ese gesto no era para mí si no más bien para su hermana quien comenzó a llorar.

—Papi, Ostin es malo.

—Diablillo, dice la abuela—dijo Elián antes de volver a tomar su jugo.

Mire a mi hijo quien se recargo en los brazos de su madre, vaya, nunca pensé tener tanto miedo, celos y sorpresa por uno de mis hijos, en verdad que es un diablillo, algo me dice que no a cambiado su hábito de hacer las cosas a propósito desde que es un bebé, simplemente le gusta hacer llorar a sus hermanos....

La paternidad en verdad es difícil.

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