Capítulo 20

Talina

—Quiero un premio y una recompensa— exprese al tomar asiento, mi hermana y Eliam me miraron desconcertados— El premio es por haberles hecho ver par de patosos que siempre han sido el uno para el otro y la recompensa sera por haber hecho la intimidad a un horario recurrente en casa y por haber traumado mi mente jovial.

Explique con tranquila sin perder de vista ningún gesto de vergüenza y asombro por parte de ambos.

—Además creo que ahora William tiene una nueva visión sobre ustedes.

—Ya basta— me riño mi hermana con el rostro todo teñido por la vergüenza.

—Mami, Mami— Dave llamó mi hermana tomando su lugar de siempre— Ayer tuve una conversión de hombre a hombre con William.

—¿Así?, ¿y de que hablaron?— pregunto con cierta gracia mi hermana mientras servía su desayuno.

—Sobre su vínculo idilio con mi tia, sus razonamientos me parecen muy lógicos. Creo que William es el tipo perfecto para Talina.

—¿Por que piensas eso?— pregunto Eliam prestando total atención al pequeño.

—Él es normal y creo que eso le vendría bien a mi tía.

Mi hermana escupió su lácteo a medio ingerir, para después reír en voz baja, Eliam por su parte si soltó una gran carcajada.

—Tu pequeño a veces haces que te deteste— exprese mientras lo apuntaba con el tenedor, el sonrió con inocencia.Simplemente no podía evitar sentir ternura en realidad este niño había sido hasta ahora lo mejor de mi vida.
De un salto bajo de su silla en cuanto el sonido del timbre se hizo presente, mientras tanto seguí con mi desayuno tratando de ignorar el notable coqueteo entre mi hermana y Eliam.

—Hemos llegado—la voz de Anne se hizo presente, la saludé con un asentimiento de cabeza al tener la boca ocupada con mi desayuno, detrás de ella Dave y William la seguían.

—Buenos días Señor Steller, señorita Aimee— saludo amablemente William al estar cerca.

—Después de lo que paso ayer yo no sería tan educado, vamos siéntete libre y toma asiento— sentí como mi hermana me pateo por debajo de la mesa por mi comentario, la mire de mala gana mientras recorría la silla para que William se sentará a mi lado—Sólo decía la verdad.

—Talina ya hablamos sobre esto anoche.

Me recordó mi novio, al parecer ciertas verdades eran incómodas y estaba conciente de ello, pero la verdad es que necesitaba venganza, aquel sonido tan placentero de mi hermana no fue nada placentero para mi, aún tenía malos recuerdos, sin embargo le había prometido a William hacer un intento de evitar cualquier comentario o al menos en presencia de ellos.

—Esta bien—respondi de mala gana— Ahora mismo sólo deja terminó mi desayuno y nos vamos.

—Incluso la enseña a ser educada, es como si estuviese entrenando a una mascota— solte mi tenedor indignada por el comentario de Dave, bufe con molestia antes de pasar mis manos sobre mi rostro cansado.

—Saben que, sólo iré a lavarme los dientes. Ustedes son peor que la picason por la lepra.

Subí escalones molesta mientras detrás de mi oia las carcajadas de mi familia y también me reiria si tan sólo el comentario no hubiese sido dirigido hacia mi persona.

—¿Estas lista?— pregunto William desde la puerta, salí del baño y negué con la cabeza.

—No del todo, vamos pasa y toma asiento a mi humilde cueva de soledad.

William río mientras entraba se sentó en la cama al ser el único lugar cerca, note como con su mirada me seguía en cada movimiento.

—Lose, soy hermosa— contesté de manera arrogante y el tan sólo río.

—Sólo pensaba en lo hermosa que estás hoy, incluso molesta.

—Oh joven William usted si que sabe como conquistar a las mujeres— me burle mientras me sentaba a su lado—Yo opino que mejor me bese en vez de darme tantos alagos, que una acción no vale más que mil palabras.

La manera en la que curvaba sus labios para formar una sonrisa era lo que más me encantaba, ese único oyuelo en su mejilla izquierda era algo digno de admirar.
Recargo su frente sobre la mía el silencio entre nosotros era tan perfecto, me encantaba la manera en la que el ambiente se formaba sin ninguna complicacion, se acercó a mi rosando su nariz con la mía en busca de una posición cómoda para el beso y al encontrarla ambos cerramos los ojos.

—¡Es hora de irnos!— gritó Dave mientras abría la puerta de un azote.

Grite de frustración por haber interrumpido lo que pudo haber sido uno de los besos malditamente más románticos y especiales que pude haber tenido con mi novio, tome un cojín y se lo lanze.

—¡Hijo de tu madre y padre!.

—Vamos Talina luego comparten saliva, ahora tenemos que ir a la escuela—con esto Dave se marchó.

—¿Desde cuando un niño de siete años dice comentarios como esos?.

—Desde que tiene a Talina Smith como tía —me levanté de la cama resignada y tome mis cosas—Vámonos de una vez no quiero volver a oír a esa criatura por lo menos dentro de 6 horas.

🔅🔅🔅

—Deberías conseguirte un nuevo violín— Julián me miro de pies a cabeza—los recitales serán pronto y no podrás seguir usando el violín de la escuela.

—¿Por que?, nadie notará la ausencia.

—Talina.

—Julián.

—Sólo consigue otro violín para el recital.

Después de tal llamado de atención mi mente comenzó a divagar, en verdad extrañaba ese violín.

—¿Por que tan triste?— sentí como William me abrazo por detras, recargo su barbilla en mi cabeza y espero paciente a mi respuesta.

—Necesito un violín para el recital que se hará para la graduación de este año.

—¿Y cuál es el problema?, ¿quieres un violín? Yo te lo compro.

—El problema no es sobre si comprar o no un violin, yo quiero mi antiguo violín.

Tal vez todo esto era un simple berrinche pero en verdad deseaba ese violín.

—Ese violín era especial por que para ti era el único recuerdo de tu familia. Pero tu familia ahora está junta de nuevo, ¿cuál es el problema entonces?.

—¿Como sabes eso?— pregunte curiosa.

—Siempre te he prestado atención— respondió antes de colocar un beso en mi cabeza.

—Aww me produces diabetes—la risa de William me hizo sonreír— Sabes aún así quiero ese violin, fue el primer regalo que le extercione a Eliam.

—Pensé que te lo había dado de corazón.

—Oh cierto—mencioné con cierta gracia mientras cerraba mi casillero.—Que tal si me llevas a casa por mi violín y veremos si podemos hacer algo con él.

—¿Ahora mismo?

—Ahora mismo.

—¿Que tal si tenemos una cita antes?

—Oh que tal después— dije alejandome de él para mejor tomar su mano—Ahora que lo pienso no e visto por ningún lado a la otra pareja de tortolos.

—Creo que dieron un viaje por la ruta del amor.

—Se escondieron para besuquearse.

—Si.

—Ah, ¿qué tiene de malo hacerlo en público?.

—Es incómodo para los demás.

—¿Y?

William negó mientras reía a carcajadas, creo que era todo un deleite de chistes para él.

—¿Están vestidos?—Grite mientras entraba a casa, oi la enorme carcajada de Anne.

—Talina ya basta—mi hermana me miro de mala gana y tan tan sólo le enseñe mi linda lengua.

—Hablaba enserio cuando dije sobre pedir un psicólogo— aclare mientras subía las escaleras, entre a mi habitación y tome el estuche del violín.

—¿A donde irán?— pregunto Eliam mientras me miraba.

—Iré a ver si pueden hacer algo con mi triste violín.

—Eso me recuerda algo, espera un momento— Eliam desapareció unos segundos oi como abrió y cerró una puerta para después aparecer con un estuche nuevo de un violín—Creo que es el mismo violín.

Comentó y abrió el estuche para mostrar un hermoso violín blanco de rosas azules. Sol te un grito al cielo con emoción mientras me acercaba dando brinquitos.

—No es el mismo, nisiquiera se acerca— dije mirandolo con una sonrisa vi como su sonrisa se borro de inmediato causándole cierta gracia—Pero aún así me encanta, es en verdad hermoso—me acerqué para abrazarlo aunque parecía más una extrangulacion— Gracias papá—cuando fui conciente de mis palabras sentí como mis mejillas se tinieron de rojo solte lentamente a Eliam, fingi toser y tome el violín—Gracias Eliam Stellers.

Me correji después de la incomodidad, retrocedi unos cuantos pasos aún apena, pero la sonrisa de Eliam me tranquilizó, el me volvió a abrazar y ya tan sólo sentí aquella necesidad de llorar de felicidad.

—Lo que sea por mi hija— respondió causando en mi varias lágrimas.—Digo mi niña Shakespeare.

—Yo tengo que ir a ensayar, gracias por el violín— abracé el estuche como si de eso dependiera mi vida y salí de casa junto con William.

—Te vez tan adorable cuando estás apenada.

—Oh Callate.

—Sólo digo la verdad.

Mire de mala gana a William pero el tan sólo sonreia, tomó mis mejillas entre sus manos y me beso.

—Desde la mañana necesitaba hacerlo.- susurro sobre mis labios.

—¿Y que esperabas?— pregunte volviendo a cerrar los ojos en señal para que volviera a besarme.

—No beses a mi hija enfrente de la puerta de mi casa— Eliam nos sobresalto a ambos.

—No te creas demaciado, sólo se me salió— argumente tomando nuevamente la mano de William para alejarnos lentamente— Por eso no digo nada, todo se te sube a la cabeza Stellers.

Ambos chico a negaron con la cabeza mientras nos alejamos, después perdernos entre el jardín de enfrente le robe un beso a William.

—Vayamos a una cita y luego a escondernos para besuquearnos. Ahora se que es más para comodidad de uno que por consideración para las personas.

—Simplemente no puedes mantener los comentarios innecesarios dentro de ti— sino con cierta gracias William mientras subía al auto.

—¿Apoco tu no quieres? Yo se que si. No puedes negarmelo.

—Y no lo haré.

—Vez ningún comentario es innecesario, por algo estamos donde estamos.

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