Masón

Es una chica con una pasado muy dificil, así que cuidala bien.

Esas fueron las últimas palabras de mi abuela antes de marcharme aquella tarde de aquel hogar que me era todo un enigma.
Terminé de guardar todos mis libros y me acomode mi mochila cerré mi casillero y observe la pequeña figura de Talina recargada en el casillero de alado.

—¿Cuánto tiempo llevas ahí?

—No mucho—respondió con simpleza, vaya que está chica era silenciosa— Necesito que me ayudes.

—¿Estas hablando conmigo?—pregunte incredulo, es decir Talina Smith era un enigma andante donde lo último que buscaba era la solución o ayuda para ella misma.

—Por supuesto. Se que parece una situación confusa, extraña y incluso improbable, pero en verdad necesito tu ayuda.

—Esta bien, ¿que necesitas?.

—Que me invites a una cita.

Juro que si hubiese tenido algo entre mis manos hubiese caído al suelo produciendo un gran estruendo, creo que incluso pude haber hecho un escupitajo con mi propia saliva.

—Creo que te escuché mal. ¿Puedes repetirlo?.

—Escuchaste bien— respondió mientras se acomodada la mochila, al parecer noto la incredulidad de mi rostro—La única persona que me puede dar la respuesta a todo lo que me tiene agobiada es una vieja amiga de mi hermana y Eliam, el problema, ninguno de los dos quieren que me reúnan con ella. Ahora Eliam está acargo de mi temporalmente porque lo que si salgo de casa sin explicación alguna, se que me seguira o peor aún mandará al tonto de su asistente Brad, sin embargo si piensa que es una cita con el nieto favorito de Anne se que me dara todo el espacio del mundo y respetará mi privacidad.

—En pocas palabras sólo me quieres para cubrir tu engaño.

—Sólo quiero que me digas que si o no.

No me gustaba la idea de ser utilizado o parte de sus engaños, sin embargo sabía que si Talina no encontraba la ayuda en mi lo haría con cualquier otro tipo y no me agradaba la idea de que un chico desconocido estuviese cerca de ella, además por lo poco que la conocía sabía que de alguna forma u otra no pararía hasta lograr su objetivo pero algo me decía que eso solamente eran problemas como un resultado de sus actos. Además si me abuela se enterara que me pidió ayuda y yo me negue, seré hombre muerto.

—Lo haré, pero con una condición.

—¿Que condición?.

—Te lo haré saber después de la cita.

Note como Talina se mordió el labio como signo de frustracion, parecía estarlo conciderandolo, me miro directamente a los ojos y vi como sus labios se cargaron formando una bella sonrisa que lamentablemente duro unos cuantos segundos.

—Esta bien. Pasa por mi a las cinco— con esto ella se dio la vuelta y no pude evitar sonreír por mi logro, puede que sea una cita falsa pero me aseguraría de tener una de verdad después.

—¿Tienen una cita?—la voz de Charles hizo que girará sobre mi, yo volví a mirar hacia donde Talina se había marchado, me encogi de hombros como respuesta y lo vi sonreír.- Emily echará un grito al cielo por la felicidad.

—Prefiero que esto sea un secreto.

—Amigo comportate— me advirtió.

—¿Que?, no, no. Yo jamás le haría algo a Talina. La razón por la quiero que sea un secreto es porque apenas me estoy ganando su confianza. Esto sólo será una salida entre amigos.

—Realmente te gustan los retos—dijo referente a Talina y vaya que era un gran reto— Emily realmente le preocupa, a pesar de que son amigas ella suele ser muy reservaba, Emily siente que puede ser algo más por ella que simplemente Talina bueno es, ya sabes ella.

—Lose.

—Así que, si puedes hacer algo más por ella, en verdad te lo agradecería mucho.

—Veo que pones la felicidad de tu novia sobre todo.

—Así es cuando alguien en verdad te gusta mucho, algún día lo entenderás.

Eso dijo Charles como un consejo para el futuro pero la verdad, es que ya lo entendía.

Me mire en el espejo, no podía creer que me estuviese preocupando mucho por mi apariencias.

—Llevas enfrente del espejo por más de una hora, quiero que traigas a la chica a la casa a comer algún día—la enorme sonrisa de mi madre me dio un escalofrío.

—Sólo es una amiga.

—Lo mismo decía yo de tu madre—mi padre hizo una aparición como apoyo para con mi madre.

—¿ Y es bonita?— pregunto John mi hermano el más pequeño.

—Debe ser bonita— aseguró mi hermana Judith.

—Yo diría que más que bonita para tener así a Masón—ronroneo mi hermana mayor, Susanna.

—Estoy de acuerdo contigo— continuó mi otra hermana Anne.

—Insisto de gemelos— gritaron mis hermanos mayores, Hamnet y Marty al mismo tiempo quienes también se colocaron en la entrada de mi habitación.

—Ya basta, además que hacen todos aquí. Denme espacio tengo que salir.

—Puedo llevarte—oi decir a mi madre y hermanas.

—Prefiero ir a pie—dije tomando sus cosas.

—No olvides invitarla algún día a casa—oi que gritó mi madre mientras salía de casa, como si eso fuese pasar, sabía que si terminaba haciendo eso Talina ahora si se alejaría para siempre y esta vez no la culparia.

Cuando llegue a casa del señor Steller toque el timbre, pensaba mentalizarme para recibir a mi abuela y sus apretones de mejillas, pero en vez de eso, fue el señor Steller quien me abrió la puerta, vestía de traje, su rostro estaba completamente serio y su mano no se había despegado de la perilla de la puerta, era obvio que no me queria aqui, vi una pequeña silueta y baje mi vista para observar a Dave cruzado de brazos.

—Buenas tardes— saludé.

—Nunca me agradaste— comentó el pequeño Dave —sabía desde el principio que querías tener un idilio con mi tía.

¿Qué demonios era idilio?

—Claro que no— negué de inmediato aunque no sabía muy bien a lo que se refería— ahora mismo tu tía se siente algo, frustrada por la situación y creo que le vendría bien un amigo.

—Dave que tal si traes a Talina—ordenó amablemente el señor Stellers, antes de marcharse Dave me miro acusadoramente— ¿Qué tanto sabes sobre nuestra situación?.

Fue al punto el señor Stellers, vaya esto sí que me producía muchos nervios.

—Eres el padre biológico de Dave— respondí seguro pero con algo de temor por su reacción.

—Te miro y se que te gusta Talina, por lo que te das la idea que ella hará cualquier tontería hasta lograr su cometido y por eso no quieres dejarle sola. Cuidala bien Masón, no creas porque eres el nieto de Anne tienes un trato especial.

Había empezado bien pero con lo último ahora me sentía amenazado.

—Deja de actuar como un padre celoso tan sólo para intimidar a Masón— Talina se abrio espacio entre el señor Stellers para salir—no me esperes despierto llegaré tarde.

El señor Steller me miro haciéndome sentir aún más nervioso.

—La traeré temprano a casa—declare y el señor Stellers asintió con aprobación.

—Tu eres un controlador— dijo Talina mirando al señor Stellers—y tu una gallina— dijo mirandome ahora a mi— sólo vámonos de una vez.

—¿ Y a donde vamos?—le pregunte mientras subiamos a mi coche.

—Tu sólo sigue mis instrucciones.

Después de un largo recorrido con malas indicaciones por cierto por parte de Talina, por que al parecer cuando decía a la izquierda se refería a la otro izquiera que en realidad era mi derecha, creo que alguien tenía mal sentido de la orientación, irónico para alguien que puede resitarme 3 volumes completos sobre la historia de la literatura clasica mientras me resuelta un problema de cálculo avanzado.
Terminamos llegando a un hotel muy elegante, nos dirigimos al restaurante de este, miraba con atención como Talina miraba alrededor, por los nervios que me había provocado el señor Stellers no la había visto perfectamente, su herida ya había dañado y apenas y se notaba la pequeña cicatriz, tenía un vestido amarillo con vuelo en la falda, unos zapatos y su cabello estaba trenzado de lado, en pocas palabras tenía una imagen muy linda de Talina.

—Ahí está— dijo encaminadose a una mesa fui detrás de ella y observe a una mujer rubia quien leía el menú tranquilamente, note que cuando miro a Talina su mirada se iluminó por completo.

—Mírate que grande estás sin mencionar hermosa—la abrazo con algo de fuerza y luego me miro brevemente a mi, pero no hizo ningún comentario solamente se sentó nuevamente en su lugar— Bien iré directamente al punto.

Comentó mientras nosotros tomábamos asiento.

—Deja de tomar partido y deja que ambos arreglen las cosas.

—¿Que?— pregunto incrédula Talina, por su reacción sabía que no era lo que esperaba.—Acaso sí fuiste a ver a mi hermana o sabes como está Eliam.

—Si fui a ver a tu hermana y déjame decirte que mañana la llevaré a ver un psicologo, esta peor de lo que pensaba por lo de Austin, creo tu...

—Esto no es por Austin— la interrumpió Talina— Esto es por Eliam.

—Talina, entiendo que fue difícil para ti pero...

—No— volvió a interrumpir—Cada aniversario de mi hermana y Eliam, ella iba y tomaba hasta quedarse ebrio, Austin y yo pensábamos que era porque quería olvidarlo, en verdad pensaba dejar aquello en el pasado. Pero entonces un día la oí, baje a la cocina por un vaso de agua pero pensé regresar de inmediato cuando vi a Austin besando a mi hermana, sentí que lo último que necesitaba era ver como le hacían un hermano a Dave a media cocina, pero cuando estaba a punto de marcharme la oi decirlo fuerte y claro, ella dijo Te amo Eliam Stellers y entonces volvió a besar a Austin y eso pasaba cada aniversario. Dices que yo soy la encaprichado y puede que sea cierto, pero al menos no me niego en aceptarlo y Aimee si, no quiere aceptar que sigue amando a Eliam y no me cabe en la cabeza por que tanto el miedo.

—Talina esto no se puede resolver con sólo una persona— note como la mujer me miro dudosa por lo que iba a mencionar pero después de unos segundos continuo—No sólo tu hermana batalla con esto, también Eliam se siente culpable por lo sucedido, el no quiere volver a lastimarla.

—Pero lo hace, ambos se están haciendo daño. El idiota de Eliam no quiere acercarse y la estúpida de mi hermana no quiere acercarse, ¿por que?, por un estúpido miedo de hacerse daño mutuo cuando en realidad ya se están haciendo daño. Eliam no deja de tomar medicamento para poder dormir y mi hermana quiere terminar siendo una maldita alcohólica como lo fue papá.

—Eso no cambia el hecho de que no debes involucrarte. Tarde o temprano ambos algún día tendrá que superarlo.

—Creo que siete años para superarlo ya es suficiente tiempo—Talina se levantó de la mesa totalmente molesta— pensé que serías de ayuda pero ahora veo que solo desperdicia mi tiempo.

—Es una mujer terca— mencionó la mujer una vez que Talina se marchó— tendrás que hacer mucho más que estar a su lado. Ahora ve tras ella antes que haga algo tonto.

Me levanté de inmediato de mi lugar y corrí en busca de Talina, la observe afuera recargada sobre su espalda contra la puerta de mi auto.

—Lamentó todo—se disculpó una vez que me acerqué a ella.

—No tienes porque disculparte.

—Todo fue un desperdicio de tiempo.

—Yo no lo creo. Ahora mismo entiendo un poco más como piensas, quieres a tu familia unida otra vez y esta bien, después de todo nadie quiere una familia separada.

Ella me dio una media sonrisa y me miro.

—La verdad ya nisiquiera estoy segura de esto, tal vez tenga razón, no debería estar involucrandome.

—Talina recuerdas que te dije que haría esto con una condición.

—Lo recuerdo a la perfección.

—Bien, ahora mismo te diré mi condición— tome su mano con algo de duda y ella me miro con atención — Quiero que me dejas estar contigo a tu lado como un buen amigo.

—Creo que pides mucho por tan poco.

—A mi me parece justo. Quiero ayudarte en todo lo que necesites, quiero estar a tu lado, como un amigo por supuesto.

Ella sonrió vi como contuvo el reír a carcajadas por mi nerviosismo, apretó mi mano mientras seguía mirandome con esa sonrisa, podía notar como sus ojos se entrecerraban un poco mientras sonreia, era totalmente adorable.

—De acuerdo, además no es como si tuviese alguna otra opción.

—A veces eres cruel con tus palabras.

—Gracias, hace mucho que no recibo un alago.

—Si voy a ayudarte, necesitaremos un plan.

—Creo que bastaría con encerrarlos a ambos en una habitación con algo de vino, créeme eso siempre les funcionaba para la reconciliación.

—No estoy muy seguro de haber querido saber eso.

—Como crees que me siento yo de estar consciente de eso a mis doce años de edad.

No pude evitar reir, ahora entendía porque hablaba sin pudor alguno.

—Y hablando enserio, necesitaremos un buen plan—sentí como Talina apretó el agarre de mi mano.

—Creo tener el plan perfecto—dijo con una enorme sonrisa dándome a entender que en realidad ambos estaríamos en muchos problemas por esto. Pero sabía que serian problemas que valdrían la pena.