Capítulo 3: Dioses.. por favor.. devuélveme a mí hijo

Narra autora

Cinco años han pasado, Frank aún busca a su hijo, tal vez ya un poco más desgastado, más delgado, más cansado.. más destruido.. pero aún busca a Titanicus

Aún no ha perdido la esperanza.. todos se han ido.. bueno, no todos, aún tiene a sus amigos más cercanos con el, ellos no lo han abandonado como los otros.. siguen a su lado, cuidándolo, consolando lo

Frank lo agradece, realmente lo agradece, ama a sus amigos y ellos han demostrado amarlo a pesar de todo, sin embargo, Staxx ya está harto de todo, quiere que su hijo vuelva, lo quiere de regreso.. pero no puede encontrarlo.. por mas que busca y busca nunca a podido dar con su ubicación.

Frank se encuentra perdido.. ya no sabe que rumbo tomar.. literalmente dio vuelta todo Karmaland para encontrar a su hijo y hasta ahora, después de cinco largos años aún no ha sido capaz de encontrarlo.. ni siquiera ha podido hallar una sola pista del paradero de su hijo

Será que está destinado a vivir en un eterno sufrimiento y remordimiento por no haber sido capaz de proteger y cuidar a su pequeño Titanicus?

Frank quiere llorar.. pero sus lágrimas se secaron hace tiempo.. quiere gritar.. pero ya no tiene más gritos que dar.. quiere morirse.. pero no puede hacerlo..

-..Dioses.. - susurro con la voz desgastada y ronca - por favor.. por favor.. devuélveme a mí hijo.. - suplico con la cara enterrada en sus manos

Nadie respondió...

Solo había un horrible silencio...

Frank realmente quería gritar y gritar para sacar toda su rabia y dolor.. el quería..

- ¿Papá?

Frank levanto de golpe su cabeza escuchándose un crujido doloroso salir de su cuello. Su hijo.. su bebé estaba frente a sus ojos mirándolo preocupado y con lágrimas en sus bonitos ojos verdes

- Ti.. ¡Titanicus! - grito con la voz sonando adolorida por lo irritada que estaba su garganta

Frank corrió a tropezones y casi con miedo y desesperación abrazo con fuerza el pequeño cuerpo de su niño.

Por unos segundos Staxx se quedó en blanco, demasiado incrédulo como para aceptar al instante que su pequeño y adorado hijo estaba en sus brazos..

Titanicus... ¡Su hijo!

¡Su hijo estaba con el por fin!

Sentirlo en sus brazos después de esos horribles y solitarios cinco años fue tan gratificante y renovador.. lagrimas frescas y abundantes salieron de los cansados ojos de Frank

Todo se redujo a ambos llorando y sollozando "papá" y "Titanicus" era lo único que se lograba entender de los balbuceos, gritos y sollozos que salían de ellos dos

¿Un final feliz? Yo diría que más bien esto fue un final agridulce, pero bueno al final de todo

Fin

Saben, he estado publicando historias finalizadas o en curso como si estuviera a punto de morir si no lo hiciera.. como que.. no se.. me agarró el bichito de querer publicar y hacer más historias.. aunque estará la tenía desde hace un tiempo, solo que me olvidé de publicarla, ja.

En fin, espero que les haya gustado ;)