Casa de Hades...

Mientras las tres mujeres caminaban buscando la salido desconcertadas por todo lo que estaba pasando.

—Recuerdo, haberte visto en algún lado — dijo Serena mirando a Saori — tu eres la heredera de una de las fortunas más grandes de Japón — recordando que la había visto en una revista de variedades.

—Si Serenity — la llama por su nombre real caminando juntas.

—Y Tu eres Sailor Moon — dijo Milk, recordando que hacía unos años, mientras que buscaban las esferas del Dragon — tu salvaste al mundo algunos años atrás.

—Si señora — contesto Serena.

—Aun me parece increíble todo esto —, susurro Chi –Chi.

—Ni me lo digas —, Serena aparento poca importancia a ese asunto, pero la verdad es que le dolía que su pasado la siguiera de nuevo—, desde los catorce años ser Sailor Moon, no es muy maravilloso que digamos —. Pensó en Darién y sus amigas y exclamó más comprometida en ese embrollo — lo único bueno que me ha dejado esto, es conocer el verdadero significado del amor y la amistad —, frunciendo el ceño con decisión.

Saori hace anotaciones mentales.

"Ella comenzó demasiado joven, pobre niña"

Torre del maestro Karin...

Darién, Seiya y Goku, se tele trasportaron juntos a las puertas del inframundo con ayuda de la constelación del Pegaso, mientras las chicas junto a Dende, los Son y los caballeros de la Armadura de Bronce fueron a la torre del Maestro Karin.

—¿Debemos subir hasta arriba? — hablo Sailor Venus, haciendo una cara cómica de cansancio.

—Sí, señorita — prosiguió Dende — nos están esperando.

—Vamos Mina — dijo Lita — llegaremos en un par de pasos.

—Si — todas las chicas dieron ese afirmativo.

—Yo iré a informar a Karin —, dijo el Namekú — con permiso.

—Propio —, respondiendo en unisonó de verdad respetuoso.

Antes de subir por la torre del Maestro Karin.

Bushi Star Healer habla con Sailor Venus, mientras Shun de Andrómeda, estaba pendiente de lo que hace la diosa del amor

—Venus — ella gira, su cabellera rubia, le hace perder la razón —cuídate mucho —

—Tranquilo, que Sailor Venus, se sabe cuidar sola — guiña su ojo derecho.

¿Cómo las Sailor Star están en la tierra?

Bueno cuando los Kou regresaron a su planeta de origen, con su respectiva princesa, volviendo de esta forma la paz en Kinmoku. Taiki y Yaten, les habían confiado sus corazones a la adorable de Amy y a la loca de Mina. Mientras que Seiya, juro por sus ancestros regresar por nuestra querida princesa lunar, aunque fuese a estropear el futuro Tokio de Cristal.

— ¿Su majestad, nos mandó a llamar? — pregunto Taiki, una mañana soleada en la tierra. Transformado en su versión femenina: Sailor Star Maker.

—Mis Sailors Stars — camino lentamente, por el salón observando a sus guardianas, ya no las veía como sus guardaespaldas, si no como sus amigas y sus acompañantes, algo que aprendió de Sailor Moon — Siento que sus corazones ya no están aquí, entre nosotros.

Las Sailors Stars se sorprendieron, pero ella tenía razón.

—Están con las tres guardianas de Galaxia del Norte — miro a Sailor Star Fighter — ¿es verdad?

Los tres seres se quedaron inmóviles y al no saber qué decir la princesa Fireball les respondió.

—Es verdad mis chicas se han enamorado — sonrió gratamente

—Queremos ser hombres — hablo Yaten, el más orgulloso y engreído de los tres — se lo rogamos — suspiro al recordar a Mina — Hombres Humanos.

— ¿Todas están de acuerdo? —, pregunto la princesa de Fuego, mirando a Star Fighter; asintieron sin mirar a la princesa —. Bueno, lamentablemente no puedo obligar a sus corazones a quedarse entonces como todas tres están de acuerdo, despertaran siendo. Taiki Kou, Seiya Kou, Yaten Kou. "Súper Estrellas del Pop mundial" — miro a las tres chicas — les daré algo también muy muy importante — Se transformó en Sailor Kakyuu — cuando la tierra se encuentre en peligro y las Sailor necesiten ayuda, se pondrán transformar, pero ya no en Sailors, si no Bushi — se quedaron felices — Bushi Star Maker, Bushi Star Fighter, Bushi Star Healer.

*Bushi: guerrero.

Antes de retirarse para celebrar Seiya y su anterior soberana, tuvieron una conversación.

—¡Espera Fighter! — grito haciendo eco por el salón.

—Las veo luego — contesto a sus hermanas devolviendo sus pasos hacia el trono de Fuego — si su majestad — haciendo una reverencia.

—Mi querida Fighter — la abrazo — ¿Estas, segura de volver a la tierra? — los ojos de la Sailor se encontraban desesperados — mira que Serenity, se casara con El Soberano de la tierra y tu mi querida Sailor sufrirás bastante — con voz compasiva le hablaba, como una hermana mayor.

—Es un riesgo que correré — hablo con una voz llena de amor a nuestra querida Serena.

Al acostarse en su habitación las Stars. Planeaban y soñaban con encontrarse con las chicas, aunque a Seiya le daba pavor encontrarse con Serena casada con el príncipe.

—¿Estás muy callada? — Pregunto Maker a Fighter — ¿no estas feliz?

—No es eso, estoy feliz. Pero... — comenzó a temblar — tengo miedo, tengo miedo de que ya no tenga oportunidad, de que Bombón se haya casado, con el estúpido ese.

—No debes dirigirte ante Darién así y más ahora que seremos humanos — hablo Healer — sabes que él será el Soberano De La Tierra

—No entiendes, ambas no entienden — se fue parando de su cama— el príncipe no merece el corazón de Serena — se mordió el labio — el solo sirve para hacerla sufrir.

Después de una larga discusión con Fighter las tres durmieron, al despertar como la princesa de Kinmoku había predicho. Las Stars, despertaron en su antiguo apartamento, siendo hombres y con una carrera en el ámbito musical excelente.

— ¡CHICOS! — Hablo Taiki, que, por primera vez en su vida, saltaba de la emoción — ya somos hombres — sus hermanos, se burlaban de el — bueno, primero iré a ver a Amy — Camino de un lado a otro — y le diré que sea mi novia o mejor aún le pediré que se case conmigo...

—Pero primero seré yo quien me case con Mina — le respondió Yaten y se arma la batalla campal entre estos dos hermanos, mientras que Seiya, sale sin decir nada a nadie. Va en búsqueda de Serena.

Pasaron los días Taiki y Yaten, ya habían hablado con las chicas.

Por supuesto las chicas les dieron el sí. A pesar de la vergüenza de Amy, le dio un gran abrazo junto un beso a la mejilla a Taiki, quien se sonrojo demasiado.

En cambio, Mina, no le dio paso a su ego, al ego de Yaten, dándole un beso en la boca, cosa que fue un desastre, para él.

La noche en que Sailor Mercury y Sailor Venus se dieron la oportunidad de amar. Seiya se dirigió a la casa de Serena, después de vigilar a su Bombón, por varias noches tratando de cuidarle el sueño observando que un auto rojo la recogía en las tardes, pero en las noches la dejaba sana y salva, sin poderle ver la cara al conductor.

Kou decide ir hablar con ella junto a un conejo gigante y con algunas cuantas rosas de color rosado pálido.

—Tranquilo Seiya — se dijo, mientras tocaba el timbre de la casa Tsukino, aunque adentro se escuchaba un gran ruido, como si estuvieran celebrando una fiesta, cuando abrieron la puerta — buenas noches... — se quedó pasmado al ver a Darién, el príncipe de la tierra le vio, no le gusto su visita así que frunció el ceño.

—Tu — lo miro de arriba abajo — ¿Qué haces aquí? — pregunto Tuxedo Mask

—Yo vengo hablar con Bombón — hablo Seiya también de una manera brusca y nada tímida.

A nuestro querido príncipe, se le suben los colores al rostro y preguntando con pocas ganas de dejarse de Seiya.

— ¿Cuál Bombón? — Darién dijo aún más intimidante, mas arrogante sin ni siquiera pensarlo —, ¡Ah! Hablas de mi futura esposa.

—Tu futura ¿Qué? — Seiya trataba de no arrancarle la cabeza a Darién.

—Sí, Serena será mi esposa — sonrió al recordar que ya le había pedido la mano de Serena oficialmente a Kenji, por eso estaban celebrando, aunque se murió de miedo, lo hizo por ella —. Acabe de pedir su mano.

—Genial, así que se casara contigo — hablo con ironía — eso lo veremos... — se miraron a los ojos con rabia.

—No vas a destruir el futuro — amenazo Darién a Seiya — Estrellita de medio pelo, remiendo hombre.

—Respeta — grita Kou — o si no te demuestro de lo que es capaz, esta "Estrellita"

— A ver si eres capaz de hacer algo —Susurro Darién.

Darién estaba celoso y de esta forma al recordar que ya tiempo atrás estuvo muchas veces a punto de perderla, de perder a Serena.

—A mí no me importa el futuro — río con suspicacia — a mi lo que me interesa es Serena y luchare por ella con todas las fuerzas.

—No te lo dejare tan fácil — Señalo Darién a Seiya, amenazante — es mía y ni tu ni nadie, podrán quitármela.

—Estas seguro que nadie — Serena le conto muchas de su amado Darién y la batalla que tuvieron con Diamante.

De repente Serena aparece al escuchar los gritos en la puerta, antes de que su hermano y padre aparecieran pidiendo explicaciones. fijándose en la tensión que hay entre ellos, entre los hombres Leo.

Le iba a saludar de beso en la mejilla, pero al ver la cara de su novio se reprimió de aquella acción.

—Hola Seiya — se coloca al lado de Darién quien inmediatamente le puso el brazo derecho en sus hombros, en manera de protección, como un león cuidando a su presa.

Serena era su vida y eso nadie se lo quitaría.

—Bombón — saludo Seiya — ¿Cómo estás? — la miro con la sonrisa de siempre, con la sonrisa inocente de una rosa joven, mirando el anillo de compromiso de nuevo — estoy viendo que te casaras... — pronunciar esas palabras le arrancaron el alma recordando de alguna forma cuando él le pidió que dejara ser el reemplazo de Darién cuando todo el mundo creía que el príncipe de la tierra había olvidado a Serena.

Recuerda en ese momento lo que paso un día lluvioso en el techo de la escuela.

—A decir verdad, yo no soy una persona entusiasta como todos ¿no crees? — estaba temblando no lo miro fijamente a los ojos era como si el alma de Serena recordara algo, algo importante.

— ¿Qué? — Seiya se percató de lo que sucedía, la miro más fijamente.

— Bueno aunque me proponga hoy hacer la tarea llegando a casa — los brazos de la princesa, temblaban Seiya creía que era del frio, pero descubrió que no era así— Siempre como dulces me da un poco de sueño y a fin de cuentas me quedo dormida sin importarme lo demás — sus ojos azules están cristalizados, cosa que el chico al frente no entendía bien — también me propuse esforzarme, sin la ayuda de nadie —, y un grito de desesperación, salió de la princesa— pero recordé a Darién — gritaba ya que sus pensamientos viajaban al recuerdo de su príncipe y las veces que la salvo de la muerte — al ver esa rosa roja — lloraba, porque se había aguantado mucho sin Él.

—Bombón — susurraba Seiya y antes de que el continuara, ella sigue hablando.

—Pensé que no habría ningún problema si él no me escribía o me llamaba — lloraba con los ojos cerrados mientras Kou se quedaba en silencio — Porque se dedicaría a estudiar, creí que mi obligación era vivir sola un tiempo — sus lágrimas bajan como las gotas de lluvia — Pero no puedo vivir sola, no puedo.

— Bombón — Seiya quiere hablar necesita decirle tanto quiera calmarle la soledad aquella agobiante, a esa niña que defendía el planeta.

De repente Serena cae en sus rodillas sin importa el frio y quienes la están viendo, ya no aguanta más. Vuelve a gritar.

— Te extraño — grita, con más dolor con más angustia ya que no sabe nada de él — te extraño Darién— Seiya le parte el corazón verla así y algo muy profundo en el nace. Tocando sus hombros, bajando hasta la altura de ella.

Pregunta entonces:

—Y ¿no puedo reemplazarlo? — con su dulce voz, pero con su ceño en V.

— ¿Qué? — desconcertada, él se acercándose más a ella balbuceando.

—Déjame reemplazarlo — quedándose por un tiempo allí, mientras las chicas se quedan calladas observando, la tristeza de su amiga.

"Déjame reemplazarlo"

Aquella frase, siempre fue el mantra de Kou.

Seiya cae en las rodillas pidiendo perdón a su alma, entonces Serena se compadece de él chico. Y le pide un favor a su amado Darién

—Darién déjame hablar con Seiya— él príncipe, la mira a punto de negárselo, pero con una sonrisa, le dice — por favor.

—Cualquier cosa estaré con tu padre — le besa la frente, después se gira donde esta Seiya, le mira como león cuidando a su comida — con permiso— caminando hacia la casa, con sospechas.

—Propio — le da una mirada a Darién de pocos amigos.

Ambos se sentaron en la banqueta para hablar. Kou, pregunto aún más desesperado.

— ¿De verdad te casaras? —lloraba sin dejar que Serena lo viera, pero imposible.

—Si — responde la joven Seiya le toma la mano y ella trata de zafarse, pero no lo logra.

— ¿Eres feliz? — ella asiente, tratando de no llorar, también — Bombón — le susurra — Serena te amo — ella llora, aunque no sabe si es porque se siente culpable, por Seiya o porque de alguna forma ella en algún momento sintió algo por Kou —Serena, no te cases —Le amenaza entre lágrimas — sabes que te secuestrare y no importa, lo que suceda con el futuro.

—Yo amo a Darién — le acariciaba el rostro con compasión —Yo te agradezco, por el amor que me brindas, pero no puedo — lloraba mucho más— te calmare el dolor que sientes— cierra los ojos y de ella sale un resplandor cálido y de esta forma tan increíble ella le sana el corazón, aunque Seiya siempre la amara...

Casa de Hades...

—Diamante, ¿Por qué no dejas a la princesa Serenity? — le pregunta una mujer de cabello rojo y uñas moradas — o me la dejas a mi yo la mato.

Él sonríe, sacando una esfera de cristal donde veía al trio de mujeres y a los chicos.

—Por la misma razón por la cual tu estas buscando la manera de juntarte con él — señalando a nuestro príncipe — Beryl, Beryl. No me digas que te enamoraste de ese idiota.

Ella se para de las piernas de Diamante y ríe.

—Quiero la cabeza de la estúpida de Serenity — dice la reina Beryl besado apasionadamente a Diamante, envenenando su corazón aún más de lo que ya lo tenía.

—Si yo no tengo la cabeza de él imbécil ese — besándola con una fuerza.

—¿Por qué no hacemos una apuesta? — se le insinúa atrevida Beryl.

—Dime — asiente, subiendo la falda de la reina Malvada.

—Quién tenga la cabeza de ambos, tendrá el poder absoluto del Cristal de Plata — besándolo — por ende, gobernara, sobre todo.

—Perfecto — respondió el Príncipe Diamante.

"Iluso, dejare que Serenity muera, para quedarme con Endymion"

Diamante la miraba con una sonrisa perfecta y en sus pensamientos también ya tenía un plan.

"Reina Beryl, tan sensual y estúpida. Lo que hare de verdad es conquistar el corazón de la princesa Serenity, para luego matar a Endymion, en presencia de ambas"

Cuando de repente aparece Hades y les grita asustando a la pareja diabólica quien andaba acompañado de Frezer, Cell y Androide 17.

—Ninguno hará nada — haciendo mala cara — dejen sus deseos infantiles, para luego — Frezer sonríe con arrogancia hacia Diamante. Y aquel príncipe, le devolvió la sonrisa con igual hipocresía — yo me quedaré con Serenity, después de que la haga mía matare a Endymion.

Diamante odiaba más a Hades, aunque debía obedecerle, era el Rey de la muerte, del averno. Y si quería resurgir, para tomar a Serenity, debía agachar la cabeza, aunque se estaba hartando de esa sumisión tan falsa.

—No me odies — le alza la cara a Diamante — que sabes bien que ella, mejor dicho, las tres, son el poder absoluto — le aplasta con la mirada — y tu bella Beryl, no le creas nada a Diamante — ella lo mira con furia — que te puede salir bastante caro...

—Si señor —Beryl hace una reverencia y se retira.

— Y tu Diamante — señalándolo—, tendrás que ser más cuidadoso conmigo — Diamante se limitó a pararse — ya que sé que las dejaste escapar — lo acribillo de nuevo contra el suelo, solo con la mirada — eres un bueno para nada —camino frente a el — igual al estúpido Endymion.

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