CAPITULO 21


Este es el fin de la primera parte... 

Antes  de dar fin agradezco a todas a las personas que leyeron esta cosa llamada historia. 

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La pelea fue dura y la capacidad de todos se encontraba al límite, tenían claro que unir fuerzas tratar de entender al otro sería un punto para acabar con el Hades o por lo menos encerrarlo en el averno por otros mil años, fue un trabajo conjunto.

— ¿Darién? —, Serena comenzó abrir los ojos sintiendo su corazón palpitar y de nuevo su hijo volvió a la vida.

—Serena — el príncipe se acercó con un amor más grande, y pertinente a él, abrazándola sintiendo su olor y su cálida piel. Ella susurro en el oído de aquel príncipe que se veía terriblemente apetecible sin su camisa.

—Te ves bien rubio —, lo mismo que dijo su inexistente hija, cruzando sus extremidades superiores en el cuello de su adorado príncipe—. Pero me gustan más los morenos.

—Lo sé — la estrecho contra su pecho, para darle calor no la volvería a soltar mientras que pudiera —princesa—, volviendo a su naturaleza.

Vegeta les sonrió y dijo.

—Creo que es hora de volver a la Tierra —Tratando de disimular su felicidad.

—¿Cómo lo haremos? — pregunto Goku que estaba repartiendo las semillas de ermitaño. Al llegar donde Darién y Serena.

—Gracias señor Goku —, dijo Serena mirando a todos mientras masticaba la pequeña semilla. Hipólita quien estaba maravillada por sobrevivir y ser partícipe de esa batalla — Tengo una idea.

—Gracias a ti —. El Saiyayin sonrió al verse más tranquilo.

Saliendo de los brazos de su prometido mientras que él estaba preocupado por ambos.

— ¿Estas bien? — pregunto preocupado, por la saludo de las dos personas que mas amaba en la vida.

—Si estoy bien —alegremente dijo.

—Pero... — agarrando su cintura con sutileza, para dejar en claro que era de él, a cierta estrellita de medio pelo.

— ¡Darién Chiba estas celoso! —, grito mientras que las chicas afirmaron. Mina ayudo un tanto.

—Serena imagínate, que tu prometido golpeo a Seiya — Kou guardo silencio, tratando de disimular la grata expresión de su bombón junto al príncipe.

Seiya Kou al fin entendió que Serena nunca seria para él, puesto que ya sabía cuál era el futuro irremediablemente ya no se podía hacer mucho. Y lo aceptaba porque comprendió al fin que ese amor era eterno, tan fuerte y magnifico como el Cristal de Plata.

—Lo sé —, le guiño el ojo a Darién haciendo que le temblaran las piernas— esto lo arreglo más tarde contigo — suspirando con una gota en la cabeza — por lo pronto volvamos a casa —. Coloco en sus manos el Cristal de Plata. Llamando a Hipólita y Athenea, con la mirada cada una colocando una mano sobre los hombros de la joven princesa. La piedra preciosa resplandeció de nuevo. Pero esta vez se perdió en la luz del cielo. Llevando a todo a la Torre del maestro Karin.

Luna estaba dormida recostada al lado de Artemis, esperando a su ama, porque Luman desapareció en el momento en que Rini volvía al pasado...

—Luna ven—, escuchar la voz de Serena los hizo despertar.

—Volviste — Serena abrazo a la gatita y le agradeció un tanto a congojada.

—Gracias, por tanto —, besando la pequeña luna en la frente del animalito.

—Qué cosas dices — haciendo que sus mejillas se sonrojaran, pero feliz por volver a sentir la calidez de su voz.

—Serena — volteo a mirar, quien la llamada. Su Darién estaba arrodillado mirándola con devoción —, ¿Te casarías ya mismo conmigo?

La princesa de Luna le beso de tal manera que le recordó su primera vez, la primera vez en que la beso y la hizo su princesa eterna.

—Creo que esto es un sí.

—Chicos pueden dejar de hacer eso delante de mí — grito Luna quien estaba en el medio de los dos.

—Disculpa — susurro el príncipe de la Tierra.

—Bueno chicos —, Dende aparece y todos hacen una reverencia —. Al fin la Luna y la Tierra se unirán.

—¿En qué podemos ayudar? —, Seiya hablo sorprendiendo a todos.

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Más tarde el epilogó.  

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