¿Mi hija?
Mahoro era una niña que siempre estaba al pendiente de su hermano menor, Katsuma.
Dado a que su padre tenia que trabajar todo el día, ella cuidaba a su hermanito. Ella vivía en Isla Nabu, donde todos conocian a los dos hermanos, esto le traia algo de ayuda, ya que asi muchos los cuidaban, ya sea los dueños y trabajadores de algunos negocios, ppr lp que en si Katsuma y Mahoro estaban con amigos casi todo el tiempo.
Aunque no pudo ser en una noche calurosa. El padre de los niños iba a llegar más tarde de lo habitual y Mahoro penso en darle una sorpresa refrescante. Un jugo de naranja natural que ella habia aprendido a hacer. Ella espero a que Katsuma se durmiera y salio a un lugar secreto donde ella sacaba naranjas de una calidad increible.
Una vez ahí, tomo las naranjas que lastimosamente eran las últimas y empezó su camino devuelta. Ella caminaba alegre pero iba distraida, tanto que tropezo en una pequeña bajada y las naranjas salieron de la bolsa y rodaron hasta caerse al mar.
Esto la puso triste, esas naranjas eran muy buenas y eran las últimas y los locales habrian cerrado cuando ella hubiera llegado a la ciudad. Por lo que no tuvo más opción que volver a casa e improvisar algo.
Ahi iba la pequeña Mahoro, triste de no poder sorprender a su padre, pero de la nada alcanzo a ver a alguien a la distancia. Era un joven Peliverde de al menos unos 15 o 16 años. No destacaba mucho, solo su traje que era algo elegante y medio clásico.
Mahoro se detuvo al verlo, ella jamás lo habia visto en la isla. Ella si bien no podia recordar todos los nombres, si recordaba bien las caras y en algo el pelo. A ese peliverde no lo recordaba. Aunque ver su cara quizá le ayudaria, algo le decia que esto iba a acabar mal.
Su cerebro le dijo: Solo avanza, no lo mires.
Ella hizo caso y paso por el lado del peliverde.
Pero un agarre la detuvo.
¿Donde esta mi hija?.
Pregunto como si nada y como si asumiera que Mahoro lo sabia.
Mahoro no sabia que responder, solo queria irse. Sin pensarlo, señalo un punto lejano, lo suficiente como para que el tipo se alejara y ella pudiera irse.
El peliverde miro a donde Mahoro señalaba y fue a buscar a su hija.
Mahoro solo se quedo quieta unos segundos y luego se dio la vuelta. Solo dio un paso cuando...
Ella no estaba ahí.
Mahoro se volteo y vio frente a su cara al mismo peliverde. Habia regresado en un segundo como si nada.
Mahoro se asusto aún más. La velocidad de este peliverde era increible. Correr ya no era una opción.
¿Donde esta mi hija?
Volvio a preguntar.
Mahoro no sabia que decir. La gente siempre dice que cuando estas horrorizado no puedes ni moverte ni gritar, vaya que tienen razón. Mahoro no se movía o decia la más mínima palabra.
Mahoro no sabe por que pero pero señala al bosque. El peliverde fue a revisar. Mahoro no dejo de verlo en ningún momento para ver que tan rápido era y que quirk tenia.
Mahoro mantuvo su vista en el bosque pero el peliverde no regresaba. Mahoro empezó a calmarse, tal vez ahora si se habia ido. Ella se dio la vuelta y...
Ella no estaba ahí tampoco.
El peliverde regreso nada más apartar la vista del bosque por un segundo.
Mahoro sin duda supo que correr no era para nada una opción, nunca lo fue.
Mahoro ya no sabia a donde señalar pero el peliverde dijo con una voz más grave.
Parece que te gusta mentir, tal vez tenga que darte una lección rápida sobre no mentir.
Mahoro pese a ser bastante joven supo que eso no era bueno. Ella miro a su alrededor buscando alguna forma de librarse de la "lección" que se le venia encima.
Fue entonces cuando noto algo que no habia notado hasta ahora.
En un arbusto sobresalia un cuernito y un poco de cabello blanco.
Mahoro sin saber porque pero señalo a ese arbusto sin dudar un segundo. Ella pedia a cualquier fuerza que pudiera salvarla, que ahi estuviera la hija de ese peliverde.
El peliverde nuevamente fue a revisar donde Mahoro señalo. Una vez al lado del arbusto, abrio un poco sus ramas y...
Aquí estas mi pequeña.
Una niña de almenos la edad de Katsuma salio del arbusto y se subio a los brazos del peliverde, el cual volvio donde Mahoro.
Gracias por encontrar a mi pequeña. Eri, dale algo como agradecimiento.
La peliblanca ahora conocida como Eri, de la espalda del peliverde saco algo que sorprendio a Mahoro.
Eran las naranjas que se le habian caído antes.
Ahora vuelve a casa pequeña, tu padre sin duda estara cansando al regresar.
Sin más el peliverde y Eri se fueron desapareciendo en medio del bosque.
Mahoro se dio la vuelta y cuando dio un paso...
Nada.
Todo habia acabado, ya podia volver a casa. Sana y salva.
Mahoro volvio a casa y le dio la sorpresa a su padre. Aunque esa experiencia se la guardaria para ella pues, era una historia muy descabellada. Mahoro jamás le contaria a nadie sobre su encuentro con Cartoon Izuku y su hija Cartoon Eri.
Fin.
Una pequeña historia para Halloween.
No queria dejarlos sin nada para este día. Y los demás fics quizá no saque halloween y de hacerlo, sera muy tarde. Asi que preferí hacer esta historia que pese a ser simple espero les guste.
FELIZ HALLOWEEN A TODOS.
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