Cuando la puerta se cerró tras Jin y el mánager, los seis miembros restantes de BTS se quedaron en silencio por largos minutos, a la espera de algo pero, ¿de qué? Es decir, Jin acaba de despedirse de ellos con lágrimas en los ojos y una letanía casi infinita de recomendaciones para cada uno y la pregunta que venía tras eso era: ¿ahora qué? Rap Monster sonrió con nervios mientras se giraba para ver a sus menores (y un malhumorado hyung).

.- ¿Cuántos días dijo Jin que iba a estar fuera? – fue lo que atinó a preguntar.

.- Ah... no sé, ¿cinco? – Suga se alzó de hombros, como si la información no fuese de vital importancia para ellos – Espera, no era... ¿Un mes?

.- ¡No sobreviviremos sin él un mes! – Gimió angustiado Hoseok mientras se dejaba caer en el suelo, desparramándose cual pulpo - ¿Qué comeremos, quién lavará la ropa? ¿Quién preparara a Jungkookie para el colegio? ¿Quién peinará a Jimin? ¡¿Quién arreglará lo que dañes, Namjoonie?!

.- Cálmate, hyung – Jungkook se cruzó de brazos – Yo puedo prepararme solo para...

.- ¡Eso no te lo crees ni tú! – Volvió a lloriquear el bailarín principal – Todos sabemos que Jin hyung es la base que nos hace funcionar... ¡vamos a matarnos!

.- Deja de ser tan dramático – gruñó Suga mientras se levantaba, estirándose – No deberías leer con tanta seriedad los tweets de las ARMY.

.- Pero...

.- Bien, bien – Namjoon intervino, tratando de mermar los ánimos entre los dos – Nada va a pasarnos, Hoseok... estaremos bien y cuando Jinnie regrese, estará muy orgulloso de nosotros – añadió con una sonrisa mientras el bailarín se cruzaba de brazos y hacía un mohín con los labios – Tenemos algunos días de descanso de las actividades como grupo, así que no saldremos de casa a menos que sea necesario y... nos repartiremos las tareas de Jin, ¿de acuerdo?

Ninguno asintió pero Rap Monster aumentó su sonrisa, queriendo creer que sus miembros estaban igual de positivos que él y que, para cuando Jin volviera en unos días, todo estaría en perfecto estado y ellos estarían completos y en armonía. Seokjin sonreiría y les lanzaría besos al aire a los seis para luego tener una noche de recompensa con él.

Era un buen líder pero no dé a gratis, Jin solía pagar muy bien la cuota.

.- Jimin y Taehyung se encargaran de la lavandería...

La 95 line se miró con una sonrisa curiosa.

.- Jungkook estará con Hoseok a cargo de la cocina...

Jungkook tragó seco: .- Hyung no creo que...

.- ¡He dicho! – Anunció Rap Monster – Suga y yo mediaremos en todo los conflictos y nos encargaremos de los horarios individuales, ¿alguna duda?

Nuevamente nadie dijo nada y con eso, se dio inicio a la semana sin Kim Seokjin.

Lavandería...

Jimin metió la ropa a la fuerza en la lavadora, no sabía con precisión cuánta ropa debía echar en el compartimiento pero creía que llenándolo a tope podría ahorrar tiempo y jabón, así que literalmente tiró toda la ropa que encontró en la pila y la presionó con sus manos para que entrara. Taehyung sólo leyó en voz alta las instrucciones que Suga había escrito para ellos.

.- Hay que dar clic en "Empezar" – le indició a Jimin – Y listo, por los próximos 40 minutos hará todo el trabajo.

Pero el lavado no inició y el botón de "añadir jabón" brilló de forma intermitente.

.- ¿Dónde está el jabón, Chimchim? – Preguntó Taehyung, golpeando con ligereza la pantalla digital de la lavadora – Tráelo.

.- ¡Se acabó el jabón para ropa! – Alzó la voz exasperado, sacudiendo frente a su mejor amigo el tarro vacío del jabón - ¿Qué haremos ahora? Hyung nos regañará si al llegar no hay ropa limpia.

Taehyung meditó por unos segundos: .- ¿Y si usamos shampoo?

.- ¿Crees que funcione? – Jimin corrió al baño, trayendo en sus brazos los cinco tipos distintos de shampoo que utilizaba en el apartamento, desde el que tenía extracto de miel de Jin hasta el que traía gel anti caída de Yoongi – Pero, ¿cuál es mejor?

.- ¿Y sí usamos el de Kookie? – Taehyung tomó con cuidado el frasco rosa del shampoo preferido de su novio – Tiene olor a frese y deja su cabello suavecito...

.- No sé, ¿y si se enoja?

.- Kookie nunca se enojaría conmigo – respondió con una sonrisa enorme el menor de los dos que en dos zancadas camino hasta la lavadora y abriendo el pequeño compartimiento para el jabón, vertió todo lo que quedaba del shampoo de su novio en él – Ahora me voy.

.- ¿Qué? ¿Para dónde? – Jimin caminó tras él – La tarea es de los dos, Tae.

Cocinar...

Hoseok se coló en la cocina tratando de no hacer ruido alguno, aunque Rap Monster se había ido a la compañía para tratar algunos asuntos de sus agendas, no estaba demás ser silencioso para que los demás no notaran la bolsa de comida preparada que llevaba tras su espalda. Había decido con el maknae que, aunque eran buenos cocinando, eran mucho mejores engañando a los demás así que... ¿por qué no pedir a domicilio y ser alabados como chefs profesionales?

.- Vamos a quedar pobres – se quejó ingresando a la cocina, donde el menor debía fingir que cocinaba por si algún curioso preguntaba pero en cambio sólo encontró a un Jungkook con cara triste que cortaba una zanahoria con tijeras - ¿Qué pasa, Jungkookie?

Pero el maknae sólo se alzó de hombros, sin ganas de decir nada.

.- Oh, vamos, bebé – le golpeó la cadera con la propia y sonrió para el menor – Cuéntale a Hobi hyung.

Jungkook hizo un puchero triste: .- Es que Taehyung salió con sus amigos del drama y se olvidó que hoy teníamos una cita.

Hoseok guardó silencio, sopesando lo que iba a decir a continuación, no quería herir el corazón del maknae, a quien adoraba más a que a nadie pero el menor debía saber la verdad de una vez por todas, o terminaría dañando las tijeras para carne de Seokjin tratando de cortar esa zanahoria, lo que equivaldría a que ambos serían duramente castigados por el mayor cuando regresara.

Con delicadeza, Hoseok, con delicadeza.

.- Omo, ¿crees que está engañándote con Minho?

.- ¡¿Qué?! – Jungkook soltó las tijeras, que se desbarataron debido al golpe y se giró hacia el bailarín principal - ¿De dónde sacas eso, hyung?

.- ¿Nos has visto las fotos de Minho tocándole el trasero todo contento?

.- ¡¿Ah?! – Jungkook le miró con una expresión de completo shock mientras automáticamente marcaba el número de Taehyung en su celular.

Hoseok se alzó de hombros y se limitó a comenzar a preparar la cena, es decir, poner en platos lo que había comprado en el restaurante de la esquina y desaparecer luego todo los recipientes para llevar y la bolsa del delito. Así que, cuando regreso a la cocina con una sonrisa satisfecha, se encontró con Jungkook hablando por teléfono y sosteniendo un cuchillo mientras apuñalaba el kimchi recién servido.

.- ¿Dónde estás? – La voz de Jungkook sonó calmada, casi controlada – Ah, ¿está ahí Minho sunbaenim? – Caminar como león enjaulado era poco para describir el caminar maniático del maknae por la cocina – Quiero que regreses al apartamento... ¡¿POR QUÉ?! Pues porque no quiero que te manoseen... sé que te manoseó, no me mientas... ¡Yo soy tu novio hace más de un año, idiota!... Pues sabes qué, Kim Taehyung... - Jungkook aspiró con fuerza, su mano aferrándose al teléfono - ¡Terminamos!

Jungkook lanzó el teléfono al suelo mientras ahogaba las lágrimas y soltó el cuchillo también pero con tan mala puntería que en vez de ir directo al suelo, se clavó en su muslo de forma más o menos superficial, rasgando la tela del jean y su piel, el chorro de sangre a presión ensució toda la cocina mientras gritaba producto del dolor. Hoseok corrió hasta él pero la sangre sólo le hizo sentir arcadas.

Jimin corrió escaleras abajo, preocupado por el grito de su adorado Jungkook y Suga salió de las profundidades de su habitación con el cabello revuelto y una correa, dispuesto a solucionar a los golpes cualquier conflicto entre los miembros. Sin embargo, no esperaba encontrarse con un paranoico Jimin que sostenía un trapo de cocina contra el muslo del maknae, que ahora lloraba.

Justo en ese momento, Rap Monster entró en el apartamento y mientras Suga salía a su encuentro, completamente pálido y ensangrentado, el líder de BTS supo que no tendría aquella noche de recompensa que tanto había anhelado. En realidad, solo habían pasado unas horas, no quería imaginar lo que pasaría después.

He dicho intento de comedia, ya sé, ya sé...

Soy pésima para esto.