¿DÓNDE ESTÁ EL AMOR?

Fue por el azar o por el destino, pero ahí se encontraron Yoongi y Jimin; uno me esperaba para que le enseñara las maravillas de mi ciudad natal, Daegu; el otro estaba acompañando a su prometida en la elección del hotel para su enlace.

Ahí estaban ambos, solo hizo falta que sus miradas se encontraran para saber que su amor sería para siempre, ese lobby presenció el inicio de su historia.
Aunque el destino es caprichoso y ambos se encontraban ya envueltos en otras relaciones, pero eso no fue impedimento para ninguno de los dos. Nunca podré olvidar la sonrisa que se le formó a mi amigo en el momento en que, por una coincidencia no tan casual, nos volvimos a encontrar esa noche en el bar con aquel pálido individuo y tu sueño repentino abandonando dicho bar con una sonrisa pícara seguido muy de cerca de ese chico.

Aún si culpamos al alcohol, esa noche, todos los besos y caricias de los que fue testigo esa habitación del hotel marcaron un antes y un después en vuestras vidas.
Cuando al día siguiente abrí la puerta y caíste en mis brazos llorando mientras me explicabas como lo dejaste en esa habitación de hotel con una nota firmada deseándole feliz casamiento y como eso apagó esa luz que, ni veinticuatro horas antes, se divisaba en tu mirada.
Ver como tomaste un vuelo de regreso a Busan y la desesperación de Yoongi de buscarte, llorando en mi puerta, por tu número de teléfono para explicarte su situación y pedirte perdón.

Aún me río de la forma en la que irrumpiste en la boda con tus primos disfrazados, Wonho y Hobi de mercenarios daban mucho miedo, para secuestrarlo. Todos estaban conmocionados; incluso llamaron a la policía. Fue muy a lo película de Hollywood; menos mal que Jin y Namjoon pudieron encargarse de ocultarlos para que salieran del país.

El infarto que casi me da cuando me vino un pasaje para ir a Las Vegas y la invitación de boda; fueron la guinda del pastel, su amor se merecía eso y más.
Solo cinco años bastaron para que volvierais como las señores Min-Park y todos olvidaran el secuestro; tanta felicidad nos embriagaba a todos a seguir creyendo en lo lindo que es el amor.

Pero siempre tan distintos, él tan frío y serio ante todos y tú tan cálido, sonriente y cercano; pero había algo que siempre envidiaba de vosotros dos y era esa sensación que nos mostrabais de vivir por el otro, con el otro y desde otro; parecía que la erais la misma alma y corazón en dos personas.
Cuando tú comportamiento era irascible, caprichoso e infantil; él era amoroso, tierno y comprensible; era como si respirara si tú lo hacías, erais el complemento perfecto, de los que quedan pocos.

Un amor único, tan pasional, tan tierno y tan dulce que dabais diabetes. Pero no fue hasta el día que llegaste a mi puerta, en pijama y todo alborotado, que supe que habías conseguido tener tu vida completa. Llegaste con la gran noticia de la adopción de la pequeña Ji-yoon y ahí, en ese instante, supe que tanta felicidad ya no cabía en tu frágil corazoncito.

Ji-yoon fue la niña más feliz del mundo, aunque muy consentida por ambos, pero se convirtió en una mujer fuerte y decidida que siguió la estela empresarial de su padre Yoongi y es una de las personas más importantes del mundo; hubiera sido el orgullo de sus padres.

Todo se tornó con tintes oscuros el día que ese corazoncito de pollo empezó a descompasarse con tu ritmo de vida; esa llamada de Yoonie pidiendo que me dirija al hospital fue lo último que esperaba hace diez años. Fue tras dejar en la universidad a Ji-yoon que te sentiste mal y te realizaste ese chequeo dando comienzo al calvario, en el que nos sumergimos; exámenes, médicos, tratamientos..., todo fue poco para Yoongi el cual veía como se le iba la vida cada vez que tenías un episodio. Nadie sabía que era exactamente lo que te ocurría, pero los dos sabemos que ese pequeño corazón rebosaba de tanto amor y cariño que terminó saturandose por ese motivo.

El día anterior a tu fallecimiento fue la graduación de la peque y hacía ya dos meses que tus ataques cardíacos habían cesado casi desapareciendo por lo que podías hacer una vida normal sin sobresaltos, o eso nos dijo el médico, me llamaste para quedar a tomar un café en nuestra cafetería favorita, yo me presenté tarde ya que ese día debía dejar al pequeño Jung-hyung en casa de mis padres para poder ir con Kook a la fiesta; al llegar me diste un papel con tu última voluntad en la que nos dejabas a Jungkook y a mí la custodia de Ji-yoon por si algo te pasaba, dijiste que era por prudencia pero yo sabía que esas palabras algo me ocultaban, aunque tuve que ignorarlas a petición tuya.

La velada fue increíble, me entusiasmó el verte tan recuperado y disfrutando de la vida. Te fuiste en brazos de Yoonie, entre besos y caricias que me hacían pensar que vuestra noche no concluiría ahí; a las cinco de la mañana recibí la llamada que acabó con mi vida.

Habías muerto, te fuiste en brazos de tu único y verdadero amor, los paramédicos llegaron inmediatamente pero ya nos habías dejado; tus últimas palabras fueron un "Te amo" y un beso en la frente de ese ser que daba su vida por tí.

Él solo tardó tres meses en ir a tu encuentro; se dejó morir, no fue suicidio ni accidente o asesinato; simplemente el dejó que su cuerpo siguiera a su alma que se fue con tu último suspiro.

Cuando la policía me llamó diciendo "Señor Kim Taehyung el señor Min ha fallecido" sentí que ya volviste a por él igual que el día de esa boda; empecé a reír porque siempre fuiste un chico caprichoso y él te consentía en todo, que jamás te dejaría solo, ya que también era muy celoso y podías encontrar un ángel escultural allá arriba y dejarlo; eso hubiera hecho que sonrieras hasta que tus ojitos desaparecieran.
Hoy celebramos todos reunidos en vuestras bodas de oro y aquí todos juntos, amor de mi vida, deseamos que sigáis unidos en la eternidad y que Yoonie siga cuidándote, protegiéndote y aguantando tu mal humor y tus berrinches toda la vida y las que vengan.

Se despide de vosotros, tu alien.






/Dedicado a mi soulmate kamymorataya tu siempre serás mi Jimin.
Te adoro/

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