56°
Natasha's pov:
Tony ha sido nuestro ángel millonario y de la guarda, básicamente un sugar daddy sin la parte sexual, creo que esto del blip y Pepper han tenido mucho que ver.
Hoy los especialistas inseminaron el óvulo de Wanda y si todo sale bien, en dos semanas... Nuestra pequeña Anahel, Annie, o Ana como prefiere llamarla Wanda, estará aquí.
Estoy muy feliz de ser parte del proceso, estoy feliz de vivir algo que no creí que viviría.
—¿Crees que debamos comprar todo?—Pregunté tomando la cintura de Wanda.
La castaña negó y comenzó a reír.
—Natalia, es muy pronto, lo sabes. Aún no es momento, además no sabremos si resultará, porque...
—Su nombre lo dice todo, nos dará la posibilidad de embarazarnos. —Murmuré sacando pancita. Wanda comenzó a reír. —Anahel Romanoff, impone respeto.
—Noah está muy feliz. —Murmuró ella tomando mi mano con suavidad.—¿Te hace feliz a ti?
—¿No se nota?—Dije rápidamente. —Estoy emocionada de tener una pequeña, otra pequeña... Dos hijas y un hijo maravilloso, somos afortunadas, Wanda.
—Seremos más afortunadas si funciona, amor. Recuerda que es una posibilidad, más no un hecho.
Mi esposa suspiró estirándose levemente.
—Resultará, ten algo de fe, Wanda Florencia. —Murmuré ganándome un pequeño golpe certero en el brazo. —Eres agresiva. —Me quejé.
—Y tú algo tonta, pero acepté casarme contigo. —Se encogió de hombros.
Tiene razón, pero aún así me ofende.
—Te lo dejo pasar, porque tienes lindos muslos y me gusta estar entre ellos, de lo contrario me divorciaría de ti. —Me quejé.
Ella comenzó a reír con fuerza, siempre que ríe soy feliz, amo su risa, sin embargo creo que siempre se está riendo de mí, ¿es algo malo disfrutar que se ría de mí? Es la única persona a la que le aguantaría reírse de mí, es decir, es mi esposa.
(•••)
—¿Entonces, doctor?—Pregunté. —¿Hay otra pequeña brujita o...?—Insistí.
Wanda giró los ojos. Odio esa manía
—En efecto, el embarazo continúa su curso dentro de Wanda, y ya va a ser un mes con el feto creciendo a su ritmo.
Festejé levemente y pude ver a Noah observar la pantalla.
—No entiendo esas manchas, ¿dónde está el feo?
—Feto, hijo. —Lo corregí.
—Feto, feo, es igual. ¿Dónde?—Insistió. Quitó al doctor y acercó su ojo al ombligo de Wanda. —Un momento, siento que algo no funciona.
Wanda sonrió.
—Cariño, no podrás verla por allí, sólo en la pantalla.
—Ahí no se ve a colores como en la vida real.—Se quejó Noah.
Emma tomó mi mano y acaricié la suya con suavidad.
—¿Pasa algo?— Pregunté mientras Wanda se dedicaba a explicarle a Noah el por que no podría ver a su hermana en el abdomen de su madre.
Noah parecía confundido, y se negaba a obedecer. Insistía en que su madre mentía.
—¿Yo tengo papá?—Susurró Emma y tragué saliva.
—¿De qué hablas?—Pregunté extrañada. Me sentí congelada ante su pregunta.
—Es que ya sé que no debería oír tras las puertas, pero Noah y yo nos hemos despertado, y me dio miedo ir al baño solita.—Comenzó.—Entonces Noah me ha llevado y hemos oído a mamá hablar con mi papá en la noche, y le ha dicho que me llevaría con él, y es que yo no quiero que me lleve, yo quiero estar contigo, mami.—Dijo asustada abrazándome con fuerza.
Me sentí molesta, pero no lo demostré.
—Amor, nadie va a apartarte de mí jamás. —Tranquilicé a mi hija. —Además... No conseguirías una mamá más fuerte y atractiva que yo, ¿o creíste que sí?—Bromeé haciendo leves cosquillas en su abdomen. Emma soltó un par de risitas encantadoras mientras que Wanda terminaba su "discusión sobre el embarazo" con Noah.
No estoy molesta con Wanda por haber charlado con Steve sobre Emma, ya que Emma es su hija y tiene derecho a saber sobre ella y Wanda está en su derecho de hablar con quien quiera y sobre lo que quiera, es una mujer libre, sin embargo claramente me molesta tener que enterarme por mis pequeños hijos que no debieron oír nada. ¿Por qué no me lo dicho? ¿Acaso no confía en mí? Soy su esposa, debería habérmelo dicho antes o incluso después también, si charló con él antes no hay problema, pero debió decírmelo, debió decirme que Steve Rogers busca ser parte de la vida de nuestra pequeña, porque está bien, es el padre, pero la sangre no te da el derecho a un título que no te haz ganado y hasta que yo no vea una redención total en Steve, él no va a merecer ser parte de la vida de Emma, incluso si Wanda piensa diferente, ya me cansé de dar una oportunidad a todos cada vez que echan a perder las cosas, ya me cansé de poner a todo el mundo antes que a mí misma y dentro de mis prioridades está mi hija no voy a permitir que Steve Rogers se acerque a Emma como su padre hasta que vea un cambio real. No estoy dispuesta no voy a tolerarlo.
Noah se sentó a mi lado bastante molesto. Aparentemente ofuscado por la conversación que tuvo con su madre.
—¿Pasa algo, Noah?
—Mamá miente y no lo admite. No quiere aceptar que en realidad mi hermanita si se ve.
Comencé a reír mientras Wanda se limpiaba el abdomen. El pequeño brujito comenzó a jugar con su magia mientras Tony entraba a la habitación.
—¿Y el pequeño Tony?—Preguntó, Wanda giró los ojos. —No te hablaba a ti. —Le dio la espalda a Wanda observándome.
—Se llamará Anahel, Tony. Es niña y podrás ser su padrino, ya verás.—Palmeé su espalda y él suspiró. —Me gustaría tener tu aprobación en su primer conjunto, ya sabes.
Tony asintió mientras Wanda tomaba la mano de Noah, recibía unas indicaciones y yo tomaba a Emma en brazos.
Necesito hablar con Wanda. Estoy molesta, no entiendo por que no me lo ha dicho.
(•••)
La pelirroja me observó distraída. Ella parece no querer contestar.
—¿Le prometiste que se la llevaría o algo?—Pregunté tratando de sonar calmada, aunque probablemente ella había leído mi mente y sabe que no estoy calmada.
Si lees esto, jódete, Wanda.
—Ese lenguaje no me gustó. —Me regañó.
—Ay, ya hasta se te pegaron costumbres de tu amiguito. —Me burlé. Wanda giró los ojos y me enseñó unos papeles.
—Él tiene el examen de paternidad. —Me lo lanzó. —La adoptamos, porque era huérfana, él podría demandarnos y decir que la robamos, no dijo que lo hará, pero leí su mente, alguien lo aconseja. —Se encogió de hombros.—Le dije que siga mejorando y que en algún momento podrá llevársela, hicimos un trato de visitas por este año, luego ya veremos... —Se sentó en la cama frustrada.—No quería decirte, porque luego vas y te agarras a golpes con él. Es un idiota, pero no lo vale, debemos conseguir buenos abogados, y con suerte tendremos custodia compartida y al ambas tener trabajo fijo, una casa y un matrimonio tenemos más oportunidades de tenerla más tiempo.
—Somos prófugas.
—Éramos, y él más que nosotras. —Dijo tomando mi mejilla. —Relájate, amor. Jamás haría algo a tus espaldas, sólo que no era momento de decirte...
—¡¿Entonces cuándo lo sería?! ¡¿Cuando pasara?!—Grité molesta.
Wanda negó y se apartó.
—Hablamos cuando te calmes.
Salió de la habitación y me dejé caer en la cama. Sigo molesta, que no joda. Ella la ha cagado, no yo.
Nadie va a decidir por mi hija. La cuidaré, se lo debo a Mariah.
Nota de autor:
1/2
-Codex.
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