46°
Wanda's pov:
Las últimas dos semanas han sido extrañas. Natasha ha tenido mucho trabajo, ha estado evitándome y tardando en llegar a casa. Hoy ha dicho que se llevaría a las niñas a casa de Pepper y luego saldría, sin embargo sigue aquí.
Entré al baño en busca de la ropa que probablemente ha dejado mojada en el suelo, sin embargo la vi con la toalla envuelta en la cintura.
—Sí, espérame donde siempre.—Murmuró. Me detuve.
¿Donde siempre? ¿Dónde es "donde siempre"?
—Claro, sabes que me muero por verte... Oh, claro que sí. Necesito ver eso... Sabes como me gusta.—Insistió con la voz ronca. Un escalofrío recorrió mi espalda... Ella me está engañando.—No digas eso... Falta poco, veremos que tal te irá...
Ella... Joder... Es por eso que no hace el amor conmigo hace dos semanas... Ni siquiera me mira.
Gruñí levemente y abrí la puerta de golpe. Natasha colgó y escondió el móvil en un rápido movimiento. Dejó caer la toalla y tomó su ropa comenzando a vestirse.
¿Va a negarmelo?
—Adiós, amor. Voy tarde.—Dijo pasando por mi lado.
Suspiré sintiéndome triste. Ella me está engañando, ella realmente quiere a alguien más...
—¿Nat?—La llamé. Ella se giró aún en ropa interior.—¿Llegarás temprano?—Pregunté paniqueada.—He pensado que si nuestras hijas estarán con Pepper... Tú y yo... —Me acerqué hasta ella pasando mis brazos por su cuello y rozando nuestros labios. —Podríamos aprovechar... No me haz hecho tuya en días, te extraño...
—He tenido mucho trabajo. —Se justificó moviendo su rostro para otro lado. Tomó mis antebrazos sacándome de su cuello y me apartó. —Te compensaré.
Se dio media vuelta alejándose.
Auch...
Salí del baño con el cesto de ropa sucia, llegué a la lavandería y vi a Noe buscando algo entre las cajas.
—¿Qué buscas, preciosa?—Pregunté apartando la tristeza de mi ser.
Ella se giró y me dedicó una sonrisa felina antes de enseñarme un muñeco de iron man.
—Al tío Tony, quiero que lo firme, me ha dicho que es famoso y no es verdad, entonces no quiero que se sienta mal, además creo que está algo demente.—Dijo mi pequeña con aquél acento similar al de su madre. Solté una risita.
—Tienes un gran corazón, amor. Dile a Emma que tenga cuidado, lleven a Piolín y por favor... No estreses a la tía Pepper, recuerda que está embarazada y debe cuidarse.
Mi pequeña asintió estirando sus labios para darme un beso, me agaché a su altura recibiendo un pequeño beso en la nariz antes de verla salir de la lavandería.
—¡Adiós, mami!—Gritó Emma desde la entrada.
—Adiós, cariño.—Dije de la misma manera.
Natasha pasó por fuera tomando a Emma en brazos y se alejó sin siquiera despedirse. Tiene prisa...
No puedo seguir con ella sabiendo que me engaña y que mi amor no ha significado nada para ella. Me siento vacía, me siento sola y siento que... Todo ha sido un jodido juego para ella, joder... Estoy...
Comencé a sollozar sin más, me duele el pecho, me duele el corazón, no puede ser que cada día yo sólo la amo más y ella ya tiene a otra persona.
Joder...
Salí de la lavandería llegando al sofá. ¿Qué haré? ¿Dejarla? ¿Dejar a mi familia? ¿Dejar que se vaya con alguien más? ¿Perdonar que me ha puesto los cuernos?
¿Por qué amar a Natasha debe doler tanto? ¿Por qué ella no puede amarme como yo la amaba? Joder, joder....
Estoy harta... No me gusta ser siempre a la que abandonan, no me gusta sentirme insuficiente, y odio pensar en Natasha entregándose a alguien más cuando por fin era mía.
Suspiré. Estoy harta, realmente harta.
(•••)
He llorado todo el día, también he dormido todo el día. Son las once de la noche según lo que indica el reloj, vi tres películas románticas de lesbianas y todas acababan mal, ya casi se parece a mi vida.
Incluso creo que triste soy más graciosa.
Odio a Natasha, es una estúpida, no se merece que la ame, espero que se quede sin gasolina.
Sollocé.
—Es mentira, la amo mucho... La amo tanto... Es el amor de mi vida... —Sollocé juntando mis rodillas contra mi pecho.
El timbre sonó y me levanté. Probablemente Natalia no llevó sus llaves.
—¿Olvidaste tus llaves, no?—Dije secando mis mejillas húmedas. Tras la puerta no había nada más que un sobre.
El sobre tenía en grande las palabras "Tu novia te engaña".
—¿Es en serio?—Dije molesta. —¿Qué te hice yo?—Pregunté mirando el cielo. Me hizo bruja, mató a mis padres, mi mejor amigo y además hace que me envíen ésto. —¿Por qué me odias?
Tomé el sobre entrando a la casa y cerrando tras de mí. Al menos podrían haberme dado un par de días para engañarme y fingir que todo fue un invento de mi cabeza, porque estoy volviéndome loca.
Podría fingir demencia, pero con pruebas ya no.
Abrí el sobre y sentí la puerta del jardín ser abierta. Esa ha de ser Natasha, bien... Debo prepararme para hacer mi acto de novia despechada, gritarle y acabar lo nuestro.
Comencé a llorar en cuanto toqué el sobre, ni siquiera pude abrirlo. Dios, soy tan débil para algunas cosas, probablemente estamos en mercurio retrógrado o algo.
Rompí el jodido sobre y cayeron las fotos en la mesa de centro, no podía verlas bien debido a mis lágrimas empañando mi visión. Suspiré quitandolas con el dorso de mi mano.
En las fotografías un Tony vestido de Natasha besaba a Pepper. Miré las fotografías extrañada.
Ninguna es Natasha.
Llegué al final y una fotografía decía "Ve al jardín" en un cartel que Tony sostenía.
Caminé hasta el jardín y pude ver unas luces encenderse, de pronto todo se iluminó mientras Mr Loverman sonaba de fondo.
Sequé mis lágrimas y vi a Natasha caminando hasta mí con una expresión nerviosa.
—Supongo que fue algo dramático hacerte creer que te engañaba, pero... Fue idea de Stark. —Murmuró ella.
La miré confusa. Lleva un vestido color negro ajustado a su cuerpo.
—Sí, ya sé que no debería haberlo hecho, pero así... Entenderías que yo jamás podría engañarte, porque... —Se arrodilló delante de mí.—Te amo muchísmo, y pasar mi vida entera a tu lado, sería... Lo más lindo que podría ocurrirme y quiero saber si... ¿Me darías el honor de llamarme tu esposa?—Dijo enseñándome un anillo dentro de una caja aterciopelada.
La observé confundida, molesta y también con ganas de enterrarla. En este momento estoy pensando en mil formas de asesinarla y culpa a Tony Stark.
—Me hiciste creer que me engañabas, dejaste de hacerme el amor, me ignoraste y todo solamente para... ¿Pedirme matrimonio?—Dije estupefacta.
—Sí, romántico... ¿No? Así sabrías que te amo y...
—¡Eres una estúpida!—Grité molesta.—¡Levántate ya!—Ella obedeció espantada. —¡Creí que ya no me amabas y me enojé! Ti si debil, ne mogu vjerovati da sam zaljubljena u tebe. Mrzim te. —Grité en sokoviano. (Tú eres una tarada, no puedo creer que estoy enamorada de ti. Te odio)
Ella me miró extrañada.
—¿Eso es un sí?—Preguntó extrañada.
Gruñí observando mi ropa horrible y luego viendo todo tan lindo.
—¡Te odio!—Grité molesta e ingresé a la casa.
Es una estúpida.
Nota de autor:
Sí, si es estúpida JAJAJAJA
-Codex.
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