36°
Natasha's pov:
—Me gustas.—Ronroneé contra sus labios.
Wanda comenzó a reír al ver que no podía dejarla en paz, nos duchamos juntas, dormimos juntas y ahora estamos sobre la cama con una toalla cada una y no he dejado que se vista.
—En serio me gustas mucho, bésame.—Insistí soltando mi toalla.
—Quita tus hermosos senos de mi cara, Romanoff. —Dijo ella besando mi hombro antes de alejarse. —Hay que alimentar dos niñas, no me molestes.
—Wanda.. —Murmuré besando sus labios lentamente. Jalé su labio inferior con suavidad y succioné un poco antes de alejarme. —Aburrida.—Gruñí al ver que no le provoqué nada.
—Cariño, por favor. Hicimos el amor anoche y sabes bien que... —Comenzó ella subiendo sobre mi cuerpo.—Quien controla la situación siempre seré yo...
Tragué saliva y negué, ella soltó una risita grave.
—Te lo dije. —Murmuró rozando sus labios con los míos. — ¿Ahora dejarás de intentar provocarme siempre? Para eso es la habitación, y durante el día no estaremos teniendo sexo en cada esquina.
—¿Ni un poquito?—Preguntó ella enrollando sus piernas en mi cintura.
—Tal vez luego, cariño. —Dijo antes de besar mi nariz.
—¿Quieres tener una cita conmigo?—Pregunté sabiendo que hoy Pietro había quedado en que cuidaría a las niñas mientras Bruce y Eddie vendrían a cuidar a Emma.
Wanda se sonrojó.
—¿Cita?—Preguntó.
—Llevamos semanas en ésto, conviviendo con dos niñas y durmiendo juntas, hemos hecho todo al revés. —Dije risueña.—Quiero llevarte a cenar, oí de Tony que abrieron un nuevo restaurante donde venden shawarma, lo abrieron hace dos meses, está cerca del primero al que fuimos luego de la batalla con Loki.
—¿Noe conoce a Loki?—Preguntó Wanda evitando el tema.
—¿Aceptas la cita o no?—Insistí y ella asintió sonrojada.
—Claro, me encantaría, Natalia. —Murmuró ella levantándose. —¿A qué hora?
—Pietro llega a las seis. —Murmuré y ella asintió comenzando a vestirse delante de mí.
No me quejo.
(•••)
Luego de jugar a las muñecas con Emma y Noe, ambas tomaron una siesta y aún no despiertan. Están recostadas sin calcetines en el sofá y Wanda acaricia al cachorro de Noe quien se llevó muy bien con Emma.
—¿Pietro vendrá pronto, no?—Preguntó Wanda y asentí.
—¿Por?—Pregunté levantándome al sentir el timbre. —Creo que ya llegó.
Abrí la puerta dejando al castaño ingresar a mi casa. Wanda me observó y se levantó para ir a cambiarse, llevaba ropa deportiva ya que estuvo haciendo algo de yoga.
No me quejo de eso, es lindo verla ejercitarse, yo he dejado de hacerlo. Tal vez ganaré algo de peso y comenzaré a moldearlo luego.
—Bien, Pietro. Te quedas con las niñas, vean toy story, deben estar en la cama a las nueve, máximo las diez. —Dije tomando mi abrigo. —Llevaré a tu hermana a comer algo y probablemente luego a caminar, ya sabes cual es tu habitación.
Pietro asintió y yo sentí el nerviosismo a flor de piel. Wanda y yo llevamos bastante así, ya nos conocemos y quiero saber si ella cree que deberíamos tener una relación romántica.
Quiero preguntarle y tantear ese terreno. Es emocionante volver a sentirme viva cada vez que estoy cerca de ella, es emocionante sentir que merezco ser feliz otra vez, incluso desde que comenzamos a compartir cama luego de hacer el amor, todas las pesadillas con Mariah desaparecieron. Me cuesta aceptar menos que seguí con mi vida, siento menos culpa al saber que no era algo que podía evitar, me gusta Wanda y debo aprender a lidiar con eso, debo aceptarlo y seguir. Sé que Mariah me amaba y habría entendido que yo debía continuar con mi vida, el luto no debería medirse en meses o tiempo que se comparan con nuestro dolor. Me duele perder a Mariah, pero quiero ser feliz y eso es parte del ser humano, de avanzar, de vivir como debe ser.
El dolor y el amor son uno, y debo amar el dolor que me dejó Mariah, y dejarla ir para volver a amar...
Wanda bajó con un jersey gris y unos jeans azules.
Se veía hermosa. Se ve hermosa.
Mi mandíbula quiso caer un poco y traté de contenerme, sin embargo estoy cansada de guardarme lo que siento. Merezco ser feliz y decir las cosas que pienso.
—Estás hermosa, brujita.
Ella levantó la mirada sonrojandose.
—¿Vamos?—Preguntó con una sonrisa. Estiré mi mano y ella la tomó algo nerviosa.
—Suerte, por favor no vuelvan tan tarde. El tío Pietro pierde la energía solar y se apaga.
—Cuida a mis hijas. —Dije y él asintió rápidamente.
Salimos en dirección al auto.
—Es lindo que digas mis hijas.
—Sería más lindo decir nuestras. —Dije de forma sincera. Ella me miró extrañada. —Tenemos mucho tiempo para charlarlo, Wanda.
Ella asintió. Abrí la puerta del auto, ella ingresó y yo observé el cielo antes de suspirar.
—Te quiero mucho.—Susurré sabiendo que no le pedía permiso ni perdón, sólo quiero que sepa que aún la llevo muy dentro... Incluso si estoy aferrándome a Wanda y lo bien que me hace.
Nota de autor:
2/2
-Codex.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top