33°

Natasha's pov:

Wanda está dormida a mi lado. Observo con detalle su rostro delicado, las pecas bordeando su nariz, los lunares en su rostro y la boca entreabierta son parte del panorama que acelera mis latidos mientras más lo pienso.

Y no creo que alguien pueda culparme por sentirme así, claro que amo a Mariah por todo lo que hemos pasado y me es imposible no pensar en ella, sin embargo Wanda... Me gusta, y me sentí bien estando con ella, sus caricias incluso luego de que ambas habíamos conseguido un orgasmo, el cariño y sobretodo el respeto con el que me trató, fue amable, fue dulce, fue muy linda y me hizo sentir asombrosa.

Noe no ha despertado y dudo que lo haga tan pronto, sin embargo Pietro dijo que saldría con ella al lago hoy. Agradezco los que los Maximoff han hecho por Noe y por mí, mi hija se ha sentido tan rodeada de amor que no ha tenido tiempo de notar que Mariah no volverá. Noe es feliz con Wanda, lo noto en como cada día que pasa ambas se sienten más cerca de la otra, Noe no ha comenzado a mostrar señales de poderes debido a las pastilla que Banner nos recetó, pastillas que alguna vez debieron darle a Wanda, pastillas que yo escondía para que dejaran en paz a la chica que me gustaba. Wanda me gustaba mucho cuando llegó, y ella siempre me repetía que yo le gustaba, pero por "consejos" de Rogers sobre no perturbarla prefería ignorar sus declaraciones, aunque siempre le dejaba ver que estaba cómoda con ella diciéndome cosas lindas.

¿Por qué le hice caso? Realmente no lo entiendo. Wanda y yo sólo nos observábamos en silencio siempre y tanto Steve como Tony dijeron que no podía ser. Claramente logramos estar juntas, sin embargo arruinaron todo nuevamente.

No soy resentida, pero mi vida sería tan diferente y fácil de no ser por ellos.

Suspiré y sentí a Wanda removerse, levanté mi cabeza de su pecho y noté el frío que había en la habitación, con su cuerpo pegado al mío ni siquiera lo noté antes. Sentí como tomó mi cintura manteniéndome pegada a ella. Sonrió.

—Buen día, Romanoff. —Dijo con la voz ronca.

—Hola, Wanda. —Saludé, bajó la mirada y nuestros ojos se conectaron. —¿Cómo estás?

Observó nuestros cuerpos desnudos pegados al de la otra.

—Mucho mejor al notar que te quedaste. —Dijo lamiendo su labio inferior para luego morderlo.

Me sonrojé.

—No me hubiese ido... No fue algo de una sola noche... —Murmuré.

—¿Ah no?—Preguntó separándose rápidamente. —¿Cómo que no?

Sentí vergüenza. ¿Entonces si lo era? Joder.

—No, yo... es decir, si tú quieres, yo... Uh... —Dije nerviosa. Ella comenzó a reír y me abrazó con fuerza dejándome bajo su cuerpo.

—No es de una sola noche, tontita. —Ronroneó contra mi cuello. —No quiero que lo sea.

La sentí besar mi cuello dejando suaves morddas en el. Sus manos viajaron hasta mis senos acariciandolos con suavidad, sentí la presión en mi entrepierna. ¡Lo entiendo! Es la época de la luna de miel, por lo que las ganas de estar juntas serán inmensas y no la culpo, porque yo también quiero.

—Me gustas tanto, Nataska.—Dijo comenzando a succionar la piel de mi cuello.

—W-Wanda... —Dije nerviosa. —Noe vendrá y... —Me detuve al sentirla bajar por mis senos y llegar hasta mi abdomen bajo las sábanas.

(+16)

Separé mis piernas dejándola hundir su lengua en mi interior. Sus manos acariciaron mis muslos subiéndolos sobre su espalda.

—Mierda. —Me quejé al sentir como sus manos arañaban la carne de mis piernas. —Joder... Sigue.

Su lengua se movía con lentitud dentro de mí logrando que todos mis pensamientos desaparecieran. Sólo quiero venirme en su boca y creo que es el pensamiento más cuerdo y menos dañino que he tenido en meses.

—Wanda... —Gemí al sentir que su lengua envolvió mi nervio.

                              (•••)

—¡Adiós, mamá y mami dos!—Se despidió Noe quien iba en los hombros de Pietro. —¡Arre, tío Pietro! ¡Arre!

Pietro se alejó rápidamente y vi con temor como ambos desaparecían.

—Él la quiere mucho, le recuerda a Lia. —Murmuró. —Además está feliz de ser el tío Pietro, no te preocupes tanto.

Suspiré, tiene razón.

—Sí, tienes razón, es sólo que jamás he... estado tan lejos de ella. —Murmuré y vi la mueca de tristeza que Wanda hizo. —Lo lamento, no quise decirlo...

—No, no fue tu intención, linda. —Murmuró.

Tomó mi mano y comenzamos a caminar por el jardín.

—Es un lugar amplio y muy lindo. —Dijo Wanda observando las plantas de Mariah. —¿Pasabas mucho tiempo en el jardín?

—No, yo precisamente no. —Murmuré. —Mariah cuidaba este sitio, era su adoración.

Ella asintió lentamente y subimos a la casa del árbol que Noe tenía.

—¿Y éste lugar?—Preguntó al ver los juguetes de Noe. —Deduzco por la forma en que está construido que fuiste tú quien lo hizo. Es hermoso

—Fury me ayudó, no me des todo el crédito. —Murmuré avergonzada.

—Oh, vamos. No seas tan modesta, Natalia.

—Me gusta ver a Noe feliz, y sabía que su vida jamás sería normal, ni siquiera ha interactuado con otros niños alguna vez... Y creí que hacerle llevar una infancia lo más normal posible sería ideal.

—Hiciste un gran trabajo, Nataska. —Dijo Wanda pasando sus brazos por mi cuello y pegando sus labios a los míos. Sonreí durante el beso tomando su cintura.

Joder. Como amo que tome el control.

Caímos con suavidad sobre el saco de dormir de Noe, los power rangers se veían en el. Casi no respirabamos debido a los besos, cuando nos detuvimos ella se recostó observando el techo y yo decidí apoyarme en su pecho mientras tomaba su mano.

Ella llevó nuestras manos hasta su boca y las besó.

—¿Recuerdas cuando hacíamos el amor en la sala de entrenamiento detrás del ring?—Preguntó riendo. —Recuerdo que Clint entró y lo vimos allí. El ring cubrió mis senos, aquella vez yo estaba arriba.

Asentí comenzando a reír contagiada por su risa.

—O cuando luego de entrenar te di sexo oral en el ring, eso fue genial. Teníamos las hormonas alboratadas, brujita. —Murmuré sonriente.

—Fue una gran época, y no nos enviaban juntas a misiones, porque...—Ella se quedó en silencio. —Ocurrió lo de Lagos.

—No fue tu culpa. —Dije rápidamente subiendo sobre ella.

La vi sonreír.

—Gracias....

Uní nuestros labios antes de que siga hablando.

Luego de un par de minutos compartiendo besos y mimos en el suelo decidimos bajar.

—Es lindo. —Dijo ella.

—Es de Mariah. —Contesté nostálgica.

Ya no me siento cómoda haciendo ésto aquí...

No con Wanda en el lugar que me vio a Mariah y a mí ser felices.

—Quiero mudarme. —Murmuré. Ella me observó fijamente y suspiré. —No quiero seguir viviendo aquí, esto es de Mariah... y de Noe hasta cierto grado, pero le pertenece a Emma y Mariah, nosotras necesitamos... Un hogar...

Wanda sonrió observando el suelo mientras caminábamos de la mano por el jardín lleno de árboles.

—Un hogar será donde estés tú y Noe, siempre. —Dijo ella con una sonrisa que corresponde de inmediato.

—Entonces... ¿Campo o playa?—Pregunté y Wanda mordió su labio inferior.

—Deberíamos dejar a Noe elegir y hablar con Stark, él podría buscar el sitio para nosotras...

Asentí.

Es emocionante.

Nota de autor:

1/2

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-Codex.

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