21°

Wanda's pov:

Natasha estaba a mi lado nerviosa. No deja de mover la pierna, la entiendo, para mí también es difícil, sin embargo... Tengo más emoción que miedo de saber el resultado.

—No es gracioso, tío Bruce. —Se quejó Noe. —Quiero una paleta de caramelo.

—Cariño, no tenemos de esas aquí en el complejo. —Murmuró Banner.

—Mami dile que me de una paleta. – Se quejó Noe observando a Natasha.—O voy a romper... —Señaló un papel.—Ese papel.

Sonreí levemente.

Flashback.

—¡Wanda, dile a Pietro que me entregue mi hamburguesa!—Gruñó mi novia.

Caminé con una bandeja en manos hasta llegar a la mesa del comedor donde mi novia discutía con mi hermano.

—¡Tiene pepinillos, es mía!—Se quejó mi hermano.

—¡Yo la pedí así! ¡Lee la nota!—Insistió mi novia.

Me acerqué hasta ambos dejando las demás hamburguesas en el mesón.

—Cariño, puedes comer otra. —Murmuré señalando una hamburguesa recién hecha.

—¡Esa dice para Nat!—Insistió mi novia. —Dame esa o... —Señaló una planta. —Romperé eso.

Solté una risita y uní nuestros labios. Es adorable.

—No vas a romper nada, mi amor.

—Lo haré, quiero mi hamburguesa. —Insistió antes de que la callara nuevamente con un beso.

La sentí sonreír. Ya cayó.

Fin flashback.

—Quiero una paleta de caramelo. —Insistió Noe.

—Te compraré una al irnos. —Murmuró Natasha.

—El tío Bruce tiene.

Bruce se levantó observando los resultados.

—No tengo nada, Noe. Te lo prometo. —Insistió.

Noe se cruzó de brazos.

—Es aburrido aquí, quiero hacer caramelo con Buana y comer. —Murmuró. —¿Tío Bruce, falta mucho?—Preguntó.

—No, cariño. Dame unos minutos.

Natasha tomó la mano de Noe y la acarició un par de segundos. El ADN era para ambas, si comprobaban mi maternidad, la suya era obvia, sin embargo, ella prefiere comprobarlo y no la juzgo, yo también quiero que le quede claro.

Abrí mi abrigo y saqué una paleta. La puse frente a Noe y sus ojos grises se iluminaron con rapidez.

—¡Gracias, Buana!—Me dijo emocionada.

Abrió rápidamente la paleta y comenzó a lamerla. Natasha me observó fijamente y la vi sonreír de soslayo.

—¿Nat? —Hablé y la rubia me observó. —¿Podemos hablar?

—Sí, claro.

—¿Bruce? —Llamó Nat al canoso. —¿Me la cuidas?

Él asintió.

Natasha y yo salimos del laboratorio mientras Noe iba al regazo de Bruce para comer su paleta. Ella ama preguntarle sobre todo allí, y es verdaderamente lindo que todos la quieran tanto.

—¿Todo bien?—Pregunté. —Es decir, con Noe, el examen y...

—Traer a mi hija a revisión, enterarme de que no tiene epilepsia y ésto han sido las mejores noticias que he tenido en éste tiempo. Bruce al fin pudo hacer las pruebas, hace cuatro meses Mariah desapareció, esperé por ésto y...

—¿Te sientes mejor?—Pregunté saliendo que anhelaba ésto. He sabido por tres meses que existe la posibilidad de que la pequeña sea mía y odié no poder decírselo. Ella suspiró, está ansiosa.—Bruce consiguió hacer el examen por su cuenta, sabes que involucrar a alguna compañía habría sido...

—Lo sé, yo... No sé que nos ocultan, es sólo que esperar tres meses para ésto ha sido duro, y... ¿Y sí no es tu hija? ¿Y si es hija de Rogers? —Preguntó rápidamente. —¿Y si...?

La detuve con cubriendo su boca con mi mano. Ella gruñó.

—Dijiste que no querías que te prohibiera hablar, no lo hago, pero... Cállate, estás muy nerviosa. Quitaré mi mano. —Murmuré y lo hice. Nos observamos fijamente.

—Lo estoy, estoy muy nerviosa, quiero que Noe sea tu hija. —Admitió. —Pero me da miedo soltar a Mariah, siento que... ¿Y sí es así?—Preguntó rápidamente. —¿Dónde esta su hija?

—Todo se sabrá, cálmate. —Murmuré acariciando su rostro.

—Oigan. —Nos llamó Bruce. —Los resultados están listos y Noe quiere ir al baño.

Tras Bruce apareció la pequeña.

—Y hacer del dos. —Murmuró enseñando sus deditos.

—La llevaré al baño, ve los examenes, que Bruce te explique y... —Asentí y ambas se alejaron.

Entramos y me senté frente a él.

—Tres meses. Lo lamento. —Murmuró acomodando sus gafas. —¿Sabes algo? Jamás creí que vería un plan malvado ante mis ojos.

—¿De qué hablas?—Pregunté.

Él volteó el monitor enseñándome dos fichas clínicas.

—Natasha hace tres meses estaba tan nerviosa que confundió dos veces las fechas de nacimiento de Noe, y es porque estaba ansiosa, le perdonamos eso, la segunda vez acertó al mes pero no al día,  dijo doce de noviembre, es once de noviembre.

—Como Emma... —Murmuré.

Él asintió.

—Maximoff Michelle W. —Leyó él. —Nueve meses de embarazo, Noe Maximoff... —Murmuró y nos observamos fijamente. —Por el contrario la de Mariah dice... Emma Rogers... Está en una base de Hydra.

–¿Qué?—Pregunté rápidamente. —¿Entonces? No entiendo.

—Creo que... —Suspiró. —Las pastillas de epilepsia contrarrestan los poderes, le dimos dosis menos fuertes a Noe durante estos meses y ella no presentó más indicios de poderes... Porque la controlamos, quitaremos las dosis.

—¡¿Y si la lastimamos?!—Pregunté espantada. Él negó y tomó mi mano tranquilizandome rápidamente.

—Ella es tu hija Wanda, ella... Tiene tus poderes y puede con ellos. —Mis ojos se cristalizaron.—Noe es Emma... y Emma... Es Noe.

Sollocé imaginando a una pequeña niña siendo tratada como yo cuando estuve con Hydra.

—¿Sabes dónde la tienen?—Pregunté.

—Sí. En una base de Hydra que parece inoperante desde el blip, cuatro meses sin actividad.

—¿Y si ella sigue allí?—Pregunté.

—Ella... No habría sobrevivido, tiene sólo tres años y... Por los tratamientos que tienen escritos los documentos..

—¿Cómo es que conseguiste todo eso tan rápido? ¡Fue un secreto por años!

Estoy malditamente espantada, y emocionada por Noe, pero... ¡Es un horror! ¡¿Quién es tan jodidamente cruel?!

—Como dije... La base está deshabilitada, no hay nadie controlando el acceso de datos... Lo que me dejó leer todo, y ver el nombre de Ross.

—¿Qué hizo Ross?—Pregunté.—¿Hank Pym tiene algo que ver?

—Investigan la sangre de Rogers, creen que se necesita otro capitán América que siga su linaje, Pym quería aprobación del gobierno... Mariah estaba embarazada.

—¿Cómo supieron que era de Rogers?

—Fury.

—¿La traicionó?—Se encogió de hombros.

—No entiendo... Nada tiene sentido. —Murmuré observando fuera como Noe y Nat venían riéndose. —¿Cómo...Cómo le explico a Nat ésto?

—Será duro, pero... Debemos... Intentar ser fuertes, y decirle a...

Ambos suspiramos. Nat entró al laboratorio.

—Rogers vino. ¿Alguien lo llamó?—Preguntó preocupada.

Tragué saliva.

Joder.

Nota de autor:

¡Nos leemos mañana!

-Codex.

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