Capítulo 4

-Pov. Ryan-

No sé en qué momento me vi destinado a luchar entre la vida y la muerte.

Desperté en una cama con un fuerte dolor de cabeza. Comenzaba a sentir mareos y náuseas. Levanto la vista y veo a Brendon queriéndome ofrecer un vaso con agua con una hermosa sonrisa.

Del susto, me estremecí y me corrí hacia atrás. No podía olvidar esos ojos carmesí fríos como la noche.

Pensé que todo había sido producto de un sueño pero de reojo note mi brazo vendado y palidecí. Estaba en lo cierto, nada fue un sueño, no estoy loco. Brendon si es un vampiro o un monstruo. Pero estaba allí sentado sin sentimientos de culpa alguno. ¿Me habrá hecho daño?

-¿Porque me temes? ¿No era que me amabas Ryan? -pregunto con un semblante serio-

-¿Qué eres Brendon? -masculle- ¿Quien eres? -mis ojos se llenaron de lágrimas y un sentimiento de angustia se atoro en mi garganta-

-¿De qué hablas Ryan? Soy yo tu vecino jajaja -comenzó a reír, arquee una ceja- ayer te caíste por las escaleras y yo te estoy cuidado...

Otra vez él me estaba mintiendo en la cara... Sé que puedo parecer idiota o muy crédulo con las personas, pero que se sobrepasen conmigo No.

La lastimadura en mi brazo significa que todo lo vivido fue real...Me tome de mi brazo astimado, aún podía sentir el rasguño y la herida abierta por debajo de la venda.  Aun no puedo olvidar los ojos raros de Brendon queriéndome hacer daño a toda consta.

Fruncí un poco más mi entrecejo y me cruce de brazo.

-entonces, si no planeas decirme la verdad, me iré a mi casa. -tome las colchas que me cubrían y las aparte, poniendo un pie fuera de la cama-

Al pisar el suelo camine un par de metros y un brazo jalo de mi. Atrayéndome a su cuerpo helado. Me abrazó por detrás de mi cintura....

-espera... No te vayas Ry... -susurro levemente- yo...

-no me mientas solamente -solté duramente, no quería mirarlo a los ojos porque a estas alturas estaba muy sensible y ya me estaba conteniendo bastante... solo lo acaricie en su brazo que me rodeaba el cuerpo- ¿Hace cuánto eres así?

-¿Así como? -pregunto incrédulo- Me miras como si fuese un fantasma... -respiro hondo y luego soltó- ¡no estoy muerto Ryan! -espeto- solo que, en mi condición no puedo morir...

-así que ¿Las leyendas son ciertas ? -pregunte, mi corazón comenzó a latir rápido no se si es por su abrazo o la adrenalina recorriendo  mi cuerpo de que un monstruo este a centímetros mio y pueda hacerme daño en cualquier momento-

-a ti no se te escapa nada Ry... Es difícil poder mentirte, me haces la vida muy difícil. -dijo un poco fastidiado, sabía que no le gustaba los interrogatorios, solo escuche un bufido de su parte-

De pronto me soltó de su agarre y me volteo para así mirarlo a los ojos. Todo los sentimientos de miedo en mi interior se habían disipado. No podía combatir contra su belleza. Aun lo amaba.

-¿Desde hace cuánto eres así? -volví a preguntar, lo miré fijo a los ojos-

-sabes, a veces me enloquece no saber qué piensas ... -él curvo una leve sonrisa en su rostro-  pero bueno, tu respuesta es: desde la década de los años 20.

-¿Qué? -me sorprendí, me puse a pensar y tal vez él en esta época tuviese más de 90 años- ¿Y tú familia? O sea, ¿no tuviste esposa e hijos durante todo este tiempo?

-no podemos mezclar nuestra sangre con la suya... Ya sabes, enloqueceríamos -pronuncio con una amargura en su boca- tú tienes suerte de tener una vida normal.

-es por eso que... -susurre mientras mis manos fueron hacia su torso, acariciando su pecho frió-

-que no podemos ser pareja Ryan... -sonrió de manera triste, agache mi cabeza y él tenía razón- te mataría en cualquier momento... -sentí una lágrimas caer por mis pómulos que al contrario de Brendon, se sentían cálidos- tengo un compromiso además, con la hija de una condesa llamada Audrey Kitching en Francia...

-¿Un matrimonio arreglado? -levante mi vista y fruncí mis cejas-

-algo así... -sonrió gracioso mientras limpiaba mis lágrimas con su pulgar frio- vine escapando de allí por ese motivo y además, de disfrutar mi juventud.

-ya veo, por eso siempre discutes con tus hermanos. -conteste con la voz ronca, termine de limpiar mis lagrimas-

-ahora entiendes. -el puso sus manos en mis hombros y me miro fijo a los ojos- No es que yo no quiera pero está prohibido un romance con un ser humano y si lo saben los demás, vendrían a buscarte para matarte.

-¿Y no puedo ser uno de ustedes? -dije levemente, casi en su susurro. Él negó con su cabeza-

-jamas te condenaría de esa manera Ry... -sonrió para si mismo-  Estarás a salvo mientras te alejes de mi... -él se acercó y me dio un pequeño beso sintiendo sus labios fríos, largo un pequeño gemido y se hecho hacia atrás- me es difícil contenerme... No puedo contener mis impulsos de sangre ... No te imaginas lo horrible que es vivir así... -él agachó su mirada al suelo con un semblante triste- vivir como un asesino y en la oscuridad de por vida.... ¿Tú quieres vivir así? -pregunto con su semblante serio, trague grueso al sentir su mirada fría penetrar mis ojos-

Creo que estaba siendo muy egoísta, debía apreciar mejor la vida. Es lo que me trataba de explicar Brendon. Sentí pena por él, por llevar una vida así y vergüenza de mí mismo por pensar en querer ser un monstruo...

Negué con mi cabeza sin decir una palabra.

-me alegro que entiendas.... Eres un buen niño -él me abrazó por mi cintura y acarició mis cabellos, alegando una hermosa sonrisa-

Caminamos hasta su sala de estar y allí estaban sus hermanos con unas maletas... Sarah evitaba mirarme a los ojos y Dallon solo me veía fríamente. Hacía un gesto de desagrado.

-Su olor se siente por toda esta casa... -mascullo Dallon e hizo un gesto de asco y tapo su nariz-

-deberíamos irnos ya Brendon... -contesto la mujer evitando cruzar nuestras miradas-

-¿Brendon a donde vas?  -pregunte un poco alarmado-

-debo irme Ry... -él se rascó la nuca, estaba un poco nervioso-

-¿Volverás? -le tome su mano y lo agarre con fuerza-

-eso no va a ser posible... -se arremetió Sarah y deshizo mi agarré-

Cuando mire sus ojos fríos mi cuerpo se estremeció y caí desplomado al suelo.

No escuché más nada... Solo un leve sonido proveniente de los cantos de las aves. Me levanté y me dí cuenta que estaba recostado en un campo floral. El paisaje era hermoso y camine por allí unos metros dejándome llevar por la dulce brisa. El aire puro recorría cada parte de mi cuerpo, se sentía tanta paz y tranquilidad.

De a lo lejos noto a dos personas, intento acercarme a ellos.

 Una de las personas era Sarah pero lucia un poco diferente a la actual, se veía realmente hermosa y feliz. Se notaba en sus ojos lo enamorada que estaba de ese hombre. Él parecía un poco mayor , vestía ropas de trabajo y ambos compartían un picnic... Disfrutaban de un almuerzo agradable...

Ellos no podían verme pero miraba cada escena como si estuviese en un cine de primera fila.

Él hombre sacó de su bolsillo un caja y le mostró el anillo reluciente que traía consigo.

-¿Sarah me harías el increíble honor de ser mi esposa? -dijo con una espléndida sonrisa en su rostro mientras le colocaba el anillo al dedo-

-Acepto mi amor -conteste ella y beso sus labios sellando su felicidad- me encantaría ser tu esposa.

Luego de un rato de hablar de los futuros planes para su boda, ella le preguntó...

-entonces ¿Como le dirás a tu mujer que te casarás conmigo? -arqueo una ceja acariciando su pecho-

-no tengo nada que decirle, no estamos casados.... -él sacó de su sacó su billetera y allí, una pequeña foto de un niño... Esperen ¿Soy yo? - el único que le deberé una disculpa es a mi hijo, seguro me odiara por siempre.... -sonrió con una angustia en su cara y Sarah tomo su mano en señal de apoyo-

-no lo creo, él será como vos, con un buen corazón... No te odiara nunca... -ella lo abrazó refugiándose en sus brazos y dedicándole una leve sonrisa-

-Gracias, no sé que haría sin ti.... -susurro aquel hombre-

Al levantarse ambos del suelo, me acerque un poco más  a ellos y estaba por increparlos para preguntarle a ese hombre que hacía con una foto mía .

Hasta que todo se volvió oscuro... Aquellas personas desaparecieron de mi vista. Ahora yo me situaba en la puerta de una casa, estaba parado de frente. El barrio era frío y desolado, la oscuridad se asomaba a cada rincón y caía una leve llovizna.

De pronto adentro de aquella humilde casa se escuchaban gritos de una pareja. Era la voz de mi madre y los llorisqueos de un niño pequeño. Así como si nada aquel sujeto del aquel jardín salio de la casa azotando la puerta.

La lluvia comenzó a caer con más intensidad, la mujer y el niño permanecieron adentro de su hogar viendo por la puerta como ese señor se marchaba.

Me dí cuenta que ese señor era mi padre.... En cuanto mi madre le gritó "Si te vas con esa mujer... espero que no vuelvas a ver a tu hijo... jamás ¿Entendiste?".

Me quede impactado ante tal revelación.... cuando ea niño no recordaba la cara de mi padre, no tengo ni un leve recuerdo de él... hasta las fotos que habían desaparecieron y mi madre me dijo que no tenía muchas fotos de él. Sé que ella escondía una vieja caja de madera donde guardaba sus viejos recuerdos. El dolor de mi padre la marcó para siempre y a mi también.... 

Busque a mi padre con la mirada pero no estaba por ningún lado... pensé y pensé ¿en donde estaría a estas horas de la noche? Entonces, la respuestas vinieron a mi por si solas... recuerdo a mi madre haberme dicho que él iba a una taberna donde casualmente fue la ultima vez donde lo vieron con vida. Tal vez esa ultima cereza era una despedida hacia sus amigos antes de irse con Sarah... debo detenerlo y decirle la verdad.

Corrí lo más rápido posible hasta aquel lugar... no había cambiado mucho en el futuro así que me apresuré a buscarlo adentro pero el lugar había poca gente pero ninguno de ellos era mi padre... luego recordé el lugar lo encontraron... ese ese sitio.

Entre a un callejón oscuro, la lluvia había dejado de cesar pero las calles permanecían oscuras y mojadas. Escuche murmureos proveniente de allí... llegue agitadamente pero solo me encontré con la agradable sorpresa de que mi padre estaba con Sarah hablando amablemente y se acariciaban el uno al otro.

-Ya nada nos interrumpirá mi futura señora Ross -le contesto mi padre con una sonrisa mientras tomaba su mano depositando un beso allí-

-George, tú sabes que te amo... -ella aclaró su voz- pero... 

Me quede estático viendo la escena....

-¿Pero? -él enarco una ceja- ¿pero no me amas?

-no puedo... -ella se soltó de su agarré y en un intento quiso salir corriendo-

-Espera ¿a donde vas? -él le grito mientras jalo de su brazo, ella tironeo con una fuerza sobrenatural tirando a mi padre a unos metros hacia atrás-

-vaya vaya Sarita... -un tipo apareció de repente en una especia de torbellino de humo dejándome sorprendido y asustado- ¿Todavía no pudiste con un simple humano?

Al sonreír y mostrar sus afilados dientes sentí un miedo recorrer mi espina dorsal... sentía su sed a sangre y su aroma peculiar. Mi padre es asusto y no pudo moverse, estaba aterrado.

-Sabes que esta prohibido entablar una relación con los humanos ¿y aun así te atreves a desobedecer a tu madre? -ella se enfureció y estaba por ir golpearlo-

Hasta que por detrás aparecieron otros monstruos mas y la tomaron de sus brazos ejerciendo mas fuerza de lo normal. El líder se acercó a Sarah y la tomo de su barbilla.

-tanto amas a ese estúpido humano... -ella le escupió en su cara con un gesto de desagrado- idiota....

-¡¡¡Déjala ir maldita sea!!! -mi padre se entrometió y le pego en la cara, este no sintió nada. Sólo acomodó su cabeza y miro de reojo a la persona que lo golpeo-

Mi padre retrocedió chocando con una pared por detrás. Mientras el sujeto se acercaba con extrema lentitud... por defensa propia mi padre tomo un palo que tenía a un costado y estaba por ir a golpearlo.

-¡¡Corré!! -escuche decir a Sarah en un grito- 

El sujeto en un rápido movimiento que mis ojos no pudieron captar a simple vista. Lo golpeo y aventó a mi padre a unos cuantos metros. Causándole sangrar a propósito su boca.

Sarah miro hacia otro lado llorando de rabia. Los demás se estremecían y enloquecían por saborear la sangre fresca. Mi padre no podía levantarse, tenía un fuerte dolor en su panza y estaba tirado en el suelo. Sacó de su bolsillo mi foto y susurro "lo siento hijo, por no protegerte como te lo prometí". Esto llego a alcanzar los oídos de Sarah que los abrió tan grandes como pudo. 

Tapé mis ojos.... no quería ver tal escena horrorosa. No lo soportaría a futuro. No podía hacer nada, no podía siquiera intervenir y ayudar a mi padre. Solo escuchaba sus gritos de tortura... sonaba desgarrador. Tan aterrador para mis oídos. Mis lagrimas, mi estomago endurecido, mis piernas temblaban y mis manos sudaban frió. No podía mover mi cuerpo, me sentía atrapado al suelo. No podía correr ni gritar ayuda. La sangre llegaba a mis pies, era lo más horrendo que he experimentado.

-¿Tú que mierda haces aquí? -preguntó una voz amenazante- no me digas que vienes del...

Cuando cerré y abrí los ojos ya estaba en la verdadera realidad. Tenía a Brendon y a Sarah hablando o discutiendo entre sí...

-Tenías que hacerle eso de nuevo -arremetió Brendon mirándola fija a los ojos-

-no es mi culpa que sea tan sensible a mis poderes... -ella volteo a darle la espalda-

-aléjate de él bruja -se burlo el moreno, consiguiendo que ella se dé vuelta-

-¿que dijiste? -lo tomo de su camisa y estaba por darle una paliza-

-¡¡ya basta los dos!! -se entrometió el mayor de los hermanos y los separó-

Estaba paralitico, conmocionado, aterrado, traumado... no había explicación a todas las emociones vividas. Brendon los apartó a ambos al ver que estaba despierto y me tomo de mis hombros. No podía siquiera parpadear. 

-Ryan, Ryan ¿estas bien? ¡¡ Háblame por favor !! -hablo un poco fuerte Brendon preocupado por mi- 

Me senté sobre la cama con un poco de dificultad y pose mis manos sobre mi cabeza. Me dolía un poco. 

Sarah refunfuño y salió de la habitación sin antes murmurar "débiles humanos".

Ahora entendía todo. El porque Brendon vive en mi contiguo departamento. Porque Sarah me desprecia y desprecia la relación que tenemos Brendon y yo. Ella ha evitado tener contacto conmigo porque de alguna manera u otra no quería que mi destino sea igual al de mi padre.

-Brendon despídete de tu amigo, debemos volver a Francia en cuánto antes. -se interpuso Dallon-

Seguido de eso, tape mis ojos y evite mirarlo a los ojos.

-Ryan él no te hará nada... no es tan malo como Sarah -comentó Brendon tomando mis manos-

Miré nuevamente a Brendon a los ojos y lo tomé de su brazo jalándolo hacía mi.

-Prométeme que volverás a visitarme -le exigí al moreno, este sonrió para sí mismo-

-te lo prometo -contesto con su típica sonrisa, mucho no le creí-

Él se acerco a mi y con sus manos me tomo de mis mejillas y beso mis labios.

-Tienes a la chica de tus sueños esperando por ti Ry... serás felíz, te lo garantizo. -argumento y se separó unos metros-

-¿Como sabes eso? -arquee mis cejas-

-Dallon puede ver... -Su hermano se acerco y le pego un codazo en su cintura, negando con su cabeza, Brendon rió tontamente- digamos, que un pajarito le contó a Dallon.

Dallon tomo las valijas y salió cerrando la puerta suavemente. Brendon se acerco hacia mi y me entrego la llave de su departamento y un sobre. Lo primero que pude divisar fue un "Léelo mas tarde", lo mire un poco confundido.

-no pongas esa cara, no es nada malo mi Ryro. -sonrió levemente Brendon tomando un bolso-

-Espera... -trate de retenerlo antes que me dejará, él se detuvo y me miro a los ojos- quisiera...

-Si mis sentimientos fueron mutuos hacía ti. -hablo Brendon, acercándose hacia mi- No lo dudes. Sólo que, no quisiera que te hicieran daño -acaricio mis mejillas que comenzaron a arder con su simple tacto- como a tu padre, jamás me lo perdonaría a mi mismo.

-Vuelve algún día... te prometo que nada cambiará. -susurré, sentí una angustia atorarse en mi garganta-

-Si -asintió con una sonrisa- al fín entendí todo. Sólo quiero que sigas tu vida con siempre lo haz hecho y que seas muy felíz.

No quise ni siquiera cruzar miradas con él, sabía que si en verdad me despedía, más me dolería su partida. Así que simplemente me senté sobre su cama y comencé a sollozar el porque no podríamos estar juntos una vida entera.

Escuche sonar la puerta de la habitación y cerrarse esta. Cerré los ojos, el corazón se me estrujo. Parecía romperse a cada paso que Brendon se alejaba más de mi.

"Lee la carta" escuche decir una voz que tan bien reconocía adentro de mi mente.

Comencé a llorar, las lágrimas no dejaban de cesar por mis pómulos. Tomé de sus sábanas limpias y me las limpié. Parecía un nene llorón. Abrí el sobre que Brendon escribió para mi.

Hola Ryan. No soy de escribir cartas a mis víctimas jaja disculpa, tu eres algo especial para mi. No quiero que vivas con el "Que hubiera pasado si tu y yo" sólo vive y sé muy felíz. Nuestros destinos estaban cruzados pero no destinados. 

No podremos vivir una vida juntos como siempre haz soñado, sabes a lo que me refiero. Te harían daño, incluso te lastimarían y a sabiendas de eso, uno de los dos no contará para vivirlo. 

No quiero ese destino para ti, jamás te lo desearía. Eres muy importante para mi, ahora lo sabes.

Y no hace mucho comprendí que lo que sentí por ti es amor, gracias por enseñarme ese valor tan gratificante de los seres humanos. Siempre anhele ser una persona normal y llevar una vida como todo ser humano y aunque nunca pude, intentaré hacerlo. 

No te desearía esta vida tan miserable que lleve y llevo. Seguramente en unos días me comprometeré con la señorita Audrey Kitching (esta es su foto y no creas que parece amable como vos, es una vampiresa muy brava)

y si me va mal con ella ya me verás contigo en tu contiguo departamento jajaja

Cambiando de tema, cuando termines de leer esta carta seguramente recibirás una llamada importante que cambiará tu vida, no la rechaces. ¡Te deseo lo mejor Ryan! siempre estarás en mi corazón aunque estemos a miles de kilómetros. Te amo Ry, nunca lo olvides.

Terminé de leer la carta un poco más tranquilo y suspiré.

De pronto comenzó a sonar mi celular. Intente buscarlo por la habitación pero me desesperé al no poder ubicarlo. Manosee mi bolsillo trasero de mi pantalón y allí lo encontré. Miré el número desde donde me llamaban y era uno de característica extraña. Lo miré sorprendido pero atendí igualmente... según Brendon, es la oportunidad de mi vida.

-¿Hola? -Hable con un poco de dificultad-

-¡Hola Ryan! no se si me recuerdas aún.Soy Helena Vestergaard, la chica de la fiesta. -contesto una voz femenina que tan bien reconocía-

-Si Helena, aún te recuerdo. ¿Como haz estado? Hace unos días te he llamado pero no quería parecer molesto contigo. -le conteste un poco mas tranquilo-

-Para nada, no me molestas Ry... Sabes, desde hace unos días he venido a Australia por asunto de trabajo. Pensaba volver a la ciudad en esta semana... -espeto con su dulce voz-

-Genial, te iré a buscar al aeropuerto e iremos por una taza de café... ¿que dices? -le propuse un poco nervioso-

-me parece agradable... me encantaría ir contigo por esa taza de café... -ella se notaba feliz por mi invitación-

Estuvimos hablando por celular toda esa noche de cosas triviales, de su estadía en Australia y de mis estudios universitarios. Todo fue muy agradable. Me recosté ese mismo día en mi cama pensando y ansioso por esa cita con Helena. 

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En otro lado.

Brendon y sus hermanos estaban en el asiento del avión. Sarah se maquillaba desde su lugar, mientras que Dallon miraba una revista. Brendon se sentó en otro asiento separado con una persona mayor que solamente dormía. 

-Lo siento si no conseguimos unos asientos más apegados. -comentó Dallon más tranquilo-

Brendon divisó a un joven que no dejaba de mirarlo y que lo deseaba. Así que, decidió seguirle el juego de seducción y el joven le hizo una seña de que iba a levantarse y así lo hizo.

El moreno simplemente sonrió ladino que fue percatado por su hermana mayor Sarah. Este se levanto de su lugar cuando divisó que su victima lo incito a entrar al baño del avión.

-No cometas una locura o te la veras  conmigo Brendon. -musitó Sarah un poco molesta mientras retocaba sus labios-

-voy a comer un poco, tengo hambre hermanita. -comento de forma manera divertida-

Brendon paso por el pasillo del vuelo y entro al baño. Luego de un largo rato él salió satisfecho y se sentó en su asiento, se relajó y estiró sus pies. Limpio con sus puños un poco de sangre que sobresalían de sus colmillos.

-Que buena cena... ya estaremos en casa en poco tiempo. -miró por la ventanilla y vío el amanecer desde su lugar apreciando la mañana resplandeciente- Espero que Ryan me perdone alguna vez por nunca haberlo tocado -sonrió para si mismo, mientras inhalaba y exhalaba aire- extraño su particular aroma.

-Deja de pensar en él, así jamas lo olvidarás. -se entrometió Sarah un poco molesta-

-a veces no quiero hacerlo. -mire el techo con un poco de melancolia- es extraño no poder verlo mientras me espiaba o ver su rubor cuando me cambiaba en mi habitación o ver sus celos cuando me veía entrar con alguien extraño a mi casa. Eran tan lindo.

-Así aprenderás a no enamorarte de un mortal, es una perdición para nosotros. -contesto ella un poco fastidiada porque el avión se movía lentamente y hacía que su maquillaje se corriese-

-JAJAJA a ti te hace falta un buen hombre que te saque tu mal humor -se atrevió decirle Brendon con una risilla burlona-

-estoy de acuerdo contigo -comento Dallon-

-No lo necesito. -ella le atino una mirada asesina a ambos- yo siempre amaré a una sóla persona.

-Ok ok ok Sarita -él divisó por las ventanillas que el avión descendía lentamente, se podían ver algunas colinas montañosas. Eran el límite entre Francia y Andorra- Creo que ya estamos cerca.

"Es buen volver a casa, espero ser bienvenido amablemente"

-Continuará-

¡Hola Lectores! quiero pedirles disculpas por traerles este capítulo bastante tarde, sólo espero que les guste :-) dejemen decirles que el próximo capítulo es el final de este Fic Corto (Short Fanfic) ¡Gracias por su apoyo, por su espera, amabilidad! Los quiero ;-) 

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