Twenty Three.

Los doctores me habían mantenido todo un día allí, se aseguraron de que mi respiración y pulso estuvieran bien, o en otras palabras se aseguraron de dejarme ir en perfecto estado y hasta se encargaron de renovar la receta de mis pastillas para poder comprarlas y que no me hicieran falta por si llegara a necesitarlas.
Cuando salí Daniel ya no estaba, los chicos dijeron que se había ido con Mía pero que no sabían donde estaban. Zach se fue junto a Steph, los demás chicos no podían llevarlo y la chica tenía su coche aquí, aunque estos parecían medios tensos e incómodos entre sí, se mandan mirada extrañas y eso era preocupante. Corbyn se fue con Jonah en su coche y acordaron que  Jack se encargaría de dejarme en mi casa; Se aseguro de que estuviera bien y tranquila y no me dejo irme sin antes darme la advertencia de que Daniel estaba allí, probablemente junto con Mía.

Entré con tranquilidad y todo estaba en calma allí. Hice un poco de ruido disimulado para que escucharan que alguien había llegado y en pocos segundos apareció Mía dándome la bienvenida con un abrazo, dijo que Daniel estaba coloreando con ella en la cocina y esa fue la información que necesitaba para saber donde él estaba.
Caminé hasta allí y lo vi sentado en la mesa, muchas hojas a lo largo de esta; algunas con dibujos y otras en blanco, los colores tirados por doquier y el chico tenía algunos rayones en sus manos y rostro. En otras circunstancias me hubiera parecido tierno y hasta me hubiera reído, pero ahora sólo quería que se quitara todo eso e hiciera su papel de adulto para poder hablar con él.

-Hola Zoe-habló tranquilo como si nada pasara.

Hice un movimiento de cabeza y comencé a juntar todas las cosas sobre la mesa.

-Cariño-Miré a Mía-¿podrías llevar todo a tu habitación y quedarte allí? papi y mami tenemos cosas que hablar-asintió sonriendo.

Agarró sus cosas y corrió escaleras arriba. Miré a Daniel completamente seria y él tragó duro.

-¿puedes quitarte todo eso del rostro?-asintió rápido-luego sube a la habitación.

No esperé una respuesta y subí las escaleras con calma, mirando y hasta contando cada uno de mis pasos. Entré a la habitación y cerré la puerta detrás de mi, me metí al enorme armario y apoyé mi frente en la pared dando un suspiro. Nunca había sido buena para hablar, mucho menos de cosas que me dolían, siempre suelo desmoronarme y comenzar a llorar como si mi vida dependiera de ello, no sabía exactamente lo que le diría a Daniel, pero si sabía y estaba muy segura de que dolería tanto para mi como para él.

Sentí la puerta abrirse y luego cerrarse, salí del armario y vi a Daniel palmeando su pantalón. Mi yo enamorada de él se apareció por unos escasos segundos para luego esfumarse, no sin antes recordarme lo mucho que me encantaba como le quedaban esos jeans negros, lo alborotado que estaba su cabello haciéndolo lucir sexy pero tierno a la vez, la cantidad de veces que me había encargado de quitarle esa remera blanca y lo bien que le hacía lucir los bíceps de sus brazos.

Me miró sin saber que decir, me miraba con temor y confusión, no tenía ni idea de cual de todas las cosas me iba a quejar primero y sabía que eso le comía el cerebro lentamente.

-Llevaré a Mía con Jack-me miró extrañado.

-¿Qué Jack?

-Mi hermano, Jack-aclaré,

-¿porque harás eso.

-Soy consiente de que mi estado no es el mejor y no puedo cuidar de ella ahora mismo y lo lamento, pero estás teniendo actitudes poco sanas para ella, no quiero que recuerde a un Daniel agresivo o el que decide escaparse para estar con otra chica que no es su madre-me encogí de hombros-no iba a hacer esto, pero luego de lo que hiciste ayer en verdad no te quiero cerca de ella.

-¡No puedes alejarla de mi! ¡también es mi maldita hija!-gritó algo alterado haciéndome tiritar un poco.

Aceptar el hecho de que Daniel comenzaba a darme un poco de miedo no me gustaba, pero era cierto, ya ni siquiera sabía de lo que era capaz y eso me aterraba.

-''Maldita'' e ''hija'' no deberían ir en una misma oración, piensa en eso, sacando de lado lo que te atreviste a hacerme, Corbyn me dijo que lo golpeaste frente a ella...no quiero que guarde esas cosas en su memoria-su estado de ira comenzaba a fastidiarme e intenté irme, pero me sujetó del brazo impidiendo que lo hiciera.

-Zoe...-suspiró calmándose-por favor-inflé mi pecho llenando mis pulmones y luego exhalé soltando todo el aire acumulado.

Me zafé de su agarré con fuerza y él me miró confundido.

-No vuelvas a tocarme-negué alejándome-No quiero que te acerques a mí, nunca más-Podía sentir como en cualquier momento con cualquier palabra podría comenzar a llorar y no me gustaba eso.

-Zoe, por favor no te pongas así-negó con una mueca.

-Pudiste haberme matado, ¿eres consciente de ello?-bajó su  mirada-Primero me engañas y luego intentas matarme ¿cuál es tú plan con todo esto?-negó.

-No intento matarte-aclaró rápido.

-En verdad creía en ti, juraba que eras el mejor chico que alguien podría tener, por el cual las chicas suelen soñar...un caballero, que te cuide y proteja ante todo, que te respeté-mi voz se quebró un poco-¿que debo creer ahora?-pregunté antes de que mi voz se quebrara por completo-En verdad siento que tú no sientes ni la mitad de lo que yo siento, y nunca lo hiciste. En parte ni siquiera estoy enojada contigo al respecto, estoy enojada conmigo por esperar y creer cosas de ti que sabía que no eran ciertas pero me aseguraba de creérmelas a la perfección.

Tomé aire antes de seguir hablando. Estaba bien si lloraba, pues no me importaba pero no quería hacerlo ahora, tan rápido. Necesitaba soltar todo lo que tenía guardado respecto a la situación entre él y Aubrey pero las palabras parecían simplemente no querer salir.

-Me lastimaste mucho, de muchas maneras...te defendí antes tantas personas, jurándoles que tu no eras del tipo de persona que ellos decían-mordí mi labio-¿sabes como duele ir y aceptar que tenían razón? que eras del tipo de persona que ellos me advertían e intentaban que tuviera lejos. Nunca llegaste a entender todo lo que eras para mi, y eso no puedo perdonártelo.

-A veces me da miedo arruinar las cosas y termino haciendo cosas peores. Pero en verdad lo lamento, lamento lo que ocurrió con ella, lamento haberla besado y todas las cosas-imágenes horrendas llegaron a mi mente de Daniel y Aubrey que me obligaron a mover mi cabeza para devolverme a la normalidad-Tengo pensamientos horribles en mi cerebro, soy completamente consciente del error que cometí y estoy muy arrepentido por ello.

-Ni siquiera es el hecho de que la hayas besado o que te hayas acostado con ella....lo que duele es el sentimiento de traición.

Sin poder evitarlo mi voz se quebró y se formó un un nudo en mi garganta. Me vi obligada a aclarar mi garganta y volver a tomar aire. Todo se estaba tornando difícil, no quería alejarlo, no quería seguir teniendo a Daniel lejos de mi...pero aún así no podía seguir apegada de esta forma a alguien que ni siquiera podía respetarme.

-Y ni siquiera pareció importante lo mucho que me dolió, por que se que eres completamente consiente de mi dolor y aún así no te interesó-negó y noté como sus ojos comenzaban a cristalizarse-Te importó un bledo si estaba rota o lastimada y simplemente volviste con ella, porque no soy estúpida y se que estuviste con ella cuando te fuiste de aquí.

-Zoe, no es así la cosa, cometí errores pero en verdad te amo y...-levanté mi mano para que callara su estúpida explicación, no quería escuchar sus excusas y quería que me dejara hablar.

-Tu solo sientes amor por mi cuando sientes que me vas a perder-negué con lágrimas en mis ojos amenazando por salir-Me dejaste en mi miseria y cuando volviste te tomaste el atrevimiento de culparme y acusarme de cosas que sería incapaz de hacerte y sabes perfectamente que es así-evitó mi mirada.

Cruzó sus brazos sobre su pecho y miró hacia otro lado mordiendo su labio intentando contener algunas lágrimas que ya amenazaban con salirse de sus ojos azules. Tal vez mis palabras comenzaban a dolerle pero no pensaba callarme. No necesitaba ningún tipo de venganza, pero por más que creyera saber mis sentimientos se los confirmaba a un 100% y hasta los remarcaba para que le quedaran bien claros.
Estaba dolida y me sentía traicionada, necesitaba que él supiera todos los sentimientos de mierda que me estaba causando y no por esa estúpida necesidad de venganza ni tampoco por hacerlo sufrir, simplemente parecía no notar las cosas que hacía y necesitaba que le quedara en claro el daño que causaba con sus estúpidas acciones egoístas.

-Te importó una mierda todo, siempre. Tal parece que nunca llegué a importarte si quiera un poco, y duele...duele demasiado-Soltó un sollozo y quité las lágrimas de mis húmedas mejillas.

Di un largo suspiro y cerré los ojos para calmarme.

-Hablé con mi madre de esto hace un tiempo, estaba confundida y no me sentía segura al respecto de ti, ella aseguró que sólo era mi imaginación y los malos recuerdos de mis relaciones anteriores-sonreí con un poco de dolor-pero igualmente dijo ''igualmente debes recordar, que aunque vivas con él o estén todo el tiempo juntos, si quiere estar con otra siempre tendrá tiempo'' y es real, me pregunté mil veces cuando pudiste hacerlo si siempre estabas conmigo, con Mía o con los chicos, pero luego recordé esa frase y fue como iluminarme.

-Nunca te e mentido sobre donde me encontraba-negué.

Sus estúpidas excusas ya no eran válidas para mi y prácticamente ya no quería escucharlo más.
Parecía ni siquiera querer intentarlo, se mantenía callado y sólo me escuchaba y lloraba.

-Lo siento-susurré-Te juro que te quise como nunca he querido a nadie más, pero ya no voy a intentarlo, no quiero ser la única que sigue luchando por esto, necesito que me demuestres que tú aún me amas y que vale la pena luchar, o que aún hay algo por lo que luchar.

Hablé lento mientras jugaba con el anillo en mi dedo anular, el cual Daniel me había dado al pedirme matrimonio; bajé la cabeza y lo miré recordando tantas cosas, algunas lágrimas más salieron y luego sonreí tristemente, me saqué el anillo volviendo a mirar a Daniel con esa sonrisa triste.

-Dime que me necesitas tanto como yo a ti-sollocé pero él se mantuvo en silencio, y eso rompió mi alma.

Me miraba con lágrimas en sus ojos y mejillas, se que buscaba hasta en lo más profundo de su cerebro algo que decir pero se le estaba acabando el tiempo y yo no podía seguir estando aquí.

-Hasta que decidas hacer algo...-me acerqué a él, sujeté su mano y la abrí ya que estaba levemente apretada, dejé el anillo sobre su palma y él comenzó a negar, devolví mi vista a sus ojos, seguía negando repetidas veces y sollozó dejando salir algunas lágrimas más.

-Por favor...-habló con un hilo de voz-Zoe por favor no lo hagas-negó apretando los labios.

Me dolía verlo así, siempre me había dolido ver a Daniel roto o llorando, pero ahora mismo ambos estábamos metidos en toda esta bola de sufrimiento por una estupidez que él había hecho y no tenía tiempo ni ánimos para contener sus lágrimas.

-Podría servirte con alguien más-cerré su puño.

-No quiero perderte-habló con un hilo de voz mientras seguía negando.

Me miraba dolido y esperanzado, su mandíbula estaba tensa y no podía distinguir bien el azul de sus ojos debido a las lágrimas. 

-Cariño-sollocé-no me estás perdiendo-negué-tú me dejaste ir al acostarte con ella-su labio comenzó a temblar-Cuando decidiste cambiarme por ella...

Sujeté su mejilla y lo acerqué a mi. Con suavidad dejé un beso lento sobre su mejilla, apreté mis ojos con fuerza ante el acto y algunas lágrimas más salieron.

Me alejé y lo miré triste, bajé mi mano de su mejilla por su cuello hasta su pecho deteniéndola sobre su corazón. Asentí intentando no llorar y me alejé lentamente hacia la puerta, la abrí pero me quedé allí unos segundos, giré mi rostro y volví a mirar a Daniel; Se había quedado allí, inmóvil y dándome la espalda.

-Fuiste ese adiós que nunca creí que diría y el que nunca quise decir...pero a la par el que siempre me vi venir-sollocé.

No podía decir nada más, me estaba desmoronando allí mismo y necesitaba salir de allí. Pasé la puerta y salí de ahí dejando mi corazón y amor junto con él, con el hombre que había jurado amar ante todo el mundo, promesa que él también había hecho pero que no había cumplido.
Al cerrarla me apoyé sobre esta y di un largo suspiro dejando escapar algunas lágrimas.
No quería perder a Daniel...no luego de todas las cosas que habíamos pasado, pero después de todo no estaba perdiendo nada, ya que él solo se había alejado.

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°°°°

Okay...estoy desecha, destruida, tirada en el piso en posición fetal llorando...me retiro.

No tengo ningún tipo de pregunta ni comentario hoy...sólo decirles que lo siento, y que acabo de agregar este capítulo a uno de los que más me ha dolido de esta saga.

Tampoco dejaré otra fotito porque no se de quien, no vendría al caso poner a otro de los chicos y poner a Daniel aquí duele, así que sólo me iré.

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