Twenty Nine.
Daniel
Jack tenía razón y pretendía hacerle caso esta vez.
Pasé todo un día entero ideando una buena idea o un buen plan para poder volver o por lo menos hablar con Zoe. Por más que lo intenté por horas lo único que se me ocurrían eran canciones; Luego de unas cuantas horas me di cuenta, tal vez no debía hablar con ella, todo mi ser ideaba canciones con respecto a ella y tal vez esa era la respuesta, una canción.
Una vez la di por terminada a mi gusto sonreí satisfecho con el patético trabajo que había hecho, pero al fin y al cabo aún había hecho algo bueno.
-¿A dónde vas?-la voz de mi madre me llamó la atención y me giré a mirarla-¿a dónde llevas esa guitarra?-me miró con una ceja levantada y sus manos a ambos lados de su cintura.
Lo sonreí tiernamente y luego me acerqué a ella.
-Debo salir mamá-besé su mejilla-pero espero no demorar demasiado.
Me alejé nuevamente hacia la puerta.
-¿Irás a ver a Zoe?-Anna pasó y me miró con una ceja levantada.
-¿Irás a ver a Zoe?-mi madre repitió la pregunta pero con la mirada acusante a diferente de la de Anna que sólo me miraba curiosa.
-¿En serio irás a ver a Zoe?-mi padre se unió a la conversación y suspiré frustrado mientras pasaba mis dedos con fuerza por mi cabello.
-¿Porque eso es relevante ahora?-abrí mis ojos ampliamente.
-¿Lo harás?-repitió Anna acercándose.
De un movimiento rápido me arrebato el papel que traía en mi mano; el cual tenía la letra y notas de mi improvisada canción.
-Anna, devuelve eso-intenté arrebatarlo pero se alejó hacia mi madre.
-¿Half a heart?-leyó en voz alta y me miró confusa.
-¿Le has escrito una canción?-preguntó mi padre detrás de mi madre leyendo por encima de su cabeza.
-Ya no se metan-le arrebate el papel a mi hermana y le mandé una mirada enojado.
Metí el papel algo arrugado dentro de mi bolsillo y salí a paso rápido y firme calmándome en el camino a mi coche.
Sentí mi teléfono vibrar repetidas veces en mi bolsillo pero lo ignoré y conduje recordando perfectamente el camino a...mi casa.
Aún tenía la llave del lugar por lo que no necesitaba que Zoe saliera. Entré con el coche y noté como el de ella no estaba aquí, algo confundido bajé del coche y me recosté en este mirando la gran casa.
Estaban absolutamente todas las luces apagadas...eran claras señales de que ella tampoco estaba aquí.
-Genial-susurré frustrado.
Tomé el teléfono de mi bolsillo y noté unas cuantas llamadas perdidas, principalmente del hermano de Zoe y algunas de mi buen amigo Jack, pero mi atención se centró en su totalidad en una llamada perdida por parte de Zoe e inmediatamente marqué su número.
El teléfono sonó unas cuantas veces pero me mandó al buzón, intenté llamarla unas veces más pero siempre terminaba en el buzón.
-Mierda-maldije devolviendo el teléfono a mi bolsillo.
Una luz cegante fue directo a mis ojos y me obligó a cerrarlos y hasta taparlos con mi mano. Un coche se estacionó frente a mi e inmediatamente lo identifiqué como el de Zoe.
De este salió la chica con la que parecía ser Mía en sus brazos, estaba tapada por una manta y su cabeza colgaba del hombro de la chica indicando que estaba profundamente dormida.
-¿Qué pasó?-pregunté preocupado mientras me acercaba.
-Shh-ordenó Zoe señalando a la bebé.
Miré a Jack salir por la otra puerta y mirarme serio.
Zoe pasó frente a mi y entró en la casa.
-¿Sabes que pasó?-me acerqué a él-la bebé se a estado quedando contigo ¿qué le ocurrió?
-Tiene paperas-suspiró-durmió una siesta y al despertar tenía su rostro completamente hinchado, intenté disminuirlo pero no servía nada, luego comenzó a tener fiebre e inmediatamente llamé a Zoe.
-¿Y a mi?-pregunté incrédulo.
-También te llamé a ti, idiota-habló entredientes-pero no contestas tu teléfono-negó.
-¿Ahora está bien?
-¿Porque no entras y lo averiguas tú?-me miró con una ceja levantada-eres su padre y a la única que veo junto a ella es a su madre-asentí.
-Bien...entraré-suspiré mirando a la casa ahora si sintiendo algo de miedo.
-Ella no va a morderte-me sobresalté al sentir la voz repentina de Jack detrás de mi-podrá estar enojada contigo pero no es tan egoísta como para no dejarte verla estando mal, mi hermana es justa-me dio una última mirada y luego comenzó a alejarse-ten-tomé con agilidad las llaves del coche que él acababa de tirar-son de ella-asentí y luego se giró y salió de allí con tranquilidad.
Tragué duro y luego caminé con lentitud dentro de la casa. Cerré la puerta con delicadeza y dejé mi chaqueta a un lado, hace demasiado tiempo que no estaba aquí y no hacía estás cosas por lo que si me sentía algo extraño.
Dejé las llaves en su lugar y salteando algunos escalones subí rápidamente dirigiéndome a la habitación de Mía.
La puerta estaba algo entreabierta por lo que la abrí lentamente para ver a Zoe sentada en el suelo junto a la cama de la niña, acariciaba su rostro y cabello con lentitud y cariño mientras le cantaba con suavidad y ternura.
No pude evitar perderme levemente en la imagen, Zoe siempre había sido una madre excelente y siempre la había admirado en ese sentido y nunca me atrevería a hablar mal de ella en ese aspecto, ni en ninguno en general.
La chica notó mi presencia y se giró a mirarme, apretó los labios y luego suspiró, dejó un beso sobre la frente de la niña y luego se incorporó caminando hacia mi.
-¿Vas a saludarla?-preguntó con su cuerpo a poca distancia del mío.
Asentí y pasé junto a ella haciendo un leve roce entre ambos. Me acerqué a la niña y besé con amor su frente, la arropé un poco y luego volví con la chica que esperaba en la puerta mientras sujetaba el pestillo de la misma esperando a que saliera. Ambos salimos y con delicadeza sin hacer ruido cerró para luego suspirar.
-Los doctores dijeron que podría perder la audición-susurró abrazando su cuerpo-dicen que es algo extraño que pase, pero la revisaron y dijeron que está algo grave-su voz se quebró levemente-no quiero que quede sorda-tapó su rostro con sus manos e inconscientemente la acerqué a mi para abrazarla.
-No lo hará, verás que no-aseguré para nada seguro de ello-ella es fuerte y lo sabes, aparte no es que va a morir-negué-sólo quedaría algo sorda su vida no corre riesgo con ello, y ya te dijeron que no es algo confirmado así que tranquila, y aunque así pase, podremos ayudarle y darle lo que necesite.
Asintió sobre mi pecho y al notarlo se alejó.
-Lo lamento-quitó unas leves lágrimas de sus mejillas y yo negué.
-No hay problema-apreté mis labios metiendo mis manos dentro de los bolsillo de mi pantalón.
-¿Vas a quedarte?
-¿Puedo quedarme?-pregunté en un hilo de voz esperanzado.
Me miro unos segundos y la profundidad de sus ojos se clavaron en los míos y un cosquilleo recorreo mi estómago. Estaba enamorado de ella, perdidamente, y no podía negarlo.
-Puedes hacerlo si quieres-asentí-traere una manta.
Se fue hacía la que solía ser nuestra habitación y yo me encamine a la de invitados.
Nunca me había gustado ésta habitación y Zoe lo sabía perfectamente...pero aún así no pensaba quejarme mi reprochar nada, ya que con el simple hecho de estar aquí era suficiente.
Cuando la puerta de abrió me giré y Zoe entró con algunas almohadas y mantas.
-Deja te ayudo.
Me acerqué a ella y tomé algunas cosas de sus manos haciendo que rozaran con las mías. Nos acercamos a la cama y ambos dejamos todo sobre esta.
-Puedes...sentirte en casa si quieres-habló suavemente-levantate cuando quieras y come lo que quieras-se encogió de hombros y yo asentí-bien...me iré.
Apretó los labios y luego se alejó.
Se detuvo en la puerta y se giró, mis ojos se centraron en su mano que sujetaba el pestillo y sonreí disimuladamente al notar la sortija nuevamente en su dedo.
-Si necesitas algo puedes decirme-su voz devolvió mis ojos a los suyos y asentí.
-Claro, gracias.
Asintió y luego se fue cerrando con suavidad. Dejé mi cuerpo caer en la cama y cubri mi rostro con mis manos mientras suspiraba, habían sido demasiadas cosas juntas y sabía que necesitaba procesar todo.
Pero ahora mismo sólo podía pensar en que estaba aquí, en mi antigua casa, a una habitación de la mujer de mi vida y no podía ir a por ella, y debo aceptar que dolía todo aún dolía.
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Wenas wenas ¿todas bien? ¿sí? Me alegro♡
Ay, es el cumpleaños de Corbyn...el bebé ya tiene veintiuno y yo quiero llorar, como siempre.
Bebito Daniel para todas y todos.
¿ésta historia va bien para ustedes? ¿les gusta el drama? ¿estoy llevando todo bien? ¿aman a Daniel? Yo sip, Me retiro
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