Thirty three.

Los meses pasaron rápido para mi. Diciembre se tomó el atrevimiento de aparecer, Zach y Steph no se quedaron atrás en anunciar su compromiso y ahora mismo estábamos todos en el avión camino al lugar donde sería la boda.
Zach no se quedaba atrás en hacer feliz y en complacer a su chica, por lo que ambos estarían festejando su boda en un lugar muy elegante y lujoso en Canadá, nada mal ¿cierto?

-¿Puedes dejar de tocarme?-le rogué a Daniel que no dejaba de mover mi brazo.

-Pues quiero apoyar mi brazo Zoe, no puedes quedarte con todo el espacio-volvió a empujar mi brazo y lo miré ofendida.

-Pareces un maldito niño.

-Tal vez lo sea-me miró desafiante y yo rodé los ojos.

A pesar de que los meses hayan pasado nuestra relación no parecía mejorar mucho. Mejor que antes no llevábamos, por supuesto que si y más aún luego de que Mía quedará levemente sorda debido a las malditas paperas, de un oído no escuchaba absolutamente nada y del otro lo más mínimo; eso nos unió a Daniel y a mi de alguna manera, pero no demasiado. El estar mucho tiempo juntos nos colmaba la paciencia a ambos, y Zach no había tenido la mejor idea de sentarnos juntos en el estúpido avión; era entendible, él iba con Steph, Jack con Gabbie y Corbyn con Christina...lo cual era bastante lógico, todos ellos eran pareja y estaba bien que fueran juntos, y en cuanto a mi no me quedaba más remedio que ir junto a Daniel.

-¿Porque no pones a Mía en el medio en vez de sentarte tu ahí?-pregunté al borde de golpearlo.

-Por que ella no quiere moverse-contestó obvio-molestó todo el camino, lloró y pataleó todo el rato en el aeropuerto con que quería ir del lado de la ventanilla y ahí está ahora, no pienso moverla.

Me incliné hacia adelante y miré a la pequeña.

-¡Está dormida!-chillé enojada, Daniel rodó los ojos.

-¿Comenzaras a pelear con una niña de tres años?-preguntó con una ceja levantada-¿con tu hija?

-Agh ¡No te soporto!-chillé enfurecida mientras me quitaba el cinturón.

-¿A dónde vas?

-¿A ti que te importa?-contesté antes de caminar con rapidez hacia el baño.

Al llegar noté que estaba ocupado y me quedé parada junto a la puerta esperando. Mi pie golpeaba con rapidez y enojo el suelo, mi respiración iba rápido y podía jurar que humo comenzaría a salir de mis oídos en cualquier momento.
La puerta se abrió y rodé los ojos al ver al chico salir.

-¿Qué tal?-sonrió algo coqueto y yo rodé los ojos.

-¿Puedes correrte? quiero entrar-hablé obvio.

-¿Y ahora que te pasa?-preguntó riendo.

-¿No tenías una mejor idea que hacerme sentarme junto a ese idiota?-se rió mirando a Daniel, yp crucé mis brazos sobre mi pecho.

-Fue idea de Steph, dice que tal vez así hacían las pases y no habría problema durante la boda, tu sabes...tu eres su madrina, él mi padrino y Mía se encargará de llevar los anillos, necesitábamos que se llevaran ligeramente bien-negué.

-¿No hicimos las pases en siete mese y lo haremos ahora?-rodé los ojos-que equivocada-Zach rió y acarició mi brazos.

-Tranquila, Zoe-sonrió de costado-está bien ¿si? sólo inténtalo, por favor-se agachó un poco para quedar a mi altura y mirarme directo a los ojos-¿lo intentaras?...¿por mi?-habló con una voz tierna que hizo que una sonrisa comenzara a aparecer en mi rostro y él sonriera satisfecho-¿estás sonriendo? ¿eso que veo ahí es una sonrisa?-picó mi mejilla y yo le quité su mano riendo.

-¡Ya basta!-rió.

-Enserio, relájate...considera esto unas vacaciones, uno en vacaciones se relaja.

-Pues no me iría de vacaciones con él-rodé los ojos y él me imitó riendo.

-Siempre te quejas de él y de sus actitudes infantiles pero después de todo eres igual a él-lo miré ofendida.

-¡Claro que no!

-Sabes que si.

-Ya vete-lo empujé para que se alejara pero él jaló de mi brazo devolviéndome a él y pegándome a su pecho.

 -Cálmate, princesa-acarició mi cabeza con delicadeza, pasé mis brazos por su espalda y lo abracé-estás algo tensa-rió-no queda mucho más de vuelo, intenta dormir y olvídate que ese ''idiota'' está junto a ti, ¿sí?-me miró y yo asentí-gracias-besó mi mejilla con ternura y luego se alejó de vuelta a su lugar.

Entré al baño y me refresqué un poco antes de volver a donde estaba sentada, la cabellera rubia de Daniel sobresalía del asiento, al verla suspiré y luego me acerqué rogando que no me hablara. Cuando me senté me giré a verlo al notar su silencio y lo encontré dormido. Tenía la cabeza levemente inclinada hacia el lado de Mía y eso parecía que le dolería luego. Con delicadeza y sin moverlo mucho sujeté su nuca y lo moví para que se enderezada, él gruñó y se movió un poco y a diferencia de hace unos segundos apoyó su cabeza en mi hombro.

-Que idiota-me quejé e iba quitarlo pero algo me impidió hacerlo. Lo miré unos segundos y luego de suspirar agotada lo dejé allí.

[...]

Empujaba mi equipaje con fuerza y me esforzaba por llevar también el de Mía.

-¿Segura que no quieres que te ayude?-preguntó Daniel por tercera vez.

-Te dije que puedo, no soy una estúpida-rió.

-Está bien, como quieras.

La rueda de mi maleta se atascó y en pocos segundos salió rodando anunciando que se había roto.

-Zoe, ¿estás bien?-Zach me miró y como era de esperarse todos los chicos.

-Mi maleta se rompió-hablé cansada mientras levantaba el circulo que me ayudaba a movilizar mi maleta.

-¿Necesitas ayuda?-preguntó Corbyn.

-Si, por favor-rogué.

-Tú podrías ayudarla, sólo traes una maleta-habló Jack hacia Daniel mientras se acercaba a mi, el rubio me miró ofendido.

Los muchachos llevaban sus maletas y las de sus novias, yo llevaba lo mío y lo de Mía,  en cuanto a Daniel sólo llevaba una pequeña maleta con sus cosas.

-Tú lleva esto-Zach le dio a Daniel las cosas de Mía que tomó tranquilo.

Entre Jack y Corbyn sujetaron mi maleta y comenzaron a caminar.

-Ven, linda-extendí mi mano hacia Mía y esta la tomó para comenzar a caminar junto a mi.

Entramos al hotel en el cual nos estaríamos quedando y Zach se fue junto a Steph para pedir las llaves  ya reservadas con anticipación, con los chicos esperamos en la sala que había allí.

-¿Que tal tú y Daniel?-miré a Gabbie con una ceja levantada.

-¿Disculpa?

-¿Aún siguen mal?-Christina se metió en la conversación.

-¿Cuándo estuvimos bien?-pregunté mirándola incrédula.

-¿Cuanto tiempo más planean seguir con todo este circo?-preguntó Gabbie con una ceja levantada y un tono de superioridad que me molestó un poco.

-No es tan así, Gabbie-defendió Christina.

-¿Todo este circo?-la miré molesta interrumpiendo a la castaña junto a mi-el imbécil me fue infiel con ''mi mejor amiga''-hice comillas con mis dedos-y se comportó de una forma muy agresiva conmigo, ¿te parece poca cosa?-me incorporé rápido sin esperar su respuesta, tomé a Mía en brazos y me llevé al baño.

La dejé sobre el lava manos y me miré al espejo suspirando por mi apariencia demacrada. Mía miraba a todas partes algo confundida.

-Estamos en el hotel-hablé alto y bien claro, articulando lo más posible para que ella pudiera oírme y entenderme-por la boda del tío Zach, es en unos días-se llevó la mano a la boca y comenzó a chuparse un dedo-saque eso de ahí-le quité la mano de la boca-no lo hagas más.

Me miró triste y comenzó a llorar desconsolada.

-No, cariño-la tomé en brazos y comencé a moverme de un lado a otro lentamente mientras intentaba calmarla-cariño tranquila-mis ojos comenzaron a cristalizarse-Isn't it amazing-intenté cantar pero mi voz se cortó por el llanto-how almost every line-intentaba contener el llanto pero para funcionaba, ni para ella ni para mi-on our hands align when your hand's in mine.

Mía apenas y podía oírme, antes calmarla o hacerla dormir era un trabajo fácil ya que al cantarle solía relajarse instantáneamente.
Dos golpees en la puerta del baño me desconcentraron, la persona no esperó respuesta y abrió la puerta.

-¿Qué haces?-pregunté entre lágrimas.

-Zoe, tranquila-Daniel se aproximó a mi-ella estará bien, tranquila.

Tomó a la niña y comenzó a moverse, recosté mi trasero en el lavamanos y luche conmigo por parar de llorar ante la situación.  La mera presencia de Daniel junto a Mía parecía darle tranquilidad, por lo que no tardó nada en que la pequeña dejará de llorar y lo mirara triste mientras se fregaba su ojo. El ojiazul le regaló una sonrisa que ella imitó.

-Todo está bien ¿cierto?-la miró con una mueca tierna-las princesas no lloran, no deberías llorar-la nena sonrió orgullosa-pero las reinas tampoco deben hacerlo, ¿te parece ir con el tío mientras hablo con mami?

La pequeña asintió y luego de que Daniel la dejará en el suelo salió corriendo desapareciendo de allí. La seguí con la mirada y volví a llorar inconscientemente, tapé mi rostro con mis manos y me dejé llevar.

-Zoe, ya no llores-Daniel se acercó y me abrazó dejando que mi rostro se hundiera en su pecho-ella ya está bien, todo está bien.

-No Daniel-lo alejé mirándolo dolida-nada está bien-intenté respirar tranquila-la niña ni siquiera mi oye, ¡mi propia hija no puede oírme!-chillé frustrada y lastimada-y todos están aquí con sus parejas y celebrando la boda de uno de nuestros mejores amigos y lo único que hacen es juzgarme-negó.

-Sabes que no es así, los chicos nunca te juzgan.

-¿Y tu que sabes? tú fuiste el que arruinó todo pero parece que todo es mi culpa, como si te hubiera rogado que te fueras con otra o que hubieras hecho todo lo que hiciste. Como si no hubiera sido lo suficientemente buena como para ser capas de cuidar a mi hombre ni tampoco a mi hija.

-Zoe las cosas tampoco son así-negó lentamente-depende de como quieras verlo-habló tranquilo mientras se acercaba acariciando mis brazos-y si alguien se atreve a hacerte sentir menos de lo que eres...pues me llamas y le doy unos buenos golpes-solté una risita ante su comentario y él sonrió-¿lo ves? así deberías estar todo el tiempo, demostrando que no te importa lo que ellos dicen y...podemos hacer como que todo está bien mientras estamos aquí, al volver podemos volver a la normalidad si quieres, pero si te ayuda podemos hacerles ver a todos que está bien.

-Tampoco quiero engañarlos-negué.

-Pues no hay que hacerlo-lo miré confundida-¿porque no podemos estar bien? ya pasaron siete meses, ¿no te cansas de este circulo vicioso de peleas? nos hacemos un favor estando bien, a nosotros y a todos...ese podría ser nuestro regalo de bodas para los chicos-solté una risa-¿de que te ríes?

-No les compraste nada ¿cierto?-mordió su labio.

-Lo olvidé-arrugó la nariz y yo reí-no vayas a decirles, planeo comprarles algo aquí-asentí.

-Tú secreto está a salvo conmigo.

-Lo sé-sonrió de costado-¿quieres volver con los chicos?-asentí levemente.

°°°°

°°°°

Admiren la cosa que se está llevando Steph al altar...suertuda.

¿Qué tal manejan toda la situación? 
Al final, la pequeña Mía si tuvo problemas luego de sus paperas y eso trae bastantes problemas ahora.

Quiero aclarar que obviamente Jonah no está invitado a la boda, por más que los chicos hayan sido amigos en el pasado deben recordar todos los problemas que Zach tuvo con él, y Steph apenas y lo conocía, con lo que...por lógica, él no andará por aquí...me retiro con este anuncio.

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