Seven.
Estar ahora mismo sentada junto a la ventana, abrazando a mis piernas mirando a través del cristal y pensando en tantas cosas me hizo recordar momento pasados.
Recordé aquel día lluvioso, pidiendo cosas que sabía que no quería pero que por mi bien necesitaba, pidiéndole que se fuera, aún recuerdo lo mucho que lloré, lo mucho que había estado enojada con todos como si tuvieran algo de culpa.
Recordé las noches en vela que había pasado exactamente en este mismo lugar pensando en como arreglaría las cosa con el chico que creía amar, ahora estaba igual.
Había estado ya más de cuatro horas aquí metida y no había siquiera escuchado los pasos de Daniel, como si esa maldita ''discusión'' no le hubiera importado nada. Como si no le interesara el hecho de que Jonah haya vuelto y que a colmo haya decidido buscarme.
Sentí la puerta abrirse lentamente y al girar mi cabeza vi a Daniel entrar con lentitud, me miró unos segundos y luego cerró la puerta con suavidad.
-Mía se acaba de dormir-asentí.
Imitó mi acción y se acercó al escritorio, se quitó su chaqueta negra y la dejó sobre este, también se guitó sus zapatos dejándolos también allí. Se giró y me miró, no tenía luces prendidas en la habitación por lo que sea que su mirada transmitiera no podía notarlo. Se acercó y se sentó frente a mi, puso sus manos sobre las mías y ladeo su cabeza mirándome a los ojos.
-¿cómo estás?-fue lo único que salió de sus labios.
Moví mis hombros y él asintió.
-lo lamento ¿sí? yo...no se que pasó, debo ser sincero contigo...sentí algo de miedo de verlos a ustedes dos juntos, sé todo lo que a pasado entre ustedes y me aterra el hecho de perderte, supongo que el terror habló por mi-sujeté sus manos con fuerza y le regalé una suave sonrisa.
-simplemente lo vi, lo prometo, debo de aceptar que no fue un gran momento y que muchas cosas volvieron a mi mente casi instantáneamente, pero eso no implica que vaya a dejarte o algo así-asintió con una sonrisa sin mostrar los dientes.
-¿entonces nuestro matrimonio sigue en pie?-ambos reímos y luego asentí.
-sigue en pie, cariño-se acercó dejando un suave beso sobre mis labios.
Ambos caminamos hacía la cama y nos acostamos. Pegué mi espalda en su pecho y me abrazó apoyando su mandíbula sobre mi cabeza.
-Zoe...¿Eres feliz conmigo?-susurró.
-claro que sí-acaricié su mano con suavidad-¿porque lo dudas? eres mi mayor fuente de felicidad, lo sabes.
-¿a pesar de todo?
-claro que sí.
-¿aunque cometa errores? aunque...llegara a lastimarte.
-¿quieres llegar a algo en partículas?-sentí como movía su cabeza.
-no, sólo es...una duda.
-pues si, eso creo.
Y luego de eso no volvió a decir nada más.
[...] Corbyn.
Me movía impaciente de un lado a otro por la sala, la situación me tenía nervioso y todo era tan raro.
Sentí la puerta abrirse y rápidamente corrí hasta allí, decepcionandome por solo ver a Christina entrar.
-¿que haces aquí?-me miró asombrada.
-primero que nada, aquí vivo-habló obvia caminando a la escalera-y segundo, me olvidé de algo-comenzó a subir los escalones con rapidez.
-te rogué que hoy no estuvieras aquí-grité para que me oyera.
-¡Lo sé! te estoy diciendo que me olvidé de algo-contestó de igual manera.
Suspiré y volví a la sala y en pocos segundos la escuché bajar nuevamente.
-si no me sintiera tan segura de ti juraría que me engañas-Christina dejó un rápido beso en mis labios y luego se alejó.
-vuelve aquí-jalé de su mano pegándola a mi cuerpo-no te engañaría ni dentro de ochenta años-susurré y ella sonrió.
Pegué nuestros labios en un apasionado beso que cuando comenzó a tornarse en algo más me obligué a separarme.
-cierto, debo irme-rodó los ojos-¿luego me dirás que pasa?
-claro que sí-le sonreí y ella asintió.
-te amo-gritó desde la puerta.
-y yo a ti-contesté de igual manera.
Escuché la puerta cerrarse y me tiré sobre el sofá levantado mis pies sobre el respaldo, comencé a tararear algunas canciones mientras la desesperación consumía mi cerebro.
Cuando volví a sentir la puerta abrirse en un torpe intento de incorporarme caí al suelo, pir lo que si era un ladrón o algo así, era el momento perfecto para matarme.
-miren que tenemos aquí, Corbyn Besson siendo igual de raro que siempre.
Me incorporé y vi a Jonah parado bajo el umbral riendo.
-no te burles de mis tragedias Marais-me reí con él.
Me acerqué y ambos nos recibimos con un fuerte abrazo.
-que bueno verte-susurré.
Ambos nos dimos algunos golpecitos en la espalda y luego nos separamos.
-¿y? ¿ya la has visto?
-¿esa será tu primera pregunta?-se rió-el viaje estuvo bien, gracias por preguntar-pasó junto a mi riendo.
-no me interesa tu viaje, no es la primera vez que viajas en avión y tienes unas grandes expectativas sobre eso por lo que si, en definitiva esa será mi primera pregunta.
-acabo de llegar ¿porque hablas tanto?-se sentó en una silla.
-¡ya!-me quejé sentándome junto a él-¡dime! ¿la has visto?-asintió.
-no se como adivinaste pero tenías razón, estaba en el centro comercial.
-no fue una adivinanza, sabía que estaba con Zach allí, fueron a comprar el regalo de cumpleaños de Mía-asintió-¿como fue? ¿que hizo ella?
-Fue fatal para mi, no sabes lo horrible que fue verla en ese estado tan extraño.
-eso significa que aún siente cosas por ti.
-que se haya puesto incómoda o nerviosa al verme no implica que aún sienta algo por mi, hace mucho tiempo no nos veíamos y fui un impacto en su vida tanto como ella en la mía, a mi también me costó mantener la cordura y hablar claro-asentí atento-cada día es más hermosa-sonrió atontado-no es si es eso o que hace demasiado no la veía, pero la noté distinta.
-lo está-aseguré-a cambiado demasiado, cambios radicales la verdad.
-¿por Daniel?-elevé una ceja.
-¿enserio preguntaras por Daniel?-negó riendo.
-Zach aún me odia-rodé los ojos.
-Zach es un idiota resentido, no debes preocuparte por él-asintió-Pero dime ¿le dijiste?
-¿estás loco?-chilló-suficiente fue para mi verla y para ella verme, no iba a caer con todo eso de un segundo a otro.
-pero lo harás ¿cierto?-hizo una mueca-¿para que demonios vuelves sino? ¡a eso volviste! para que pudiera saber toda la verdad.
-aún considero tan estúpido el hecho de hacer todo esto ahora, la perdí y ya lo tengo asumido ¿porque no lo asumes tú? se casará con él, no lucharé por algo perdido-rodé los ojos enojado.
-¿te rindes así de fácil?
-me rendí hace tres años, Corbyn.
-no no no, ella te obligó a rendirte.
-¿porque simplemente no puedo dejarla ser feliz? quiero que lo sea.
-su felicidad no es completa si no es contigo y lo sabes-rodó los ojos-¡enserio! aparte puedo asegurarte que no es feliz con él.
-si no lo fuera nunca hubiera dicho que si en primer lugar, no viviría con él, no me hubiera pedido que me alejara para poder estar con él.
-¿ves? ella sabe que no puede estar con él teniéndote a ti en medio ¿eso porque? por qué aún te ama.
-eso fue hace años-repitió-en aquel entonces era muy difícil para ambos seguir adelante con el otro allí.
-¿te parece justo que ella haya seguido y tu no? te obligó a hacer algo que no querías por su misma conveniencia.
-ni siquiera me importa, sólo quiero que ella logre ser feliz con o sin mi, vine aquí por ti no por ella, claro que quería verla pero no quiero lastimarla, no quiero seguir haciéndolo-bajó su mirada.
-oye imbécil-me miró impactado-tu pudiste haber puesto ese anillo en su dedo si nunca le hubieras mentido en primer lugar.
-no fue del todo mentira, yo si estaba con Tate.
-pero todo ese discurso innecesario para que te odiara si fue mentira, ninguna de las cosas que dijiste eran ciertas.
-sólo quería dejarla ser feliz-rodé mis ojos frustrado por escuchar la misma frase tantas veces en menos de diez minutos.
-tú aún la amabas y le hiciste creer que no.
-sabía que Daniel podía darle más de lo que yo, aparte tenían una hija juntos.
-pero ella estaba dispuesta a olvidar e ignorar todo eso por estar contigo, por qué te amaba.
-pues yo no quería que lo hiciera-puse una mueca-habló enserio, las cosas están bien así como están, y como te dije, no arruiné todo con ella para luego volver y querer recuperar lo que yo mismo rompí-amasé mi rostro algo frustrado por escucharlo ser tan obstinado.
-me sacas de mis casillas, Marais, en verdad lo haces-soltó una risa.
-¿podemos liberarnos un poco ahora? aprovechar que Christina aún no ah llegado.
-no llegará tampoco.
-¿han terminado?-negué con rapidez.
-¿tú estás loco?-chille-esa mujer es mi vida, mi vida terminaría junto con nuestra relación-rodó los ojos.
-que cursi te has puesto Besson, lo confirmo en un 100%-me reí sarcásticamente.
°°°°
°°°°
Canción: De Zoe.
Dedicada: Daniel.
Maldito Corbyn, siempre team Jonah.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top