9.

Atsushi estaba en una fiesta organizada por la joyería de su padre, había tenido que ir solo. La velada era tranquila, mientras, en casa, Shibusawa arreglaba unos papeles para Edgar cuando encontró el perfil de Akutagawa. – por fin, así que sus mamás son farmacéuticas – se dijo a si mismo.

Por otro lado, Chuuya estaba en su hogar tomando un baño cuando Dazai entro por la ventana – sabes, animal. Tengo puerta

- Pero así es romántico

- Si, la verdad es que si – le sonrió - ¿Qué haces aquí pedazo de ser viviente?

- Mejor dime otro cariñito, odio ser un ser viviente

- A mi me fascina que vivas, bien, ¿Qué quieres hoy?

- ¿puedo quedarme? Me siento solito

- Cariño, tu siempre puedes quedarte. Anda, pásame la toalla

- Sip

Chuuya se envolvió en la toalla y fueron juntos a la recamara, Dazai secaba su cabello mientras el mayor se puso un bóxer – oye, ¿Qué piensas de lo que hicimos hoy con Akutagawa?

- Bueno, cubrimos varias cosas, la cancelación de la boda, de ambas bodas, y que Edgar no se quedará con Atsushi-kun pero que tampoco se vaya para que Atsushi-kun no entre en depresión, es mejor hacer que dejen de quererse

- No sé si realmente sea mejor, ¿y si lo hubiéramos dejado irse? Así Akutagawa podría consolar a Atsushi, se enamoran y listo

- No lo sé cariño, algo me dice que hicimos bien

- Supongo, bien – beso su mejilla y le sonrió – es hora de tener sexo, desvístete

- Pero dime algo bonito

- Nooo, quítate la ropa.

- Este omega calenturiento, ¿Qué hare contigo?

- Amarme por siempre.


Era plena noche, alrededor de las 00:10 cuando Atsushi decidió ir a su auto para regresar a su casa, subió al auto tranquilamente, dejo su bolso de lado y se estiro – espero que pueda terminar con esto pronto – se quejó. Condujo hasta su hogar cuando tuvo una llamada entrante. Contesto con el auto en movimiento - ¿sí?

- Jinko

- Oh, Akutagawa ¿Qué sucede?

- Tu papá se contactó con mis mamás

- ¿Qué? ¿en serio?

- Si, nada malo. Solo dijo que quería conocerlas, mis mamás se emocionaron

- Bueno, eso sería buena noticia ¿no crees?

- No lo sé Jinko. Es... ¿estás seguro de esto?

- Te dije que te protegería, no lo tomes a mal, es que eres un alfa recesivo, necesitas ciertos cuidados

- No es para tanto

- Oh vamos – Atsushi sonrió - ¿Qué haces?

- Hablo contigo

- Toma tu abrigo, y una muda, paso por ti

- ¿Qué? No

- Si, anda. Vamos. Paso por ti, estoy conduciendo ahora

- De acuerdo, te mando mi ubicación

- Por fis, estoy en el centro

- Voy

Colgaron, Atsushi se estaciono para poner la dirección, y fue hacia ella. Llego al hogar Akutagawa, bajo del auto, cierto que aun llevaba su traje de noche, no le dio tanta importancia, fue a la puerta y toco el timbre. Su madre alfa Kimi fue quien abrió – oh, Atsushi, hola – dijo avergonzada al ver al menor

- Hola, señora – respondió sonriente – vine por Ryu

- ¿Qué? ¿a esta hora? – escucho la voz de Ryuko

- Suegrita, no se preocupe, soy un omega fuerte, llevaré seguro a Ryu

- Mamá, no exageres, ya hemos salido Jinko y yo – dijo Ryunosuke serio - ¿vamos?

- Si, claro – sonrió a las mujeres – tengan una buena noche

- No me esperen – dijo Ryunosuke saliendo

Ambos chicos se marcharon, Atsushi le abrió la puerta a Ryunosuke, aunque este le miro mal cosa que no vieron las mamás de Akutagawa. Ellas estaban felices porque encontró un buen omega.


Atsushi conducía por el centro, Ryunosuke lo miraba – Jinko

- ¿sí?

- ¿Por qué me invitaste a salir?

- No lo sé, cuando estoy contigo... es relajante. No he tenido que estar a guardia baja y eso ¿no es lindo?

- Si, es lindo.

- Es lo bueno de ser buenos amigos ¿no crees?

- Si, aunque finges muy bien con mis mamás

- ¿Qué hay de ti? – pregunto entre risas – estabas totalmente sumiso ante mi

- ¿Qué más podía hacer? Debo ser protector, pero dejarme proteger, somos pareja ¿no?

- Claro – le sonrió – ahora que lo pienso, les dijiste que no ibas a volver ¿quieres quedarte conmigo?

- Claro, pero no es algo, no sé ¿atrevido?

- Estará Edgar, tranqui, además, ambos deberían traer mi olor – menciono y suspiro – estoy empezando a estresarme de nuevo

- Tranquilo, mejor otra cosa. ¿Por qué vistes tan formal?

- Estaba en una fiesta laboral

- ¿te gustan?

- No, es puro protocolo, buscar nuevos inversores, esas cosas. Suele hacerlas papá, pero quiero involucrarme un poco más, ahora que no me buscar para ser pareja de alguien, puedo hablar de negocios, quizá hacer el mío propio y buscar un sustento para mi futura pareja. Es lindo pensar en el bien estar de la persona con la que vivirás el resto de tus días

- Si, bueno, ahora que lo dices, ¿y tu papá alfa?

- Mi padre – respondió y suspiro – mi padre era un alfa recesivo, murió después de que papi me dio a luz, estaba muy débil por el efecto hormonal del embarazo de papi, papi jamás menciono que eso le doliera, pero lo sé. – miro al azabache – por eso, no dejes que cualquier omega te marque, tus hormonas podrían ponerse mal en un embarazo

- Incluso me cuidas ahora Jinko

- Chi – le dijo sonriente. Ambos rieron.

Atsushi y Akutagawa llegaron a la casa del menor, entraron y fueron directo a la habitación, allí estaba Edgar viendo películas – Ya llegué

- Oh, Hola, Hola Ryu, bienvenidos

- Ryu se quedará hoy

- Eso es bueno, sus mamás se convencerán más ¿no?

- Sip – se quitó su corbata – tomaré un baño ¿Por qué no platican mientras?

- Si, claro

Atsushi entro al baño, Ryunosuke se acercó a Edgar - ¿estas bien con que este aquí?

- Si, no te preocupes. No te asustes, el siempre se baña con la puerta abierta

- Ah, si entiendo...

- No, la cosa es que, no le gusta bañarse solo

- ¿eh?

- ¡Ryu, Edgar! – grito Atsushi desde el baño

- Ven, vamos

- ¿e-eh?

Entraron al baño, Atsushi estaba en una bañera que más bien parecía un jacuzzi, bastante amplia, podían entrar unas 4 personas perfectamente, tenia burbujas y vapor; Akutagawa rápidamente lo sintió, era su olor de omega, Edgar también se veía algo sonrojado – la primera vez que me lo pidió también me asuste, pero Atsushi no le gusta bañarse solo.

- En todo caso uso la regadera, - dijo Atsushi - ¿no te molesta quedarte? Así tendrás mis feromonas sin que sea directo en ustedes

- De acuerdo, solo... es extraño

Atsushi le sonrió – tranquilo, no voy a hacerles nada

- Cierto, el solo se relaja.

Allí estuvieron, Atsushi se bañaba, Edgar y el platicaban de algunas historias de terror, el pequeño omega los escuchaba, era así de simple. Salieron del baño cuando Atsushi salió, el menor se ponía su pijama – como Akutagawa esta aquí, dormiremos los tres juntos

- Atsushi, son casi las 3:00, no tienes sueño ¿verdad?

- La verdad no

- ¿Por qué no damos una vuelta? – pregunto Ryunosuke – al final del día, los tres ya estamos en pijama

- Buena idea

- Si, claro.

Volvieron a salir, Atsushi conducía mientras ambos chicos iban con él. Pasaron a un restaurante de comida rápida, de esos 24/7. Entraron así en pijamados a comer, Atsushi pidió unas bebidas, estaban divirtiéndose los tres, tomando una que otra fotografía y al final, de algún modo terminaron entrando a un antro/discoteca. Si, en pijama.

Edgar y Ryunosuke no estaban del todo cómodos, no les gustaba ser el centro, pero Atsushi, estaba en plena pista bailando sin ninguna preocupación – creo que necesitaba eso – dijo Edgar

- Si, se ve relajado ahora

- Conduciré de vuelta ¿te parece?

- Si, claro – el de ojos grises lo miro un momento – sabes Edgar

- ¿sí?

- La verdad... La verdad es que me gusta Atsushi, de verdad, verdad

- Comprendo, debe ser difícil para ti entonces

- Si, algo...

- Lo comprendo, pero por favor, no interfieras en algo así, podrían regresarme a Estados unidos, deja que te ayudemos y que esto se resuelva, por favor

- Si, entiendo, tampoco quiero que te vayas, solo... quería que supieras

Edgar sonrió – claro, gracias por decirme.

- Hey, hola – escucharon ambos.

Era un grupo de chicos y chicas, betas y un par de omegas. Se habían acercado - ¿Qué hacen un par de alfas tan solitarios?

- ¿Buscan compañía?

- A mi me gustan los alfas que no le temen a los omegas

Ambos chicos tragaron saliva, podían sentir las feromonas de los omegas, - ignóralos Ryu – dijo Edgar

- Si, eso hago

- Oh vamos, no nos ignoren – pidió la chica.

- ¿no escucharon?

Atsushi estaba al lado del grupo, sus ojos amarillos, filosos, un porte recto y sin ninguna pisca de duda, - ¿tienen algún problema con mis alfas? ¿acaso necesitan algo? Puedo ayudarlos

- Amigo, tienes dos alfas sexys para ti, presta uno

- Como ya dije – dijo Atsushi poniéndose frente a ambos chicos – son MIS Alfas, largo

- Pero

- Largo – esta vez, su voz, su mirada, todo era la señal de peligro.

El grupo de chicos se fue, Atsushi miro a ambos chicos – ¿están bien? ¿Les hicieron daño?

- Para nada

- Todo gracias a ti

- Volvamos a casa, no quiero que vuelvan a pasar por eso

Ambos chicos se sonrojaron, Atsushi se los llevaba de la mano a cada uno, sin saber que una persona más había presenciado aquello. Saco la paleta dulce de su boca y sonrió – así que dos alfas... 


...

¡Gracias por leer!

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