De jaulas de oro y heridas invisibles, pt.3

- ¡Hogar, dulce hogar! -exclamó Namjoon risueño apenas abrió la puerta de la casa, ayudando a Jimin a cruzar el umbral de la puerta.

- Ah, siento todo el cuerpo hinchado - se quejó el Omega, sacándose los zapatos con los pies y poniéndose las pantuflas.

- ¿Qué esperas? -sonrió Yoongi, cerrando la puerta con el pulgar mientras ayudaba a SeokJin con las maletas cuando ambos entraron-. Tienes a nuestras cachorras en tu panza.

- Oh, claro, fíjate que se me había olvidado que estaba embarazado, pensé que me había tragado una maldita sandia -dijo Jimin sarcástico y poniendo los ojos en blanco mientras caminaba hacia el salón y se dejaba sentar en el sillón con cuidado-, gracias por recordarlo, Yoongi, creo que ya puedo sentir que estoy menos gordo.

El Alfa apenas lo escuchó, más pendiente de olisquear la casa a su alrededor.

- ¿A qué mierda huele aquí?, ¿Es Hoseok? -preguntó Yoongi bruscamente. Ese era su territorio, por lo que sentirse a la defensiva era normal, incluso para Namjoon que arrugo el rostro a medida que el aroma de Hoseok les llegaba-. ¿Por qué demonios todo huele a Hoseok?

- ¿Tal vez porque estuviste una semana afuera y Hoseok es un Alfa con ciclos de celo normales? -intervino Seokjin, tratando de no sentirse intimidado por el aura desafiante de Yoongi, quien gruño con obviedad y fue a sentarse al lado de Jimin, abrazándolo y pasando su nariz por su cabello.

- Ya tranquilízate, Yoongi, es Hoseok - le recordó Jimin, dejándose mimar mientras veía los mensajes en su celular-. Su aroma se irá en un par de días y ya ésta casa será tuya otra vez, no seas quisquilloso.

- Ya sé -refunfuñó el Alfa, abrazandolo más posesivamente-, ¿En dónde está que no viene a recibirnos?

- Creo que en su habitación -respondió Seokjin, tomando las maletas en sus manos y caminando hacia la escalera, cuando Namjoon se le interpuso y empezó a subir los peldaños con la suya propia.

- Iré a verle -avisó hacia ellos, dejando la maleta en lo alto de la escalera-, ¡Hoseoba, te traje esos ositos de colección que tanto querías!

Namjoon estaba a punto de llegar al segundo piso cuando Seokjin recordó al amigo Omega de Hoseok, el cual estaba en celo y viendo lo comprometido que estaba, su expresión cuando hablo de él, Seokjin supuso que sería una horrible idea que Namjoon fuera y se encontrase con el Omega con Hoseok siendo todo territorial. Hasta podrían llegar a pelear, y Seokjin sabía lo desafiante que podía ser Namjoon,  acabando terriblemente mal. Alarmado, exclamó;

- ¡Espera, Namjoon!

Pero no hizo falta que él lo detuviera, porque Namjoon se detuvo y empezó a olisquear el ambiente, dándose la vuelta, diciendo con voz clara y el ceño fruncido.

- Aquí huele a alguien más.

Seokjin iba a decir alguna excusa, pero se le enredó la lengua y lo único que lo salvó fue el sonido del timbre siendo insistentemente tocado.

- Voy a dejar las cosas a la habitación y de pasada despertaré a Hoseok -exclamó Seokjin rápidamente, subiendo las escaleras de a dos en dos-, debió quedarse dormido, ¡Abre la puerta por mí!

Jimin, quien había agarrado su tablet y se encontraba leyendo un trabajo de la empresa de Yoongi, ya que él también estaba a cargo del Marketing de la empresa, habló apenas mirando de soslayo a Namjoon bajando las escaleras. Yoongi había terminado levantándose y yendo a la cocina para ver si estaba la cena lista, tantas horas de viaje le habían abierto el apetito.

- Namie, ve abrir -dijo Jimin cariñosamente-. Si es Junkyung dile que aún falta que termine los arreglos del jardín trasero y que envíe todo el dinero a su cuenta.

Namjoon asintió con un vago << Ajá, papá >> mientras caminaba despreocupadamente hacia la puerta y ésta se abría con su voz, quedándose estático al ver a las dos personas que jamás en su vida espero encontrar tras el umbral de su propia casa.

- Hola, Namjoon.

No sabía si era una alucinación o un sueño, pero era tan real que Namjoon sintió un nudo en su garganta cuando escucho la voz de Jungkook, de ese adorable y peligroso chico, mirándole tan incómodo que apenas pudo encontrar su propia voz. Ni siquiera se escuchó así mismo por lo perplejo que estaba.

- ¿Kook...ie?

- ¿Acaso lo ves con cara de Lee Min Ho? -intervino sarcástico el hombre a su lado, el que recordó que era el padre de Jungkook y abuelo de Taehyung-. Claro que es Jungkook, mocoso estúpido.

Lo recordaba del cumpleaños de Jungkook, cuando Taehyung hizo una pequeña fiesta sorpresa en la casa y le invitó. Ahora que veía al señor Joon Woon, todo parecía más irreal. Se veía realmente irritado y cansado. Detrás de él, apenas escucho la voz extrañada de Jimin desde la sala.

- Namie, ¿Quién es?

Namjoon parpadeo varias veces, tragando saliva para sacar ese insoportable sabor amargo en su boca y se hizo a un lado.

- ¿Q-quieren pasar? -preguntó amablemente. No podía dejar de mirar a Jungkook, quien se mordía el labio inferior y evitaba mirarle. Se veía pésimo, con ojeras y muy cansado. Lo único que le alegro ver fue que no estaba ocultando su cola.

Desde que terminaron Jungkook y él, Namjoon esperaba que el señor Joon Woon viniera a matarlo. Marcar a un Omega sin permiso por un celo descuidado, sin tener ni siquiera la intención de casarse era motivo suficiente para ir a la cárcel. Aunque Namjoon hubiera amado pedirle matrimonio a Jungkook, la respuesta del omega después de eso había sido desgarradora para él sino fuera por la vaga esperanza de que Jungkook cambiara de opinión.

Lo que no hizo. Y la marca se esfumó.

Sus ojos empezaron a lagrimear cuando el señor Joon Woon volvió a hablar, con una voz gélida y cortante como el hielo.

- No, vinimos para preguntar por Taehyung, ¿Te acuerdas de él?, ¿Ha venido a tu casa estos días?

- Claro que lo recuerdo -respondió Namjoon, quitando sus ojos fijos en Jungkook para posarlos molestos en el señor Joon Woon-, éramos amigos, por supuesto que me acuerdo de él. Y no, no lo he visto, ¿Pasó algo con él?, ¿Sigue perdido, Kookie? 

Jungkook asintió con la cabeza, apretando los labios, cuando una voz algo chillona los interrumpió.

- ¡Se me olvidó bloquear el auto!, ¡Y olvidé el helado, se va a derretir, a un lado! -exclamó Seokjin, corriendo por el pasillo hasta detenerse al lado de Namjoon y mirar sorprendido a los dos sujetos frente a la puerta. Se quedo quieto, con el ceño fruncido y sus ojos fijos en el chico de gorro, quien lo miraba de la misma forma curiosa. Cuando lo recordó, se le desencajo la mandíbula y le señaló- ¡Eres Jeikei, hola! -luego miró al señor de al lado, con la misma sonrisa-. ¡Junto a un señor que no conozco, un gusto! -otra vez miró al Omega, interrogante-, ¿Qué haces aquí?, ¿Me recuerdas?

Jungkook apenas parpadeaba de lo sorprendido que estaba, abriendo la boca y también señalando a Seokjin con una sonrisa que apareció instantánea en su rostro cuando le recordó. Tanto Namjoon como Woonie miraban a ambos preguntándose qué demonios pasaba entre ellos. Por alguna razón, parecía como si hubieran creado un mundo aparte en donde sólo estaban ellos dos, lo que hizo enfadar a Namjoon, manteniéndose al margen y observándolos a ambos. 

- ¡Oh, el chico de la tienda! -exclamó Jungkook por fin, sonriente y estirando su mano para estrecharla con la de él-. Es genial verte otra vez, ¿Cómo está tu padre?

- Muy bien, se ha recuperado de un resfriado -y luego miró al señor, tendiéndole la mano en saludo también e inclinándose con respeto-. Un gusto conocerlo también, señor.

- ¿Se conocen? -pregunto Namjoon señalando a ambos, imponiendo su voz gruesa y tosca sin quererlo-. ¿De qué se conocen?

- ¿Quién diablos es Jeikei? -intervino el abuelo Woonie ignorando a Namjoon, cruzándose de brazos hacia Jungkook quien sólo se río avergonzado y negó con la cabeza como diciendo << no importa, es cosa mía, olvídalo >>. Woonie se pasó la mano por la cara, exasperado-. ¿Saben qué? No importa -y luego dirigiéndose a Namjoon, preguntó-. ¿Estás completamente seguro que no has visto a mi nieto Taehyung por aquí?, ¿O a un lobo pardo?

Namjoon negó ante la fuerte mirada que le daba.

- No he visto a Taehyung desde que Jungkook terminó conmigo, señor. Y un lobo pardo tampoco, ellos no salen del bosque industrial.

- Bien, entonces nos vamos -cortó súbitamente, rodeando con su brazo el hombro de Jungkook con un aire protector y hosco hacia ambos chicos que no dejaban de mirar al Omega, guiándolo devuelta a la calle-. Andando, Jungkook.

- ¡Esperen!, ¿Has venido a preguntar por tu hermano? -los detuvo Seokjin, visiblemente preocupado. Jungkook asintió.

- Estamos seguros que Taehyung se pasó por aquí antes de desaparecer, por eso queríamos saber si lo habían visto o a un lobo pardo, sospechamos que también se convirtió en uno.

- Entiendo -musito Seokjin, pensativo y afligido por la triste mirada que le dio Jungkook, pero luego sus ojos se iluminaron al recordar algo importante que se le vino a la mente-. ¡Esperen!, ¡Tal vez Hoseok le haya visto! Voy a preguntarle, esperen aquí.

- ¿Hoseok? -preguntó Jungkook extrañado hacia Namjoon, cuando vio que Seokjin volvía dentro de la casa gritando ese nombre. Por un momento todo volvió a tener sentido, el hecho de que Taehyung haya ido a la casa de Namjoon, no para verle a él, sino para ver a Hoseok, el nombre del chico del que su hermano estaba interesado y que decía en sueños-. ¿Quién es Hoseok, Namjoon?

- Es mi primo de Gwangju, vino a estudiar hace un mes y medio -respondió Namjoon cruzándose de brazos y arrugando el entrecejo con una pizca de celos naciendo en su interior-, ¿Por qué lo preguntas?, ¿Qué pasa con Hoseok?

Jungkook miró a Woonie con complicidad, tratando de decirle que aquello era importante y que se quedaban.

- ¿Podemos pasar? -preguntó Woonie, confiando en que Jungkook sabía lo que hacía, aunque no entendía muy bien qué tenía que ver el tal Hoseok.

Namjoon asintió, viendo como Seokjin se perdía por el pasillo hacia el sótano exclamando el nombre de Hoseok.

[...]

Si alguien le preguntase a Hoseok como terminó todo de esa forma, no sabría que responder, porque no tiene ni la menor idea de como Taehyung terminó sentado en su regazo, ambos besándose como si no existiera nadie más que ellos mismos ni el tiempo que lo estropeaba todo.

Podría decir que empezó cuando lo abrazo, en el momento en que se vieron a los ojos, las lágrimas en su vulnerable expresión o cuando la atracción entre ellos fue más fuerte que todo lo demás como la tristeza, la melancolía o a lo desconocido. Taehyung tiraba de él hacia un mar de lava ardiente, gimiendo en su boca húmeda y tibia y tan dulce como los buenos recuerdos. Sus manos apresan sus mejillas, haciendo un desorden de su cabello y atrayendo hacia él su cuerpo rodeando sus brazos alrededor de su cuello casi respirando al mismo ritmo que él. 

Su boca tenía un sabor a amor, a la dulce lujuria y a una desesperada necesidad, lo cual se mezclaba con sus propias emociones y sentimientos y ya no sabía en qué parte comenzaba él o en donde terminaba.

No sabía qué estaba mal con él, porque en vez de detenerse, todo lo demandaba a seguir y sentía que se moriría si paraba. Inesperadamente levantó a Taehyung con fuerza de las caderas,  haciendo que se estrellara contra el piano provocando un ruido que retumbo en su pecho y agradeciendo en su mente cuando el Omega se abrió de piernas para él, encajando perfectamente como una pieza de puzzle. Se mezclaban con tanta desesperación que el Omega olvido su pie lastimado, liberando gemidos más ladinos a medida que Hoseok tatuaba besos por su cuello y la parte sensible de sus orejas, susurrando ahogadamente.

- Perdón... perdón... perdón... -repetía inconstante y gemidos roncos, sin detener sus manos intrusas debajo de la camiseta del menor, dejando impresa las huellas de sus dedos en su piel canela que ardía como en un volcán en erupción. Ni siquiera sabía porqué repetía esas palabras, tal vez porque temía dañar al omega con todo el deseo que se escurría de los poros volviéndolo casi salvaje, aunque sus toques eran suaves por lo inexperto que se sentía y lo mucho que apreciaba al chico entre sus brazos, no podía evitar hacer sus movimientos tan posesivos como sus ganas de marcar su piel.

Sus corazones descompasados latían fervientemente, apenas respirando entre el beso que siendo más lento se volvía más profundo, encajando sus dientes en la piel del otro, ya sin ningún pudor entrelazando sus lenguas y dejando que el otro hiciera un desastre con él y él mismo convirtiéndolo todo en un desastre. 

Taehyung se separó en busca de aire, pero apenas unos centímetros, volviendo a imprimir besos más cortos por la mandíbula de Hoseok, restregando su nariz contra su piel y ladeando la cabeza para besar con fiereza la prominente manzana de Adán del Alfa, recorriendo con la lengua y los labios húmedos subiendo bajo su mentón, mordiéndolo juguetonamente y provocando que el Alfa retuviera el aliento, sus ojos brillando con el fuego mismo, haciendo que todo en él palpitara, hasta sus extremidades más alejadas de su corazón.

Hoseok sentía que podía morirse ahí mismo felizmente.

Acercó a Taehyung más cerca de él, tirando de sus muslos para que rodeara sus caderas con más fuerza, amando la forma en la que se restregaba deliciosamente contra él. Ambos estaban totalmente perdidos, sus rostros enrojecidos y no viendo nada más que las expresiones en éxtasis del otro, lo mucho que les encantaba los efectos que provocaban. Taehyung tiró y arrugo de la camiseta de Hoseok hacia arriba, recorriendo con lentitud la piel de su espalda baja, subiendo hasta sus omoplatos y sujetándose de sus hombros que parecían haberse agrandado por lo tenso que estaba rodeando la cintura de Taehyung, inclinado completamente hacia él encima del piano y pasando sus manos por los muslos desnudos y lampiños del Omega.

Taehyung gruñó de placer cuando Hoseok levantó su camiseta hasta su cuello, dejando un camino de besos desde el esternón hasta llegar alrededor del ombligo, dejando pequeñas marcas de rosadas y de dientes cuando Taehyung pasó sus manos acariciando su cabello y suspirando el aire retenido, apenas pronunciando su nombre como un dulce en su boca.  Hoseok volvió atacar la boca de Taehyung, ayudándole cuando vio que trataba de sacarle la camiseta y,  a punto de sacársela por sobre su cabeza.

Pero ambos se detuvieron abruptamente cuando una voz se escuchó por el pasillo encima de ellos, acercándose peligrosamente a la puerta.

El Alfa retuvo un gruñido de frustración, volviendo a ponerse la camiseta justo en el momento en que Taehyung agarraba sus mejillas y volvía a besarle con desesperación, como si tratara de retenerlo para que no se fuera o para que no le prestase atención a nadie más que él.

 - ¡Hoseok-ssi!, ¡¿Estás ahí?!  

En ese momento Hoseok volvió en sí, siendo realmente consciente del problema en el que estaba. Y es que parecía despierto de un aturdimiento que no se iba, alejándose con gran esfuerzo del Omega interponiendo su mano entre sus bocas, porque sabía que Taehyung no tenía ninguna intención de parar, pero deteniéndose por la voz del segundo piso que le hizo encogerse en si mismo y tirar de Hoseok hacia él buscando protección.

- ¡¿Q-qué?! -Hoseok trataba de que la voz no le sonara temblorosa, pero era inútil, todo su cuerpo temblaba y sentía el rostro tan caliente como si el sol se hubiera desquitado con él.

 Desde donde estaba, apenas podía entrever los pies de Seokjin en lo alto de las escaleras. Estaba seguro que desde la perspectiva de él no se veía nada, pero aún así se alejó de Taehyung después de dejar un beso en su frente, dándole una sonrisa tímida que quería decir << no te asustes >> y pasándose una mano por el rostro descompuesto, se acercó a las escaleras.

Las mejillas de Seokjin se tiñeron de la vergüenza cuando vio el estado del Alfa.

- L-lo siento, no sabía que estabas... en... e-eso -musito, bajando la voz y mirando enervado detrás de él, arrugando la nariz como si el aroma le molestara. Y sí que le molestaba, el sótano apestaba al celo de ambos. Más aún el de Taehyung, que noqueó a Seokjin como un puñetazo en la nariz.

- N-no estaba... en... eso -replicó Hoseok, tan abochornado que apenas podía mirar los zapatos de Seokjin-. ¿Q-qué pasa?

- ¿Cómo que qué pasa? Te dije que iría a buscar a tus tíos y a Namjoon, ¿Qué sucede contigo? -espeto entre dientes, bajando la mitad de los peldaños y deteniendose sólo al ver lo tenso que se ponía Hoseok mirando de soslayo donde supuso estaba el Omega, haciendo sonar con descuido el piano.

- Le quería... mostrar el piano viejo a Taehyung, sólo eso.

- ¡¿Taehyung?! -repitió incrédulo, terminando de bajar al sótano ignorando el gruñido de Hoseok y encontrándose con el Omega, quien había terminado en la esquina del sótano mirándole con desconfianza. Recordaba ese rostro, porque era el mismo que le había pasado el híbrido impreso en una de sus hojas-, ¡Oh, por todos los lobos, es el hermano perdido de Jeikei!

- ¿De quién? -preguntó Hoseok, avanzando con rapidez hacia Taehyung y agachándose frente a él, esperando que el Omega se subiera a su espalda como horas antes. Cuando lo hizo, lo sostuvo protectoramente de los muslos.

- ¡De Jungkook! -exclamó agitado, recordando el nombre del híbrido-, está arriba esperando por él y está muy preocupado.

Hoseok se quedó quieto, ni siquiera sentía que respiraba cuando la voz de Seokjin prácticamente le dijo que Taehyung se tenía que ir. Sus palabras no tenían sentido, pero aún así fue como una bala directo a su pecho. Sabía que ese momento llegaría, pero no pensó que sería tan rápido, tan súbito y sobre todo tan doloroso de aceptar. Lo cierto era que Hoseok no quería separarse de Taehyung porque en tan sólo días, supuso que gracias a su maldito celo, ahora había creado un fuerte lazo de dependencia con él.

- ¿Hoseok-sii?, ¡Hoseok, reacciona! -pidió Seokjin, dudoso sobre si acercarse o no. El Alfa por poco y suelta al Omega en su espalda, quien estaba fuertemente afirmado de sus hombros y ahora le movía el rostro para que le mirara y reaccionara por fin.

- No me voy a ir -susurró Taehyung, su aliento cálido rozando sus labios-. ¿Me escuchas, Hoseokie? No me voy a ir de tu lado.

Parpadeando, reaccionó cuando el Omega le plantó un dulce besos en los labios como una caricia que le hizo suspirar. Asintió con desgana, tragando saliva con dificultad y señalando el segundo piso con el mentón, volviendo afirmar su agarre en Taehyung. Seokjin lo miraba preocupado, casi hasta podía sentir su tristeza.

- ¿Estás bien, Hoseok-ssi?

- Ya entendí, Seokjin hyung... -musito amargamente el Alfa, cabizbajo-... subamos. 

[...]

Jungkook estaba insoportablemente nervioso. Ni siquiera él mismo se aguantaba, el temblor inesperado de sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón, odiando demasiado la forma en la que Namjoon, sus padres Jimin y Yoongi le miraban.

- ¿Qué hace él aquí? -oyó que le preguntaba Jimin a Namjoon, con un tono de voz frío que le hizo encogerse en sí mismo. Nunca había oído hablar de esa forma al papá de Namjoon-. Ayúdame a levantarme, Namie. Hola, señor Joon Woon.

- Hola, señor Min Jimin. Estamos esperando a Hoseok -contestó el abuelo Woonie por él, imponiéndose protectoramente. De reojo, Jungkook observó como Jimin era levantado con ayuda de Namjoon. De la cocina, justo apareció Yoongi con un vaso de vino y una botella, perplejos al verles en la sala con un ambiente inesperadamente tenso.

- Hola, buenas noches, soy Min Yoongi, ¿Y ustedes? -dijo Yoongi formalmente amable, como era siempre. Woonie se giró hacía él, imitando la inclinación y estrechando sus manos, un poco receloso.

- Me llamo Kim Joon Woo, y él es mi hijo Jungkook.

- ¿Jungkook? -repitió Yoongi, sorprendido, girándose hacia Namjoon quien estaba sosteniendo a un Jimin enfurruñado-, ¿Tú Jungkook? 

- No, ningún tú Jungkook -corrigió el abuelo Woonie-. Simplemente es Jungkook, señor Min.

Yoongi vuelve a mirar al abuelo Woonie, intrigado, así que deja el vino con el vaso encima del mesón de la sala y soba sus manos mirándoles interrogativo. Su expresión era la viva imagen de a imperturbabilidad, a pesar de que Jungkook vislumbró cierto desagrado en su voz. 

- ¿Y a qué se debe el que estén esperando a mi sobrino Hoseok?

- Él...

Woonie iba hablar, pero detrás de ellos apareció Seokjin haciéndose oír por encima de todos y el propio silencio, señalando a los dos chicos, el de piel canela encima del chico de cabello azabache, quien tenía una mirada de inseguridad que era aplacada por el aura de protección y posesividad que emanaba el Alfa que lo cargaba.

- Hoseok ya está aquí -dijo Seokjin, mirando a Jungkook quien estaba boquiabierto y con los ojos llorosos mirando a su hermano y buscando al mismo chico de siempre, que en esos momentos lucía perdido y un poco asustado aferrándose al Alfa, bajando de su espalda con cuidado, pero manteniéndose junto a él y mirando a todos los que estaban en la sala. Jungkook jadeó emocionado cuando los ojos de distinto color dieron con los suyos, sin importarle que estos no le conocieran como antes-...con Taehyung, es él, ¿no?

- ¡Tae! -exclamó Jungkook, acercándose a Taehyung sin importar el Alfa que estaba en medio de ellos, sólo queriendo abrazar a su hermano con todas sus fuerzas. Taehyung ante tal grado de emoción por parte del chico que le resultaba familiar, pero que no conocía, hizo que se asustase escondiéndose detrás del Alfa, quien detuvo a Jungkook con una mano en su hombro y le advirtió con dureza.

- Espera, lo estás asustando.

- ¡¿Qué lo estoy asustando?! -repitió Jungkook indignado, empujando con sus dedos el pecho de Hoseok, quien apenas se movió-, ¡No seas imbécil, él es mi hermano!, ¡¿Y quién demonios te crees que eres para venir a decirme algo?!

- Un momento, más respeto... -intervino Yoongi, viendo como el Omega estaba a punto de propinarle un puñetazo a Hoseok sin darse cuenta que Taehyung respiraba cada vez más agitado sin saber qué hacer.

- Jungkook, basta -cortó el abuelo Woonie, agarrandolo de la camisa y tirando de él hacia atrás. Jungkook no entendía porqué Taehyung actuaba así y tampoco se daba cuenta de su expresión, había extrañado tanto a su hermano que la protección de ese Alfa le irritaba como si una pared invisible estuviera entre ellos. El abuelo Woonie fue quien se acercó, apenas ladeando la cabeza para ver a Taehyung tapado por Hoseok, quien se interpuso aún más. No porque dos personas fueran a buscar a Taehyung él iba a dejar que se fuera, si había terminado así era por algo-. Tae, ¿Nos recuerdas?

Ante su dulce voz, sus ojos de distinto color al igual que él y su expresión tintada de cariño, Taehyung se relamió los labios y le susurró a Hoseok algo que Jungkook no pudo oír. El Alfa asintió, dándole una sonrisa llena de cariño y se hizo a un lado, haciendo que el Omega se acercase a él visiblemente nervioso.

- ¿Abuelo? -musito inseguro, haciendo que el mencionado asintiera. Luego miro a Jungkook, quien tenía los ojos rojos por las lágrimas retenidas-. ¿Jungkook? -él asintió, sintiéndose dolido cuando recién se dio cuenta que no le reconocía. Taehyung sólo le decía Jungkook cuando estaba enojado con él, no como en ese momento que se veía temeroso-. Y-yo los... recuerdo... un poco.

- ¿Cómo?, ¿Cómo que un poco? -preguntó Jungkook, sorbiéndose la nariz-. Tae, no bromees.

- Es normal, Jungkookie -respondió Woonie con una sonrisa hacía Taehyung, por primera vez viéndose un poco vulnerable-, acuérdate que se recupera de una transformación, hablamos de esto, ¿Recuerdas? Es normal que sufra amnesia temporal.

- ¿Transformación? -interviene Jimin, caminando dificultosamente hacia Hoseok con ayuda de Yoongi. Tanto Namjoon como Seokjin no se movían, más interesados en ver lo hermoso que Jungkook se veía con ojos rojos y un puchero tembloroso- Hoseok, creo que ya puedes explicarnos qué hace este chico aquí.

- Apoyo a mi esposo - dijo Yoongi, poniéndose una mano en la cintura y viéndose mucho más imponente que antes. Hoseok a cada minuto que lo veía se hacía más pequeño, como un niño regañado-, nos vamos por una semana y ya traes a un chico a casa, es decir, no está mal, pero podrías habernos avisado.

Hoseok enrojeció hasta las orejas, no estaba acostumbrado a que alguien que no fuera sus hermanas lo regañase. Y ellas jamás lo regañaban, más bien peleaban por el mero gusto de hacerlo porque eso hacen los hermanos que se llevan pésimo por ser tan similares y diferentes a la vez y que se aman mucho por eso.

- Lo siento, no sabía como decírselos o como... yo sólo trataba de resolverlo por mi cuenta sin preocuparlos, por lo menos hasta que llegaran -explicó Hoseok, entrelazando su mano con la de Taehyung cuando este la tomó sutilmente-. Y Seokjin lo sabía, me iba a ayudar a... solucionarlo.

- Lo supe hoy, en realidad -aclaró Seokjin, haciendo que Hoseok pusiera los ojos en blanco.

- Bueno, no podías ayudarme estando con tu padre.

- Como sea -siguió Jimin hacia Hoseok-, ¿Cómo se transformó? -Hoseok se encogió de hombros, porque en realidad no tenía idea, así que se dirigió a Taehyung-, ¿Lo recuerdas?

- No -susurró Taehyung, cabizbajo.

Tantos desconocidos le estaban mareando, el único que lo mantenía estable y seguro era Hoseok y su aura protectora. Jimin notó su incomodidad, por eso suspiró y le sonrió amablemente. Trataba de ser comprensivo, porque él también había sufrido una transformación tiempo atrás y sabía lo de la amnesia temporal.

- Lo siento, yo soy Jimin -se presentó, señalando a los demás-, él es Yoongi, el tío de Hoseok y mi esposo, él es Namjoon, nuestro hijo, y él es Seokjin, un amigo que trabaja aquí. Esto es un poco incómodo, pero me alegra conocerte, Taehyung.

Taehyung alzo la mirada, sonriendo tímidamente hacia Jimin, quien encontró familiar al chico frente a él. No podía decir de dónde o cómo, pero era como si le conociese. Se sintió extraño, hasta las gemelas dentro de él empezaron a agitarse. Los ojos deTaehyung eran preciosos, como si ya los hubiera visto antes.

- Creo que ya deberíamos irnos -dijo Jungkook, haciendo que Jimin dejara de mirar fijamente a Taehyung, saliendo de su trance. El híbrido se acercó a Taehyung y, aunque sabía que no le conocía, agarró su mano con cuidado de no asustarlo y lo miró directamente a los ojos. Taehyung, aunque se sentía incómodo, no se alejó porque la presencia de él era extrañamente familiar-. Tae, ven con nosotros, te ayudaremos a recuperar la memoria, sabemos a quién acudir.

A Taehyung le brillaron los ojos, soltando la mano de Hoseok sin darse cuenta y prácticamente agarrándose de la mano de Jungkook. Hoseok, por su parte, tragó saliva sintiéndose un poco herido, pero lo entendía. Taehyung querría recuperar sus recuerdos y él debería apoyarlo.

- ¿En serio? 

- Confía en nosotros -sonrió Jungkook-, ven a casa.

Taehyung miró a Hoseok, a punto de pedirle que viniera con él, cuando la voz de Jimin los interrumpió.

- Espera -dijo dirigiéndose a Jungkook, quien lo miró desconcertado como todos allí. Namjoon empezó a sentirse más nervios que nunca, haciendo ademán de detener a su padre-, ¿Puedo hablar contigo un momento?

- ¿Qué? -dijo Namjoon, temeroso. Sospechaba lo que le preguntaría a Jungkook y no quería que eso pasara-. Papá, no.

- Si no le pregunto ahora, tu jamás me lo dirás, Min Namjoon -espetó Jimin, serio. Se giró hacia Jungkook, señalando hacia el despacho de Yoongi-. Acompáñame.

- Podemos hablar aquí -dijo Jungkook, despreocupadamente. Por su parte, Jungkook no tenía nada que ocultar.

- Oh, no, ven, sígueme.

Jungkook gruñó, encrespando la cola ante tal demanda. Odiaba cuando las personas que apenas conocía se creyeran con el derecho de mandarlo, aunque Jimin se veía benevolente, y habían sido cercanos cuando estaba con Namjoon antes de que terminaran, pero las cosas en ese momento eran diferentes. Jimin estaba molesto y se le notaba por la arruga entre sus cejas.

- Mire, no vine a hablar con usted, vine a llevarme a mi hermano.

Jungkook tiró de Taehyung hacia él, afianzando su agarre, haciendo que el Omega los mirara a todos con un poco de pánico. Jungkook se estaba enojado, podía olerlo, al igual que Jimin, quien suspiró frustrado y habló con brusquedad, como si hubiese estallado al darse cuenta que Jungkook no quería cooperar.

- ¿Por qué terminaste con mi hijo?

- Jimin -lo llamó Yoongi, sorprendido, al igual que Namjoon, pero éste lucia aterrorizado.

- Papá, para, no puedes...

- No vine aquí para eso -le interrumpió Jungkook, recuperándose de la pregunta que le había petrificado por unos instantes-, vámonos, Tae.

El abuelo Woonie estaba al margen de todo, observando atentamente, hasta que Jungkook tiró de Taehyung otra vez ignorando su gemido de dolor que ocultaba mordiéndose el labio inferior y Hoseok lo detuvo abruptamente.

- Espera, Jungkook, Taehyungie está...

- Tú no hables -se alteró Jungkook, dándole un palmazo a la mano de Hoseok totalmente fastidiado-, mira, te agradezco que cuidaras a mi hermano, pero ya está, nosotros nos encargamos de él.

- ¡No te vas! -exclamó Jimin, poniéndose frente a Jungkook quien le ganaba por unos centímetros, pero ante la fiereza de Jimin en ese momento se quedaba pequeño-, ¿Sabes lo doloroso que fue para Namjoon que terminarás con él sin ninguna explicación?, ¿No podías tener un poco más de consideración por el amor que le tenías?, ¡Estuvo llorando por meses por tu culpa!

Hoseok miró a Namjoon, quien se veía terrible, tan abochornado como horrorizado.

- ¡Papá, ya basta!

Pero todos quedaron estáticos cuando el abuelo Woonie habló.

- Jungkook, su padre no lo sabe, ¿Verdad?

- ¿Qué cosa no sé? -reiteró Jimin mirándoles de hito en hito. Jungkook negó, visiblemente nervioso, no quería que lo dijese. No quería eso, no quería hacerle eso a Namjoon.

- Nada, papá, no es nada, olvídalo, por favor -insistió Namjoon, acercándose a Jimin y mirándole suplicante-. Déjalos que se vayan.

Jimin negó fervientemente, dándole un pequeño empujón y dirigiéndose hacia el abuelo Woonie, quien miró fijamente la desesperación por saber en los ojos del Omega en cinta.

- No, dime, ¿Qué cosa no sé?, ¡Dime!

El ambiente estaba tan tenso a cada segundo que pasaba, que hasta el mismo aire podía cortar las palabras, pero fue mucho peor para todos cuando Woonie habló. Incluso Taehyung, quien no tenía idea del peso de esa confesión, estuvo ileso de la angustia que emanó de la mayoría de ellos. El ambiente era tan pesado que volvió a tomar la mano de Hoseok, quien tampoco sabía muy bien de qué se trataba todo hasta que su apellido fue pronunciado.

- Su hijo Namjoon pertenece a la manada Jung, ¿No se lo dijo?

Seokjin casi corrió hacia Jimin, agarrándolo de las caderas para evitar que se desmayara por la palidez en su rostro atónito. Cuando el omega en cinta empezaba a exaltarse cada vez más, todos lo hacían, y ni siquiera su Alfa podía calmarlo.

- ¡¿Qué tú que?!

Namjoon también palideció, afligido porque sabía que Jimin reaccionaría así. Estaba consciente del desagrado de su padre hacia la manada Jung, pero su padre ni siquiera escuchaba todo lo que bueno que hacía la manada para él. 

- Papá, puedo explicarlo.

- Min Namjoon, qué has hecho... -musitó Yoongi, pasándose las manos por la cara y mirándolo decepcionado. Jimin apretó los dientes, sosteniéndose de Seokjin quien le repetía que se calmase, pero no le hacía caso.

- ¿Perteneces a esa horrible manada?, ¿Desde cuándo?, ¡Cómo!, ¡Cómo pudiste hacer eso!

- La abuela me dijo que... -Namjoon trató de explicarse, pero le tembló la voz.

- ¡¿Tú abuela?! -gritó Jimin, con la expresión enardecida. Parecía a punto de echar chispas o desmayarse-, ¡Te he dicho que no te acerques a ella!, ¡Ella es horrible, horrible!

Namjoon respiraba con dificultad, buscando ayuda en su otro padre, pero él apenas le devolvió la mirada poniéndose de parte de su esposo.

- Tiene razón, Namjoon, mi madre es... no es una buena persona -desilusionado, Yoongi se dirigió a Jimin, pasando sus manos por el rostro del Omega y tratando con todo su aroma y su esencia tranquilizar al omega que parecía a punto de perder los nervios-. Jiminnie, amor, tranquilízate.

- ¡No me voy a tranquilizar! -negó Jimin, alejando a Yoongi y enfrentando a Namjoon-, ¡¿Cómo pudiste hacer semejante estupidez?!, ¿Sabes lo que hizo tu abuela cuando sólo tenías un mes en mi interior?, ¡Trato de matarme!, ¡Y luego cuando tenías cuatro años trató de secuestrarte y alejarte de mí!

Decir que Namjoon lucía destruido ante eso, como un muñeco roto, era decir poco. Yoongi volvió a tomar el rostro de Jimin entre sus manos, pasando un pulgar por sus labios y uniendo sus frentes para tomar el control de él, pero Jimin seguía arrebatado incapaz de contener las lágrimas en sus ojos.

- Amor, basta, déjalo.

- ¡No, no! Tiene que saberlo, Yoon, no puede seguir amando a una persona tan mala -manifestó, volviéndose a mirar a Jungkook, quien miraba a Namjoon tratando de decirle que lo sentía mucho, que perdonase al impertinente de su padre, pero éste no respondía, parecía ido-. Jungkook, ¿A ti también te hizo algo, no?, ¿Por eso dejaste a Namjoon?, ¡Dilo!, ¡Te hizo algo!

En ese momento Namjoon volvió en sí, aturdido, y con la voz más apagada que hubiera escuchado nunca. Era una voz sin vida, monótona.

- ¿Te hizo algo, Kookie?

- Jungkook, responde -combinó Woonie, preocupado hacia él-, ¿Te hicieron algo?

Jungkook apretó la mano de Taehyung, temblando por dentro, buscando soporte en su hermano, quien pareció entender que estaba mal y, volviendo a soltar la mano de Hoseok, agarró con las dos manos la de Jungkook y le dirigió una mirada que el híbrido reconocía como todas esas veces en las que Taehyung trataba de consolarlo. Y se alegró al saber que eso no había cambiado. Él había cambiado, porque había guardado un pequeño secreto, un detalle, que ni siquiera Taehyung sabía. Y Taehyung sabía todos sus secretos, aunque ahora no los recordase.

- Sí, hizo algo -susurró finalmente, tratando de parecer imperturbable-. Me amenazó después de la fiesta de navidad, dijo que si no me alejaba de ti iba a dañar a mi familia. Que iba acabar conmigo.

Namjoon emitió algo parecido a un gemido, un quejido doloroso que le hizo ocultar su cara entre sus manos. Woonie lo miró turbado, asintiendo para sí, atando cabos pasados.

- Entonces esa vez cuando se metieron a la casa...

- Sí, fue ella -asintió Jungkook, ahora girándose hacia Jimin, quien tenía el rostro contraído y respiraba con dificultad-. Pero tampoco tiene toda la culpa, cuando Namjoon me invitó a esa horrible fiesta de navidad me di cuenta que su hijo iba a terminar siendo como ella, porque la forma en la que se comportó esa vez... -su voz titubeó, sonriendo con tristeza hacia Namjoon, quien no se veía capaz de mirarle-. Querer ser aceptado lo cambia todo, ¿No es así, Namjoon? No mentí cuando te dije que terminaba contigo porque éramos muy diferentes, yo de verdad iba a luchar por esto que teníamos, pero... hay un lado que no me gusta de ti. Y que no puedo aceptar.

Cuando Namjoon levantó la mirada, Hoseok pudo jurar que fue la primera vez que vio a alguien con el corazón roto. 

Y luego ya no importó lo que sucedía entre ellos, porque un grito de dolor salió de la garganta de Jimin, quien se contrajo en sí tocando su vientre. Jimin se sostuvo de Seokjin y Yoongi, quienes lo miraron atemorizados por la cara de dolor del Omega. Incluso Namjoon reaccionó, ayudando a parar a Jimin, pero él seguía doblándose en dos por el dolor.

- Oh, por todos los lobos, no va a parir ahora, ¿O sí? -preguntó Woonie, moviendo las manos sin saber qué hacer. 

- Urgh... m-me d-duele... m-mierda -gimió Jimin, respirando hondamente y reteniendo el aliento, sintiendo como algo tiraba en su interior, desgarrándolo. Yoongi actuó de inmediato, alzando a Jimin en sus brazos cuando vio que las contracciones eran más fuertes, acostándolo en el sillón y Seokjin fue por las llaves que dejó en la mesa de centro. 

- Mierda, oh, mierda, c-creo que se... se a-adelantó -lloriqueó Jimin, encogiéndose. Yoongi se veía, por primera vez, muy perturbable, aún cuando trataba de ser un apoyo para el Omega.

- ¿Cómo que se adelantó?, ¡Iba a ser en una semanas más!, ¡Ay, por los mil demonios, Jiminnie!

- Llamaré a una ambulancia -dijo Woonie sacando el celular, pero Seokjin negó.

- La ambulancia es una mierda, iremos al hospital ahora -dijo caminando hacia la puerta, pero girándose de repente para mirar a Namjoon-, Namjoon, ve por el kit de maternidad, por favor. Voy a sacar el auto.

Namjoon hizo una mueca incrédulo.

- ¿Existe un kit de maternidad? 

- ¡Claro que sí, te dije dónde estaba desde que lo armé! -gritó Seokjin, gruñendo con impaciencia-, ¡Eres un inútil!

- ¿Qué se yo sobre un maldito kit de maternidad? -rebatió Namjoon, ni siquiera sintiéndose ofendido, más preocupado por su padre que lloriqueaba en el sillón-, ¿Dónde...?

- ¡Yo voy por él, sé donde está! -interrumpió Hoseok, girándose hacia Taehyung y acariciando sus mejillas antes de correr escaleras arriba. Seokjin afirmó hacia él desapareciendo por la puerta de entrada-. Taehyungie, quédate aquí, ¿Sí? Ya vuelvo.

Taehyung asintió, volviéndose a ver a Jungkook quien seguía protectoramente a su lado como el abuelo Woonie, pero miraba preocupado a Jimin, con culpa.

- No puedo ayudar, tengo el pie dañado -señaló su pie, haciendo que Jungkook lo mirara sorprendido y luego le diera una sonrisa llena de ternura.

- Tranquilo, Tae, tenemos una camioneta -lo consoló Woonie, desordenando su cabello. Taehyung sintió, por unos segundos, que pertenecía a ese lugar entre ellos dos. 

- Lo siento, señor Min -susurró Jungkook, acercándose a Jimin y acuclillándose frente a él totalmente apenado-, no quería que se alterara...

Jimin gruñó con dolor, negando hacia él mientras escondía el rostro en el cuello de Yoongi, apretando las manos del Alfa a cada contracción dolorosa que le hacía jadear.

- N-no es t-tu c-culpa...

Y luego la voz de Namjoon por sobre ellos, sentándose al lado de Jimin y acariciando la frente sudorosa de su padre-. Es mía...

Jimin bufó poniendo los ojos en blanco mirando hacia Namjoon, justo cuando Hoseok bajaba las escaleras con una mochila gigante entre las manos y Seokjin abría la puerta de entrada diciendo que ya había sacado el auto y que tenía todo listo.

- C-cállate... e-estás... c-castigado.

Namjoon asintió cabizbajo, triste, susurrando un << está bien >> mientras Yoongi levantaba a Jimin como un bebé y lo llevaba fuera de la casa con cuidado. Namjoon y Seokjin salieron a la vez, con Hoseok detrás de ellos bloqueando la casa después de ponerse los zapatos y el abuelo Woonie y Jungkook ayudando a caminar a Taehyung hacia la salida. Cuando la familia Min y Seokjin estuvieron dentro del auto, Hoseok se detuvo y le pasó la mochila a Namjoon, mirando de reojo a Taehyung quien no le quitaba el ojo de encima.

- ¿No vendrás? -preguntó Namjoon en el asiento del copiloto. Hoseok titubeó, una parte de él quería acompañar a Jimin, estar presente en el nacimiento de sus primas, pero la otra...

- Y-yo...

- Está bien, ve con él -dijo Yoongi con convicción, sonriéndole de una forma paternal que desconcertó a Hoseok por unos segundos-, es tu Omega después de todo. Si tiene amnesia temporal, créeme, te necesita.

- Les llamaré, ¿Sí? -dijo Hoseok, sonriendo agradecido, aún sin entender muy bien las palabras de Yoongi, pero parecían bastante personal-. Iré en unas horas a ver como va todo, gracias...

Namjoon asintió, palmeando el hombro de Hoseok con camaradería.

- Te mantendré informado, descuida.

Fue lo último que dijo antes de que Seokjin echara andar el auto camino al hospital. Hoseok los observó desaparecer doblando a la derecha de la intersección, volviéndose hacia Taehyung y su familia, suspirando y agarrando a Taehyung de la cintura cuando él se alejó del abuelo Woonie y extendió las manos hacia él, abrazándolo porque era el único que se sentía completamente familiar para él. No casi, sino como en casa.

- ¿En serio tiene que venir, papá? -preguntó Jungkook en un susurro, mirando despectivamente a Hoseok, quien estaba más ocupado inspeccionando el pie de Taehyung, ya que se hallaba con unas pantuflas en el césped del jardín.

- Es su Alfa, cachorro... míralo -manifestó sin ningún ápice de emoción, relamiéndose sus labios resecos mientras miraba la forma enamorada en la que su nieto veía a ese chico-. Ya es hora de que lo aceptemos.

Jungkook resopló con cierto hastío, llamando la atención de Taehyung y sonriendo para él como si no pasase nada, tomando su mano y pasando el brazo por su cuello, por el lado contrario donde estaba Hoseok y rodeando la cintura del Omega con su brazo.

- Vamos a casa -musitó.




[...]



Amo cuando Hoseok se ve más alto que Taehyung LKJADLKJASD pero igual adoro que sean como del mismo porte o que Taehyung se vea un poquito más alto, pero más delgado uwu

Y ya we, de aquí viene la segunda parte de todo~

Desde aquí en adelante si que hay desmadre :D

Y conoceremos a las gemelas, wii~

¿Qué les pareció la confesión de Jungkook y Woonie? A que no se la esperaban, pobre Jimin, casi se les salen las gemelas de la impresión alskjdk xD

Y sí, la manada Jung es la "segunda" familia de Namjoon, la cual conoceremos más adelante ~ Recuerden que es una de las manadas más poderosas junto a la manada Kim.

Y sé me olvido dar una pista en el capítulo anterior :( hasta yo no adivinaba,ah LKASJDLKAJSD but nadie pidió pista >:v 

So, la pista es que el personaje ya apareció en el fic y yo mencioné que no lo olvidaran, porque sería importante :3

Quien conteste primero le dedico el próximo capítulo, que será un Extra/especial ¿? Algo así xd

Este capítulo quedo DEMASIADO largo;___; me estresa, tal vez deba hacer pt.4, quien sabe

Bueno, eso, bais <3

lxs amo

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