De estrellas y ojos bicolor, pt.2
Taehyung se apoyó con los brazos cruzados en la orilla de la ventana de la camioneta, viendo como Hoseok la rodeaba y se pasaba una mano por el cabello, más nervioso que nunca.
- ¿No deberías darme tu número para que veamos que día será la cita que me debes? -preguntó Hoseok, apoyándose en la puerta justo a un lado de Taehyung, quien sonreía risueño.
Taehyung quería volver a besarlo, pero por alguna razón no se atrevía ¿Por qué no se atrevía si días antes le había lamido el cuello? No se entendía, ¿Y por qué Hoseok no lo volvía a besar otra vez?, ¿Y si lo había hecho mal...?, ¿Y si le había apestado el aliento y no se había dado cuenta?
De repente, Taehyung se quedo paralizado ante esa idea, cuando vio como Hoseok se inclinaba frente a él, con ambas manos a cada lado de la orilla de la ventanilla y depositaba un casto beso en el mohín de sus labios. El omega dio un pequeño salto, sonrojándose tanto que ya veía que sangraba por la nariz, su lobo dando vueltas y vueltas de emoción exigiéndole que le devolvería el beso casto en uno fogoso.
- Lo siento, te veías tan ausente que... que yo... -se excusó Hoseok, con una risa nerviosa agachando la cabeza mientras volvía alejarse, pero sin despegar sus manos de la ventanilla de la puerta-. ¿Me darás tu número? No tengo celular aun, pero te llamaré del teléfono de la casa... uh... si quieres, claro.
Taehyung sonrió tímido, relamiéndose los labios mientras se giraba para buscar un bolígrafo en su bolso de la puerta trasera. Vio a su alrededor, buscando algo donde escribir, y sólo encontró el panfleto del lugar de comida mexicana en el bolsillo en sus pantalones. Sacó la tapa del bolígrafo con los dientes y escribió su número en él, junto a un << Si no me llamas lo más probable es que te lleve la desgracia. Attent. Taehyungie >>.
Le tendió el panfleto a Hoseok, quien rió enternecido y divertido ante el escrito y se metió el panfleto en el bolsillo de la chaqueta. Volvió a inclinarse dentro del auto, metiendo la cabeza y acortando la distancia entre Taehyung y él, a sólo centímetros de su rostro.
- Si no te llamo, ¿Vas a llamarme tú?
- Ya te llamé una vez, no pidas tanto -rebatió Taehyung, con una sonrisa juguetona. El lobo de Hoseok estaba a punto de tirarse encima del Omega, ¿Es que cómo podía ser tan hermoso? Ese aroma que desprendía lo estaba volviendo loco, y también el fuerte deseo de encajar los dientes en su piel.
- Entonces tendrás que esperar mi llamada.
Taehyung alzó las cejas, travieso.
- ¿Sabes? Tengo una pésima memoria, si te toma demasiado lo más probable es que te olvide.
- ¿En serio? -Hoseok lo miró entre indignado y coqueto, acortando la distancia hasta rozar sus narices-. A ver si con esto te atreves a decir lo mismo.
Taehyung cerró los ojos, esperando ansioso el beso que nunca llegó, porque sintió al instante los dedos de Hoseok cosquilleando los costados de su abdomen, provocando que se retorciera en el asiento entre risas y chillidos.
- ¡Yah, pensé que ibas a besarme! -exclamó Taehyung, cuando pudo tomar las muñecas de Hoseok y parar las cosquillas que le hacían doler el estómago y las mejillas de tanto reír. Hoseok lo observo sorprendido por lo directo que fue, siendo que ese día había estado tímido en vez de lo desvergonzado que había sido antes.
No importa como fuese, a él le encantaba las diferentes caras que estaba descubriendo en él.
- ¿Quieres que te bese? -dijo Hoseok, haciendo que Taehyung se quedara petrificado y muerto de la vergüenza mientras Hoseok volvía a reír y pellizcaba juguetonamente la mejilla del Omega-. Pues tendrás que esperar mi llamada entonces -se alejó, sin importar el gruñido lastimero y el puchero en la boca del Omega, que volvió apoyarse en la ventanilla. Antes de irse, exclamó-: Nos vemos, Taehyungie.
Y Taehyung sonrió un poco triste, despidiéndole con la mano. La llovizna no había parado en ningún momento, aunque eso a ninguno de los dos parecía importarle.
- Nos vemos, Hoseokie Hyung -susurró.
Taehyung se metió dentro del auto, cerrando la ventanilla sin dejar de observar a Hoseok corriendo hacia la entrada de la casa, abriendo la puerta con el dígito de su dedo.
Cuando desapareció dentro de la casa, Taehyung aun sentía todas las terminaciones de su piel y su respiración a mil, volviendo a conducir y encaminándose a su casa. Era ya de noche, la radio seguía funcionando a volumen bajo y ahora la llovizna estaba empezando a ser una lluvia que parecía no acabar nunca.
De repente, su bolsillo empieza a vibrar y saca el celular justo cuando se encuentra con el semáforo en rojo.
- ¿Diga?
- Hola -dice la voz medianamente grave de chico tras el auricular-, busco al señor Kim Taehyung, ¿Está por ahí?
Taehyung mira el número, extrañado. Era de un desconocido.
- Depende de quién lo busca -responde, receloso-, ¿Quién habla?
Luego oye una risa. Y por supuesto que ya sabe quién le está llamando.
- ¿Tan rápido te olvidaste de mí, Taehyungie? -dijo Hoseok, quien en su casa se hallaba apoyado en la ventana del patio, mirando el gran y oscuro bosque frente a él. Bromeando, y aunque sabía que Taehyung no lo podía ver puso cara dramática y una mano en el pecho-. Ah, mi pobre y desdichado corazón, ¡Ah, como duele!
- ¡No seas tonto, Hoseok hyung! -rió Taehyung, sin ocultar en ningún momento su sonrisa mientras se hacía pequeño en el asiento-, ¿Tanto me extrañas? -preguntó juguetonamente. La voz de Hoseok tras el auricular le hacía cosquillas.
- Haz hecho que la relatividad de mi tiempo cambie, los minutos sin ti se han vuelto horas, y las horas se han vuelto años, y los años milenios, ¿Crees poder arreglarlo? Creo que la única forma de hacerlo es que nos veamos lo antes posible.
Taehyung se tapó el rostro sonrojado con una mano, pensando repetidamente en su cabeza, << Este Alfa va a matarme, va a matarme... >> mientras se mordía la mano aguantando el gritito de emoción que tenía incrustado en la garganta.
- Han pasado sólo cinco minutos, hyung -le recordó Taehyung. Hoseok podía imaginárselo como estaba en ese momento, todo tímido como un niño pequeño.
- Que para mí son cinco horas, que se vuelven cinco años y cinco milenios -contestó Hoseok, volviendo a decir con tinte dramático-, ¡Ah, que cachorro tan insensible!, ¡Voy a morir!
Taehyung soltó una carcajada ante su dramátismo, pegando un pequeño salto al escuchar un claxón detrás de él. Se puso derecho en el asiento y vio que la luz del semáforo estaba en verde.
- El semáforo está en verde, hyung, voy a tener que colgar.
Hoseok por su parte, había terminado cerrando los ojos y apoyando la cabeza en la pared. No quería dejar de hablar con Taehyung, de lo que fuera que se le ocurriera.
- Está bien, maneja con cuidado -terminó por decir, en un suspiro-. Tienes que llamarme después, yo ya cumplí, y también lo estuve pensando, ¿Qué tal si tenemos la cita este sábado? -sugirió, haciendo que Taehyung pensara rápidamente si tenía algo ese día-. Podemos juntarnos en el centro de la ciudad, a las cuatro de la tarde frente a la fuente de la plaza Ruiseñor. Sabes dónde queda, ¿No?
- Claro que sé dónde queda, hasta creo que lo sé mejor que tú -rió Taehyung, seguido de Hoseok quien se mordió el labio inferior ya ansioso por ello-. No tengo nada ese día, así que estás con suerte.
- Entonces nos veremos en ese lugar, no te olvides, ¿Sí? Recuérdelo. Escribe mi nombre en tu frente si es necesario.
- Está bien, señor mandón -bromeó Taehyung, bajando la ventanilla y viendo por el espejo retrovisor a un sujeto que le gritaba que se moviera. De puro instinto, el Omega sacó la mano y le mostró el dedo de al medio en un gesto obsceno.
- ¿Te están tocando el claxón? -dijo Hoseok, oyendo a lo lejos el ruido repetitivo e irritante.
- Sí, pero lo tengo todo controlado -rió Taehyung, viendo la cara de enfurecido del hombre y sus groserías en mute-. Buenas noches, hyung.
- Buenas noches, Taehyungie, ¡No te olvides de la cita!
Y aunque Taehyung quería ser el último en colgar, tuvo que hacerlo porque el sujeto seguía tocando el estúpido claxón.
Ah, Hoseok de verdad extrañaba a ese chico.
[...]
Jungkook odiaba tanto depender de otros, pero le tenía confianza a Minhyuk y había quedado en cantar para él en uno de los eventos de música que había organizado, por eso le había pedido que lo llevara a la casa de la mamá de Jun. Cuando se bajo del auto, camino hacia la casa y lo abrió una de sus tantas hermanas menores, recibiendo el pedido por él mientras la niña iba a por el dinero.
Cuando lo tuvo, lo recibió agradecido y se retiró lo antes posible; ahora tenían que ir a tan famoso evento en el centro de la ciudad. Se subió y Minhyuk volvió a irse por la autopista, que seguía atiborrada de autos y camiones.
- Este tráfico es una mierda -dijo Jungkook, acomodándose el gorro y la sudadera en su cabeza. Odiaba demasiado los gorros, después le dolían las orejas, pero a la gente no le gustaba verlas, así que tenía que ocultarlas, incluso del Alfa de Minhyuk.
- Es tan gracioso oírte decir groserías con esa cara de bebé que te gastas -se burló Minhyuk, recibiendo un manotazo por parte de Jungkook y un gruñido-. Ya, tranquilo, Omega.
- Sigue manejando y déjame dormir un rato, estoy cansado -dijo Jungkook, girándose hacia la ventana. No estaba mintiendo, se sentía muy cansado porque anoche no había podido dormir muy bien por todas las cosas que tenía que arreglas, todos los electrodomésticos, celulares y calefactores. Era bueno, así tenía dinero, pero sí que le tomaba bastante tiempo.
Minhyuk hizo la mano hacia el asiento trasero, sacando de atrás una mand¿ta café y tendiéndosela al Omega, quien lo miro enarcando una ceja con desconfianza.
- ¿Qué?, ¿No puedo ser amable contigo? -rió Minhyuk, al ver su expresión con una mueca incómoda.
- Gracias, pero no me gustan los chicos amables.
Mentía. A su mente siempre aparecía ese amable y dulce chico de hoyuelos, cabello teñido de morado y tan tierna como peligrosa expresión en sus facciones toscas. Con el tiempo, ya empezaba a acostumbrarse a vivir extrañando esos tiempos en los que era feliz con él.
- ¿Quieres que te trate como los demás para que tú puedas tener una buena excusa para actuar como todo un chico malo? -dijo Minhyuk, mirándolo de reojo sin ninguna pizca de broma.
- Exacto -afirmó Jungkook, tomándolo como una y tapándose con la manta hasta el mentón, volviendo a darle la espalda al Alfa-. Eres inteligente, Minhyuk hyung.
- Pero tú no tanto en algunos aspectos -rebatió el mayor, con un tinte voz fatigado-, ¿Acaso no te das cuenta que me gustas?
Jungkook se escondió aun más en el asiento. Odiaba pensar en tener alguna relación otra vez.
- Me caes bien, hyung -dijo luego de unos instantes de incómodo silencio-, pero por favor; no insistas con eso. Hay miles de Omegas allá fuera mejores que yo, no te encapriches conmigo.
- No sabes lo que dices -replicó el Alfa en un suspiro-. Ni siquiera me importa que seas un híbrido.
- Ya déjalo, ¿Sí? -espetó Jungkook, con una frialdad y dureza inesperada hasta para él-. No hablemos de esto mientras manejas y yo me estoy muriendo de sueño -con un último gruñido irritado, esbozó mirando la ventana-. Despiérteme cuando lleguemos.
Jungkook había tratado de dormir, pero se quedo mirando los autos a su alrededor y el cielo estrellado. El tráfico avanzaba, pero se detuvieron otra vez en un semáforo en rojo viendo como la gente cruzaba. Ese día habían más estrellas de las que había visto otros días...
Y estaba sumido en sus recuerdos, cuando el principal de ellos se detuvo a su lado acompañado del rugido de una moto.
Jungkook se quedó petrificado como una estatua, su respiración se detuvo a la vez que veía la indiscutible moto de Namjoon, sus hombros anchos y cabello morado sobresaliendo del caso. Se había levantado la parte de adelante al detenerse, donde Jungkook pudo apreciar su perfil, su nariz y ese piercing en su oreja.
Y antes de que pudiera taparse con la manta, como presintiendo que estaba ahí a su lado, Namjoon giró el rostro hacia él como si nada.
Y sus miradas se encontraron.
- Mierda... -susurraron a la vez, sin poder creerse que estaban viendo al otro después de casi un año.
Namjoon pestañeó, creyendo que era mentira, una alucinación de su mente, una de tantas malas pasadas que se había hecho así mismo creyendo escuchar su risa, su silueta o su voz, pero siempre siendo otra persona.
El semáforo había cambiado, Minhyuk había echado andar el auto y Namjoon se había quedado atrás con la boca entreabierta, viendo el auto partir hasta que el sonido de un auto detrás de él lo despertó de su letargo y aceleró yendo detrás del auto.
Jungkook, por su parte, se había tapado el rostro con las manos y su respiración era tan agitada como si estuviera a punto de entrar en pánico. No, estaba a punto de entrar en pánico. Las lágrimas se arremolinaban en sus ojos mientras trataba de desaparecer de ahí, porque veía por el espejo retrovisor a Namjoon siguiéndole a toda velocidad.
- ¿Pasa algo, Jungkook? -preguntó Minhyuk, mirándole preocupado-. ¿Quieres que me detenga?
- ¡No, no, no! -negó Jungkook, aterrorizado-. ¡Acelera, maldición!, ¡No te detengas por nada en el mundo!
Minhyuk lo miró preocupado, pero no hizo mayores preguntas; aceleró cada vez más, perdiéndose entre los autos sin percatarse que alguien detrás los seguía como si de eso dependiera su vida.
[...]
Cuando Taehyung llegó al lugar del reencuentro luego de ir a buscar los artefactos para la sesión a su casa, se detuvo frente a la puerta del motel suspirando cansinamente. Odiaba los moteles. Olían horrible y la comida era asquerosa. Estuvo a punto de irse sin tocar la puerta, pero Hoony ya le había sentido, así que abrió la puerta agitado y ansioso de tanto esperarlo.
- ¡Taehyung! Pasa, no te quedes fuera -dijo Hoony; era mucho más alto que él, el cabello castaño corto y lacio, los ojos color miel con tintes verdes y su ancha espalda. Era un Alfa de envidiar, era guapo y carismático, pero a Taehyung nunca le había caído bien. Menos ahora, que había cerrado la puerta detrás de él con pestillo y le había abrazado por detrás, respirando deseoso de su cuello y haciendo que Taehyung se estremeciera del asco.
Tenía que esta tranquilo; otras veces también le habían tocado así. Tenía que soportarlo. Podía con ello, lo hacía, era bueno engañando a la gente. Por eso se dio la vuelta y antes de que Hoony lo besara, lo esquivo y se apartó dejando su bolso en uno de los sillones, sacando con rapidez la botella de vino dentro de ella. La canina la tenía en el bolsillo del pantalón, lista para colocársela.
- ¿Por qué estás tan apurado, Hoony? -sonrió con falsa coquetería-. Tomemos una copa primero, ¿Te parece?
- No quiero beber, quiero estar contigo, Tae -gimió Hoony, acercándose peligrosamente hacia él mientras servía el vino en dos copas que estaban en la mesa de centro de la habitación-. Te necesito, por todos los lobos, no sabes cuánto te he extrañado todos estos días sin ti, ¿Por qué no aceptas que seas mi novio?
Taehyung retuvo el aliento, manteniendo el semblante inexpresivo mientras tendía la copa de vino a Hoony, quien la tomo sin dejar de mirarle.
- Hoony, sabes sobre mi trabajo, tú...
- Puedo costearlo, precioso, puedo pagarte todos los días si estás conmigo -insistió el Alfa. Taehyung estaba empezando a temer los ojos amarillos que habían aparecido en el Alfa-. Ah, ya no aguanto más, Taehyung, te necesito conmigo; eres lo único que necesito en la mierda que es mi vida.
- ¿Costearme? -repitió, con incredulidad-. Hoony, creo que estás entendiendo mal, yo no puedo tener novio. No quiero tener novio -rectificó, con más claridad, negando con la cabeza-. No... ¿Estás loco? Nos hemos visto apenas unas... tres veces.
- Cinco veces -aclaró el Alfa con gesto lastimero. A Taehyung poco le importaba.
- Bueno, cinco, diez veces, como sea -se encogió de hombros, riéndose nervioso-, ¡No puedes decir esas cosas! Venga, tomemos algo y vayamos a lo nuestro, ¿sí? -insistió Taehyung, tratando de que Hoony bebiera de su vino, pero el Alfa lo dejo encima de una de las mesas-. Has pagado por esto, sería tonto que lo desperdiciaras así, ¿No?
El Alfa parecía no escucharle, en cambio tomó sus manos entre las suyas y lo guió hasta el sillón sentándose al lado de él. Lucía desesperado, Taehyung sabía que Hoony tenía algunas riñas con su familia y venía a refugiarse con él; ¿Qué tanto había pasado para que empezara actuar tan ansioso y necesitado?
- Taehyung, Taehyung, por favor, sé mío -suplicó, poniéndose encima de Taehyung, llenando de besos el cuello del Omega y apresándolo contra el sillón-, déjame marcarte, déjame llenarte de mí como tantas veces lo he hecho.
- Hoony, sí, así... -gimió Taehyung con falsedad, acercando a Hoony de tal forma en la que sacó cuidadosamente la canica de su bolsillo. Hoony estaba tan inmerso en tocar su abdomen debajo de la ropa, de besar su cuello, que Taehyung llevó rápidamente la canica a su cabeza, a punto de colocársela...
Pero la mano de Hoony lo detuvo, alejándose de él con suspicacia.
- ¿Qué haces? -preguntó Hoony, con el ceño fruncido. Taehyung había olvidado ir más despacio.
- Nada -contestó con rapidez, apretando la mano en un puño. Hoony lo miró de reojo, tratando de abrir su puño que inútilmente Taehyung trataba de que lo soltara.
- ¿Qué es eso que llevas en la mano?
- No es nada, Hoony -dijo tragando saliva, conteniendo la respiración mientras tiraba de la ropa del Alfa y besaba su cuello-, sigue...
Pero el Alfa fue más fuerte y con las dos manos abrió el puño de Taehyung, sacando de él la canica que cayó al piso. Taehyung se inclinó con rapidez para tomarla, pero el Alfa la había tomado primero entre sus dedos inspeccionándola con curiosidad y disgusto.
- ¿Qué mierda es esto?, ¿Es para mí?, ¿Qué mierda hace esto, Taehyung? -preguntó Hoony, separándose de él en el sillón.
- ¡No es nada! -exclamó Taehyung, con una risa nerviosa estirando la mano hacia él-. Es una canica inservible, no es nada, devuélvemela.
Hoony se había parado dirigiendose a la ventana, encogiéndose de hombros como si no fuera gran cosa.
- Si es una canica inservible, supongo que no tiene valor -y la tiró fuera de la ventana, haciendo que Taehyung pegara un chillido aterrorizado, ¿Ahora qué demonios iba hacer?
- ¡No! -gritó con pavor, corriendo hacia la ventana que daba al estacionamiento sin ver ni un rastro de la canica-, ¡¿Eres un retrasado o te haces?!, ¡Era mi maldita canica!
- Tú dijiste que era una canica inservible, así que sigamos con lo nuestro -rebatió Hoony, acercándose a la misma vez que Taehyung se alejaba en un gruñido-. Ven aquí, Taehyung -gruñó molesto, viendo como el Omega no tenía ninguna intención de dejar que le tocara.
- ¡No, no te acerques!, ¡Ve a buscar mi maldita canica o no dejaré que me toques!
El Alfa estaba empezando a perder la paciencia, sus ojos se habían vuelto dos llamas rojas que miraban todos los movimientos de su presa.
- ¡Ugh, ven aquí, te digo! -espetó, agarrando a Taehyung de la camiseta y tirándolo en la cama para ponerse encima de él a horcajadas.
- ¡No, no, detente! -luchó Taehyung, tratando de que el Alfa dejara de tocarlo y tratar de besarlo en la boca, fallando y apresando con sus dientes la piel de su mentón. Estaba empezando a entrar en pánico, nunca antes se había descuidado así; tal vez todo se debía a que no podía actuar con naturalidad porque en su mente sólo estaba Hoseok-. Hoony, basta, iré yo, por favor, detente, necesito mi canica.
Hoony sonrió, viendo como el Omega por fin se ponía sumiso bajo su cuerpo.
- Después de que te haga mío, mi omega -siguió besando su cuello y tratando de quitarle los pantalones-, ¿Por qué tanto apuro? Quédate tranquilo...que para esto has venido.
Cuando Hoony estuvo a punto de meter la mano en la ropa interior de Taehyung, el Omega lo empujó fuertemente con la adrenalina que recorría su cuerpo y le pegó una patada que le hizo estrellarse contra uno de los muebles.
- ¡Déjame, bastardo! -gritó Taehyung, gateando encima de la cama para correr hacia la puerta. Pero ésta estaba con llave, ¿No le había echado pestillo?, ¿Qué demonios? Taehyung estaba empezando a perder los nervios como nunca en su vida; jamás una situación así se le había ido de las manos. Hoony parecía fuera de sí, con los ojos llenos de lujuria y rabia.
- ¡¿Qué mierda te pasa?! -grazno el Alfa, parándose del suelo con la expresión entre dolida y furiosa por la patada que le había dado-, ¿Primero rechazas todo lo que te ofrezco y ahora no quieres hacerlo?, ¿Qué mierda tienes en la cabeza, Taehyung?
Trato de acercarse, pero Taehyung sacó de la bota su varilla de electricidad apuntando hacia él.
- No me toques -espetó con amenaza. Hoony, en cambio, rió indignado.
- ¿Qué no te toque? Pero si noches atrás me pedías que te hiciera mío, que te marcara, que hiciéramos una familia juntos mientras te hacía el amor.
Silencio. Lo único que se escuchaba era el ruido de los autos, sus respiraciones entrecortadas y el miedo que inundaba su cuerpo al ver como Hoony lucía tan desquiciado y perdido.
- ¿Qué?
- ¡Lo dijiste, Taehyung! -rompió en gritos el Alfa, el color de sus ojos rojos seguía allí como una amenaza constante. Las lágrimas caían de sus ojos, envueltas en una rabia que deformaba su rostro-, ¡Lo dijiste!, ¡Vas a ser mío! No, no, eres mío -rectificó, acercándose cada vez más-, voy a hacer lo que tanto quieres. Voy a marcarte, eres mío, nos iremos de esta mierda de lugar.
- ¡No, aléjate! -Taehyung trato de correr hacia un lado, pero el Alfa lo había tomado de la camiseta y lo había tumbado en el piso, a pesar de que Taehyung le había dado una descarga eléctrica, el Alfa había logrado quitárselo de encima y la había roto en dos mientras apresaba el cuerpo de Taehyung entre sus piernas-, ¡Déjame!, ¡Ayuda!, ¡Ayuda! -gritó con horror, tomando la pata de una silla a su lado y tirándosela al Alfa que estaba a punto de encajar sus dientes en él. Taehyung se arrastró para correr hacia el baño y encerrarse allí, pero un gruñido y un gemido de dolor lo dejaron estático mientras veía la sangre brotar de la cabeza de Hoony y su cuerpo convulsionándose en el piso- ¿Qué demonios...? -musito temblando de miedo.
Frente a él ya no estaba Hoony, estaba un lobo de pelaje negro enfurecido, en posición de ataque mostrando los colmillos hacia él totalmente encrespado con los ojos centelleantes de distinto color. En ese momento Taehyung se dio cuenta que Hoony no era un chico común, se dio cuenta que todo ese dinero que le daba para pagar las sesiones debió habérselo dado porque su familia pertenecía a uno de los clanes de las grandes familias; tenía que serlo, sino no tendría esos ojos. No los tendría.
Tenía que ser cauteloso, cualquier movimiento podía desatar que el lobo de Hoony lo atacara, mirando a su alrededor algo que pudiera ayudarle para golpearlo y poder refugiarse en el baño hasta que se detuviera la ira que hacía que el lobo de Hoony quisiera encajarle los dientes para proclamarle suyo.
Justo a sólo cuatro pasos de él, al lado de la televisión, había un colgador de ropa. Podía usarlo como arma, así que contando hasta tres para correr hacia él, se había movido, pero Hoony había sido más rápido y le había saltado encima.
Taehyung cayó de espaldas, adolorido por el fuerte golpe en su cuerpo al caer al suelo, viendo al gran lobo frente a él; era mucho más grande que su cuerpo y le mostraba los dientes, haciendo que en su cara le cayera la baba y luchara arduamente con las uñas de las patas del animal que lo mantenían incrustado y sin aire en el suelo. Taehyung luchaba con todas sus fuerzas para que el lobo no lo mordiera, estaba fuera de sí, totalmente rabioso. Chillaba de miedo, pero algo le decía que nadie iba a ayudarlo.
Por lo que con el rostro desfigurado por la fuerza que usaba para detener las mordidas del lobo, se había alejado y le había mordido la mano sacándole sangre y un grito de dolor, haciendo que Taehyung perdiera poco a poco la conciencia.
<< Jungkook... Jungkook... Abuelo... Abuela... >> pedía en su mente, desvaniendose más por el dolor en todo su brazo y los gritos que se le escapan de la garganta.
<< Hoseok, Hoseok, Hoseok >>
<< Hoseok, Hoseok >>
<< Hoseok >>
<< Ho... >>
<< ... >>
Lo último que recuerda es la voz de una persona que ya no puede recordar, diciendo incesantemente << ¡No olvides nuestra cita! >> sumergiéndose en el mar de la inconsciencia envuelto en el más vacío y oscuro lugar.
Ahora ya no era un chico y un lobo luchando; ahora la pelea era entre un lobo de pelaje pardo contra el gran lobo de pelaje negro.
A lo lejos, se oyó una ventana romperse, los gritos de las personas y un ruido de alarma resonando por toda la vasta noche de otoño.
[...]
Hoseok estaba tan nervioso; habían pasado ya dos días desde que no había vuelto a ver a Taehyung, a pesar de que lo había llamado, el omega no había respondido ninguna de sus llamadas. Eso le preocupaba, pero trataba de no pensar en ello mientras compraba un café para él y un chocolate caliente para Taehyung, dirigiéndose a la fuente en medio de la plaza Ruiseñor luego de haber salido de uno de sus exámenes para entrar a la universidad. Le había costado un montón convencer a Namjoon de que sabía volver a casa y que no era necesario que lo esperase, así que disfrutaba de los decorativos de las tiendas y las calles perfectamente pavimentadas.
Era un día gris, con sus grandes nubes oscureciendo el sol que tanto esperaba Hoseok que apareciera ese día. Sin embargo, terminó llevando su paraguas y esperando al Omega sentado a la orilla de la fuente, viendo a las familias pasear o a gente común. Incluso había llegado diez minutos antes.
Hoseok esperó, a veces tatareando canciones, otras hablando tontamente con las aves que se posaban al lado de él buscando migajas de pan.
Esperó y cuando fue la hora, miraba hacia todas partes esperando ver al Omega. A veces creía verlo en algunos chicos, pero desechaba la idea cuando los veía más de cerca o al sólo hecho de no sentir su aroma tan peculiar.
Espero y esperó, diez minutos más, treinta minutos más... Una hora después.
Espero hasta que se hizo tarde, llamando a Taehyung en su cabeza y a su celular, pidiendo a todos los dioses que no le hubiera sucedido nada malo.
Hoseok espero y esperó, pero Taehyung nunca llegó.
[...]
Adoro este Fan Art.
Por si acaso, no olviden a Hoony, será un personaje que veremos muy seguido laksjdjs
¿Qué les pareció este desmadre?
Yo les dije que vendría >:3
Tampoco fue tanto desmadre (ahr, ¿Qué pasará ahora con Taehyung convertido en lobo? Chanchan), perdón, saben que lxs amo uwu<3
Si me demoro demasiado en subir es porque la universidad no me deja c': de hecho, planeaba subir estos dos capítulos la semana pasada, pero la nación de las pruebas atacaron </3
ODIO TODO ALV.
Menos a ustedes, obvio, gracias por apoyar esta historia <3
ABRAZOS DE OSOS Y BESITOS EN LA PANCITAAAAAAA <3
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