9.- De juegos y celos.

Gracias a @Cecilu22 por la portada tan hermosa, también tengo otra portada hermosa que me hicieron y que después subiré, espero que te guste el capítulo uwu <3

[...] Todo esto fue el destino o tal vez estamos comenzando una carrera,

si comienzas a alejarte de mí está bien.

No te preocupes por nada, 

de nada [...]



Hoseok despertó exaltado al escuchar toques en la puerta de su habitación, sintiéndose perdido segundos antes de darse cuenta que ya no tenía el peso encima con el que había dormido. Sentándose en la cama vio al lobo de Taehyung alerta a sus pies, olisqueando el aire como si tratara de discernir el olor de quien tocaba y moviendo las orejas al escuchar los toques y, al no poder descifrarlo, empezó a gruñir con recelo hacia la puerta, temblando y alzando las comisuras del hocico para mostrar los caninos. 

Hoseok vio como el lobo de Taehyung estaba empezando a ponerse en posición de defensa, por lo que se inclinó hacia él con rapidez, tomando el rostro del lobo y haciendo que lo mirara a los ojos, acariciando su cabeza, cuello y con la otra mano acariciando su hocico para que se tranquilizara y no gruñera. Hoseok no estaba preparado para explicar el hecho de qué hacía un lobo en su habitación, por lo que no quería que nadie se enterara.

Con sorpresa, el lobo de Taehyung dejo de gruñir y miró a Hoseok de vuelta, agachando las orejas en señal de sumisión y lamiendo la barbilla del Alfa como si quisiera decirle << no te enojes >>, haciendo que el cuerpo tenso de Hoseok se relajara y exhalara el aire retenido. Sin embargo, volvió a tensarse al escuchar la voz de Yoongi tras la puerta.

- Hoseok, ¿Estás despierto? Está servido el desayuno y Jimin me ha dicho que si no bajas va a comerse todos los cupcakes que trajimos ayer.

Hoseok carraspeo, sintiendo la garganta seca, para contestar. Sin dejar de acariciar el lomo del lobo de Taehyung, como si así pudiera hacer que se quedara quieto, miró hacia la puerta.

- Ya desperté, Yoongi-ssi. Bajo en diez minutos.

Hoseok suspiró con alivio cuando oyó los pasos alejarse de su habitación, volviendo a mirar al lobo de Taehyung que movía la cola de un lado a otro encantado de que las manos de Hoseok lo tocaran. Era como si lo hubiera hecho hace mucho tiempo, porque al ver que Hoseok lo miraba el lobo de Taehyung volvió a lamer su rostro, alejándose del alfa y dándole la espalda como si quisiera decirle << déjame descansar >> y se hizo un ovillo al otro extremo de donde estaba Hoseok, que al ser casi tan grande como él ocupaba la mitad de la cama.

- Taehyungie -lo llamó Hoseok tocando su lomo con los dedos, apenas provocando que moviera las orejas-. Taehyung -volvió a llamarlo, pero parecía que el lobo sólo quería dormir, por lo que Hoseok suspiró y se levantó de la cama, recién llamando la atención del lobo que apenas abrió los ojos, alzó la cabeza y lo miró fijamente con las orejas puntiagudas. Hoseok sonrió-. Con qué ahora si logro llamar tu atención, eh... -el lobo parpadeó como respuesta, siguiendo con la mirada al Alfa que reía para sus adentros, caminando descalzo hacia el mueble y sacando ropa de cambio para ir a bañarse. 

Estaba realmente consciente de que seguía oliendo a tierra y bosque, pero además el olor del lobo de Taehyung se había adherido a él toda la noche más intensamente de lo que había esperado. Comúnmente el olor de los lobos se adhería con más facilidad a la piel de los humanos, pero éstos no se daban cuenta a excepción de los Alfas y los Omegas, para los que era más perceptible que a los Betas. Si no quería preguntas acerca del aroma, entonces tendría que bañarse.

Hoseok cerró la puerta del baño, dejando la puerta cerrada y desnudándose luego. Abrió el grifo, dejando el agua llenar la bañera y se metió, tomando la esponja limpia del colgador y restregándose la piel con cuidado. Sus heridas habían cicatrizado rápido y dolían menos que ayer, pero aún tenía que tener cuidado para no abrirlas nuevamente. En cierta parte le preocupaba que sus tíos y Namjoon vieran las heridas, porque formularían preguntas que ni Hoseok sabía.

¿Quién era ese lobo que lo atacó?, ¿Por qué peleó con él en vez de irse y llamar a la policía?, ¿Por qué tenía al lobo de Taehyung en su habitación?, ¿Por qué Taehyung se había convertido en lobo? Todas esas preguntas no las podía contestar sin antes armar un revoltijo de supuestas ideas en su cabeza. Si Taehyung se había convertido era porque algo realmente malo había pasado, algo que amenazó su vida o... o Taehyung pertenecía a una de las grandes manadas.

Hoseok no era tan ignorante con respecto a la jerarquía de la ciudad, porque en la escuela desde pequeño le habían enseñado que en la capital habían grandes manadas las cuales se podían convertir en lobo por el simple hecho de que estaba en su sangre el poder para hacerlo. Pero sólo ellos. A gente como Hoseok y de menores recursos no se les permitía convertirse por nada del mundo, porque no estaban capacitados para hacerlo excepto los niños pequeños menores de cinco años. A ellos se les podía permitir, pero siempre y cuando los controlaran regularmente en el hospital, porque si no se les quitaba, Hoseok tenía entendido que podían encerrarlo o tenían que llevarlo a la capital para que le hicieran una terapia de inducción de su lobo, porque a medida que creciera iba a ser menos el control de él y su humano desaparecería. Hoseok había tenido varios alumnos menores de cinco años híbridos y que solían convertirse en lobos cuando jugaban, pero después a medida que crecían iba siendo menos frecuente hasta que ya no lo hacían más. Conoció una vez a una niña en la guardería, se llamaba Wiseong, que se convirtió en más tiempo de lo permitido y tuvo que irse a la capital para la terapia. Hoseok nunca más la volvió a ver.

Cerró los ojos haciendo la cabeza hacia atrás, relajándose y acostándose con la espalda en la bañera. Inesperadamente, un recuerdo iluminó su mente e hizo click.

Wiseong tenía unos ojos parecidos a los de Taehyung.

Hoseok volvió a sentarse en la bañera, frunciendo el ceño al recordar los ojos de distinto color de Wiseong. Nunca le habían parecido extraños porque la niña usaba lentes y sus ojos no eran tan claros como los de Taehyung, un verde y un celeste tan intenso que no cabía dudas. El de Wiseong eran más oscuros, apagados con un tono café oscuro rodeando el iris, pero eran igual. 

¿Debería ser una conexión?, ¿Y si los que podían convertirse tenían ese tono de ojos? Hoseok no lo sabía, eran vagas suposiciones. Si el lobo de Taehyung había salido, ¿Qué podía hacer para que volviera su parte humana? Hoseok había leído en algunas revistas de ciencia que su hermana traía de la capital que la terapia era en base a medicamentos intravenosos, que suprimían la función de algunos órganos como el vomeronasal, impidiendo que el lobo hiciera funcionar sus sentidos del olfato y feromonas, haciendo que el lobo quedara débil y que su humano emergiera para no morir. Era uno de los procedimientos más conocidos que tenía conciencia Hoseok, pero no sabía si sería buena idea llevar a Taehyung al hospital sin que su familia supiera.

Tal vez debería encontrar a su familia primero antes de llevarlo al hospital, o llevarlo al hospital y que encontraran a su familia. Pero no sabía cómo se pondría Taehyung, porque si se ponía agresivo entonces la policía vendría y se lo llevarían. Y Taehyung estaba muy débil, con su férula, para poder resistirse.

Hoseok no quería que le hicieran daño a Taehyung. 

Después de comprobar que no quedaba el olor del lobo de Taehyung en su piel, se vistió, poniéndose una polera con cuello de tortuga que sólo usaba en invierno para ocultar sus heridas en el cuello y salió del baño, encontrándose con él en el piso al lado del ventanal, mirando casi con un brillo de nostalgia el bosque a lo lejos. Hoseok supo que había sentido su presencia, pero aún así no lo miró, por lo que optó acercarse al lobo de Taehyung y acuclillarse a su lado. Al menos ahora no había tratado de sacarse la férula.

- Taehyung, estarás mejor en la cama -dijo Hoseok, ahora sí ganándose la atención del lobo, pero sólo para recibir un bufido en respuesta. Sorprendiéndose, vio como el lobo de Taehyung se alejaba de él, cojeando hacia la otra esquina del ventanal y echándose en el piso hecho un ovillo. Hoseok lo observó con la boca entreabierta, preguntándose qué le pasaba y por qué actuaba de esa forma, como si hubiera vuelto a crecer esa desconfianza en él.

Como si no lo conociera.

Hoseok se levantó y mirando con cierta decepción al lobo, que lo seguía ignorando, suspiró.

- Iré a tomar desayuno, Taehyung, por favor no hagas ruido -susurró, a sabiendas que Taehyung podía escucharlo, sólo que no hacía nada para darle a entender que lo hacía-. Volveré lo más rápido que pueda y te traeré comida.

Sin ninguna respuesta, Hoseok caminó fuera de la habitación y cerró la puerta con pestillo por si acaso Namjoon entraba a su habitación como un huracán. Ya lo había hecho antes, cuando Namjoon lo llevó a pasear a museos, tiendas de café y otros lugares asombrosos en la semana que no había visto a Taehyung. 

Bajo al primer piso y se encontró con Yoongi, Jimin y Namjoon en pijama tomando desayuno en la mesa grande mientras veían un drama de vampiros en la televisión. Los tres lo saludaron amables y distraídos, porque al parecer Hoseok había llegado en la mejor parte dónde se ponían a pelear. Al sentarse al lado de Namjoon, se preguntó dónde estarían Marie y Seokjin, cuando vio como el último salía de la cocina con una mochila en la espalda como si fuera a salir de excursión.

- Hola, Hoseok, veo que amaneciste con las sábanas pegadas -saludó Seokjin con una sonrisa, sacando un cupcakes de la mesa bajo la mirada ceñuda de Jimin, quien le dijo << ya te he metido una caja de cupcakes en la mochila, no te comas lo que quedan >>

- Hola, Seokjin Hyung, ¿Vas a salir? -preguntó Hoseok, curioso al verle con una sudadera celeste y jeans rotos en las rodillas, converse y el cabello sin peinar.

- Sí, todos los fines de semanas voy a buscar a mi padre para irnos de viaje a algún lugar que le guste. La semana anterior no pude porque tenía trabajo -explicó Seokjin, mirando de soslayo a Yoongi quien frunció el ceño y le devolvió la mirada también.

- No te quejes, me debías ese día.

- No me quejo, Jefe -replicó Seokjin, con una sonrisa divertida-. Ahora llevaré a mi padre a Busan, le gusta ir a la playa a comer mariscos.

Hoseok sonrió, maravillado con la idea-. Espero que la pases genial, dale mis saludos a tu padre de mi parte.

- Te invitaría, pero sé que el lunes te toca elegir la carrera a la que quieres postular, ¿No?

- Sí, el lunes, luego tendré otra semana de espera para que me digan si entre o no.

- Piénsalo bien -musito Seokjin, con una mirada de aprehensión, volviendo a sonreír cuando Hoseok asintió hacia él-. Estaré devuelta el miércoles a primera hora, no me extrañen.

Namjoon se dio la vuelta en la mesa, viendo como Seokjin hacia su camino hacia la puerta.

- ¡Seokjin, no te olvides de comprarlo que te dije! -le recordó, haciendo que Seokjin levantara el pulgar afirmativamente hacia él-. ¡Que te vaya bien!, ¡Saca muchas fotos!, ¡Maneja con cuidado!

Tanto Yoongi como Jimin también se despidieron de él, deseándole que se cuidara antes de que la puerta se cerrara definitivamente. Hoseok vio complacido que frente a él Seokjin ya le había dejado servido café, huevos y tostadas, pero de todas formas comió rapidamente para no tener que hacer que Taehyung esperara demasiado o hiciera algo peligroso en su habitación, como abrir la ventana y saltar desde el balcón, lo que lo asustó por unos segundos. Luego recordó que la ventana tenía pestillo, así que se tranquilizo, dándose cuenta que Namjoon lo mirara curioso mientras se llevaba otro cupcake a la boca.

- Dormiste más que de costumbre -mencionó el Alfa, dando un sorbo a su café.

- No seas exagerado -rió Hoseok-, tú te despiertas más tarde que yo.

- Sí, por eso lo digo, siempre te despiertas más temprano que todos nosotros y ayer por la noche ya estabas acostado -explicó preocupado-. ¿Fue por la prueba?

- Cierto, Hoseok-ssi -combinó Yoongi, dejando de ver la televisión y viéndoles con atención-, ¿Cómo te fue en el examen?

- Muy bien, en realidad, esperaba que fuera más difícil. Sólo que cuando la di después me dolió mucho la cabeza, así que me acosté temprano.

- Oh, entiendo... -asintió Yoongi, relamiéndose los labios luego de tomar un sorbo de su café, dirigiéndose a Hoseok con un aura indiferente, pero claramente quería decirle algo. Hoseok lo presentía-... pero... aún sigues sin pensar en la propuesta que te di.

El Alfa sonrió algo incómodo. Él ya había decidido hace mucho que no trabajaría en la empresa de su tío, ni nada parecido. No se veía ahí, definitivamente.

- Es que... no me veo en algo así, no creo que pueda -se sinceró Hoseok-. Trato de pensar en eso y sé que no es lo mío.

- Pero si lo intentaras al menos una vez, Hoseok-ssi, tal vez... -siguió insistiendo Yoongi, pero se calló cuando Jimin puso una mano encima de la suya.

- Yoonie, eso no es asunto tuyo -intervino el Omega, con gesto duro, pero a la vez con un tono de voz dulce-. Si no quiere, entonces no. Además, Hoseok podía venderte su parte de la empresa y asunto arreglado.

Aquello le llamó la atención, haciendo que mirara a Jimin con curiosidad. No se le había ocurrido, sintiendo como si le hubiera quitado un gran peso de encima.

- ¿En serio? -preguntó ilusionado.

- Sí -sonrió Jimin-, investigué y sé que llevaría tiempo con todo el papeleo que tienes que hacer, pero si no quieres hacerte cargo de tu parte eso puedes hacer antes de que la quiten sin ninguna ganancia. Recuerda que la empresa la maneja Yoongi, pero técnicamente tus otros tíos tendrían derecho sobre la tuya también.

- Por mí está bien venderlo -asintió Hoseok fervientemente-, es decir, si Yuna no quiso ser la directora de esa parte, no veo porqué yo tendría que hacerlo.

- ¿No has hablado con tu hermana de eso? -dijo Yoongi, enarcando una ceja. Hoseok negó.

- Hablé con mis otras hermanas, Yuna ha estado muy ocupada y yo también. Pero la llamaré en un rato más, es sábado así que tiene que estar en casa.

- Tal vez tu hermana Yuna quería que te hicieras cargo, Hoseok-ssi, deberías hablar con ella primero si quieres vender tu parte -mencionó Namjoon, atento a la conversación que mantenían.

- Lo haré, no se preocupen -exclamó Hoseok, sonriendo hacia ellos. De repente, pensó en Taehyung y recordó lo que quería preguntarles, que era todo lo contrario a lo que estaban conversando. Después de un silencio, en donde Hoseok trataba de encontrar las palabras adecuadas para formular y con cuidado, musito-. Me he preguntado... -llamando la atención, vio como los tres dirigían su mirada hacia él curiosos por lo que iba a decir. Hoseok trataba de no ponerse nervioso, porque él jamás mentía, pero ahí estaba armando un escenario creíble en su cabeza-... ayer en la universidad vi a un chico con ojos de distinto color, es raro para mí ver a alguien así... y parecía ser de clase alta... ¿Los de grandes manadas suelen tener ese color de ojos?

- Sí, ¿No lo sabías? -musito Namjoon con la boca llena, enarcando una ceja. Hoseok negó con cierta timidez. 

- No, en Gwangju no se ve ese color de ojos casi nunca. Una vez lo vi, pero fue un caso excepcional. Es bastante bonito ese color de ojos...

- Y peligroso también -añadió Jimin tomando otro cupcake en la bandeja que estaba en el centro de la mesa. Hoseok lo miró confundido.

- ¿Peligroso?

- No todos los de clase social alta tienen ese color de ojos -explicó Yoongi, tomando la palabra por Jimin quien seguía masticando su cupcake-, sólo los que son más puros o tienen un control perfecto de su lobo. Y es peligroso porque las personas así suelen pertenecer a la manada de los Kim y ellos son muy... son más controladores que otras manadas. No les gusta que su gente se mezcle con los que no son de su rango, si ellos ven a un chico con ese color de ojos, lo más probable es que lo quieran en su clan.

A Hoseok el corazón le empezó a latir más rápido al pensar que Taehyung podría ser alejado de él, o de su familia. Tenía entendido que la familia de Taehyung sólo consistía en su hermano Jungkook y en su abuelo, Woonie.

- ¿Y si la persona no quiere?

- No es algo de querer, Hoseok-ssi -respondió Yoongi, serio-. Está en su sangre y tendrá que ir con ellos quiera o no quiera. Además tampoco es tan malo, ellos tienen mucho dinero y pueden conseguir trabajo a todos los de su clan, son muy clasistas y aprovechan sus contactos.

Conteniendo el aliento, se dio cuenta que sería demasiado riesgoso llevar a Taehyung al hospital. No quería que fuera llevado por alguno de la manada de los Kim o algo parecido, primero necesitaba encontrar a la familia de Taehyung. Por el momento, nada se le venía a la cabeza, así que decidió tomar su desayuno con rapidez sin que ellos se dieran cuenta de lo que había provocado esa información en el. No quería exponer a Taehyung a nada de lo que no quisiera, pero, ¿Y si Taehyung le había mentido con respecto a todo? En ese momento, fue la primera vez que la duda y la sospecha inundó su ser. 

No, Taehyung no le mentiría. No quería creer que ese Omega fuera esa clase de persona. Hoseok no era de los que desconfiaba de las personas, aunque varias veces hubiera resultado timado por ello.

- Entiendo -respondió Hoseok, luego de que Yoongi lo mirara como si esperara una respuesta para su curiosidad. Antes que pudiera hablar otra vez, Hoseok se levantó de la silla con su taza y lo que había ensuciado, haciendo ademán de ir a la cocina-, voy a...

- No te molestes, yo lo hago -interrumpió Yoongi, haciendo un gesto con la mano. 

- Me haré algo para llevar a la habitación, tengo más hambre de la que pensé -mintió Hoseok, en realidad estaba satisfecho. Tenía que llevarle algo de comer a Taehyung o tal vez terminaría comiéndoselo a él-. Voy a mi habitación, tengo que llamar a mi hermana y hacer otras cosas.

Yoongi asintió parpadeando, volviendo a tomar de su café y Hoseok caminó hacia la cocina e indagó en el refrigerador, sacando un pedazo grande de carne de cerdo congelado. Como llevaba ya tres días congelado, recordó Hoseok, lo puso en una cacerola con agua en el lavado y lo dejo para que se descongelara. Volvió a la sala, donde todos habían terminado de comer y Yoongi se había levantado para llevar los platos sucios a la cocina. 

- Hoseok-ssi -lo llamó Jimin, levantándose de la silla, justo en ese momento en que Hoseok iba a subir las escaleras y de reojo vio las maletas en la puerta, recordando como un golpe lo que le había dicho la semana pasada. Se dio la vuelta viendo como Namjoon ayudaba a Jimin a sentarse en el sillón, quien seguía viendo la televisión-, ¿Te acuerdas que la semana pasada te dijimos que íbamos a ir a japón hoy?

- ¡Oh, cierto, Japón! -exclamó Hoseok, haciendo una mueca hacia los dos-. En realidad no me siento con fuerzas para ir, me quedaré en casa. 

- ¿Estás seguro? -enarcó una ceja Namjoon, visiblemente decepcionado y quitando la vista de la pantalla-. Ven con nosotros, me acompañarán Jackson con Jinyoung.

- Me encantaría ir, de verdad, pero prefiero quedarme en casa -sonrió con timidez-. Disfruten del viaje, tal vez pueda acompañarlos la próxima vez.

- ¿Te imaginas si no hay una próxima vez? -dijo Namjoon, alzando las cejas tratando evidentemente de convencerlo, pero Hoseok se veía tan seguro que sabía que sería en vano-. Está bien, te traeremos snacks japoneses.

- No te molestes, Nam -rió Hoseok, señalando con el pulgar hacia el segundo piso-. Estaré en mi habitación.

- Nosotros nos vamos ahora, Hoseok-ssi -dijo Yoongi apareciendo en la sala mientras se secaba las manos con un paño de cocina-, cualquier cosa que necesites nos llamas.

- No se preocupen, yo cuidaré la casa. Jimin, estarás bien en el avión, ¿Verdad?

- Sí, está todo el equipo de embarazo por si a estas pelusas les da por salir antes -rió Jimin, sobando su gran panza por encima de la ropa con cariño-. Lo que espero que no pase, porque sería realmente molesto.

- Eso te pasa por querer acompañarme a la reunión -intervino Yoongi, con cierto tono dulce de reproche.

- Necesito salir, no seas aguafiestas -replicó Jimin algo refunfuñón. Yoongi negó sonriente con la cabeza y sacó su celular para llevárselo a la oreja, llamando al servicio de Taxis, como Seokjin no trabajaba ese día no habían querido que los llevara al aeropuerto- Regresaremos a más tardar el miércoles en la noche, Hoseok-ssi.

Hoseok se despidió de ellos antes de que se fueran cuando llegó el taxi para recogerlos, volviendo a la cocina para comprobar si la carne ya se había descongelado. No sabía qué más darle de comer, por lo que sólo le llevó eso en un plato de plástico lo suficientemente grande para la carne que había y un pote con agua.

Al llegar a su habitación, abrió la puerta y encontró a Taehyung dormido en el mismo lugar que lo había dejado. Respiraba apaciblemente, hasta que sus pasos estuvieron lo suficientemente cerca como para despertarlo y hacer que alzara la cabeza alarmado, sólo tranquilizándose cuando Hoseok dejo el plato de carne a un lado de él. 

- Te traje comida, Taehyungie -musito Hoseok, sentándose con las piernas cruzadas en posición de flor de loto viendo como Taehyung daba una gran mordida a la carne, gruñía y lo miraba receloso, con el lomo encrespado, dándole la espalda como si Hoseok fuera a quitarle la comida. El Alfa sonrió algo divertido por su reacción, parándose con cuidado de no asustar al lobo y yendo a su cama para acostarse de lado y observar como el lobo de Taehyung devoraba el pedazo de carne con hambre-. Come despacio, Taehyungie, no te va a doler la barriga por comer tan rápido.

El lobo lo miró de reojo, sin hacerle caso y siguió comiendo hasta que se terminó todo, lamiéndose los bigotes. Hoseok seguía contemplándolo, pensando en qué podría hacer para ayudarlo, cómo podía contactar a su hermano, cuando sin esperarlo volvió a quedarse dormido.

[...]

Lo despertó algo húmedo y caliente en su rostro.

Hoseok abrió los ojos exaltado y lo primero que vio fue un par de ojos que se alejaron bruscamente de él. Se llevó la mano a la mejilla, comprobando que el lobo de Taehyung le había lamido la cara. No supo cuánto tiempo estuvo dormido, pero cuando miró a su alrededor se le desencajó la mandíbula al ver todo el desastre.

Una de sus almohadas había sido letal y violentamente despedazada, con todo su interior desperdigado por la habitación al igual que el papel higiénico en pedazos, los cajones abiertos con su ropa tirada fuera y  sus zapatillas mordidas.

Hoseok cerró los ojos, pestañeando con fuerza como si así pudiera desaparecer todo ese desastre. Se paró de la cama, caminado hasta estar en medio de la habitación y le devolvió la mirada al lobo de Taehyung, que estaba sentado en una de las esquinas de la habitación, sentado y moviendo la cola de un lado a otro como si no hubiera hecho nada, pero Hoseok debería ser estúpido si no se fijaba en los restos de papel higiénico que habían quedado en el pelaje del lobo, como si se hubiera revolcado en su desastre. Se cruzó de brazos y con el ceño fruncido enfrentó al lobo, quien parecía la estatua de Hachiro si no fuera por su cola y la lengua entre los dientes. De reojo vio la hora en la mesita de noche, comprobando que no había pasado ni una hora cuando se había quedado dormido y Taehyung había hecho ese desorden.

- Taehyung... -gruñó Hoseok, inconscientemente, haciendo que el lobo de Taehyung moviera las orejas, sus ojos brillaran con excitación, levantara la cola y agachara la parte de adelante, como si estuviera a punto de correr hacia él. Hoseok lo señaló con el dedo con advertencia-. Quédate allí, no te atrevas a moverte -exclamó haciendo que el lobo de Taehyung bajara la cola y gimiera como si le estuvieran regañando. Y Hoseok lo estaba haciendo, pero con su aura de dominancia que hacía que el lobo se quedara quieto y sumiso en vez de con palabras que no entendía.

Hoseok suspiró, dirigiéndose hacia el primer piso para ir a buscar una escoba y una pala al patio trasero. Cuando volvió, encontró al lobo mordiendo -y rompiendo- juguetonamente el control remoto de la televisión. Hoseok lo miró horrorizado.

¡¿Es que el lobo de Taehyung no podía quedarse quieto ni una vez?!, pensó con desesperación, caminando hacia él para quitarle el control remoto pero sólo logrando que el lobo de Taehyung diera un fuerte ladrido hacia él, mordiera el control y huyera cojeando de la pata trasera lejos de Hoseok.

- ¡Taehyung, vuelve aquí!, ¡Regresa eso! -protestó Hoseok, a punto de alcanzarlo por la espalda, cuando Taehyung lo soltó y ladró otra vez hacia Hoseok en advertencia de que no se acercara. Hoseok retrocedió, porque no quería que Taehyung lo mordiera en un arrebato-. ¡Está bien, todo tuyo! -bufó hastiado, viendo como el lobo mordía otra vez el control con aire triunfal y caminaba cojeando hacia la cama, tratando de subirse, pero la pata trasera con la férula hicieron casi imposible la tarea, sino fuera por su pata buena que la uso para impulsarse de un salto y acostarse en medio de la cama con el control remoto mordido y roto entre las patas-. Eres un lobo caprichoso, ¡Deberías estar avergonzado!

Refunfuñando entre dientes, Hoseok limpió todo lo que había roto, ordeno la ropa que no había sido desgarrada y llevó toda la basura al basurero de reciclaje que estaba fuera de la casa. Cuando volvió dentro, vio aliviado que el lobo de Taehyung seguía en la misma posición, pero esta vez mirando los dibujos animados que habían aparecido en la televisión al morder el control remoto. Ignoró deliberadamente al lobo, quien se había girado al verle entrar y había entrado la lengua que le había quedado colgada entre los dientes.

Hoseok sacó las cosas de su bolso, sacando el libro de introducción al trabajo social que había pedido prestado de la universidad de Namjoon para ver si así podía aclarar su mente. Si bien la música le apasionaba, el trabajo social también tenía gran parte de su pasión, por lo que fue hasta la cama con el libro entre las manos y se sentó en su lado, apoyándose en el respaldo. El lobo de Taehyung lo miró fijamente por unos segundos, para luego volver a ignorarle y darle la espalda.

A pesar de que estaba leyendo, no podía evitar mirar de soslayo al lobo de Taehyung por sobre su libro, viendo lo que hacía. Parecía bastante aburrido, por lo que no se sorprendió al verle bajar de la cama con cuidado y caminando por la habitación olfateando todos los rincones. Hoseok arrugo el entrecejo, preguntándose que estaba haciendo y, cuando lo dedujo, era demasiado tarde.

- ¡No lo hagas! -exclamó aún así, espantado-. Espe...ra.

El lobo de Taehyung le había dejado un regalo muy apestoso en la puerta.

Hoseok gimió derrotado, ocultando la cara entre las hojas de su libro.

[...]

No había sido muy complejo acostumbrarse al lobo de Taehyung, durante toda la tarde del primer día juntos lo ignoraba deliberadamente, como si de alguna forma le dijera << soy mucho mejor que tú >> con ese aire altivo que sólo tenían los lobos. Durante todo el domingo y la mañana del lunes, habían unos momentos en que Hoseok no podía estar seguro si el lobo de Taehyung lo conocía o no, porque cuando se movía muy rápido éste se alteraba, gruñía y ladraba como si fuera peligroso, pero luego parecía olerlo y se tranquilizaba otra vez, durmiendo en una esquina de la habitación con sábanas que le había dejado el Alfa para su comodidad, porque no había vuelto acostarse a su lado. 

Hoseok jamás había estado tan alerta en toda su vida, porque sabía que Taehyung tenía sus instintos de lobo y no le sorprendía cuando de vez en cuando se ponía a rascar el ventanal con las patas, queriendo salir de ahí y correr hacia el bosque, frustrándose al no lograr nada. 

Lo único que estaba a su favor era que la habitación no era pequeña, porque si lo fuera al anochecer el lobo de Taehyung estaría desesperándose para salir al exterior. Además, el lobo de Taehyung no era tonto, cuando Hoseok le dijo con una seña que tenía que hacer sus necesidades en el baño, el lobo no replicó y cuando volvió a orinar, lo hizo en una esquina. Era mucho más fácil limpiar el baño que limpiar su habitación.

Alrededor de las ocho de la noche, Hoseok había vuelto alimentar al lobo de Taehyung con carne que quedaba en el refrigerador, agua fresca y se había quedado a su lado mientras tomaba otro café y comía un sándwich que se había preparado mientras había puesto música de piano que tanto le gustaba escuchar.

Hoseok había reanudado su lectura cuando acabo de comer, porque no tenía gran cosa que hacer y tenía que vigilar al lobo de Taehyung, acostado entre las sábanas de la cama y poniéndose pijama. Se había sumido tanto en la lectura que dio un pequeño respingo cuando horas después el lobo de Taehyung volvió a subir a la cama por primera vez en ese día y medio y, olisqueando cerca de su rostro, empezó a restregar su lomo contra el cuerpo de Hoseok. El Alfa lo miró sorprendido, hasta que recordó que los lobos eran mucho más territoriales que los humanos. Tal vez por fin el lobo de Taehyung había decidido confiar nuevamente en él.

Por eso se relajo al ver que el lobo de Taehyung lo estaba marcando con su olor para acostarse encima de él como si fuera una almohada. Hoseok creyó que bastaría con eso, pero se sorprendió gratamente al ver como empezó a lamer las heridas que aún se vislumbraban en su cuello cuando se sacó la polera de cuello de tortuga y la cambió por una más suelta que no le rozaran tanto las heridas. 

Se estremeció al sentir la lengua húmeda y cálida en su cuello, bajando hasta sus clavículas, además de las fuertes inhalaciones de la nariz del lobo contra su cuello como si quisiera aspirar su aroma a Alfa todo lo que pudiera. Hoseok no pudo evitar sonreír y acariciar su pelaje, su cuello y lomo y repartir besos juguetones a la cabeza del lobo de Taehyung cuando empezó a restregarse contra su rostro cariñosamente. Su lobo interior había despertado hace bastante y sus ojos estaban amarillos de lo feliz que le hacía que se acercase.

Nunca había sido tan cariñoso con alguien antes, aquellas caricias ni siquiera llevaban una pizca de lujuria, sino que era pura inocencia y cariño que no sabía de donde provenía exactamente. No recordaba haber estado así con nadie en toda su vida. 

Dejando el libro de lado y poniéndose de lado para abrazar al lobo de Taehyung, quien no se había despegado de él ni dejaba de tocar la mejilla de Hoseok con su nariz, apagó la luz con su voz. En medio de la oscuridad, ambos estaban totalmente relajados como si se conocieran de toda la vida.

Hoseok pensaba que no necesitaba palabras para demostrar lo mucho que Taehyung le gustaba. Lo sentía en su piel, tanto como sentía dentro de él que Taehyung, el humano, también lo sentía. Que lo sabía. Que estaba ahí a su lado,  a pesar de estar convertido en lobo.

Porque no importaba qué forma tomara Taehyung, Hoseok estaba seguro que le gustaría de todas formas. Y ni siquiera sabía cómo era eso posible.

Pero le encantaba.

[...]



No fue el instinto, la alarma que mostraban que eran las ocho de la mañana, ni la lluvia que caía fuera de la ventana en un cielo gris y blanquecino lo que despertó a Hoseok.

Fue escuchar gemidos de dolor proveniente del baño.

Y un aroma tan fuerte a flores y a hojas de otoño que no pudo evitar levantarse de la cama de un salto y correr hacia la puerta entreabierta, encontrándose y mirando noqueado a un muchacho de espaldas totalmente desnudo en el suelo. Temblaba con fuerza, doblándose en dos como si le doliera el estómago y Hoseok sintió un fuerte tiro en su interior, como si le estuvieran rasgando las entrañas, haciendo que se acuclillara del dolor.

Observo con los ojos húmedos, por la intensidad de aquella sensación y el aroma que lo mareaba, que el chico frente a él no era nadie más que su Taehyung.

<< Taehyung, Taehyung, Taehyung >>

Su lobo gruñía en su interior, despertando sus más bajos instintos tan de repente que le quitó la respiración por varios segundos. Taehyung no se hallaba mejor, seguía retorciéndose en el piso con lágrimas en los ojos.

Hoseok inhaló tembloroso, lo que le hacía sentir mucho peor porque Taehyung estaba lubricándose así mismo, de una forma que era dolorosa y cruelmente placentera.

No tenía ni idea si había sido él el que lo había provocado o el mismo Taehyung, pero a ambos les había llegado el celo en una ola tan fuerte que Hoseok se maldijo por ser tan descuidado.

Casi a rastras, Hoseok caminó hacia la mesita de noche y se tragó las pastillas de supresores para Alfas que tenía en un estuche, sin importar que no tuviera agua. Sus hermanas siempre se las compraban por caja, al estar rodeado de omegas en su antiguo hogar. 

Su garganta dolió, pero no se comparaba al dolor de la excitación por no poder saciar sus instintos. Su temperatura había subido gradualmente, tanto que estaba sudando a gotas y temblaba, volviendo a ver a Taehyung que seguía sollozando y lo miraba suplicante desde el baño.

Verlo así arañó dolorosamente su corazón. Con todo el control y la voluntad que se hallaba en su cuerpo, camino a paso seguro hacia el baño, sin respirar en absoluto. Tomó a Taehyung en brazos, quien chilló y gimió de dolor y placer ante su contacto, enrollando los brazos alrededor de su cuello y restregando su mejilla húmeda contra la propia en señal de sumisión.

Hoseok lo dejó encima de la cama, tapándolo con las sábanas y dejando besos cargados de deseo y ternura en la cabeza del Omega, quien gemía y no quería soltar su cuello. En una inhalación, Hoseok alejó los brazos de Taehyung de él y caminó tambaleante hacia la habitación de Jimin y Yoongi.

Cuando entró, le rezó a todos los dioses porque Jimin tuviera algo para Taehyung. Maldita sea, necesitaba algo para él porque sino terminaría follándoselo y no quería -más bien, no podía, porque lo deseaba tanto que ardía en todas partes- hacerlo.

Rebuscó en la mesita de noche, en el mueble de la ropa y hasta en el baño, encontrando el kit de emergencias y casi llorando de pánico porque no encontró ninguna caja de supresores para Omega, excepto una caja de inyección llamada << inhibi >> de la que Yuna le había dicho que varias Omegas hacían pedidos para no quedar embarazadas, sólo las que tenían dinero y se lo podían permitir. 

Había una sola, que daba el aspecto de ser comprada hace mucho. Aún no llegaba a la fecha de vencimiento.

Tratando de despejarse, se mojó la cara en el baño y leyó las instrucciones en una hoja que se hallaba dentro de la caja.

Dudando sobre si debía hacerlo o no, el lobo de Taehyung y su aroma lo llamaban cada vez más. Era insoportable. Su lobo estaba ahogándose de la impotencia dentro de él y su racionalidad...

Se había ido a la mierda.

Ya podía pedirle perdón a Jimin por usar la inyección.

Cuando volvió a la habitación y sabiendo las instrucciones de la inyección, vio como Taehyung se removía dolorosamente en la cama, a su vista total y exquisitamente desnudo. Se estaba masturbando así mismo, sudado y jadeante, con los ojos llorosos fijos en los suyos. Le estaba suplicando algo. Hoseok podía sentirlo.

<< Tómame, tómame, tómame >>

Hoseok fue hasta la cama, sacó la pequeña jeringa con el líquido y la aguja, que era una de las más pequeñas, y acarició el rostro de Taehyung para tranquilizarlo.

- Tranquilo, vas a estar bien -murmuró hacia Taehyung-. Relájate, cachorro.

El Omega se estremeció ante su toque, parecía llevado sólo por sus instintos. Sus ojos estaban carentes de racionalidad y conciencia, de vergüenza y de reconocimiento, como si el lobo de Taehyung no se hubiera ido nunca. Hoseok vio como se paralizaba ante su toque a medida que sus dedos bajaban por su cuello, el esternón, las costillas, llegando hasta su abdomen.

Hizo un pequeño pliegue de piel al lado del ombligo de Taehyung, tal como decían las indicaciones y tratando de no temblar, apretó el embolo y lo inyectó. Como respuesta, otro gemido y sollozo salió de Taehyung, quien trato de jalarlo hacia él, pero Hoseok fue más rápido y fue a dejar la jeringa al lavado en el baño.

Se miró al espejo, su respiración estaba a más de cien por minuto, temiendo que su corazón se detuviera de todas las sensaciones en él. Su celo estaba llegando con tanta fuerza que parecía que los supresores no le hacían absolutamente nada.

Cuando volvió, a paso lento y admirando lo hermoso que era Taehyung estando desnudo, sus hombros y brazos delgados, su cintura estrecha, sus duros pezones, su exquisita piel perlada en sudor, el aroma, los gemidos, sus ojos, su boca, su entrepierna dura y la sumisión que lo llamaban queriendo tirar de él hasta caer en la completa locura.

Porque era una locura.

Hoseok estaba seguro que era una locura, porque jamás nada cuerdo se había sentido tan bien y menos al momento de sentarse frente a Taehyung en la cama, agarrar su rostro entre las manos e inclinarse hacia él para besarlo tratando con todas sus fuerzas de no perder el control.

Estaba malditamente loco por él.



[...]







LKJSDLKASJDLKAJSD se prendió esta mierda 

se viene segunda parte, no se asusten, aunque tal vez no alcance a subirla al tiro por lo que la subiré mañana, quien sabe, pero no tardaré.

Gracias por leer uwu <3



















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