8.- De oscuros pasados y muestras de agradecimiento.
[...] Mencionándome,
pasando a mi lado,
nuestros caminos se cruzaron [...]
Abrió la puerta de madera con cubierta de metal, echándose la llave al bolsillo y cerrándola detrás de sí, sacándose las botas sucias de barro y dejándolas en la entrada. Dejó el bolso con todas las piezas de metal que había traído a un costado de la puerta, atravesando el pequeño salón mientras se sacaba la gorra y el chaleco dejándolo encima del sillón, que estaba envuelto con una cubierta de lana tejida a mano. Colgados en la paredes habían varios certificados de concursos de ciencias o de atletismo, fotos familiares y de graduación, incluso había un cuadro pintado a mano del bosque y dos lobos en él, uno de pelaje pardo y otro de pelaje blanco como la nieve.
Paso por delante dejando el montón de hojas impresas, con una cara inexpresiva en ella, encima de la mesa de centro de madera. La televisión frente al sillón era bastante antigua, pero la calidad era igual de buena que las actuales, de eso Jungkook se había asegurado.
Caminó por la pequeña cocina, donde había una mesa de madera con un florero en medio y una cesta de pan, cuatro sillas alrededor, los muebles de la cocina hogareñamente adornados y la encimera limpia y reluciente. A un lado de la alacena estaba el refrigerador, donde podían verse varios dibujos hechos por niños pequeños sostenidos con imanes y pegatinas. Jungkook vio de reojo en la orilla de la puerta que daba al taller de Woonie, las rayas horizontales que indicaba las estaturas de él y de Taehyung a lo largo de los años. Incluso tenían la de ese año, pero el cumpleaños de Taehyung era en diciembre y faltaban meses para medirlo otra vez.
<< Taehyung >>. Jungkok no dejaba de pensar en él.
Con un suspiro, sintiéndose igual de triste y preocupado que días atrás, la angustia devorando su interior como termitas, ingresó al taller de su abuelo Woonie y lo vio sentado en una silla frente a una pantalla de su viejo computador, destornillando el celular de Taehyung, ese que Jungkook tuvo que recuperar de la policía a los tres días no haber podido encontrarlo junto con la camioneta. Había pasado una semana, ni siquiera había logrado encontrar a Hoony, nadie sabía de él ni de su paradero, pero luego investigó quién era realmente y deseó jamás haberle dicho a Taehyung que fuera a la sesión. Se culpaba por ello y no podía evitarlo.
Woonie dejo lo que estaba haciendo y, como siempre en esos días, al mirar lo desecho que estaba el híbrido, con sus ojeras y ojos llorosos, supo que no había tenido éxito, por lo que se levantó y lo abrazó con fuerza. Extrañaban tanto a Taehyung que lo único que podía consolarlos era la compañía del otro.
- Va a aparecer, cachorro, ya verás que sí -lo consoló acariciando su cabello, al ver como Jungkook escondía la cabeza en el hueco de su cuello y empezaba a sollozar.
- E-es mi culpa... yo debí... haber estado... con él -gimoteó, destrozado.
Woonie negó con la cabeza, era unos centímetros más alto que Jungkook y era tan imponente como todo alfa, pero sus ojos eran amables y honestos. Aún lucía su cabello canoso sin atisbo de calvicie, pero sus arrugas en el rostro demostraban su edad y su aura cansada, su cuerpo bien alimentado y trabajado, apenas se dejaba ver una pequeña barriga bajo el torso ancho y los bíceps bajo su camiseta manchada de grasa para auto.
En su juventud, había sido el líder de una manada, pero Jungkook jamás le había oído hablar algo sobre eso, excepto cuando a su abuela Lucie se le escapó un << Fuiste el mejor líder de esa manada, aunque hubiera sido por poco tiempo >> y él estaba escuchando inintencionalmente tras la puerta. Jungkook amaba a su abuelo, era como un padre para él, y defraudarlo al no encontrar a Taehyung lo dañaba igual que la desaparición de su hermano. Después de los tres días, había terminado diciéndole lo que habían estado haciendo y sin decir mucho sobre ello, Jungkook supo que estaba profundamente decepcionado de ellos.
Sabía que cuando Taehyung se enterara de que le dijo a Woonie sobre su invento, se iba a enojar con él. Pero Jungkook esperaba a que lo hiciera, porque estar sin Taehyung era mucho peor que morir en sus manos.
- Jungkookie, cachorro, no es tu culpa -dijo su abuelo, mirándolo directamente a los ojos mientras que con los pulgares de sus manos limpiaba las lágrimas de las mejillas del Omega, quien seguía llorando-, ¿Puedes entenderlo? Todos tomamos malas decisiones, no es tu culpa.
- P-pero y si... ¿Y si está herido?, ¿Y si lo atraparon? -preguntaba angustiado y cabizbaja, más para sí mismo que para Woonie.
- Si lo atraparon... entonces tendremos que rescatarlo -dijo Woonie, haciendo que Jungkook alzara rápidamente la mirada hacia él y se secara él mismo las lágrimas que dejaba escapar. El Alfa lo miraba seriamente, tan seguro de sí mismo que Jungkook creyó en él. Siempre creía en él-. No lo matarán ni le harán nada, Jungkook, por lo menos la justicia no.
- ¿C-cómo estás tan seguro? -aún así lo miró dubitativo. Tenía tantas dudas respecto a cuán calmo estaba tomando todo Woonie, al principio creyó que estaría histérico buscando a Taehyung, pero resultó todo lo contrario. El histérico había terminado siendo él-. No quisiste explicármelo cuando fuimos a la policía, ¿Por qué no lo harán? -preguntó ansioso de respuestas que lo calmaran, pero Woonie se dio la vuelta y volvió a sentarse en la silla frente al computador-. Papá... ¿Qué haces, papá? -lo llamó, viendo como Woonie volvía agarrar el celular terminando de destornillarlo. Jungkook supuso que estaba tratando de acceder al chip de memoria del celular para conectarlo al computador y ver el historial del GPS-. Saber donde estuvo antes de eso no ayudará, créeme, necesitamos acceder a la base de datos de la policía para saber si consiguen alguna pista de dónde puede estar, pero no lo puedo hacer solo, tienes que ayudarme. También tenemos que meternos en el bosque, tal vez esté con los salvajes, pero tendremos que-
- Jungkookie -interrumpió su abuelo, dejando el celular en la mesa del computador y girándose con la silla de ruedas hacia Jungkook que lo miraba extrañado-. Lo haremos, tranquilo. Pero antes de eso, tienes que saber que no harán daño a tu hermano porque... lo más probable es que contacten a sus progenitores primero.
El cambio repentino de tema lo desconcertó, arrugando el entrecejo y mirando a Woonie como si estuviera loco.
- ¿Cómo?
Woonie se quedó callado, como si estuviera meditando su respuesta, mirando intrigado al híbrido quien sólo atinó a apoyarse en el escritorio y cruzarse de brazos.
- ¿Nunca te has preguntado porque Taehyung tiene ese color de ojos tan bonito?
- ¿De qué hablas? -preguntó aún más extrañado-, ¿Qué tienen sus ojos?
- Esto... es difícil de decir -dijo Woonie, con un suspiro algo incómodo mientras se rascaba el corto vello en su mentón hasta llegar a su cuello-, no te lo he contado antes porque pensé que no era necesario, y Taehyung no te lo ha contado porque es algo que prefiere olvidar, pero... encuentro que es bueno que lo sepas si es que algo malo llega a pasar -relame sus labios, mirando con tanta seriedad a Jungkook que éste termina tensándose con sus orejas puntiagudas-. Si es que terminan alejando a tu hermano de nosotros.
- ¡¿Quién lo va alejar de nosotros?! -exclamó exaltado, descruzándose de brazos con las manos en puño y totalmente alerta, aunque sabía que nada lo atacaría en ese momento. Tan sólo aquel pensamiento de que les alejarían de Taehyung ya lograba alterarlo.
- Taehyung es hijo de Kim So Nah y Kim Channie, ella, su madre y su padre... eran mis hijos.
Jungkook lo miró boquiabierto, tratando de procesar aquella información. Los padres de Taehyung habían tenido incesto y tenía entendido que entre las grandes manadas era permitido, pero en los más pobres estaba estrictamente prohibido, lo cual consideraba que era totalmente estúpido.
- Creo... creo que lo estoy entendiendo.
- Taehyung es un Omega sangre pura -añadió su abuelo, parpadeando y mostrando su color de ojos real, ese que Jungkook había visto algunas veces cuando su abuelo se quitaba las lentillas; era como si en cada ojo el verde y el celeste estuvieran juntos sin combinarse-. También, ¿Por qué crees que mis ojos son así de raros?
Se quedó callado. << ¿Un sangre pura? >> repitió en su mente, incrédulo. Jungkook jamás había escuchado que los lobos de grandes manadas tuvieran ese color de ojos, y tal vez se debía a que la escuela a la que asistieron era una pública, donde absolutamente todos allí tenían los ojos de color negro, café oscuro o claro. Y tampoco había tenido gran interés en los ojos de Taehyung o de su abuelo Woonie, cuando era más pequeño había preguntado, pero su abuela Lucie sólo había dicho << La genética no es gran cosa, cachorro >>.
- No, no, espera, creo que no lo estoy entendiendo -exclamó estupefacto, alzando las manos en señal de rendición, para luego pasarse las manos por el cabello y volver a mirar a Woonie incrédulamente-. ¿Qué Taehyung es un sangre pura? -repitió con un tono descabellado. No podía creerlo-. Pero para eso debe pertenecer a una de las grandes manadas, no, no, debe pertenecer a... -se quedó callado, mirando hacia la nada, y al acabar de procesarlo volvió a mirar boquiabierto al Alfa, quien seguía inescrutable-. No me digas que somos esa clase de Kim -ante el silenció, Jungkook negó con la cabeza como si miles de avispas estuvieran a su alrededor molestándolo-. Papá, ¿Eres de ESOS Kim?, ¿De la manada más poderosa y casi más grande en Seúl si no fuera por los Kang y los Jung? -Woonie asintió, haciendo que Jungkook bajara las manos en un golpe seco y caminara por toda la habitación en estado de shock-, ¡Me estás tomando el pelo!, ¡Estás bromeando!, ¡No bromees! -le señaló Jungkook, viéndose enfurruñado. Woonie era bueno para las bromas, pero aquella definitivamente no le hacía gracia.
- Jungkookie, tranquilo -trató de calmarlo, parándose de la silla y poniendo sus manos en los hombros del híbrido-. Es una historia algo larga de contar, hijo.
- ¿Algo larga? -repitió-, ¡Todos dicen que la única manera de salir de esa manada es muriendo!, ¡Morir, papá! -exclamó alterado, alejándose del Alfa y luego volviendo a caminar hacia él en una caminata nerviosa por la habitación-. Y yo te veo de lo más bien frente a mí.
- Una de las opciones es morir, sí... la otra es el exilio total -explicó Woonie, volviendo a sentarse y señalando el sillón frente a él, donde Jungkook se fue a sentar y él prosiguió hablando-. Años atrás, yo pertenecería a la manada porque era uno de los hijos, el mayor, del Alfa líder... de hecho, yo fui el Alfa sucesor y lideré por un tiempo-
- Creo que voy a desmayarme -interrumpió Jungkook, casi sin pestañear. Sabía que estaba siendo demasiado dramático, pero no podía evitarlo, ¡Siempre pensó que su familia era aburrida y normal!, ¡Jamás pensó que algo así le pasaría! Se levantó del sillón y antes de ir hacia la cocina, añadió-: Necesito leche de plátano.
- Jungkook, vuelve aquí, mocoso -dijo Woonie con cansancio cuando Jungkook fue a por su caja de leche que había en el refrigerador. Sacó dos y volvió a sentarse en el sillón, ofreciéndole uno a Woonie, quien negó con la cabeza haciendo que el Omega se encogiera de hombros y lo pusiera a su lado. Puso la bombilla en la caja y dio el primer sorbo, más calmado para escuchar.
- Ahora sí, prosigue.
- Como te decía, y no interrumpas -señaló el Alfa. El omega asintió-, yo fui el Alfa sucesor, pero habían muchas cosas que no me gustaban de la manada, éramos muy... discriminadores e injustos con las personas diferentes a nosotros. Hubo un momento en específico que me di cuenta de ello y fue cuando conocí a tu mamá Lucie -sonrió, como siempre que recordaba a su abuela-. Ella era... era la Omega más hermosa que había visto en mi vida, no puedo explicarlo de otra forma. La amé desde la primera vez que la vi, la adoré como no tienes idea, pero mis padres la odiaban por su posición social, sabes que tu abuela Lucie apenas tenía para comer, ella nació en las costas de Busan y se mudó a Seúl buscando un mejor futuro, pero apenas consiguió trabajo de asistente en la cocina de la casa de uno de mis colegas en ese entonces. En la manada ya tienes pareja, así que yo sabía con quién iba a vivir toda mi vida, pero no pude hacerlo. Sabía que Lucie era mi destinada, mi Omega, mi lobo me lo decía, así que le dije a mi padre que abandonaría la manada si no querían a Lucie conmigo. Mis padres me amaban y por eso no me asesinaron por traición, pero los otros miembros no estaban de acuerdo con mi decisión y terminaron exiliándome hasta morir en las profundidades del bosque.
- Y te viniste a vivir con mamá Lucie aquí -dedujo Jungkook, pero Woonie negó.
- No, nosotros teníamos otro hogar. Era mucho más grande que esta casa, tenía muchas más cosas, pero vivíamos limitados porque nadie quería darme trabajo. Vivíamos en base de lo que me daba Lucie y todo cambió cuando nacieron los gemelos, Jinhyuk y Channie, mis hijos mayores.
- Son... -señaló Jungkook con el dedo pulgar hacia la sala de estar, donde estaban las fotos familiares. En una de ellas, las que estaba más cerca de la ventana, había una foto de dos chicos casi idénticos junto a sus abuelos y una niña pequeña. Taehyung y Jungkook nunca preguntaron por ellos desde que su abuelo explícitamente les dijo que no lo hicieran, así que se tragaron por completo su curiosidad. No querían ver a Woonie triste y siempre lo estaba cuando miraba demasiado tiempo aquella foto.
- Sí, son los que están en la foto del cuadro azul -asintió, con una pequeña sonrisa melancólica-. Han sido muy amables, Taehyung y tú, por no preguntar por ellos, así que te lo agradezco, cachorro. A mi hijo... a Jinhyuk, lo asesinaron cuando tenía quince años -al escucharlo, Jungkook abrió los ojos afectado, sintiendo un nudo en su garganta y viendo la expresión afligida del Alfa, junto a su aroma cítrico que lo embarga-. Fue una pelea de Alfas, esos chicos eran unos delincuentes y mi Jinhyuk... él sólo había querido defender a su Omega. Entonces había nacido Soo Nah, ella tendría unos diez años cuando Jinhyuk murió, así que le afectó mucho la muerte de su hermano, tanto como a nosotros. Él era su modelo a seguir tanto como Channie, su héroe, su mundo, así que todo cambió para ella cuando él murió -se detuvo, viendo un punto invisible frente a él, sumergido en los recuerdos-. ¿Sabes? Incluso ahora no me perdono por haberlo dejado salir ese día, pero sé que no fue mi culpa. Lo sé. Pero es algo que va a pesarme siempre hasta el día en que me muera y vuelva a verlo otra vez en las reencarnaciones que tengamos.
Hablaba con tanta amargura, viéndose tan infeliz como nunca lo había visto, que Jungkook no pudo evitar soltar algunas lágrimas y borrarlas con la manga de su sudadera.
- Y... ¿Qué pasó después con el tío Channie y la tía Soo Nah? -preguntó Jungkook, luego de carraspear y sorber su nariz. Odiaba ser tan sensible, a comparación de Taehyung, quien sólo lloraba cuando probaba comida deliciosa.
- Tu tío... él cambió cuando Jinhyuk murió, algo se había quebrado dentro de él. Se volvió calculador, ambicioso, antipático con todos, dijo que no quería vivir ni ser como nosotros, no quería ser pobre ni de clase media... Él quería pertenecer a una manada, sabes que las manadas te dan toda clase de privilegios y él los quería todos. Quería casarse con su prima Kim Mi Nah, él sabía que así escalaría socialmente y nosotros lo apoyamos, ¿Sabes? -Jungkook asintió, viendo como su abuelo tensaba sus facciones cada vez más y sus ojos se apagaban al igual que su voz-. Le pagamos sus estudios en la mejor escuela y él... él se fue con sus abuelos. Pero no le bastó con irse, también arrastró a su hermana. Ella se fue con él y nos dejó cuando cumplió los diecisiete años.
- Era muy joven... -musito Jungkook, antes de darle un sorbo a su cajita de leche.
- Una bebé -sonrió Woonie, el dolor reflejado en sus facciones-. Pero no podía culparla, ella quería un futuro mejor y no quise quitárselo. Pero entonces nació Taehyung.
- ¿Y?
- Taehyung es un sangre pura, pero nació siendo lobo por completo -dijo Woonie, provocando que a Jungkook casi se le saliera la leche que estaba tomando por la nariz. Estaba tan incrédulo que ni siquiera se daba cuenta del chorro de leche que había mojado su sudadera por apretar la cajita de leche en su mano.
- ¡¿Nació siendo lobo?! -repitió, limpiándose la barbilla mojada y dejando la cajita de leche en el suelo, sin dejar de mirar a Woonie quien asintió con pesar.
- Fue algo que nadie se vio venir, no teníamos una explicación para que él hubiera nacido completamente lobo, recuerdo que le hicieron algunas pruebas de sangre y querían hacerle otras de mayor riesgo, pero Soo Nah no los dejó. Al año después Taehyung se había convertido en humano por decisión propia, pero luego volvía a convertirse en lobo y era un descontrol total, nadie en la manada sabía que hacer con él y tanto Channie como So Nah se sentían bajo una presión constante en la que querían guardar las apariencias. Nosotros jamás los criamos así, mis padres y los viejos líderes le metieron tantas cosas en la cabeza sobre el linaje que... ella simplemente me llamó un día y me dijo que ya no quería a Taehyung, porque no era como ellos.
- ¿Te lo dejó? -espetó empezando a enojarse. Tan sólo pensar que habían abandonado a Taehyung por algo tan tonto le hervía la sangre.
- Sí, me dijo que ya no podía cuidarlo dentro de la manada. No me dijo nada más, ni siquiera volvió a preguntarme por él cuando me lo lleve. Mucho menos su padre, Channie lejos de nosotros se había vuelto frívolo y sin escrúpulos -exclamó casi con el rostro enfermo, como si estuviera a punto de vomitar.
- ¿Y qué pasó el día en el que Taehyung quería ir a verlos? -preguntó Jungkook, recordando esa vez cuando eran pequeños. Lo que más le dolía de ese recuerdo era haber visto llorar a Taehyung en el patio trasero rompiendo todos los juguetes que le habían regalado sus padres, había llorado tan desgarradoramente que Jungkook estuvo todo el tiempo abrazándolo y llorando con él. Fue la primera vez y la última que vio llorar a Taehyung como si le hubieran roto el corazón.
- Hice que los viera, que viera a su madre y a su padre por la ventana de esa maldita mansión y Taehyung... vio que había otro niño ahí. Sé que no debí llevarlo, pero necesitaba que supiera que ese no era su hogar -la mirada de Woonie era igual que sus propios ojos culpables tratando de excusar algo que sabía que no tenía excusa para él mismo. Hasta su voz estaba cargada de culpa y desesperación-. Su hogar estaba con nosotros y así lo supo cuando vio a su madre criando a otro cachorro. No hallé otra forma de decírselo...
Se quedaron en silencio. Jungkook apenas podía con toda la mezcla de sentimientos que tenía dentro de sí, porque podía imaginarse todo el odio que Taehyung debió sentir por sus padres por haberlo dejado. Aunque más que odio, era tristeza, la más pura tristeza de no haber sido suficiente, de haber nacido imperfecto, de que las personas que deberían quererle en realidad nunca le quisieron.
- Entonces... -musito Jungkook, volviendo a hablar y sacando a Woonie de su ensimismamiento-... Taehyung tiene un hermano.
- No lo sé con exactitud, el niño se veía casi de la misma edad que Taehyung, un poco menor... tal vez era su medio hermano.
- ¿Dices que la engañó?
Woonie ladeó la cabeza, meneándola de lado a lado como diciendo << algo así >>.
- Dentro de la manada podías tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, siempre y cuando sólo fuera para procrear. Supongo que ese niño debió ser hijo de otra mujer. Algo así como un vientre alquilado. No sé si mi hija pudo tener otro hijo después de Taehyung, supe que el embarazo había sido complicado para ella, por más que tratamos de convencerla que viniera con nosotros, que hablásemos, ella... simplemente nos ignoró -suspiró, haciendo otra amarga mueca, queriendo esconder cuán profunda era la herida de todos esos recuerdos-. Nos rompió el corazón, no sabíamos si podíamos recuperarnos de todas las perdidas que habíamos tenido, pero entonces... entonces llegaste tú -Woonie lo miró fijamente, con tanta ternura que al Omega le volvieron las ganas de echarse a llorar y no pudo evitar sonreír-. Jungkook, tú fuiste el agua en el desierto que era nuestras vidas, llegaste a iluminarlo todo con esas orejitas y esa cola, cachorro. Nos sanaste, a tu madre la hiciste tan feliz. A mí me haces tan feliz, cachorro.
- Y ustedes a mí... -musito Jungkook conmovido, con los ojos brillosos por las lágrimas que se aglomeraban como un vaso saturado. Woonie le dedicó una de sus tantas sonrisas cariñosas y sinceras, que sólo tenía para él y para Taehyung. En la silla giratoria avanzó hacia Jungkook, quien se había encogido en el sillón para estar más cómodo y tomó las manos del Omega entre las suyas.
- Por eso quiero que sepas que si logran encontrar a Taehyung, sabrán por los exámenes de sangre y sus ojos que pertenece a los Kim, lo llevarán con ellos hasta que vuelva a ser humano y cuando sepan que es hijo de Soo Nah y de Channie, no sé que sean capaz de hacerle. No quieren a uno de su linaje convivir con gente que no sea la suya, son tan conservadores que... no quisiera pensar lo peor. Tu madre les tenía a fe a la manada, pero yo no. Sé lo que son capaces de hacer para tener el poder, no quisiera que le hicieran algo a él o a ti.
- Entiendo... pero... quisiera saber... -Jungkook apretó el agarre en las manos de su abuelo, inhalando para tomar valentía y formular lo que quería decir-... ¿Quiénes... quiénes son mis padres biológicos?
Woonie abrió la boca, pero nada salió de sus labios. Negó con la cabeza fatigado y se alejó de Jungkook, quien volvió a removerse en el sillón.
- No lo sé, cachorro -confesó, haciendo que Jungkook exhalara el aliento contenido. Sabía que su abuelo Woonie no le diría, y algo dentro de él tampoco quería saberlo, pero a veces no podía evitar preguntárselo-. No sé quiénes son tus padres, tu madre murió cuando nos dejo a tu cuidado y no sabíamos mucho de ella.
- Tal vez... si me hago un examen de sangre y... -musito dudoso, pero inmediatamente Woonie negó.
- No, cachorro. No te hagas eso. Eres mi hijo, ¿De verdad importa quiénes sean...?
- Mejor no hablemos de eso, ¿Sí? -interrumpió Jungkook, viendo hacia donde iría la conversación. Ya la habían tenido antes y Jungkook sabía que él podía averiguar fácilmente quién eran sus padres, la cosa era que él no quería saberlo. Ni siquiera sabía porqué preguntaba, si desde que tenía nueve años supo que no tenía alguna relación sanguínea con ellos, pero tampoco le importaba. Ellos eran su familia porque los sentía así. Decidió volver a retomar el tema de antes, viendo el escritorio donde estaba el computador-, ¿Qué vas a hacer con el celular de Tae?
Woonie pareció entenderlo, porque cambió inmediatamente de expresión y giró la silla hacia el escritorio, tomando el mouse y abriendo un programa el cual Jungkook no podía ver, por eso se levantó del sillón y se apoyó en la parte de atrás de la silla de Woonie, inclinándose y viendo por encima de su hombro.
- Logré meterme a un sistema de posicionamiento de Seúl que intercede con el GPS nacional, ahora podemos saber con exactitud los lugares donde estuvo Taehyung antes de ir a encontrarse con ese idiota -dijo su abuelo en un bufido, siendo contagiado por Jungkook que también gruñó.
- ¿Y eso de qué nos servirá?
- Un lobo tiene instintos, por más que su lado humano esté suprimido dentro de su cuerpo, siempre va a ir a los lugares en los que estuvo y se sintió más seguro. Si Taehyung no ha ido a la Academia, ni al bar, ni a regresado a casa, debe estar en un lugar al cual fue antes del incidente.
- ¿Sabes, papá? Sospecho que Hoony le dijo algo a Taehyung sobre sus padres, por eso se convirtió, debió alterarlo demasiado -opinó Jungkook, cruzando los brazos e irguiéndose con seriedad-. Averigüé que Hoony es de la manada de Kim.
- ¿Qué?, ¿Hablas en serio? -se giró Woonie súbitamente, mirando con seriedad a Jungkook quien asintió fervientemente con la cabeza.
- Sí, acabo de encontrarme con un chico que conoce a Hoony y averigüé que su nombre es Kim Soo hyun y vive en Gangnam 103. Ese maldito bastardo-
- Cuida tu lenguaje, jovencito -interrumpió él, alzando las cejas. Jungkook puso los ojos en blanco.
- Él nos engañó, dijo que no pertenecía a ninguna manada, ¡Fuimos tan tontos! Era tan obvio, con todo el dinero que nos daba para las sesiones.
- Aún no puedo creer que hayan creado algo tan sucio, ¡Mis propios hijos! -exclamó Woonie, indignado. Jungkook no pudo evitar soltar una risa burlona por su expresión de << estos mocosos >> y su frente aún más arrugada.
- Papá, prácticamente es una inducción al sueño, manejábamos todo con el computador y le provocábamos un simple orgasmo, ¿Qué tiene de malo? -se encogió de hombros con indiferencia, esquivando el golpe que le iba a dar Woonie en la cabeza con el almohadón que tenía en la silla para su espalda baja-. Además necesitábamos el dinero, la academia y mis clases no son baratas, ¡No me pegues con la almohada en la que te sentaste!
- Pero tienen las becas, ¡Me tienen a mí! -gruñó Woonie, realmente molesto golpeando con el puño el apoya-brazos de la silla-. Y tienen sus trabajos de medio tiempo, ¿Por qué son tan ambiciosos?
- ¿Por qué no?, ¡Sólo queríamos servir de ayuda para ti desde que mamá murió!, ¿Cuánto gastamos en sus tratamientos y todas las deudas que aún quedan por pagar?, ¡No puedes decirnos que lo hicimos por ambición!, ¡No es justo! -se excusó Jungkook, enojándose también y dando una pequeña patada el piso. Suspiró ruidosamente mientras veía como Woonie carraspeaba incómodo y afectado, volviendo al computador. Jungkook sabía que había sido demasiado duro con esas palabras, pero eran ciertas. Taehyung y él evitaban tocar aquel tema, pero era la razón principal de porqué hacían lo que hacían-. Lo siento, papá. De verdad... no pensamos realmente que podría acabar así... lo siento...
Woonie suspiró, carraspeando otra vez y dándole una mirada y sonrisa compresiva al Omega, quien apretó su mano como una caricia de consuelo.
- Está bien, hijo, sabes que no soy de los que le dan vueltas al mismo asunto.
- No, no lo eres -combinó Jungkook, sonriendo con cariño.
- Así que... veamos... -dijo tras un largo suspiro, girándose al computador, mientras escribía en el teclado y apretaba con el mouse un botón rojo del programa que estaba usando. En la pantalla apareció un fondo negro, luego toda una lista de palabras en verdes y finalmente dos líneas en la que se leía una dirección y el nombre de quien era dueño-. Este es el lugar que estuvo antes, ¿Lo conoces?
Jungkook se quedó inmóvil como una piedra al leer la dirección.
- ¿Conoces esta dirección, Jungkookie? -volvió a preguntar, mirándolo curioso.
Y Jungkook deseaba con todo el corazón decirle que no.
Pero no era así.
¿Por qué Taehyung había estado merodeando por la casa de los padres de Namjoon?
[...]
La suave música del piano en la radio era lo único que se oía en el salón de la casa, además del ruido de las gotas de lluvia en la ventana que empezó a caer en el predicho chubasco de ese día. En el baño del segundo piso dentro de la habitación, además de la música a lo lejos, se oía el sonido del agua correr en la bañera, con un rastro de huellas de zapatos con barro por el piso que iniciaban más allá del pasillo.
Dentro del baño siendo alumbrado por la luz blanca proveniente de la pequeña ventana encima de la bañera, estaba Hoseok sentado dentro de ésta, sin importarle que estuviera mojándose de pies a cabeza, preocupado más en echarle champú al pelaje sucio del lobo de Taehyung mientras la cabeza de este reposaba tranquilamente en su hombro. Agarró un cepillo de baño que estaba en el colgador detrás de él, con cuidado de sujetar al lobo contra su cuerpo y empezó a cepillar su pelaje hasta que toda la suciedad en su cuerpo se fue por el desagüe.
Dejó empaparse porque así era mucho más fácil para él no tener que bañarse después, además de que tenía barro hasta por el cabello, por lo que acabo por echarse champú también. Nunca en su vida había peleado con alguien de esa forma, nunca había golpeado a nadie y nunca había... matado.
Después de llevar a Taehyung dentro de la casa y acostarlo en su cama para que descansara, verificando que su herida se había coagulado aunque sabía que tenía que hacerle una férula lo antes posible, había vuelto con una pala donde estaba el cuerpo inerte del lobo gris, que seguía tal cual como lo había dejado, incluso cuando se aseguró por quinta vez si de verdad estaba muerto.
No podía creer que había matado a alguien, aunque no estaba tan seguro si es que el lobo había tenido una parte humana o la había perdido en su totalidad, pero eso no importaba; lo había matado, en defensa propia, pero lo había hecho y no pudo evitar llorar todo el tiempo que le tomó cavar una tumba para el lobo y sepultarlo, adornando con flores silvestres el lugar de su entierro. Se sentía como si se hubiera caído de un árbol dos o tres veces, y eso que jamás se había caído de un árbol, por lo menos, no como Taehyung, quien se veía mucho más agotado que él en sus brazos. Si no fuera por su respiración jadeante en algunos momentos, Hoseok pensaría que también estaba muerto.
Como si hubiera sentido su tristeza, el lobo de Taehyung despertó emitiendo un gemido, tratando de alejarse de Hoseok. El Alfa lo tomó fuertemente de los costados de su cuerpo y lo separo solamente para que se miraran a los ojos.
Los ojos del lobo de Taehyung eran tan hermosos como sus ojos siendo humano. Si miraba sus ojos, era como si pudiera ver todos los lados de él, hundiéndose en ellos y transmitiendo la calma de una laguna que fluye ante un viento suave.
- Tranquilo, no te haré daño -musito Hoseok, acariciando el cuello de Taehyung y sumergiendo sus dedos en el suave pelaje. El lobo de Taehyung lo miraba ansioso y con miedo, pero a la vez con un brillo de agradecimiento en sus ojos, por el agua caliente que relajaba su cuerpo-. No tengas miedo, voy a cuidar de ti.
Hoseok siguió pasando sus dedos por el lomo de Taehyung, con delicadeza y un cuidado que destilaban puro cariño. Inesperadamente, Hoseok sintió como Taehyung agachaba la cabeza, rozando con la nariz su clavícula, olisqueándolo y lamiendo las heridas que le había hecho las garras del lobo gris, que subían hasta su cuello. Fue tan inesperado que Hoseok se estremeció, tensándose bajo la ropa al recordar a Taehyung lamer su cuello cuando le cayó el pastel encima.
Sí, definitivamente ese era el lobo de Taehyung.
Lamía su piel de una forma tan lenta e inocente, que se dio cuenta que con eso quería decirle << gracias >> cuando volvió a verle a los ojos. Aquello debió implicarle mucho esfuerzo, porque a los segundos después volvió desplomarse en el hombro de Hoseok con los ojos cerrados como si se hubiera desmayado.
Después de enjuagar el pelaje del lobo de Taehyung y cerciorarse de que ya no había ni una pizca de barro u hoja seca en sus cuerpos, corto el agua, dejándolo con cuidado en la bañera, levantándose para ir a buscar más toallas del mueble en el baño. Se secó con el dorso de las manos las lágrimas que aún seguían mojando su rostro a intervalos y a veces no lo dejaban ver con claridad, sorbiéndose la nariz de vez en cuando.
Por más que no quería llorar, las lágrimas de culpa y tristeza seguían apareciendo, atascándose en su garganta.
Apenas salió de la bañera, terminó sacándose toda la ropa hasta quedar en calzoncillos, dejándola en una esquina. Agarró cuatro toallas y una bata de baño que estaban en el mueble del baño, se puso la bata y descalza volvió hacia la bañera para envolver a Taehyung con dos de las toallas y poner las otras dos en el piso mojado y sucio. Para su suerte las toallas eran bastante grandes, por lo que dos cubrían perfectamente al lobo de Taehyung.
Alzándolo en su hombro como antes, se lo llevó devuelta a su habitación y lo acostó en las sábanas limpias, abultando el cobertor sucio por haberlo acostado antes a los pies de la cama. Sacó el secador de cabello en el mueble de la mesa de noche y lo enchufó a un lado de la cama, empezando a secar con paciencia y cuidado al lobo de Taehyung, quien gruñía de dolor cada vez que movía su pata demasiado brusco. Hoseok no sabe cuanto tiempo estuvo secando el pelaje hasta que estuvo seco, pero cuando terminó su propio cabello ya lo estaba. Se vistió con rapidez con una camiseta, ropa interior seca y un pantalón de chándal, exclamando un << ¡Estufa, prende! >> que se oyó por toda la habitación. Había olvidado lo de la estufa en su habitación y sólo lo recordó al primer estornudo que dio.
Al terminar de vestirse volvió al baño, limpiando el piso con las toallas y dejándolas abultadas con su ropa, para luego ir por la caja de primeros auxilios que dejó encima de la tapa del inodoro. Volvió a la habitación, viendo al lobo descansar apaciblemente y rendido como si no hubiera dormido bien durante días. Y Hoseok sospechaba que sí.
Con cuidado inmovilizó la pata izquierda del lobo, desinfectando la herida abierta y poniendo una gasa encima, enrollando la pata y poniendo desde el intermedio de las falanges de los dedos hasta el peroné con algodón. De repente recordó que necesitaba algo duro para inmovilizar, por lo que viendo alrededor lo único que se le ocurrió fue ir a buscar una espátula de madera que estaba en la cocina.
Corrió hasta el primer piso, buscó la espátula y al encontrarla volvió a la habitación, poniéndola en vertical bajo la pata del lobo y enrollando una gasa elástica para mantenerla firme. Si bien sus conocimientos de primeros auxilios eran limitados por las fracturas pequeñas que los cachorros en la guardería tenían, sabía que un médico tendría que ver la pata del lobo de Taehyung. Pero por mientras, sabía que estaría bien.
Se sentía cansado, pero aún así luego de dejar a Taehyung tapado en su cama con un nuevo cobertor que encontró en el mueble, llevó toda la ropa sucia a la lavadora y se puso a fregar las pisadas llenas de barro que había dejado. Cuando terminó cerró el ventanal que había dejado abierto y justo en el momento que iba apagar la música, escuchó un aullido que le hizo temblar.
Corrió escaleras arriba lo más rápido que pudo y cuando llegó a la habitación, lo que vio lo embargó de pena y ternura. El lobo de Taehyung se movía de un lado a otro tratando de sacarse la férula, pero a la vez sollozaba por el dolor, mirando suplicante a Hoseok con las orejas gachas y la cola entre las patas. Técnicamente, estaba usando los ojitos de cachorro que hacían que Hoseok se desesperara por lo tierno que era.
Así que usando toda su paciencia, caminó hacia él y tomó su cabeza con cuidado, alejándola de su pata y tratando de calmarlo para que no quisiera quitarse la férula, la cual ni siquiera se arrugó al estar bien enrollada. El lobo de Taehyung siguió sollozando, tranquilizándose a medida que Hoseok pasaba sus dedos por el lomo en caricias lentas y se acostaba a su lado, posando la cabeza del lobo en su pecho y él recostándose en la cabecera de la cama.
- No trates de quitarte la férula, bobo -dijo Hoseok en su oído, rozando sus labios en la oreja de Taehyung que se movía de un lado a otro, sin dejar de acariciar su pelaje-. Si lo haces, tendré que ponerte el cono de la vergüenza -como respuesta, Taehyung emitió el último gemido, como si estuviera diciéndole << Cállate >>.
Hoseok no pudo evitar sonreír, el cansancio embargándolo como miles de piedras encima de su cuerpo, ordenó a la puerta que se cerrara -porque sí, la mayoría de cosas en esa casa funcionaban a viva voz- y se quedó profundamente dormido junto al lobo de Taehyung.
[...]
Muchas preguntaban -y gritaban jajskdjs- que qué wea con el Jinkook, pero sólo puedo decir que no saquen conclusiones tan apresuradas xD
Todo puede pasar aquí e_e
Y también preguntaban sobre a qué wea se refería Jungkook cuando dijo la "familia" de Namjoon y sólo puedo decir que no se refería al Yoonmin :3
Pero ya sabrán a quiénes se refería e.e
En fin, gracias por leer, lxs amo <3 uwu <3
ASLKDFJLKASDJFLKSJDF DE VERDAD PASÉ COMO MIL VECES REPITIENDO ESTE MOMENTO CTM ALSDJLASJDLKAJSDJASD NO PODÍA CREERLOOOOO ASLDKFJLKASJ GRACIAS JEBUS, GRACIAS HOSEOK, TE AMO ASDASDÑLKASÑDKAKSD ME DA RISA PORQUE CUANDO LO VI ESTABA "NONONONONONONONONONO" LITERAL MURIÉNDOME AHÍ ASKDJÑASKDÑLAKSD gracias por tanto, perdón por tan poco. Aleluya a mis padres por darme este material, lo extrañaba.
PD: Ah, y saben, aún me siento preocupada por el fallecimiento de la abuela de Jin :( Fue tan de repente que yisus, me provoco toda una mezcla de sentimientos porque también vi el momento vhope en el live que hicieron y yo estaba: "NO PUEDEN HACERME ESTO POR LA CHUCHAAAAA", porque estaba feliz por ellos ahí tan melosos y triste a la vez al no ver a Jin por esos motivos, porque aunque Namjoon dijo que no nos preocupáramos tanto, igual me acongoja pensar lo triste que debe estar y eso me rompe el corazón porque yo lo amo mucho como todas ustedes aquí TT A TT<3. Y eso, sólo quería desahogarme bc ayer en la noche no pude y hoy estuve escribiendo y viendo una película que me hizo llorar TT A TT como sea, muchas gracias <3
PD2: ¿Alguien sería tan amable de hacer una portada para esta historia? Yo soy un asco en hacer portadas :ccccccccccccc de hecho la que tengo es mía y argh no me gusta ni ésta ni la anterior XDD gracias x2
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