11.- De tiempos futuros y decisiones importantes.

SEGUNDO ARCO

<< En la relatividad del tiempo donde lo vio caer, lentamente como si se moviera dentro de una pecera, se dio cuenta que estaba destinado a amarlo con locura hasta el fin de los tiempos y en todas las reencarnaciones que tuviera, que le pertenecía incluso antes de conocerlo y que no importaba como fueran las cosas, siempre le pediría lo mismo que estaba suplicándole en ese preciso instante con todo el dolor en su cuerpo y su alma rota que, en sus pedazos, sólo tenía escrito su nombre >>

[...] 

Si tan sólo pudiera regresar el tiempo, 

haría todo de nuevo, 

en el espacio entre la oscuridad y la luz 

tú existes,

 llorando

[...]


El clima fuera de la ventana era de los favoritos de Hoseok. Ni muchas nubes ocasionando grandes lluvias ni un sol caluroso que derretía los asfaltos, sino un intermedio que animaba su estado de ánimo, más aún de lo contento que ya se encontraba. Tal vez un poco nervioso también, pero eso se debía a que era su tercer día de clases en su carrera de Trabajo Social y las personas a su alrededor no eran lo que él esperaba en primer lugar.

Sinceramente, esperaba personas más amigables, que compartieran con todos y que, incluso, tuviera el placer de hablar con cada uno de ellos. Pero no. La mayoría parecían sumergidos en su propio mundo y, de hecho, varios de ellos ya se conocían. Por las conversaciones que no podía evitar escuchar en los pasillos mientras hacían la ficha personal que tenían que entregar después del primer día de clases, supo que varios de ellos se conocían gracias a que sus padres también trabajaban en lo mismo. Todos ellos parecían ser personas muy educadas, pero no se veían tan amigables como Namjoon, ni como Taehyung... y mucho menos como Jungkook.

Hoseok había pensado que tal vez no haría muchos amigos, porque siempre que intentaba hablar con alguno sólo bastaba con decirles que no estaba inscrito en ninguna manada para que le miraran como un total marginado. Era molesto y le hacía sentir muy decaído.

Pero ahora estaba feliz porque había conocido a June y a Kyung cuando no entendía una pregunta de la ficha personal, ¿Qué se supone que se respondía cuando no pertenecías a ninguna manada si todas las alternativas eran grupos que él ni siquiera conocía? Gracias a ellos la había dejado en blanco.

June era una agradable omega de la manada de los Park al igual que Kyung, mitad inglesa por su abuela materna, era de su misma estatura, cabello corto y teñido y rubio, siempre poseía un aire dulce y simpático. Kyung, en cambio, siempre se veía molesto y aburrido con su flequillo con rulos y del color cobrizo, pero cuando Hoseok bromeaba se reía con facilidad, le gustaban las bromas de papá tanto como a Seokjin.

Al conocerlos se enteró que los Park siempre eran conocidos por ayudar a las personas que no estaban en ninguna manada, a los más pobres y desprotegidos, era una manada bastante grande, pero jamás alardeaban de ello -aunque June se veía bastante orgullosa- y por eso mismo se encontraban en el eslabón más bajo que otras manadas, al parecer sólo para pasar desapercibidos. Hoseok recordó que el apellido de su tío Jimin era << Park >>, por lo que ciertamente tuvo mucho sentido cuando Namjoon le contó que su padre Jimin había vivido su infancia en el bosque convertido en lobo, siendo obvio que cuando la familia de Yoongi se enteró de él, la manada Park lo acogió.

Pero lo que pasó después era otra historia.

En ese momento, Hoseok estaba arreglando sus cosas para salir de la clase que habían dado por terminada cuando sintió el brazo de Kyung alrededor de sus hombros.

- ¿Qué harás esta noche, Hoseok-ssi? June y yo pensamos asistir a la reunión de primer año, dicen que habrá bebidas gratis -informó el Alfa con expresión indiferente, pero con su tono de voz amigable.

Hoseok se encogió de hombros, terminando de guardar todo y viendo como June llegaba a su lado y le sonreía asintiendo a lo que decía Kyung.

- ¡Sí, deberías venir con nosotros! -insistió ella.

- Lo siento, chicos, no podré, quedé con alguien ahora -se disculpó apenado. Los chicos se vieron visiblemente decepcionados, pero volvieron a sonreír cuando June insinuó moviendo las cejas.

- ¿Tienes una omega por ahí?, ¡Debes presentárnosla!

- En realidad, es un chico omega -rió Hoseok, haciendo que June abriera la boca y Kyung le diera una pequeña palmada en su frente.

- Siempre sacando conclusiones apresuradas.

Los tres caminaron fuera de la sala, Hoseok en medio de ambos mientras veía como otros alumnos entraban a los salones y otros salían igual que él. Bajaron las escaleras, ya que se encontraban en el tercer piso del edificio.

- Lo siento -dijo June avergonzada-, es que tu olor es muy suave y dulce para ser de un chico omega... pensé que tenías una novia, ya sabes, el de las mujeres no es tan fuerte.

- Oh, eso -musitó Hoseok, riendo igual de avergonzado-, la paso mucho con mis primas gemelas, acaban de nacer hace poco.

- ¡¿Bebés?! -exclamó June sonriente y emocionada, dando pequeños saltos al bajar las escaleras y girándose hacia él-, ¡Me encantan los bebés!, ¿Tienes fotos de ellas?

- Ten cuidado al bajar, vas a rodar por las escaleras si sigues así -le regañó Kyung, haciendo que June hiciera un puchero y detuviera sus saltos-. Buena chica.

Como respuesta June le gruñó, sorprendiendo a Hoseok.

- Oh -exclamó June al ver la expresión de él, tapándose la boca y mirando enfurruñada a Kyung quien sonreía con malicia-. Lo siento, no debí...

- Tranquila -le dijo Hoseok, soltando una risita divertida-. Mi chico también suele gruñir así cuando le molestan o lo mandan.

- ¡Pero si yo no la he mandado! -se quejó Kyung, travieso. June puso los ojos en blanco.

- ¡Claro que me estabas mandando!, ¡Yo no iba a caer-Ah!

Antes de terminar la frase, June trastabillo y casi se cae al suelo en el último escalón si no fuera por Hoseok, quien alcanzó a tomarla del brazo y ponerla de pie otra vez.

- Eso no fue nada -se excusó abochornada hacia Kyung, quien la miraba como queriendo decirle << te lo dije >>, con una pizca de burla en sus ojos que hizo a Hoseok reír-. Bueno, siguiendo con el tema, ¿Cómo es tu novio?

- En realidad, no somos novios aún -confesó Hoseok, haciendo una mueca pensativo-. Ambos estamos ocupados y hoy nos vamos a juntar luego de una semana sin vernos.

- Oh, eso suena muy triste -dijo ella, arrugando la frente con aflicción, pero luego cambiando su expresión a otra más animada-. ¿Cómo lo conociste?

- Bueno -Hoseok ladeó la cabeza-, él le estaba pegando a un tipo que le debía dinero y yo me metí en medio.

- Oh, vaya, no sabía que los chicos omegas también podían ser rudos -se sorprendió Kyung, por primera vez haciendo una expresión realmente sorprendida-. June puede ser un poco gruñona, como ya ves, pero si le pegara a alguien... se rompería en pedacitos.

- ¡Oye, yo no soy tan débil! -se quejó June, dándole una mirada disgustada-. Los omegas también podemos pelear, ya no somos tan débiles como antes.

- Pero su cuerpo sigue siendo más delicado que el de los Alfas, June -razonó Kyung. Hoseok rió al recordar la puerta rota de su baño.

- En realidad, mi chico es casi más alto y musculoso que yo, no tengo ni idea de qué es lo que come que le hace crecer tanto, apenas tiene veinte años -confesó Hoseok con ojos brillantes de adoración ante la sorpresa de Kyung y June-. Pero es muy adorable, se darán cuenta cuando lo conozcan, aunque nunca suele venir por el centro de la ciudad.

Kyung lo miró intrigado ladeando la cabeza.

- ¿De dónde es?, ¿Es del sector industrial?

- Sí, exacto -sonrió Hoseok. La pareja se devolvió una mirada preocupada para luego volver a ver al Alfa, que los miraba sin entender el porqué de su reacción.

- Deberías tener cuidado si lo saben los demás, a nosotros nos da igual, pero a los demás... -dijo Kyung, acercándose más y hablando con seriedad-... es mejor ser reservado, es molesto que te apunten con el dedo y empiecen a decir cosas de ti. Cuando alguien es diferente, siempre quieren hacer que se vaya.

- ¿Por qué lo dices?, ¿Qué me vaya? -Hoseok lo miró confundido, no entendía a qué se refería-. Pero si recién llegué...

- Lo que pasa es que nadie aquí es amigo de las personas del sector industrial -dijo June, acercándose a él igual que Kyung, como si no quisiera que nadie escuchase, aunque seguían bajando las escaleras a paso moderado-, obviamente hay excepciones, pero por ejemplo los profesores... te mirarán y tratarán de manera diferente si dices que te juntas con ellos. Puedes decirlo, pero si quieres que sea más fácil para ti, es mejor que no lo hagas.

- Es injusto -musito Hoseok, agachando la cabeza y frunciendo el ceño.

- Lo es -combinó Kyung en un suspiro-, cuando perteneces a las manadas de ciertos estatus social tu mente cambia, se programa igual a la de todos y algunos creen que son los reyes del lugar por eso, pero no son más que basura. Yo sólo quiero terminar los años que me quedan de estudio y trabajar, no me interesa demasiado hacerme amigos con gente de aquí -se volvió a mirar a Hoseok, alzando la comisura de su boca en un ademán de sonrisa- Tú eres diferente, Hoseok-ssi, lo supe apenas te vi estando tan perdido.

Hoseok le devolvió la sonrisa.

- Kyung tiene razón, Hoseok-ssi -dijo June, suspicaz-, sé que vienes de Gwangju y allí las cosas son diferentes, pero es mejor que te cuides las espaldas y no ensucies tu reputación. El no pertenecer a ninguna manada ya es algo... difícil, no sé cómo lograste entrar si no perteneces a ninguna.

- Mi primo me ayudó con el papeleo de admisión -dijo Hoseok, aclarando-, él pertenece a la manada Jung, ¿Crees que tenga algo que ver?

June lo miró esclarecida, asintiendo.

- El director de este lugar pertenece a la manada Jung, ¿Lo sabías?

- No -negó Hoseok, sintiéndose raro de repente al creer que podría haber sido todo arreglado-... pero di la prueba, sé mi porcentaje, no creo...

- Obviamente sin el porcentaje no te hubieran dejado entrar -aclaró June, con una mirada tranquilizadora a Hoseok-, pero de seguro tu primo te ayudó bastante, Hoseok-ssi. Tranquilo, todos aquí tenemos contactos, nosotros entramos porque nuestros padres tienen convenios con los Jung.

- Sí, sin esos contactos seguiríamos en la lista de espera -agregó él. Hoseok asintió para sí, preguntando después por pura curiosidad.

- ¿Por qué eligieron esta carrera?

- Lo mío fue por cosa de mi padre -se apresuró a responder Kyung, cuando llegaron a la última planta y cruzaban el vestíbulo, donde a Hoseok siempre le sorprendía el panel holográfico en grande y las puertas que se abrían solas-, él trabaja por estos rubros, nada me llamaba mucho la atención y June quería hace mucho meterse a esta carrera, así que la seguí.

- Como un cachorrito -dijo June, burlona. Kyung dio un bufido.

- No abuses.

- Me gusta mucho el trabajo social -ignorando a Kyung, June prosiguió mirando hacia Hoseok-, tengo dos hermanos que vivían en una pésima calidad de vida en el sector industrial, así que mis padres los adoptaron. Quisiera mucho ayudar a la gente de ese sector, los que no tienen manada y el estado no los ayudan como deberían.

- Yo también quiero ayudarles -dijo Hoseok-, quisiera que la gente dejara de tratarlos tan diferentes sólo por no ser de una manada grande y poderosa. Creo que todos tenemos nuestra propia manada, la que es nuestra familia, ¿No?

June sonrió, comprensiva hacia él. Entendía perfectamente lo que quería decir.

- Creo lo mismo, pero el mundo es algo difícil de cambiar. En especial el nuestro.

Cuando salieron del edificio y caminaron hacia donde estaba el estacionamiento, Hoseok se encontró con el perfil de Seokjin comiéndose un helado mientras palmeaba el volante al ritmo de una canción pegajosa llamada Weight in Gold de Gallant. Hoseok arrugó la nariz al escuchar la voz aguda de Seokjin y algunos tonos desafinados, aunque en su mayoría lo hacía muy bien.

- ¡I'm pulling my weight... in... gold! -cantaba al ritmo de la canción que sonaba por casi todo el estacionamiento. Hoseok la conocía porque era la misma canción que Namjoon cantaba en la ducha y en la cual sobresalían los agudos irritantes y desafinados en su voz gruesa. Era gracioso y le hacían doler los oídos a la vez.

- ¿Quién es? -preguntó June inclinándose hacia él, tratando de no reír. Seokjin estaba tan metido en su propio mundo que ni siquiera veía que Hoseok estaba a un metro del auto con la pareja a su lado.

- Es un hyung -respondió Hoseok- Se llama Seokjin.

- Creo que canta muy bien -comentó Kyung, bastante sincero, aunque arrugó el rostro ante un alto en la voz de Seokjin demasiado ruidoso en el coro de la canción que les hizo encogerse a los tres.

Cuando la canción terminó y Seokjin siguió comiendo su helado, recién escuchó los aplausos de los tres chicos que le hicieron sobresaltar exageradamente.

- ¡Ah! -se sorprendió, apretando el helado en su mano-. ¡Me asustaste!, Digo, ¡Me asustaron!

- Hola, hyung -saludó Hoseok, riéndose por su expresión-. Te presentó a June y a Kyung, están en mi clase.

- Hola, un gusto conocerte, cantas muy bonito -dijo June, dando una pequeña reverencia al igual que Kyung-. Yo soy Park June.

- Y yo Park Kyung, un gusto también.

- Eh, sí, un gusto conocerlos -sonrió Seokjin, con una risa nerviosa, bajándole a la radio en un susurro-. ¿Quieren que los lleve?

- No, ya tenemos un auto, sólo vinimos a dejar a Hoseok-ssi sano y salvo -dijo Kyung, dándole una palmada amistosa a la espalda de Hoseok, quien era un poco más bajo que él.

- Oh, pues gracias por eso -rió Hoseok caminado hacia el asiento del copiloto y despidiéndose con la mano hacia la pareja-. Nos vemos mañana, vayan con cuidado de camino a casa.

- ¡Sí, y tú disfruta el día con tu novio! -exclamó June, elevando los puños con un << ¡Fighting! >> y sonriente como siempre, elevando la mano sosa de Kyung quien seguía con esa indiferencia divertida.

Hoseok no pudo evitar sonrojarse ante aquello, porque sonaba bastante bonito, aunque no era del todo cierto. Al entrar al auto y ponerse el cinturón, Seokjin ya había vuelto a prender la radio y se había comido la mitad del helado, prendiendo el motor y conduciendo fuera del estacionamiento.

- Me hubiera gustado seguir hablando con ellos, se ven amigables.

- Lo son -sonrió Hoseok animado-, son muy geniales y divertidos.

- Me alegra que te juntes con personas así, los amigos de Namjoon no me gustaban para nada. Eran muy esquivos y siempre te miraban feo. Namjoon es demasiado bueno para ese tipo de personas, pero él nunca aprende hasta que lo lastiman.

Hoseok apoyó la cabeza en el respaldo, sintiéndose cansado de repente. Namjoon había estado deprimido últimamente, aunque la llegada de las gemelas había aligerado el ambiente en la casa, aún había muchas cosas que Namjoon tenía que aclarar con sus padres, en especial con Jimin, quien no se encontraba bien de salud y seguía reposando en cama desde que le dieron de alta en el hospital.

- ¿Sabes, hyung? -dijo Hoseok, ladeando la cabeza hacia él- Siempre me sorprende lo mucho que sabes de Namjoon.

- ¿Qué puedo decirte? -se encogió de hombros, indiferente- He estado cuidándolo bastante tiempo.

Hoseok hizo una mueca, recordando la forma en la que Seokjin solía reír cuando hablaba con Jungkook por teléfono mientras estaba en la cocina comiéndose un tazón de frutas con crema. Desde el día en el que se vieron en la casa, cuando vinieron por Taehyung, Seokjin y Jungkook parecían más cercanos cada día, incluso más que Taehyung y él, pero eso tenía que ver más con que él había ingresado a las clases en la universidad y Taehyung tenía que volver a rehacer su vida que había dejado abandonada esas dos semanas y media en las que había desaparecido. Habían hablado por mensajes y llamadas, porque Hoseok terminó por comprarse un celular propio luego de que Yuna le dijera: << no encontré necesario que tuvieras un celular, Hobi, eras muy pequeño para que te distrajeras con uno >> cuando conversó con ella, por lo que consideró que era hora de tener uno, pero las conversaciones con Taehyung resultaban mucho mejor si podía escuchar su voz en persona y sentir el cálido aroma del Omega.

- ¿Si sabías que estaba saliendo con Jungkook?

- No, nunca me lo topé, aunque me hablaba mucho de él y una vez lo llevó a la casa para presentarlo a Yoongi y a Jimin, pero yo no estaba porque... -vaciló, arrugando el rostro pensativo-... en realidad, no recuerdo por qué no estaba, debió haber sido algo con mi padre, en este entonces había vendido la casa. No fue nuestro mejor momento.

- Entiendo... ¿Cuándo vas a verlo? -dijo Hoseok, más animado ante la idea, haciendo que Seokjin alzara las cejas curioso-. Me gustaría conocerlo.

- ¿En serio? -Hoseok asintió, haciendo que Seokjin sonriera cálidamente-. Eso sería agradable, iré a verlo este domingo en la mañana con Jungkook.

- Oh, ¿Jungkook también irá? -preguntó sorprendido.

- Sí, es... no te imagines nada raro, ¿Sí? -Hoseok enarcó una ceja, ¿Qué tan raro podía pensar? Seokjin le miró de reojo, un poco nervioso-. Sé que Namjoon sigue enamorado de él.

Hoseok se mordió el labio inferior, sumándole a los problemas de Namjoon, ese era el principal. Su primo aún seguía totalmente enamorado del híbrido.

- ¿Y Jungkook? -preguntó Hoseok, intrigado-, ¿Crees que siga enamorado de Namjoon?

Seokjin suspiró. Se notaba que no era un tema que le gustase hablar, por la expresión incómoda de su rostro.

- Creo que sigue amándole, sé que volvieron a hablar últimamente... pero son muy jóvenes para comprometerse, para jurarse amor eterno y para... las cosas simplemente no funcionan cuando eres demasiado joven -Hoseok asintió, entendiendo a lo que se refería. No todo es perfecto, mucho menos en las primeras veces en que algo ocurre, es como si la vida te preparara para lo que realmente tiene destinado para ti-. Tienes el mundo frente a ti, crees que todo durará para siempre, pero eso no es más que una bonita mentira que tiene una limitada cantidad de tiempo. Los primeros amores siempre tienen fecha de vencimiento, pero eso jamás lo sabrás hasta que ocurra.

Hoseok pensó en Taehyung.

Deseó guardar todos los momentos que tuviera junto a él en una cajita y poder abrirlos cuando quisiese. Si es que por razones del destino ya no existiera un futuro en el que estuvieran juntos.

Se volvió a mirar a Seokjin y preguntó algo que estuvo rodando la mayoría de las veces en su cabeza, con toda la cautela que pudo.

- Seokjin hyung, ¿A ti... te gusta Jungkook? Ya sabes, como a Namjoon.

Seokjin le dirigió una mirada de soslayo, apretando los labios en una sonrisa cohibida.

- Es divertido, aunque es menor que yo, tiene esa aura de madurez... es la primera vez que veo a alguien siendo tan fuerte en situaciones en las que no esperas que lo sea. Me gusta eso de él, así que la respuesta es sí, me gusta, pero... tiene muchas sombras dentro de él. Uno de ellos se llama Namjoon -esbozó con una risa burlona, poniéndose serio después-. Y no lo digo porque Namjoon sea negro, ¿sí? No me malinterpretes.

No pudo evitar soltar una carcajada.

- Y después te quejas de que Namjoon se burla de tus hombros.

- Cambiando de tema -se apresuró decir Seokjin, porque era evidente que le incomodaba un poco hablar de Jungkook y de Namjoon, porque ni ellos mismos tenían claro en qué punto estaban. Y Hoseok sabía que Seokjin no quería ser parte de lo que ellos tuvieran o interponerse desordenándolo todo-, la chica, June, dijo que ibas a juntarte con tu novio, ¿Entonces Taehyung y tú ya han formalizado su relación? -preguntó insinuante, girando el rostro hacia él cuando se detuvo en el semáforo en verde, alzando las cejas de forma traviesa-. Tienen que hacerlo formal, si se nota que ya habían formalizado su relación bastante cuando estaban solos en casa.

- ¡Que no pasó nada, hyung! -exclamó Hoseok, abochornado mientras se cruzaba de brazos y evitaba mirarle.

- Oh, haré como que te creo, pero en realidad no lo hago.

Escuchaba la risa burlona de Seokjin, bufando hacía él.

- Hyung... -musito con reprimenda, pero Seokjin seguía riéndose.

- Se supone que vamos al bar, ¿No? -cambió de tema y Hoseok lo agradeció, pero seguía avergonzado por sus risas y miradas llenas de burla-. Creo que Jungkookie dijo que Taehyung estaría ayudando como mesero.

- No me gusta ese bar -resopló Hoseok abultando su boca, apoyando el codo en el contorno de la ventanilla, su mentón en la palma de la mano y mirando casi con odio los edificios que iban desapareciendo al tomar la carretera hacia el sector industrial-, hay muchos Alfas allí...

- No es por nada, pero Taehyung parece más Alfa que todos nosotros -dijo Seokjin con una carcajada divertida, aun cuando Hoseok le dirigió una mirada ceñuda-... de verdad, ¿Qué rayos pasa con los hermanos Kim? La otra vez Jungkook me dijo que le diera un golpe porque quería ver si podía hacerme una llave, porque no podía hacerlo con Taehyung, ¿De verdad creyó que yo iba a golpearlo?

- ¿Qué hiciste? -preguntó Hoseok, menos ceñudo y más interesado.

- Le compré un helado para que lo olvidara -se encogió de hombros con indiferencia-. Suerte la mía que se le olvidó cuando le dije que llevaría cubierta de chocolate.

Hoseok volvió a sonreír ante la escena que se formó en su mente y un poco de divertida indignación y asombro, recordando la maldita broma que le habían hecho de atacarle la primera vez que le conocieron. Si no fuera por lo adorable que le pareció Taehyung en ese momento defendiéndole, les hubiera gruñido por el susto que le habían dado -aunque lo dudaba- pero por el momento ese recuerdo en su memoria le daba risa. Y sí, un poco de molestia también.

- La familia de Taehyung es la más especial que he conocido en mi vida -dijo Hoseok-... sus bromas pasan de ser divertidas a desastrosas. Taehyung me contó que su abuelo Woonie le había puesto una rana falsa en su sopa y que se la comió sin darse cuenta -Seokjin soltó una carcajada mientras Hoseok lo contaba evitando reír-. Dijo que estuvo croando durante dos días enteros.

- Taehyung no se salva -defendió Seokjin, con las mejillas rojas por el esfuerzo que hacía por no volver a reír-, la otra vez Jungkook me dijo que le había afeitado la cola dejándole un pompón en la punta.

Hoseok soltó otra carcajada estridente, doblándose en la silla.

- ¡Me envió foto de eso! -exclamó Hoseok sonriendo, aguantando las carcajadas que se le salían tratando de aplacarlas con la palma de su mano. Era imposible si recordaba la foto que le había enviado Taehyung-, ¡Fue muy gracioso!

Seokjin no compartía el mismo pensamiento, porque en vez de reírse lo miraba con los ojos ensanchados de indignación.

- ¡Pobre Jungkook, su cola esponjocita nadie la puede tocar!, ¡Fue un crimen!

Detuvo sus risas, secándose las comisuras de sus ojos por las lágrimas que le inundaron de repente y señalando a Seokjin con el dedo.

- Pero Jungkook antes de eso compró un Nintendo 4D con el dinero de Taehyung, el dinero que estaba ahorrando para comprarse un nuevo estuche para su saxofón y una boquilla -se cruzó de brazos, recordando lo enojado que estaba Taehyung esa vez. Fueron tres días después de que recuperara su memoria-. Eso ya es pasarse de listo.

- ¡Pero es su cola, Hoseoba, su cola! -se quejó Seokjin, ante el desinterés de Hoseok quien sólo se encogió de hombros. El mayor terminó negando con la cabeza, más calmado que antes mientras Hoseok cambiaba la emisora de la radio a una que Taehyung solía escuchar-. Hoseoba, ¿Crees que ella se haya arrepentido de ver a Jiminnie?

Hoseok alzó la mirada hacia él, poniéndose más derecho en la silla, preguntándose el porqué de esa pregunta, pero lo supo al ver el semblante preocupado de Seokjin. Lo entendía, él también estaba igual de preocupado por Jimin.

- Lu Sook prometió que lo vería hoy, confío en ella, además Taehyung nos acompañará -dijo tratando de disipar su preocupación-. Es una buena persona, cuando la conozcas te darás cuenta de eso. Ayudo a Taehyung con su memoria y a Jungkook con sus estados de salud, también...

Se detuvo, recordando todo lo que le había dicho la primera vez que le conoció y que había calado profundamente en él. Había veces que, desde entonces, se permitía recordar cosas que le hacían daño porque así las aceptaba, le hacían darse cuenta de que tal vez no era totalmente su culpa lo que pasó con sus padres. Pero eso nunca lo sabría por sí mismo, porque los recuerdos siempre tomaban formas diferentes en cada situación distinta; a veces se tornaban oscuros y en otras no dolían tanto como un aguijón incrustado en su pecho.

- Aún no puedo creer que existan chamanes -prosiguió Seokjin, sin notar el titubeo de Hoseok-, es decir, lo de ahora son los médicos o curanderos, ¿no?

- En Gwangju si había chamanes, de hecho, recuerdo a un señor que decían que tenía manos milagrosas.

- ¿Robaba?

- No, hyung -negó Hoseok con una risa burlona-, ¿Cómo sacas esa conclusión?

- Creo que me iré al infierno por desconfiar de un chamán -rió seokjin-. O reencarnaré en una rata de campo -Hoseok soltó otra carcajada, igual de ruidosa que las anteriores sorprendiendo a Seokjin-. ¿Qué?, ¿De qué te ríes? Sería una rata de campo muy guapo.

Hoseok negó con la cabeza, aclarando.

- Taehyung suele decirle rata de campo a Jungkook.

El mayor alzó las cejas, no tan sorprendido. Sonrió con complacencia y volvió la vista hacia la carretera, exclamando con sarcasmo.

- Nunca había conocido una relación de hermanos tan hermosa.

Hoseok no pudo estar más de acuerdo, aunque si se tratara de él, de seguro le ganaría.

- Eso es porque no has conocido a mis hermanas.

Y Seokjin prometió que algún día lo haría.

[...]

- Taehyung, atiende la mesa de al fondo.

El nombrado suspiró, tomando los tragos que le había dejado el barman en la barra del bar y poniéndolos en orden en el centro de la bandeja en su mano. Odiaba que le diera ordenes con ese tono de Alfa superior, pero Mike fue su superior cuando a sus abuelos les dio porque Jungkook y él fueran a la pequeña escuela industrial, por lo que le tenía cierto respeto. No era como todos los Alfas allí.

- Ya voy -avisó a Minhyun, aunque la mayoría le decía Mike, poniéndose la libreta de los pedidos en el bolsillo del delantal gris y la lapicera encima de su oreja apartándose el flequillo que ya empezaba a entorpecerle la visión.

Diríase que ese lugar era uno de los más concurridos del sector industrial y la zona cercana al perímetro de Seúl, un lugar que quedaba justo en medio de ambos estatus sociales que había en la ciudad, aunque sólo podían entrar los que tenían dinero suficiente para consumir alcohol y eso sólo se limitaba a los trabajadores que eran solteros y tenían el trabajo más estable que pudiesen tener. Las únicas veces que la gente de Seúl entraba al bar era cuando la banda en la que estaba Taehyung como saxofonista solía tocar, los cuales siempre solían ser los sábados y domingos. Ese era un día de semana y a Taehyung, luego de volver, había conseguido que el dueño -amigo de su abuelo- le diera trabajo como mesero los días que no tuviera clases en la academia de música en la cual Taehyung había logrado entrar a cuestas de su propio talento y dinero. El dinero que ganaba el abuelo Woonie se esfumaban en los gastos del hogar.

Lo de su trabajo como << omega de la noche >>, como solía decirle Hoseok, había terminado para él. Tal vez Jungkook le encontraría otro uso cuando sus clases en el taller de informática y ciencias tecnológicas que cursaba le dieran más ideas y pudiera patentar su trabajo, que hasta por el momento, la mayoría de ellos sólo quedaban como simples maquetas.

En ese momento, Taehyung se encontraba poniendo los tragos en la mesa de la pareja Beta más decente que había conocido en el lugar, aunque se pasaban despotricando en contra del sistema y Taehyung quería involucrarse diciendo que la culpa la tenían ellos mismos por no ponerse a marchar por una ley que le dieran más oportunidades, que rompieran a las manadas poderosas, que lucharan por su propio futuro y el de sus hijos y... Taehyung suspiró, únicamente diciendo << Que disfruten sus bebidas, si necesitan algo más, no duden en llamarme >> con una sonrisa falsamente amable. Lo bueno era que nadie se daba cuenta por estar metidos en sus conversaciones.

Se dio la vuelta para dirigirse a la mesa de al fondo, poniendo la bandeja debajo de su brazo, y grande fue su sorpresa al encontrar a los Alfas estúpidos de su vecindario, empezando por Chanyeol, Kris, Kai, con un sujeto que no conocía de nada, pero que se veía típicamente andrajoso como la mayoría allí.

- Buenas tardes, ¿Qué les puedo servir? -dijo Taehyung con esa máscara de amabilidad que siempre ponía cuando iba atender a la gente que no le agradaba del todo, cuando llegó al lado de ellos llamando la atención. Todos se encontraban arduamente metidos en su conversación, a excepción de Kai que lo había estado mirando cuando se iba acercando a ellos.

A todos los conocía de la escuela industrial y además eran sus vecinos, de hecho, cuando él era pequeño junto a Jungkook, solían jugar con todos los del vecindario, por lo que se conocían perfectamente y por eso reconoció la sombra en la mirada de la mayoría al dar con la suya, en cambio el sujeto que no conocía lo miraba con cierta burla y desdén.

- Qué tenemos aquí, un chico Omega -comentó el desconocido, olfateando el aire. Taehyung detestó que su olor fuera notorio al haber tanto alfa maloliente dentro del bar. No se inmutó. Varios clientes de allí conocían quién era.

Lo ignoró.

- ¿Ya decidieron lo que van a ordenar?

- A ti, precioso -dijo rápidamente el desconocido con coquetería. Todos se quedaron callados y serios devolviéndole la mirada, por lo que el chico arrugó el entrecejo desprevenido-. ¿Qué?

- ¿Y éste de aquí quién es? -dijo Taehyung indiferente hacia Chanyeol, quien suspiró dirigiéndose hacia el alto desconocido.

- Sehun, créeme, Taehyung está fuera de tu satélite -dijo hacia él, luego volvió a mirar al Omega amablemente-. Quiero lo de siempre, Tae.

Pero el Alfa llamado Sehun no se dio por vencido, porque seguía mirándole fijamente como si quisiera enterrar sus dientes en él. Taehyung estuvo a punto de gruñirle por interrumpir el pedido de los demás.

- Así que te llamas Taehyung... -dijo Sehun, apoyando los codos en la mesa y acercándose a él, haciendo que retrocediera-... es un lindo nombre.

Taehyung mantuvo una sonrisa gélida, percibiendo como el aroma del Alfa se intensificaba queriendo llamar su atención, pero en cambio, le estaba empezando a dar nauseas. Esta vez su voz sonó brusca y cortante.

- ¿Van a ordenar o no?

- Sí -intervino Kai, pero Sehun volvió a interrumpirles-, quere...

- ¿Sabes? Eres el chico Omega más bonito que he visto en mi vida, ¿Me das tú número?

- Oh, por favor, Sehun -le cortó Kris, con alarma y una sonrisa traviesa en su rostro-, detente ahí amigo, o te vas a arrepentir.

- Sí, Sehun -sonrió frívolamente Taehyung hacia él-, hazle caso a tu amigo y ordena una bebida o te vas cordialmente invitado por mi pie.

Kai puso los ojos en blanco, dirigiéndose hacia Taehyung.

- Taehyung...

- ¿Qué has dicho? -dijo Sehun luego de recuperarse de la forma en la que Taehyung le habló, arrugando la frente, porque esa no era forma en la que un Omega trataba a un Alfa-. Mira, sé que eres bonito y todo, pero no voy a permitir que t-

Chanyeol interrumpió, alzando la mano hacia él con aire de seriedad, haciendo que se callara.

- Sehun, siempre te has preguntado quién me hizo la cicatriz del pecho, ¿Verdad?

Sehun lo miró confundido.

- Sí, ¿Y qué?

- Pues lo hizo este omega de aquí cuando intenté cortejarlo -señaló Chanyeol, haciendo que Taehyung sonriera más cómodo y orgulloso. Recordaba esa vez, eran cuando ambos estaban empezando sus celos y Taehyung junto a Jungkook eran el blanco ideal para los Alfas hormonales como lo eran sus vecinos-, así que por tu bien, mantén tus hormonas dentro de tus pelotas.

- Sí, fui yo -combinó Taehyung encantadoramente al ver el rostro petrificado de Sehun-, y quedó bonita, ¿No es así, chicos?, ¿Quieren mostrarle lo que les hice cuando intentaron cortejarme?

Los tres negaron con la cabeza, sin miedo, pero sí con profundo respeto. Esas veces agradecía profundamente a su abuelo Woonie por enseñar a defenderse y a Jungkook, por inventar lápices que podían quemar la piel.

- Taehyung es el Omega más rudo y arisco que podrías encontrar en tu vida, si la aprecias, sólo ordena un whisky -oyó que dijo Kai hacia el oído de Sehun, quien resopló derrotado y se cruzo de brazos encima de la mesa apenas dedicándole una mirada ceñuda.

- Quiero ginebra.

- ¿Y ustedes? -preguntó Taehyung a los demás-, ¿Lo de siempre?

- Por favor -respondió Chanyeol, ahora con una encantadora sonrisa-, ¡Y no te olvides del maní y las aceitunas!

Taehyung asintió anotando todo en la libreta, dándose la vuelta para ir a buscar el pedido y atender las otras mesas, ya que en el bar los únicos meseros que había eran él y un chico beta que tocaba el piano llamado Chen. Le dio un empujón con la cadera cuando pasaba a su lado, ganándose una patada para nada agresiva por parte de él y una sonrisa divertida. Taehyung rió, atendiendo a las otras personas mientras se hacía más tarde y él esperaba a que su turno terminara y fueran a buscarle.

Extrañaba mucho a Hoseok.

Desde que recupero la memoria, a su mente volvieron varios temores de su niñez, varios escenarios y cosas que creía olvidadas y superadas, pero que seguían allí como una sombra detrás de la ventana de su habitación. Ahora esa sombra lo veía dormir todas las noches a los pies de su cama y lo único que la hacía desaparecer era cuando Hoseok lo llamaba antes de dormir para desearle buenas noches. Parte de él estaba seguro de que Hoseok era la persona con la que quería estar en todos los futuros de su vida, el único que ocupaba cada rincón de sus pensamientos, el que con sólo escuchar su voz podía hacer que su cuerpo se relajase por completo, siempre lo buscaba cuando no estaba con él, lo llamaba insconcientemente todos los días, pero las cosas en ese momento eran diferentes.

Él era diferente.

Y Hoseok también lo era a sus ojos. Ya no era solamente su Alfa cuando estaba convertido en lobo, también había vuelto a ser Jung Hoseok, y aunque había estado ignorándolo al principio, en esos momentos era más que obvio quién era y quién era él. Parte de él no podía encajar a Hoseok en una manada como la de los Jung, pero si Namjoon había entrado... tal vez Hoseok lo haría después.

Y él no quería tener ninguna relación con alguien que perteneciera a esas manadas.

No podía evitar preocuparse por Jungkook desde entonces, quien había vuelto a hablar con Namjoon y tenía entendido que habían arreglado algunas cosas, pero no habían vuelto a tener una relación ni nada parecido. También le preocupaba un poco la relación que tenía con Seokjin, porque el sonrojo que a veces tenía cuando hablaba en el teléfono con él ya lo había visto antes y no le gustaba la idea, aunque ese Alfa le agradase más que Namjoon. Aún seguía enojado con Namjoon por haberse vuelto miembro de esa manada, pero trataba de no pensar en ello. Al fin y al cabo, Namjoon y él se habían llevado muy bien tiempo atrás.

Pasó una hora aproximadamente, donde Taehyung veía de reojo como el grupo de amigos de su vecindario conversaban, sumándole a los tragos que ingerían y a los ojos penetrantes de Sehun que lo perseguían para todas partes. Ya le había pasado antes, y eso era lo malo de vivir en el sector industrial donde él vivía, que la mayoría eran Alfas.

Y estaba limpiando una mesa, donde habían dejado todo mojado y con restos de aceitunas, cuando el aroma a madera y vainilla que tanto conocía le llegó como una ola. Se dio la vuelta con una sonrisa casi más grande que su rostro, pero se sintió descolocado y sorprendido al ver como Hoseok estaba justo detrás de él sujetando la muñeca de la mano de Sehun y con la otra incrustando los dedos en su cuello, aun cuando ese Alfa era más alto que él.

- ¿Qué...? -balbuceó, desconcertado, viendo como Hoseok le gruñía y lo empujaba lejos haciendo que trastabillara. Los tres acompañantes apenas veían todo asombrados igual que Sehun, quien tosía con fuerza por el agarre violento que le había hecho Hoseok.

- Vuelve a intentarlo y estarás muerto -oyó que decía Hoseok con voz trémula hacia Sehun, quien fue jalado por Chanyeol. Se notaba que Sehun era el más ebrio, porque seguía trastabillando al salir por la puerta del bar, donde Seokjin miraba el lugar visiblemente incómodo y fuera de lugar.

- Hoseokie -lo llamó Taehyung, tomando su mano para llamar su atención porque Hoseok seguía con la mirada fija por donde habían desaparecido los demás y gruñendo bajo.

Taehyung lo miró curioso y con las mejillas enrojecidas, porque ver a Hoseok enojado y dominante era su segunda cosa favorita en el mundo. Nunca se ponía así y ver esa faceta de él era excitante para Taehyung, quien trató de no sonreír.

Hoseok se dio la vuelta, cambiando por completo su expresión, viéndose tímido y con una sonrisa avergonzada.

- Hola, Taehyungie.

- ¿Qué fue eso? -preguntó Taehyung, enarcando una ceja y cruzando los brazos. Hoseok agachó la cabeza y negó, sin darle importancia.

- No, no fue nada...

- ¿Qué no fue nada? -apareció Seokjin al lado de ellos, asombrado y haciendo que ambos pegaran un pequeño salto ante su aparición-. Casi le rompes la muñeca.

- ¿Por qué? -preguntó Taehyung curioso. Hoseok resopló.

- Por na...

- Ese Alfa iba a tocarte el trasero -interrumpió Seokjin.

- ...da, ¡Hyung! -exclamó Hoseok alarmado. Taehyung ensanchó los ojos, gruñendo para sí.

- ¡Ese estúpido Alfa come basura! -exclamó molesto, pero se le pasó al ver como Hoseok tensaba la mandíbula con una expresión recelosa y agachaba la cabeza-. Hoseokie.

Hoseok alzó la mirada, con un << ¿Hmm? >>, justo cuando Taehyung plantó un beso fugaz en sus labios y no tuvo tiempo de responder, porque Taehyung se removió nervioso y señaló detrás de él mientras veía el reloj que estaba colgado en una de las paredes donde estaba la barra. Seokjin desvió la mirada, visiblemente incómodo al ver a la pareja tan avergonzada, hacia que él mismo se sintiera avergonzado. Y eso que no se comparaba en nada a como estaban días atrás cuando los encontró en el sótano

<<  Idiotas enamorados >> pensó divertido.

- Y-ya es hora de que termine mi t-turno -explicó nervioso, aún no podía acostumbrarse a las muestras de afecto que tan natural salían por su parte, en especial en público. Una cosa era actuar con descaro porque quería tener todo bajo control y otra muy distinta era cuando Hoseok sacaba la parte sumiso de él, justo como en ese instante y frente a todos-, así que... v-voy... en s-seguida vuelvo.

Hoseok se quedó callado, viendo como Taehyung corría con los hombros tensos y las mejillas sonrojadas hacia la parte de atrás del bar donde guardaban sus cosas, y el lugar donde hacia un mes y medio atrás había ido por primera vez con un pedazo de torta en las manos. Se relamió los labios, sintiendo el aroma dulzón de Taehyung en la nariz y, cruzando los brazos, reprimió las ganas de correr hacia el omega para abrazarle y decirle lo mucho que le había extrañado esos días sin verle.

- ¿Crees que esté bien que compre algo de vodka en vez de fideos para la cena? -dijo Seokjin, sobándose el mentón pensativo mientras veía un panel donde estaban escritos los precios.

- Está bien si es con tu dinero, no creo que a Yoongi le guste darle de beber vodka a las gemelas.

- ¡Ah, no! -exclamó Seokjin horrorizado-. No dejaré que esas pequeñas beban nada hasta que cumplan los treinta años.

- ¿Eso no es demasiado? -enarcó las cejas Hoseok, divertido ante lo sobreprotector que sonaba-, ¿Cuántos años tienes tú?

- Si adivinas te invito un trago -le retó Seokjin, alzando las cejas concienzudamente. Hoseok negó, arrugando la nariz.

- No gracias, no soy bueno con la bebida.

- ¿Por qué?, ¿Te pones insoportablemente ruidoso?

- Yo diría que me da algo así como un derrame cerebral donde me cuestiono cada cosa de mi vida y me dan ganas de tirarme por alguna ventana -luego se detuvo, encogiéndose de hombros con indiferencia-, pero nada serio.

- ¿Quién se va a tirar por la ventana?

Tanto Hoseok como Seokjin se sobresaltaron, viendo como Taehyung llegaba detrás de ellos. Hoseok estuvo a punto de abrazarlo, pero hizo sus manos puño mientras respondía por inercia.

- Yo, digo, nadie.

Taehyung lo miró con aire juguetón, acomodándose el bolso en su hombro, sin lucir el delantal gris que adornaba como uniforme. Se veía tan bonito como siempre, con su cabello de haces rubios y castaños claros, su piel tostada y esos ojos brillosos y sonrientes.

- Te escuché y más te vale que no lo hagas, no quiero tener que limpiar nada más que aceitunas este día.

- ¿Ha sido un buen día? -preguntó Hoseok, viendo como Taehyung hurgaba en su bolso buscando algo.

- Ahora que estás aquí, sí -dijo distraídamente, haciendo que Hoseok se pusiera rojo, cohibiéndose-. ¿Y el tuyo?

- Ahora que estoy aquí contigo, creo que ya puedo decir que es un excelente día.

- Ah, ¿Dónde deje mi dinero? -escucharon decir a Seokjin en voz alta, como quien no quiere la cosa, fisgoneando en sus bolsillos exageradamente para llamar la atención de ambos que al instante parecían en su propio mundo-. Necesito un vodka para acompañar mi soledad.

- Seokjin hyung -sonrió anchamente Taehyung, por primera vez mirando fijamente a Seokjin-, es bueno volver a verte. Te ves bien.

- ¿Recién notas mi presencia, eh? -exclamó Seokjin, falsamente exagerado poniéndose una mano en el pecho-. Me siento ofendido.

- Lo siento, hyung -rió traviesamente Taehyung, acompañándoles a la salida no sin antes despedirse con la mano de Chen.

Taehyung se mordió el labio inferior al sentir la mano de Hoseok entrelazarse con la suya de una forma tan natural que su pecho revoloteo como una mariposa, le gustaba la calidez que emanaba, como si cada vez que Hoseok le tocaba se sintiera flotar en una nube suave con su aroma a Alfa que lo llenaba todo. Taehyung apuró el paso hacia el auto de Seokjin, poniéndose al lado de Hoseok y dando un suave apretón en su mano para llamar su atención.

- ¿Cómo te fue en clases? -preguntó Taehyung, realmente interesado. Le gustaba pensar que Hoseok estuviera haciendo las cosas que él quería y que le hacían feliz, porque la sonrisa de Hoseok y su tono de voz emocionado que escuchó los días que no lo veía era lo que siempre quería ver y escuchar en él, deseaba tanto su felicidad como besarlo todos los días.

Hoseok, ante su interés, sonrió algo tímido.

- Aprendimos muchas cosas interesantes, creo que la clase que más me gusta es de psicología social, el hecho de que podemos adquirir conductas positivas con varios tipos de refuerzos, aunque depende de la situación, claro.

- ¿Cómo cuales? -preguntó ladeando la cabeza-. No entiendo.

- Por ejemplo, ¿Qué es lo que odias hacer?

Esa fue una pregunta fácil, sus ojeras lo demostraban.

- Levantarme por las mañanas para despertar a Jungkook y al abuelo.

Hoseok sonrió, tratando de no pellizcar las mejillas y decirle a Taehyug con el tono más meloso del mundo << ¡Eres un cachorro adorable! >>

- Podría llamarte cada mañana y hacer pan dulce para ti como desayuno.

- ¿Eso es un refuerzo? -Hoseok asintió, sonriendo ante los ojos brillosos de emoción del Omega-. Eso me parece más como un regalo de navidad.

- Puede ser -respondió, dejando que Seokjin desbloqueara el auto y se metiera dentro. Hoseok pensó en si ponerse como copiloto, pero decidió ir atrás con Taehyung porque no quería soltar su mano aún y quería seguir hablando con él-, si eso te anima a levantarte temprano hasta que se vuelve un hábito que no odies porque se volverá tan natural como respirar.

Taehyung arrugó la nariz pensativo mientras se ponía el cinturón de seguridad del asiento trasero.

- ¿Y si odio comer zanahorias? 

- Puedo darte un beso después de que comas cada zanahoria como refuerzo positivo.

Taehyung lo miró sorprendido, sus ojos pestañeando lentamente, para luego sonreír como un niño mientras se tapaba la cara con su mano.

- Oh, quiero una zanahoria ahora -dijo Taehyung, mirando a todas partes menos a él. Hoseok rió avergonzado también, ¿Cómo le salía tan natural coquetear con Taehyung? Porque eso era, ¿No?  Amaba cuando Taehyung se ponía tímido, pero dejo de reírse cuando Taehyung hizo un puchero y lo miró arrugando la frente-. Espera, eso me hace sentir  como si fuera un cachorro con su premio, ¡Hyung!

Hoseok volvió a reír traviesamente, esquivando la palmada de Taehyung a su brazo. Seokjin prendió la radio y Weight in Gold de Gallant volvió a sonar, haciendo que Taehyung abriera la boca con entusiasmo y saltara en el asiento.

- ¡Oh, sube el volumen!, ¡Esa canción es muy genial!

Hoseok rió estruendosamente cuando Seokjin dio palmadas al volante como si fuera batería y exclamó hacia Taehyung, apenas mirándole por el espejo retrovisor.

- ¡Taehyung-ah, canta conmigo!

Y durante todo el camino a la casa de Lu Sook, Hoseok no dejó de reírse al ver como Taehyung hacía morisquetas y cantaba la canción moviéndose de un lado para otro, coreando con Seokjin que trataba de no salirse de la carretera por la emoción de la canción. Definitivamente el mejor día de toda la semana.




[...]

HOLA VOLVÍ, HOLA ME VOY 

ALKSJDLKAJD

perdón

lxs amo

juro no tardarme tanto en actualizar desde ahora, pero si me tardo, es por los certámenes :( ya me he vuelto acostumbrar a mi rutina de ir a la U, así que no me dejen 

*insert dont leave me song*

Como decía, empezó el segundo arco o segunda parte de la historia :D aquí las cosas se pondrán un poco veloces en el tiempo LKSAJDKAJS es decir que ya no serán días, sino que pueden pasar semanas y meses en las cosas que sucedan de ahora en adelante, por lo que tienen que estar al tanto de cada detalle que se cuente porque es importante ¿? ah, ni tan así, exagero XD 

El párrafo que está al principio es un spoiler de lo que sucederá en esta segunda parte uwu yyyyyyy también, que esto no es relleno XD es para introducir la nueva parte :3

después ya se vendrán más cosas y WOOOWOWOWOW DESMADREEE

nah broma

lxs veo luego <3

Gracias por leer y lxs amo x2 

<3

Pd: díganme que aún aman esta historia, pos para apurarme más :c y pos si no, pues no we, lxs amo igual, una fotito para ustedes💜

Feliz 2 añitos al bebé 😭💜💜💜

PD2: capítulo dedicado a: Kasu_Sugita que comentó primero en el mensaje del muro uwu <3 ( y así con las demás chicas que comentaron en el próximo capítulo <3)






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