10.- De jaulas de oro y heridas invisibles.
[...] Es mi turno de ir esta vez,
definitivamente
te liberaré de tus pensamientos [...]
Al filo de la noche, sentía como las hojas bajos sus pies descalzos picaban su piel, el viento apenas era como una caricia suave o un susurro en el oído. Se preguntó que hacía allí en medio del bosque en una noche de luna llena, pero nada tenía sentido hasta que se detuvo para ver a la silueta frente a una laguna iluminada como un mar de estrellas.
<< ¿Quién eres? >>, creyó decir, pero no escuchaba nada ni sentía su boca moverse, hasta que de repente la silueta se dio la vuelta y dejo ver el rostro sorprendido de...
<< ¿Taehyung? >> musitó y luego gritó su nombre, tratando de acercarse, pero algo pegajoso empezó a caer en sus manos y horrorizado vio que tenía las manos manchadas de sangre, bajo sus pies la tierra se convirtió en lodo y empezó a tragarlo a medida que la lluvia caía, pero parecía que Taehyung había escuchado algo, porque dejo de mirarle y miró hacia su lado derecho, cambiando su expresión por una de horror, << ¡Taehyung! >>.
Él miró hacia la misma dirección, gritando su nombre con todas sus fuerzas, cuando vio que un hombre corría hacia él, convirtiéndose en un lobo gris.
<< ¡Corre! >> su voz resonaba por el bosque, pero eso no impidió que el lobo gris saltara encima de él. Trato de moverse con todas sus fuerzas, pero todo parecía oscurecerse a su alrededor y la lluvia se sentía como ácido en su piel, aún así no podía evitar mirar horrorizado como aparecían más lobos y se abalanzaban hacia el cuerpo inerte de Taehyung, dejando a la vista su ensangrentada mano, << No, no, no, no puede estar muerto >>.
Gritó a viva voz, a pesar del miedo recorriendo sus entrañas, ahogándose en desesperación estiró aún más la mano y se arrastró con todas sus fuerzas entre el barro que tapaba la mitad de su cintura, aferrándose a a tierra, hasta que la mano de Taehyung quedó lo suficientemente cerca y al tocarla, alzó la vista para encontrarse con el lobo gris de ojos rojos gruñéndole rabioso con la boca manchada de sangre, provocando que todo el pánico recorriera su cuerpo, antes de verlo abalanzándose salvajemente hacia su cuello desgarrando la piel a pedazos.
Era muy tarde para huir, y lo último que siente son los dedos fríos de Taehyung entre los suyos en la tierra mojada.
[...]
Despertó con lágrimas bajando por sus sienes, su respiración irregular y el bombeo acelerado de su corazón hicieron que se olvidara por unos segundos de dónde estaba, lo único que hizo fue tratar de sentarse, pero volvió acostarse aún aturdido.
Tratando de calmarse, observó lo que lo tenía apresado rodeando su estómago.
Un brazo.
Luego un cuerpo de chico que aplastaba todo su lado izquierdo de su cuerpo.
Un chico abrazándole.
Apenas podía ver su nariz por toda la mata de cabello castaño claro desordenado, respirando entre su pecho y el hueco de su brazo, además de tener toda su pierna izquierda encima como si estuviera abrazando una almohada.
Inhaló con fuerza, casi con desesperación por lo apresado que se sentía y en ese momento estuvo consciente de el aroma del Omega. Era conocido, lo de hace unos momentos sólo había sido una pesadilla. Una horrible pesadilla que no quería recordar jamás. Se secó las lágrimas que mojaban sus sienes con el dorso de su mano, pero aún así su corazón se oprimía acongojado.
- T-taehyung... -susurró, tratando de levantarse y quitárselo de encima además de la colcha y las sábanas, pero el Omega gemía molesto y volvía acurrucarse a su lado con más ímpetu-. Taehyung, despierta -lo movió con suavidad, pero ni eso funcionó. Vio a su alrededor, encontrándose con el frío baño de su habitación y recordando que había dormido allí toda la noche porque se negaba a dormir en la misma habitación que un Omega en celo a pesar de ser su segundo día. Incluso le había puesto pestillo a la puerta desde adentro, ¿Cómo le había hecho para abrirla? Haciendo una mueca por el desconcierto, vio el pestillo de la puerta colgando de la madera rota y antes de volver a intentar despertar a Taehyung, sintió como el Omega se iba despertando, moviendo su cuerpo encima suyo de tal forma que no aguantó el peso y volvió a caer hacia atrás, viendo como Taehyung entreabría los ojos hinchados por el sueño y movía la nariz como si estuviera olisqueándolo, hasta que estuvo seguro que eso hacía porque metió toda su cara en el hueco de su cuello inhalando su aroma y provocando que el contrario pegara un respingo y tratara de alejarlo inútilmente-. ¡Taehyung!
- Hhm... no... -gimió tratando de volver a abrazarlo y meter su cara en su cuello. Hoseok estuvo a punto de perder la razón, sus manos temblaban y la sangre se le subía a la cabeza y a las mejillas, mareándolo de tal forma que estuvo a punto de gritar sino fuera por la mano de Taehyung apoyando la mano distraidamente en su entrepierna, provocándole un gruñido que resonó por todo el baño y un gritó que salió de lo profundo de su pecho-. ¡Detente, Kim Taehyung!
Todo se quedo inmóvil, el tiempo y sus propias respiraciones, incluso juraba que no podía oír ni siquiera a los pájaros que segundos antes cantaban fuera de la ventanilla del baño. Hoseok sintió que se le cayó el alma a los pies, incluso su lobo se quedó con el rabo entre las piernas, cuando vio como ante su grito Taehyung abría los ojos asustado y lo soltaba respirando con agitación, achicándose sumiso ante él.
Había usado su voz de mando, esa voz grave que paralizaba el cuerpo del omega o de alguien de inferior rango.
Y se arrepentía tanto por ello, porque jamás lo había usado, jamás había perdido el control de esa forma. Y nunca pensó perderlo así, totalmente impulsivo por miedo a atacar al Omega por su maldito celo, pero lo había asustado de todas formas. Sintiéndose menos tenso, alzo las manos y trato de calmarlo dándole una sensación más cálida, pero aún así al Omega le miraba aturdido.
- Perdón, Taehyungie, perdón por gritarte, no debí... ah... -pidió arrepentido, sintiéndose que se le enredaba la lengua a medida que los ojos de Taehyung se llenaban rápidamente de lágrimas. Trato de acercarse a él, pero lo único que logró es que al Omega se le escapara un sollozo y luego su rostro se arrugara por el llanto-. No, no, cachorro, no llores, n-no llo-llores... si lloras... v-voy a llorar yo... -a cada palabra que decía, sentía que se le cerraba más la garganta y sus ojos ardían. Odiaba hacer llorar a las personas o dañarlas en general, Hoseok era demasiado sensible aunque sean pequeñas cosas, el sólo simple hecho de pensar que podía haber asustado a alguien más o haberlo...
De repente recordó al lobo gris muerto en el bosque.
Y un gran peso volvió a caer en sus hombros, si el llanto estaba al filo de sus ojos se había desbordado por completo. De repente sus sollozos se volvieron más ruidosos que los de Taehyung, quien empezó a despertar de su estupor y dejo de llorar, acercándose lentamente al Alfa que tapaba su rostro con sus manos y envolviendo los brazos alrededor de él en un abrazo protector que se sintió cálido y tembloroso.
- Hoseokie... -susurró Taehyung, meciéndolo en sus brazos y peinando su cabello con los dedos, recordando una canción que alguien le cantaba en sus sueños y tatareando con la boca cerrada. La voz de una mujer en sus recuerdos. Hoseok seguía abrazándose así mismo a medida que se tranquilizaba y alzaba la cabeza, rozando su nariz con el cuello del Omega, soltando un gemido de satisfacción. Se sentía embriagado, pero lo suficientemente mal como para alejarse de Taehyung, quien lo miró extrañado y con intriga-. ¿Pasa...algo?
Hoseok se levantó con cuidado de no asustarlo, secándose la cara con la camiseta y caminando hacia la puerta, cruzándose de brazos y enarcando las cejas. Se sentía idiota, débil y jodidamente incomodo, por lo que trato de prestar atención a otra cosa y olvidarse de sus miedo por un instante. Todo por ese maldito sueño y el celo de Taehyung, quien no tenía la culpa de nada. Sus tíos llegarían al anochecer y la puerta estaba rota, ni siquiera poniéndole cinta adhesiva podía hacerla funcionar, ¿Qué les diría? No podía decir simplemente << Un chico llamado Taehyung que se quedo conmigo estos días rompió la puerta, no pregunten el porqué, ni yo lo sé >>. De repente le asalto el curioso pensamiento de porqué rayos las habitaciones tenían puertas con pestillo y no puertas correderas, ¡Era ilógico!
Se quedo sumido en eso cuando oyó como Taehyung carraspeaba llamando su atención.
Hoseok volvió la vista hacia él y lo vio con mayor claridad; llevaba una de sus camisetas de manga larga puesta y unos pantalones cortos que le dio ayer. Tratando de no darse cuenta de lo sumiso que se veía, señaló la puerta con el mentón.
- N-no fui yo -dijo Taehyung cuando se dio cuenta de lo que señalaba, mordiéndose el labio inferior y rascándose la oreja. Estaba nervioso, era bastante notorio, pero ni haciendo eso podía hacerle dudar de que había sido él, es decir, ¿Quién más? Taehyung vio su expresión, por lo que trago saliva y volvió a reiterar-. Cuando entré ya estaba así.
- ¿Entonces quién fue?
Se encogió de hombros, volviendo a rascarse la oreja. Hoseok alzó las cejas, un poco divertido ante la situación. Taehyung le mantuvo la mirada unos segundos, casi como un juego de mantener los ojos abiertos, conteniendo la respiración y luego volviendo a desviarla derrotado por la convicción de Hoseok.
- Si fui yo... -susurró apenado.
- No te escucho, ¿Quién?
- Y-yo, ¡P-pero creí que se abriría f-fácil! -exclamó alarmado, haciendo un puchero y volviendo a mirar a Hoseok como un cachorro regañado-. N-no sabía... que se... rompería, no use toda mi... fuerza.
Agachó la cabeza al mismo tiempo que Hoseok suspiraba, rascándose la nuca. Tendría que pedir dinero a su hermana -que en parte era su dinero- para que arreglaran la puerta, porque ni siquiera él arreglándola se vería decente. Necesitaban una nueva.
- ¿Por qué entraste al baño? Ayer te dije que tenías que tocar si querías hacer tus... necesidades.
- No te despertabas, Hoseokie, además... tuve muchos sueños anoche -confesó Taehyung algo aletargado, mirándole de reojo-... no podía... sentir calma... sólo tú puedes darme eso.
Hoseok lo miró curioso, solo pensando en el << Tuve muchos sueños anoche>>, caminando frente a él y acuclillándose para quedar a su altura. Lo del << sólo tu puedes darme eso >> quedo atascado en su pecho, por eso trato de pensar en lo otro. Su corazón ya latía demasiado rápido solo por su presencia.
- Esos sueños que dices, ¿Crees que puedan ser recuerdos? Cosas que pasaron... no lo sé.
- Creo... que sí... -respondió dudoso, pestañeando adorablemente y luego haciendo unos gestos con sus manos, haciendo ademán de tocar algo con los dedos- ¿Yo... entonces toco el... esa cosa larga que parece un tubo?
- Sí, el saxofón -sonrió Hoseok, alegre que pudiera recordar cosas. De repente, la expresión de Taehyung se ensombreció, y Hoseok volvió arrugar el entrecejo-, ¿Qué pasa?
- En mis sueños... siempre te veo luchando con el lobo gris.
Hoseok trago saliva, sintiendo como se le revolvía el estómago. Miró los ojos bonitos de Taehyung, ingenuos y preocupados, aquel malestar diseminándose de a poco. Su voz sonó en un susurro suave y un poco más agudo por el cambio en sus emociones.
- Está bien, Taehyungie.
- ¿Qué pasó con él? -preguntó con cuidado.
A Hoseok le ardieron los ojos, pasándose las manos por el cabello y dándole una sonrisa dolorosamente atormentada.
- Lo... lo enterré en el bosque -susurró tembloroso-. Yo... yo lo maté.
Taehyung mordió su labio inferior, acercándose a Hoseok lo suficiente como para atrapar su rostro afligido entre sus manos y hacer que le mirara a los ojos. Podía sentir lo triste que estaba, tratando de transmitirle que no había sido su culpa. A veces las cosas pasaban de tal modo que era imposible tener una segunda opción, acabando en una única respuesta, un único camino convertido en piedras.
- Lo siento, Hoseokie hyung... -susurró Taehyung, acercándose lentamente al rostro de Hoseok y antes de darle un casto y delicado beso en los labios, musitó-; y gracias por salvarme la vida... gracias.
Hoseok cerró los ojos por la sensación de sumo relajo que recorrió su cuerpo proveniente de los dedos de Taehyung en sus mejillas, sumando sus suaves labios posados encima de los suyos. Al principio era eso, un toque suave, pero Hoseok no pudo evitarlo y volvió a juntar sus bocas pasando su mano por la nuca del Omega, enredando sus dedos en su cabello. Taehyung tembló, agarrando su camiseta atrayéndolo hacia sí hasta tenerlo casi encima, siendo la señal de alarma en Hoseok quien apartando su rostro suavemente con las manos, detuvo los besos que eran cada vez más necesitados, cálidos y dulces.
- No hagas eso -susurró Hoseok conteniéndose, rozando sus labios, acariciando las mejillas de Taehyung con sus pulgares, sin abrir los ojos porque la sensación de tenerlo tan cerca era tan placentera que no hacía falta abrir los ojos para verle y sentirlo. Exhalando temblorosamente, abrió los ojos y se alejó parándose del suelo y casi dándole la espalda-, tu celo está en el segundo día, aunque te di una inyección para eso... tus hormonas son... son más fuertes a mi alrededor.
Las mejillas de Taehyung refulgían adorablemente. Se veía algo adormecido por sus ojos brillosos y sus labios húmedos, ladeando la cabeza y mirando al Alfa con timidez, su voz ronca por los nervios.
- Es porque eres mi Alfa.
Hoseok se paso la mano por el cabello, más sosegado y volvió a arrodillarse frente a Taehyung, esta vez sin atreverse a tocarlo.
- Cachorro, ya hablamos de eso, sólo soy Hoseok hyung -como respuesta, Taehyung pestañeó confundido-. O Hoseokie, como tu quieras.
- ¿Hyung?
- Sí, Hyung -afirmó. Taehyung relamió sus labios, bajando la mirada y jugando con sus dedos.
- Está bien, Hoseokie hyung.
Hoseok suspiró, volviendo a pararse y yendo hacia la bañera para llenarla de agua. Taehyung seguía sentado en el piso entre las sábanas y otra colcha que había puesto Hoseok como cama improvisada en el baño, además de su almohada.
- Ven, tienes que bañarte, te pondré agua y...
- No sé bañarme -interrumpió Taehyung inocentemente.
- No me harás caer otra vez -Hoseok soltó una carcajada, recordando ayer cuando lo metió a la bañera helada, después de conversar un rato Hoseok empezó a tirarle agua a la cara de broma y, no sabe cómo, Taehyung terminó tirándolo al agua con él y empapando su ropa entero, además del piso del baño. Siguió llenando la bañera con agua, mirando de reojo como Taehyung se había quedado callado, pensativo, hasta que volvió hablar antes de que le preguntara si le pasaba algo, aunque fuera bastante normal; los recuerdos iban y venían haciendo que estuviera en un trance.
- ¿Sabes qué eres lo único seguro que tengo en estos momentos? -dijo Taehyung, haciendo que Hoseok cerrara la llave y se dirigiera a él algo incomodo-. Si sigues alejándome voy a ir a buscar a mi familia.
No sonaba a una broma. Hoseok estaba seguro que Taehyung lo haría y tampoco supo responder así mismo porqué aquello le pareció aterrador. Trato de reír, porque de todas formas, Taehyung tenía el pie herido, hinchado, y le dolía mucho, no podía desaparecer así como así aunque se lo propusiera.
- ¿Eso es una amenaza, Kim Taehyung?
La expresión seria de Taehyung cambió por una interrogativa y curiosa. Era la mirada que a Hoseok más le gustaba de todas las que tenía.
- ¿Qué es una amenaza?
- Es cuando alguien te dice que te hará daño sino haces lo que te pide.
- Pero yo no dije que te haría daño -rebatió Taehyung arrugando el entrecejo.
- Pero dijiste que vas a irte -luego señaló su rostro con el dedo-, haciendo esa cara tan seria.
- Eso quiere decir que si me voy, ¿Voy a dañarte?
La severidad con la que lo dijo hizo resonar en la mente de Hoseok, porque sí, si Taehyung lo dejaba en esos momentos le dañaría mucho, pero como todo lo que implicaba el Omega, Hoseok no tenía una respuesta clara para ello. Sólo sabía que le dolería.
- Sí, a-algo así -asintió incomodo. Se dio la vuelta, volviendo abrir la llave de la bañera y dándole la espalda.
- Entiendo, de todas formas, no puedo caminar bien, aún me duele mi pata.
- Tu pie, cachorro -rectificó con una carcajada.
- Eso, mi pie, ¿Cómo se llama este?
Hoseok se dio la vuelta, viendo como Taehyung señalaba los dedos de su pie sano que se movían juguetones desde el más gordo al más pequeño.
- Dedo gordo, después está el segundo, el tercero, el cuarto y el quinto -explicó Hoseok. Taehyung alzó las manos moviéndolas también.
- ¿Y de mis manos?
- Pulgar, indice, medio o corazón, anular y meñique -describió, mostrando sus propios dedos como ejemplo. Taehyung sonrío en grande como un pequeño y levantó el dedo medio hacia él.
- ¡Un corazón para ti!
Hoseok arrugó el entrecejo, indignado.
- ¡Taehyung, eso es ofensivo!
- ¿En serio? -preguntó espantado, bajando su mano y ocultándola entre sus muslos. Hoseok reprimió la risa y volvió a mirarle estrictamente.
- Sí, por favor, no lo hagas.
- Perdón -respondió de inmediato. Hoseok cerró la llave cuando todo estuvo listo y fue hasta por Taehyung, quien siguió conversando a pesar de que el Alfa le estuviera ayudando a enrollar una toalla para cubrir desde su cintura para abajo y no caer en la tentación-. ¿Cuándo crees que recuperaré la memoria? En mi mente apareces tú en varias situaciones, pero no sé si son reales o no. En un sueño te vi sentado a mi lado, en otra yo estaba en una camioneta, en otra comíamos algo...
- Sí, son reales, Taehyungie -dijo Hoseok, ayudando con la otra mano a que Taehyung se sacara la camiseta por encima de la cabeza. Pero no puedo decirte mucho sobre tu familia, porque no los conozco aún.
- Oh, entonces... -musito dificilmente sacándose la parte de abajo. Hoseok trataba arduamente de concentrarse en el techo del baño que en el chico frente a él- ¿No crees que deberíamos preguntar? Tal vez... tal vez alguien me reconozca por las calles.
Hoseok recordó todas las páginas que había leído en internet y vio todos los vídeos de la noticia en la que salía Taehyung en la laptop que Namjoon había dejado, pero en todas decía lo mismo. Taehyung había dormido mucho durante la tarde y sólo se despertó cuando le dio hambre a mitad de la noche, porque aún se recuperaba de su transformación. En internet, salía que las transformaciones de los hombres lobo eran muy dolorosas, porque todo el cuerpo tomaba una forma distinta a la que habían nacido y que por eso la mayoría no tenía retorno de una transformación siendo mayor, pero Hoseok sospechaba que era distinto en Taehyung. Él estaba adolorido, sí, pero la transformación no había consistido en gritos ni nada más. Sólo en un Taehyung dolorosamente en celo.
- Estuve investigando el noticiario donde salías, según sé del reportaje, estabas en un motel peleando con un lobo negro, ¿Recuerdas algo de eso?
- ¿Peleando?, ¡¿Yo?! -exclamó sorprendido, luego miró un punto frente a él pensativo, mientras Hoseok pasaba el brazo por su cintura y lo ayudaba a caminar hacia la bañera-. Un lobo negro, tenía ojos rojos... sí, creo que sí lo recuerdo, me dijo algo...
- ¿Te dijo algo? -preguntó incrédulo. Lobo negro con ojos rojos, el mismo que había visto en su sueño-, ¿El lobo negro?
- Me dijo algo sobre que el destino nos iba a juntar... no entendí muy bien y ya se me está olvidando un poco -explicó Taehyung en una mueca, conteniendo la respiración por el dolor cuando Hoseok lo alzó con la otra mano bajo sus muslos y lo metió dentro de la bañera, recibiendo la toalla después. Se dio la vuelta con rapidez, echándose aire con la mano a su rostro caliente-. Me siento... raro, mi estómago... cuando recuerdo...
- ¿Te refieres a vomitar?, ¿Te duele el estómago?, ¿Nauseas?
- ¡Nauseas! -repitió Taehyung, asintiendo fervientemente. Hoseok recién se dio la vuelta cuando por el rabillo del ojo vio como se sentaba y agarraba el bote de champú, haciendo ademán de verterlo todo sobre su cabeza al igual que ayer, pero Hoseok lo detuvo antes de que lo hiciera y lo hizo él mismo, arrodillándose a su lado y haciendo que Taehyung echara la cabeza hacia atrás-. Sí, nauseas... Detesto no recordar... me hace sentir...
- ¿Triste?
Taehyung abrió los ojos, porque los había cerrado al sentir como las manos de Hoseok pasaban el champú por su cabello haciendo espuma.
- Perdido.
Hoseok le dio una sonrisa comprensiva, no podía exactamente decir que sabía lo que sentía, pero podía imaginarse lo aterrador que era no recordar su vida. Su familia. Pensó en cómo sería si él perdiera la memoria y olvidara a sus hermanas, ocasionando un estremecimiento por todo su cuerpo, si ya era bastante difícil no recordar a sus padres como él quería. Ni aunque sus hermanas hayan sido a veces muy insoportables desearía olvidarlas.
- Está bien, vamos a encontrar tus recuerdos, ¿Sí? -dijo Hoseok, pasando más lentamente sus dedos por el cuero cabelludo del Omega, que había terminado dándole la espalda en la bañera y lo miraba entre sus pestañas-. Ya verás que recordarás todo y... todo estará bien.
- ¿Crees que esté bien que recuerde lo que me ha pasado? -musito con temor, mordiendo su labio inferior-, ¿Y si fue algo muy malo?
- No estás solo, lo que sea que te haya pasado no volverá a suceder, porque estoy contigo.
Taehyung suspiró, complacido por el masaje que Hoseok le estaba haciendo a su cabello y el agua tibia que usaba para sacar la espuma, inclinándose a coger la botella de acondicionador. Se lo echó a su cabello y repitió lo mismo, pasarlo suavemente por su cabello y quitándolo con agua que echaba en un jarro de plástico.
- ¿Por qué no quieres que te llame mi Alfa?
Detuvo sus manos, girando la cabeza de Taehyung hacia un lado y él inclinándose para verle a los ojos. Hablaba en serio, incluso había aparecido una arruga entre sus cejas. Hoseok se perdió, realmente se sentía perdido en su rostro, sus facciones que iban desde dulces a filosas y sus ojos, << Por todos los lobos, sus ojos >> y lo contempló por varios segundos hasta que impulsiva e inesperadamente besó la frente de Taehyung, quien pareció sorprendido al principio y luego se rió con timidez agachando la cabeza, con todo el cabello mojado cayéndole en la frente.
- Podrás decirme Alfa cuando me presentes a tu familia, yo te presente a la mía y sepamos más cosas de nosotros -explicó Hoseok, con una sonrisa emocionada-. No puedes dejar que te guíe tu instinto de reproducción, cachorro. Evolucionamos, ya no nos emparejamos apenas nos olemos, ¿Sí? -soltó una carcajada, haciendo que Taehyung frunciera el ceño otra vez, pero por la vergüenza que le inundó.
- Eso ya lo sé, no soy estúpido.
Hoseok alzo las cejas, tomo el jarro que tenía la mitad de agua y se lo derramo en la cabeza, riéndose al ver como Taehyung cerraba los ojos al instante e hinchaba las mejillas con aire conteniendo la respiración.
- No recuerdas los nombres de tus dedos, pero sí las groserías, eh.
- Me arrepentí, ya no quiero que seas mi Alfa -dijo después de pasarse las manos por el rostro, tirando de su cabello hacia atrás y volviendo a darle la espalda-. Has reprobado en ser apto para mí.
- ¿Qué he reprobado? -repitió incrédulo, pero luego se le escapo una risita nasal y lo miró divertido-. Mira, Taehyungie... tu me gus-
- Lo siento, Hoseokie -interrumpió Taehyung, con ese tono de voz agudizado cuando estaba enfurruñado. Hoseok suspiró con una sonrisa y cogió una esponjilla de baño, echándole jabón y empezando a restregarlo por la espalda del omega, quien se removió incomodo, pero no se alejó-. Tal vez quiero que seas mi Alfa porque siento que eres lo único en lo que puedo aferrarme... y porque tu aroma me hace sentir muy seguro, tu comida me gusta mucho y eres muy... me haces sentir... ¿Cuál es la palabra...? Cómodo... tal vez... Me hace pensar... no, me hace sentir, que eres mi... eres mi pareja.
Hoseok se había congelado en su lugar, quería tanto decirle a Taehyung lo que sentía por él, pero ni siquiera sabía si era el tiempo para eso, porque le daba miedo que Taehyung dijera todas esas cosas guiado por lo que sentía su lobo y no él mismo. Había conocido a tantos padres de cachorros que sólo se habían juntado por sus celos y luego se habían separado porque sus lados humanos no se entendían ni se complementaban. Hoseok quería ambas cosas, aunque eso sonase casi imposible.
- ¡Hoseok-ah, ya llegué!
Hoseok salió de su estupor, escuchando un grito masculino desde el primer piso, frunció el ceño y recordó que Seokjin siempre llegaba a esas horas. ¿Qué día era hoy? Se levantó apresuradamente, dejando la esponja en un lado de la bañera, viendo de reojo como Taehyung le seguía con la mirada igual de sorprendido que él, yendo a buscar su celular al mueble y viendo la fecha. Se suponía que Seokjin llegaría un día después que sus tíos, ¿Por qué estaba allí?
- Demonios... -susurró para sí, volviendo a entrar en el baño y viendo como Taehyung se pasaba la esponja por el cuello y los brazos y por la espalda con dificultad.
- ¿Quién es?
- Es Seokjin hyung, un amigo y el chófer de mis tíos -respondió Hoseok, mordiéndose el pulgar nerviosamente-. Quédate aquí en el baño, ¿Sí? Te traeré el desayuno.
A Taehyung le brillaron los ojos.
- ¿Puedes hacer esas tiras de carne con...?
- Tocino, huevo y arroz -siguió Hoseok con una sonrisa, tomando otra bata del mueble del baño y tapando a Taehyung que se levanto lentamente de la bañera, dándole la espalda y envolviéndose en ella-, entendido.
- Podrías traer a Seokjin hyung -dijo Taehyung, pasando un brazo por los hombros de Hoseok y saliendo con cuidado de la bañera-, él podría ayudarme también.
- Tal vez, sí, él podría... -meditó Hoseok, dejando a Taehyung sentado en la tapa del retrete y pasándole una toalla para que secara su cabello-. Voy a hablar con él, pero no quiero que te vea, tu celo podría ponerlo inestable y no quiero que...
- Confío en ti -respondió Taehyung ante lo inseguro que sonaba Hoseok, deteniendo sus manos que habían estado secando su cabello con la toalla-. No te detengas... -pidió con un puchero, complacido. Hoseok se puso realmente rojo y nervioso, ver a Taehyung rogándole mientras la bata dejaba ver casi toda su desnudez, lo estaban desequilibrando. Otra vez.
- Estás siendo cruel -se quejó inevitablemente, tragando saliva y mirando hacia otra parte.
- ¿Qué hice? -preguntó Taehyung confundido bajo la toalla en su cabeza, sin soltar sus manos y guiándolas distraido hacia su pecho. Hoseok lo miró por el movimiento y emitió un chillido nervioso alejándose de él como si quemara. Y ambos estaban seguros que eso pasaría si seguían tocándose como si nada. Taehyung entendió la indirecta, un poco asustado-. Es mi lobo, no soy yo. Tu lobo también quiere lo mismo, pero tú... nuestros lobos se confunden muy rápido cuando están en celo -se encogió de hombros, quitándose la toalla de la cabeza y secando el cabello de su nuca. Hoseok exhaló como un globo roto y ocultó la cara entre sus manos.
- Son unos cachorros hormonales insoportables -rió, al igual que Taehyung.
- Ve con Seokjin hyung.
Hoseok se mordió el labio inferior, queriendo decir algo como << no te preocupes >>, pero tampoco estaba muy seguro de qué no tenía que preocuparse, así que se dio la vuelta y junto la puerta.
- Ya vuelvo -susurró antes de irse.
Salió de la habitación luego de secarse las manos, poniéndose las pantuflas que estaban en las escaleras y bajó las escaleras rápidamente, entrando a la cocina por el ruido y encontrándose con los anchos hombros de Seokjin sacando varias cosas de las bolsas de compra.
- Hola, Hoseok-ssi -dijo Seokjin sin mirarle, siguiendo en lo suyo, suponiendo que le había oído-, ¿Cómo la pasaste solo en casa?, ¿Hiciste una fiesta en mi ausencia?, ¿Sigues vivo?
- Hola, Seokjin hyung, y bien, estoy con todas mis extremidades completas -rió Hoseok, abriendo el refrigerador y sacando los restos de tocino que quedaban-, bailé en las mesas y me comí toda la comida de la nevera, lo siento, ¿Cómo te fue con tu padre?
- No hay problema, fui a comprar al supermercado antes de venir, me lo esperaba -rió él, viendo como Hoseok descongelaba el tocino con agua caliente que había puesto Seokjin en la tetera-. Y la pase genial con mi padre, fuimos a la playa y fue muy gracioso cuando se puso como loco, se desvistió por completo y se metió al agua, se resfrió y no pudo comer su helado favorito, pero no dejó de reírse por dos días por el rostro de las viejitas que habían en la playa también. Les saqué foto, así que te las mostraré luego.
- Eso suena que fue un viaje genial -rió Hoseok, al igual que Seokjin que empezó a abrir otro paquete de arroz y echarlo en la arrocera-. ¿Qué haces?
- Tengo que tener toda la comida preparada para la noche, ¿Sabes cuánto come un Omega en estado de gestación?, ¡Comida para diez! -exclamó asombrado, aunque Hoseok asintió. Lo sabía por los libros que había leído de sus hermanas mayores cuando volvían a la casa con sus bebés los fines de semana y cenaban en familia-. Y multiplicado por dos, imagina como estallará Jimin cuando las cachorras salgan, ¡Y tendré que ayudarle con los bebés! Me gustan los bebés, creo que en mi otra vida fui un Omega, de seguro tuve una niñita Omega también.
Seokjin hablaba rápido, pero Hoseok estaba bastante acostumbrado a su hiperactividad cuando algo le asombraba o preocupaba demasiado. Era divertido de ver, así que siempre le seguía el hilo.
- Y Namjoonie era tu Alfa, ¿No? -dijo burlón. Seokjin se detuvo y arrugo el rostro en consternación.
- Ay, Hoseok-ssi, acabas de convertir mi sueño en una pesadilla, ¿Ya oíste cómo ronca? Yo ronco también, pero no me despierto con mis propios ronquidos, ¡Imagina si despierto cada día a su lado! No podría dormir, me quedaría sordo, además ni siquiera sabe lavar su ropa, ese inútil.
- Tu no sabes hacer pan con miel, Seokjin hyung -dijo Hoseok, saliendo en defensa de su amigo-, y Namjoonie sí, yo le enseñé la semana pasada.
- ¿Y no se le quemó? -preguntó sorprendido, pero luego entrecerró los ojos y lo miró intrigado-. Apuesto a que hiciste la mayoría, le estás dando más crédito del que se merece.
- No se le quemó, eso ya es tener todo el crédito en su caso -rió Hoseok, sacando los huevos y un sartén para cocinarlos y ponerlos en un tazón mientras esperaba a que se cociera el arroz-. Sabes, Seokjin hyung, me preguntaba... ¿Podrías ayudarme con algo? Es... importante.
- Claro, ¿De qué se trata?
- De un chico -Seokjin se quedo inmóvil, alzando las cejas interrogativo y luego con una mirada perversa-. No te imagines cosas sucias, ¿Sí? Tengo este amigo que está en mi habitación y-
- ¿Tienes un chico, supongo que omega, en tu habitación? -interrumpió incrédulo, mirándolo picarón de arriba hacia abajo-. Vaya que eres rápido, Hoseok-ssi, y yo que te creía un viejito de la época de mi padre -se burló.
- No bromees, hablo en serio, déjame terminar -exclamó Hoseok algo ofendido. Él no era un viejo, aunque en su mayoría si que no entendía las cosas actuales en la capital. Era algo confuso, pero no difícil-, necesito que me ayudes a buscar a su familia porque perdió la memoria -explicó provocando que Seokjin arrugara el entrecejo viéndose preocupado-. Es difícil de explicar, pero te lo contaré cuando le lleve el desayuno, también está herido de un pie, pero no es nada grave.
- Puedo ir a conocerlo, eso suena muy grave -dijo Seokjin, visiblemente interesado y preocupado-. ¿Le preguntaste si recordaba algún número en especial?
- No, ha estado durmiendo mucho y... te lo explicaré todo después, ¿Sí? Y no puedes verlo porque está en celo.
- ¡¿En celo?! -exclamó exaltado-. Hoseok, no me digas que encajaste tus dientes en... -se señaló con el dedo el cuello y Hoseok expandió los ojos alarmado.
- ¡No! No, no, él está bien y no hemos tenido nada, te lo juro, le inyecte un inhibi para eso -Seokjin lo miró interrogante y Hoseok supuso a qué se refería-. Era de Jimin, se lo saqué, pero se lo repondré pronto.
- Bueno, te ayudaré en todo lo que necesites, aunque si está en celo, ¿No es difícil para ti? Digo, eres un Alfa y parece que a ti también te llegó -Seokjin arrugó la nariz en representación-. Creo que te olí desde la otra cuadra, ya ni siquiera puedo oler a Yoongi aquí. Se va a enojar bastante contigo cuando llegue.
- Fue una maldita tortura y sí, lo sé, sólo esperemos que sea comprensivo -respondió Hoseok, suspirando y apoyándose en la encimera con aire ausente.
- Eso se ve en tu rostro, luces como si quisieras pegarte un tiro en la cabeza o algo, ¿Ya desayunaste?
- No, pero me lo haré yo, no te preocupes -sonrió por su preocupación. Seokjin bufó.
- No iba a decir que lo haría yo, era una pregunta amable.
- Como digas -se rió otra vez, repitiendo lo mismo con tono burlón-, ¿Desayunaste, hyung?
- No, me muero de hambre, apenas me comí unas galletas de camino -respondió con hastío. Hoseok negó para sí, murmurando << este hyung >> divertido mientras veía que el arroz estuviera listo y el tocino descongelado.
Cuando todo estuvo listo para preparar, Hoseok puso la bandeja y las cosas que usaba para llevar la comida a Taehyung, repitiendo lo mismo que días atrás y al terminar su propia ración, tomo ambas bandejas con las dos manos y se dirigió hacia Seokjin, que se hallaba bastante ocupado con todos los platillos y viendo el libro de recetas.
- Voy a mi habitación -avisó. Seokjin habló sin mirarle, más inmerso en la carne.
- Avísame si quieres que conozca a tu chico, Hoseok-ssi
Hoseok asintió con un << ajá >> tímido cuando escuchó el << tu chico >>, porque le encantaba como sonaba, y se dirigió rápidamente hacia el segundo piso, abriendo la puerta de la habitación empujando con la cadera, y encontrándose a un Taehyung envuelto en las sábanas de la cama con la bata y el cabello bajo la toalla. Sin percatarse de él, seguía viendo concentrado un libro de ilustraciones para cachorros que sus padres le habían regalado de pequeño. Se trataba de un pequeño lobo que estaba perdido, se encontró con un mapache, un felino, una rana, un gorrión y un puerco espín que le ayudaron a encontrar a su familia a pesar de una comadreja que los molestaba porque estaba solo. Al final de la historia, todos terminaron juntos en su manada, incluso la insoportable comadreja.
- Taehyungie, ya llegó la comida -llamó su atención, pero ni aún así Taehyung se movió hasta que tuvo casi encima la bandeja, llamando por completo su atención por el olor y haciendo que dejara el libro a un lado suyo, sentándose en la cama y mirando embobado la comida con la boca entreabierta.
- ¡Tocino, huevos y arroz! -exclamó sonriente-, ¡Sí, sí!, ¿Vas a darme en la boca como la otra vez?
Hoseok se atoró con su saliva. Eso había sonado muy mal.
- No, no eres un cachorro -dijo con tono agudo. Puso la bandeja en el regazo de Taehyung y la suya propia frente a él para que comieran en la cama, sentándose en posición de loto y dividiendo los cubiertos, pasándole en la mano la cuchara. Adoraba la forma en la que Taehyung la agarraba con la mano hecha puño y empezaba comer a grandes bocados.
- Puedo convertirme en un lobo otra vez -dijo después de tragar el arroz.
- ¿Puedes? -preguntó asombrado, Taehyung asintió-, ¿Cómo que puedes?
- Sé que puedo, no sé cómo explicarlo... sólo saldría si se lo permitiera.
- ¿En serio?
- Sí.
Silencio. Hoseok lo miró expectante.
- No te vas a convertir ahora, ¿Verdad?
- No, quiero disfrutar mi tocino, huevos y pan que mi Al- Hoseok hyung, ha hecho para mí -sonrió feliz, volviendo la vista a su comida y agarrando un tocino con los dedos para echárselo a la boca-, ¡Ah, está delicioso! Come tu desayuno, te lo permito.
- ¿Me lo permites? -musitó divertido e indignado-. Esta es mi habitación.
- No, es de tus tíos -replicó Taehyung.
- Pero yo he dormido aquí más tiempo que tú.
- Eso... es verdad, pero yo hice popo ahí -señaló la puerta, y luego una esquina contraria de la cama-. E hice pis ahí. Marque los sitios, así que es mío.
- ¡¿Hiciste pis en la orilla de la cama?! -exclamó atónito. Recordaba el regalo que le había dejado en la puerta en forma de lobo, así que no podía recriminarle.
- Sí, mi lobo me dijo que lo hiciera, yo le dije que te enojarías, pero me dijo que tu lobo no le haría daño porque somos pareja, así que sí -explicó Taehyung encogiéndose de hombros como si fuera lo más normal del mundo-. Tampoco marcaste con pis nada, no te puedes quejar.
Hoseok retuvo las carcajadas y carraspeo, armándose de paciencia.
- Taehyungie, cachorro, no vuelvas hacer pis por ningún lugar, mucho menos para marcar con tu aroma, ¿Está bien?
- Está bien -abulto los labios, refunfuñando mientras atacaba los huevos. Hoseok cogió un poco de arroz con tocino y estuvo a punto de comerlo cuando Taehyung habló con la boca llena-. ¿Y en esa cosa donde tu haces pis que está en el baño?
- ¿Te refieres al inodoro? -Taehyung asintió, repitiendo la palabra-. Sí, cachorro, en el inodoro puedes hacer pis.
- No me digas cachorro, ya no me gusta, me hace sentir raro -arrugó el entrecejo. Hoseok volvió a reír con la boca llena, tragando y viendo las mejillas sonrojadas del Omega.
- Cachorro, cachorro, cachorro -repitió burlón inclinándose hacia su rostro a la vez que Taehyung hacia otro puchero y retrocedía. Cuando ya estuvo demasiado cerca, se alejó incomodo al ver lo mucho que deseaba besarlo en ese instante. Tenía que tener cuidado con él, pero en su mayoría lo olvidaba-. Olvídalo y come.
- Eso iba hacer, no me ordenes, no eres mi Alfa -espetó falsamente orgulloso. Hoseok se le quedó mirando preguntándose cómo era que ese Omega pudiera ser el tipo de persona que él jamás hubiera esperado y que adoraba haberlo encontrado.
- Eres tan...
- ¿Tan qué? -preguntó suspicaz.
- Tan tú.
- ¿Y eso es bueno o es malo?
- Es O.
- ¿O?
- Maso.
- ¡Basta, me confundes! -refunfuñó Taehyung mientras Hoseok estallaba en risas.
- No grites, Seokjin hyung pensará que te estoy torturando o algo así...
- ¿Ya le contaste sobre mí? -preguntó Taehyung y Hoseok asintió moviendo la cabeza de un lado a otro, como queriendo decir << algo así >>-. Si me marcaras con tu olor no se pondría tan inestable, sabrán que soy tuyo -Hoseok al escucharlo se atoró con el arroz, tratando de no escupirlo y lo tragó luego de tomar un sorbo de té, mirando a Taehyung fijamente-. ¿Qué? Fue mi lobo, no yo. Ya te dije que no te quiero como mi Alfa.
Hoseok se limpió la boca con una servilleta, meditando sobre el asunto mientras Taehyung seguía comiendo.
- Ya llevo más de un mes conociéndote y siento que nos llevamos demasiado bien como para ser normal.
- Tengo una teoría -dijo Taehyung, moviendo la cuchara a modo de explicación-; nosotros no nos llevamos bien, son nuestros lobos. Mi lobo te adora demasiado como para ser normal, creo que le gustas desde antes de convertirme... aunque no tengo idea, ya sabes, porque no recuerdo nada de mi vida además de ti y lobos y más lobos.
- Estás más hablador... -señaló Hoseok, cuando Taehyung masticaba. Ese día estaba mucho más hablador y tal vez era porque estaba despierto y no medio sonámbulo.
- Es porque hay comida -dijo después de tragar-... mi mandíbula y mi lengua ya recuperaron su... su... no sé como se dice, aun me cuesta decir... algunas palabras, pero la mayoría simplemente salen, tal vez decía muchas groserías y me disculpaba mucho... porque fueron las primeras palabras que se me vinieron a la mente después de convertirme... además de tu nombre.
Lo decía con tanta facilidad ni vergüenza, sin siquiera darse cuenta de todo lo que provocaba en Hoseok decir que lo primero que recordó era su nombre. Se sentía como tirarse por la ventana y flotar, una sensación de adrenalina acompañado con calma que le ponían la piel de gallina.
- Aplaca tu lobo, Omega.
- ¿Qué hice ahora? -arrugó el entrecejo, con tono disgustado. Hoseok rió con suavidad y sonrió hacia él.
- Nada, no me hagas caso -vio que Taehyung estaba ensuciando su ropa con restos de arroz, así que tomó un pañuelo y se lo puso en el dobladillo de la camiseta para que sirviera como babero-. Ponte esto, así no te ensucias la camiseta.
- Gracias, Hoseokie hyung -musito con las mejillas llenas. Siguieron comiendo hasta que se acabaron todo y Hoseok se levantó para llevar las bandejas a la cocina, pero antes tuvo un deseo que carcomía su interior, sin poder evitar volver a dejar las bandejas en la cama mientras Taehyung relamía sus labios y se chupaba el dedo índice por la grasa de tocino.
- Puedo hacer... eh... esto... ¿Puedo...? -dijo Hoseok, señalando hacia él. Taehyung lo miró confundido.
- ¿Qué cosa?, ¿Tocino?
- No -negó divertido-, ¿P-puedo abrazarte para marcarte con mi olor? No quiero que Seokjin te huela cuando te vea y...
- Pero te quedarás tú con mi aroma -contradijo Taehyung inocentemente.
- No si no me tocas.
- Oh, entiendo... bien... -asintió queriendo parecer firme, pero se veía que no estaba tan seguro mientras se acomodaba en la cama- Estoy listo -avisó mirándole fijamente a los ojos, con unos ojos tan penetrantes que Hoseok quería esconderse bajo las sábanas o ir al baño a meterse en el agua.
- Cierra los ojos.
- ¿En los abrazos cierras los ojos? -preguntó ladeando la cabeza. Hoseok reprimió otra risa.
- Sí -Taehyung se encogió de hombros con desinterés y los cerró mientras Hoseok se inclinaba en la cama y lo envolvía en sus brazos, apoyando la mejilla en su cabeza-. Eso, así está bien, síp, síp -musito en voz alta, tratando de que los nervios no se comieran su estómago como hormigas carnívoras, porque así se sentía, hasta que olió algo estando con los ojos cerrados. La nariz de Taehyung rozaba en su pecho en un aire cálido. Se sentía endemoniadamente bien-. Taehyung.
- ¿Sí?
- Dile a tu lobo que no suelte feromonas, por favor.
- No me lo digas a mí, es mi lobo -se excusó con voz ahogada en su pecho y luego alzando la cabeza para apoyar el mentón en su hombro-. Díselo a él, se está emocionando con el tuyo.
- Bien, creo que ya está -se alejó como si nada, fingiendo tranquilidad como siempre, apenas sintió como Taehyung guiaba su nariz a su cuello-. Ahora estás bien marcado envuelto en mi aroma como un alga envolviendo el sushi.
- Sushi es comida, ¿no? -enarcó una ceja- Suena a comida.
- ¿Cómo suena la comida? -ante la pregunta, Taehyung encogió los hombros-. Sí, es comida. Te haré sushi un día de estos.
- ¿Crees que me quedaré lo suficiente como para que me hagas sushi?
- Tal... tal vez -respondió, algo inseguro si es que Seokjin los ayudaba, lo más seguro era que Taehyung se iría mucho antes de que pensara sobre el día en que lo hiciera-. Te haré sushi mañana, ¿Sí?
- Mañana suena bien, creo que estaré disponible -sonrió Taehyung, juguetón-. Gracias, Hoseokie hyung.
Hoseok volvió a tomar las bandejas en sus manos, dirigiéndose hacia la puerta y deteniéndose al oír a Taehyung.
- Voy a dejar los platos, Tae.
- ¿Tae?
Le miró de reojo, sonriendo y luego yéndose por el pasillo, sin percatarse de la mirada aletargada del Omega repitiendo << Tae >> entre sus labios.
- Tae.
[...]
- Es esta la casa, ¿Verdad?
Jungkook asintió, viendo como Woonie estacionaba la camioneta al otro lado de la calle frente a la casa de Min Namjoon y su familia.
- Lo es -respondió contemplando la casa a la cual sólo había ido una vez para navidad. Los Min habían viajado un día antes y Namjoon se iría después, siendo una de las pocas casas que Jungkook había visto que tuviera baños en los cuartos y tuviera dos pisos. Trató de no recordar la pequeña fiesta de baile que habían hecho en el salón de la casa, siendo la primera vez que Jungkook estuvo seguro con todo su corazón que no importaba quién fuera, él lo amaba completamente. Eso fue, claro, horas antes de que Namjoon lo llevara a esa junta con su otra familia y amigos, siendo también la primera vez que dudó sobre si el amor sería suficiente para él-. Namjoon me dijo que hoy volvía a casa con sus padres.
- ¿Te sigues hablando con él? -preguntó Woonie arrugando el rostro, molesto ante la idea. Jungkook negó con severidad.
- No, no se cambió de número y le envíe un solo mensaje -se encogió de hombros-. Me dijo que llegaría a las seis de la tarde.
- ¿Estás seguro que quieres preguntar sobre Taehyung a ese Alfa? Tu estúpido ex novio.
Jungkook puso los ojos en blanco. Cuando él estaba deprimido por la marca que le había hecho Namjoon sin su consentimiento, su padre se había enterado y casi lo mata; casi, porque tenía que lograr una forma de que su hijo no se muriera. Y Jungkook no sabe cómo lo hizo, pero la marca desapareció como si nunca hubiera estado ahí gracias a él.
- No, por eso te traje conmigo, papá.
- Debes quedarte en el auto, entonces -espetó con firmeza, apretando los puños en el volante insconcientemente-. Yo le preguntaré.
- No, no, no, yo debo preguntarle, además de seguro le darás de comer tu puño, no voy a permitir que te vayas preso o algo así. También es mi deber.
- ¿Cómo quién?
- Como el hermano de la persona sobre la que le voy a preguntar, papá -dijo con obviedad. Woonie carraspeó.
- Está bien, sigamos esperando por ellos. Si te sientes mal, puedes irte, ¿Sí? Pero te quedas en el auto, no vayas abandonarme como la otra vez que no te compré tu docena de cajitas de leche.
- Me dijiste que podía irme a casa -se excusó avergonzado. Woonie negó con la cabeza indignado.
- Pero luego de que comprara harina y huevos.
- Eres un abuelo gruñón -refunfuñó Jungkook esquivando su mirada.
- Camine diez cuadras.
- No es para tanto.
- Lo es para un hombre que tiene que caminar con un bastón en terrenos largos.
- ¡Te reparé el DVD para tus películas para que las vieras en Blu-ray y en 3D! -exclamó harto, provocando que Woonie enarcara una ceja y lo mirara con reprobación-, ¡Baje miles de películas de internet de forma ilegal para ti! Podría haberme ido preso, si eso no es un << perdón, papá, no te volveré a dejar >> entonces no sé lo que es. Además no fuiste el único, también deje a Tae varias veces. Cinco, para ser exacto -añadió cruzándose de brazos.
- ¿Estás tratando de excusarte?, ¿Qué hablamos sobre eso?
- ¡Ya, basta! -lo detuvo. Vio como Woonie trataba de ocultar su sonrisa, haciendo que Jungkook estuviera seguro que sólo lo hacía para levantar el ánimo y sacarlo de quicio. Woonie tenía un sentido del humor muy extraño-. Voy a borrar todas tus películas -amenazó, dirigiéndose al auto- Cacharrito, borra los vídeos de papá.
Y luego la voz de la radio preguntó << ¿Está seguro que quiere eliminar 1023 películas? Para aceptar, oprima el botón de suma >>. Jungkook iba a tocarlo, pero Woonie le palmeó la mano para que no lo hiciera.
- No te atreverías, Jungkook -dijo entrecerrando los ojos. Jungkook hizo ademán de tocarlo otra vez, pero esta vez Woonie apagó la radio-. Estás castigado todo el mes.
- ¡No puedes castigarme! -exclamó enojado- Tengo muchas cosas que hacer.
- Soy tu padre, Kim Jungkook. Te reto a decir eso cuando formatee los datos de tu computadora.
Jungkook se quedo callado, mordiéndose la lengua. La base de lo que sabía de tecnología era gracias al abuelo Woonie, así que aquella era un amenaza muy real. Sonrió a regañadientes y se inclinó hacia él agarrando su brazo y posando su cabeza en su hombro.
- Si sabes que te amo, ¿Verdad?
- Argh, aléjate, pequeño garrapata -espetó el abuelo Woonie alejándose, aunque por la arruga en su mejilla que siempre hacía cuando sonreía y su tono cariñoso de voz se dio cuenta que no estaba enojado. Podía salvarse.
- Tú me amas también, papá Woonie -dijo Jungkook como un cachorro, zarandeando su brazo juguetonamente-. Di que me amas, vamos, yo sé que quieres.
Woonie puso los ojos en blanco, luciendo harto del híbrido.
- Hay una caja de leche en el salpicadero.
Sonrió, separándose de él para abrir el compartimiento. No pudo evitar reírse burlón y divertido.
- Me amas demasiado -aseguró.
De repente ambos vieron como el auto de la casa de Namjoon salía del estacionamiento de camino a las afueras de la ciudad, por la vía contraria hacia el aeropuerto. Jungkook enfocó la vista en la ventanilla del auto que pasó al lado de ellos y miró sorprendido al conductor, jurando que lo había visto en algún lugar, pero no recordaba de dónde ni cómo, ¿Quién era?
...
me demoré un día en subirlo, lo siento, me quede dormida y ya era demasiado tarde xd
Espero que les haya gustado <3
SALIO MUY LARGO, HELP, iba a separarlos en dos capítulos, pero éste capítulo tiene su pt.2 así que pffffff
dedicado a @evils-maknae porque me hizo una portada de mi otro fic Youngblood, es HERMOSA, BUENO, EN REALIDAD DOS PORTADAS HERMOSAS ALKSJDLKAJSD <3 LOOK, IS BEAUTIFUL
¿Cuál creen que debería poner? Están muy hermosas las dos TT AIUDA, pondré las dos cada fin de semana ah.
lkajsdALKSDJLKAJD ¡¿Y LO VEN?! ES HERMOSAAAAAAAAAAAAA<3
GRACIAS <3
bye, lxs amo uwu <3
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