20 de agosto de 1999

~Alice~:

-No quería salir de mi cama. El día estaba frío, perfecto para dormir, incluso tenía una excusa para no ir al trabajo. Era mi cumpleaños.

-¡A levantar ese cuerpo vago, que hoy es un gran día! -entra Andrómeda para abrir las cortinas de la habitación. Al ver que no me levantaba, me quita la sábana.

-¡Hace frío!.

-Ya, pero el frío no te impide caminar- se sienta a un lado de la cama- Feliz cumpleaños mi niña.

-Gracias Andrómeda. -La abrazo-.

-Tienes muchos regalos que abrir- me sonríe- Teddy anda queriendo abrir todos.

-Bajo de mi cuarto 15 minutos más tarde, había tomado una ducha para "Refrescarme", con tremendo frío.

-Tita-corre el niño hacia mí- Feliz cumpleaños.

-Feliz cumpleaños hija mía- Ted me da un beso en la frente.

-¿Podemos abrir los regalos? -Teddy estaba ansioso por hacerlo-.

-Deja a tu tía tranquila.

-Ven pequeño monstruito- lo tomo de la mano hacia donde estaban los regalos.

- Había varias cajas, de todos los tamaños y colores. -Este es el mío -dice el niño-.

-Veamos qué es -le sonrío-. Abro la primera caja, y en ella veo una foto enmarcada de nosotros dos juntos. Ese día Teddy había convertido su nariz en una puntita mientras sacábamos la lengua a la cámara.

-Gracias mi pequeño Ángel- le doy un beso-.

-Y encontré esto en la habitación de mamá.

-Miro a Ted y Andrómeda para saber algo, pero ellos también se encontraban sorprendidos. Entonces tomo la foto, y se me forma un nudo en la garganta.

- Era una foto de hace tres años. Había invitado a Remus a una feria (lo había obligado jejeje). En la foto salíamos Nymphadora, Lupín y yo comiendo palomitas acarameladas. La primera hacía muecas, yo sonreía como la gente normal, y Remus... seguía con el susto de la montaña Rusa.

Cuánto daría por devolver el tiempo y disfrutar de aquellos días.
De mis ojos caen lágrimas por el recuerdo.

-¿No te gusta mi regalo? -me pregunta el niño un poquito desilusionado-.

-Yo lo abrazo fuertemente- Es el mejor que me han dado en toda mi vida.

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¡Cómo está la cumpleañera más guapa de todo el mundo! -Grita Ginny al llegar a casa. La familia Tonks y Weasley se habían reunido para celebrar mi cumpleaños. Fué una ocasión especial, pues conocí a Bill Weasley y a su esposa Fleur Delacour.

-No sabía que vendría-Dijo la Francesa- pero espero te guste -me da una caja. Para ser francesa su inglés ha mejorado mucho, ni se le nota-Espero nos llevemos bien-.

-Después de varias horas, todos se estaban dirigiendo a su casa. Los últimos que quedaban fueron Ginny, Harry, Ron, Hermione y George. La primera andaba ansiosa, pero no entendía por qué.

- Alice- volteo para ver George. -¿Tienes planes el día de mañana?

-En ese momento no sabía cómo sentirme, si feliz, emocionada, relajada, con sueño, o nerviosa- No,¿ y tú?.

-Pues...¿Quieres salir conmigo? -dijo nervioso-

-¿George Weasley me está invitando a una cita? - sonrío-.

-Si la dama acepta claro. -Ya entendía por qué Ginny y Ron hablaban apartados de nosotros-.

- Será todo un honor caballero. -hago una reverencia-.

-Paso por ti a las 10 de la mañana.

-¿Y que pasará con tu tienda?.

-Ron se hará cargo.

-¡Alice, Teddy se manchó su traje! -Grita Harry indignado, pues su ahijado no le hacía caso.

-Tengo que...

-No te preocupes. Igual ya me iba. -Me da un beso en la mejilla-. Feliz cumpleaños.

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- Está más que claro que no pude dormir esa noche. George y yo a veces salíamos, pero a almorzar, o cosas así. ¡Pero una cita!.

- Camino por el cocina buscando algo para desayunar, pues todos llevarían a Teddy a su chequeo médico anual.

-Escucho la puerta de la casa. No podía ser él, era temprano aún. Camino hacia la puerta para abrir, y veo a mi Madre.

- ¡Feliz cumpleaños atrasado hija mía! -Dice ella con una caja enorme en mano.

-No debiste hacerlo. Con que estés aquí me conformo.

-¿Y ver como todos se dan algo?, No mi niña.- Toma asiento y saca una bolsa de su cartera. -Tacos, tus favoritos-.

-Gracias, tengo hambre -Como apresuradamente, está delicioso.

-Ya veo -Se ríe-. ¿Son los nervios?.

-¿Perdón? -le digo curiosa.

-Ya te digo, pero antes... Quiero que lo abras - sonríe, señalando la caja.

-De acuerdo -digo nerviosa, pongo mi taco en la mesa y acerco la caja.

- Al abrirlo, me quedo sin palabras. Era un hermoso vestido.- Es bellísimo.

- Quiero ver cómo te queda -dice emocionada-.

-¿Ahora?- ella asiente. Yo me levanto y me lo pongo.

- ¿Cómo me veo? -digo un poco insegura-.

-Te vez hermosa -Dice casi llorando- me gustaría verlo el día de tu boda.

-¿Boda?.

-Ted me contó que vas a salir con George.

-Ahora entiendo todo. Por eso me dejaron sola en esta casa.

-Me voy a cambiar nuevamente-.

- ¿Cuándo te lo dijo? -digo volviendo a comer.

-Fue a mi casa con Teddy hace días.

-¡Espera! -Analizo- ¿él ya sabía que George me invitaría a salir?.

-Al parecer sí -se ríe-. ¿Estás nerviosa?

-¿Tanto se me nota?.

-Te conozco, eres mi...Hija. ¿Quieres un consejo?

-Yo asiento- sé tú misma. Si en verdad le gustas, no va a dudar ni un segundo en estar contigo. ¿Hace cuándo se conocen?.

- Creo que desde hace 3 meses hablamos.

- Y...

- ¿Y qué? -pregunto incrédula-.

- ¿Te sigue gustando?.

- No lo sé -miento, cada día me gustaba más. Cada salida juntos. Sus bromas. Cada vez que caminábamos y reíamos me sentía completa, Feliz. Era yo misma. Y yo estaba a su lado.

- Voy a creer que no me respondiste, y te lo diré de nuevo. -hace una pausa, pero la interrumpo.

-Vale, me rindo. -termino de comer-. Pero es muy apresurado para que me des ese vestido.

-Bueno...yo... -vuelvo a ver su rostro triste, queriendo decirme algo importante, pero no lo hace-.

-¿Pasa algo?.

-Nada -cambia de postura-. ¿Haz visto las noticias?, me siento preocupada con esos últimos ataques.

-¿Te refieres a los dementores?

-Con solo la descripción me da escalofríos.

-Es mejor no toparselos nunca.

-¿Que harías si te encuentras con esas cosas?. -La pregunta me toma por sorpresa.

-No lo se, solo espero que jamas los encuentre, no estaría preparada.

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-Pasé el resto de la mañana con mi madre Tatiana. Me dió muchos consejos y me ayudó a arreglarme. La única pista que me dio fue que debería estar cómoda. 

-Te ves guapísima -me dice dándome los últimos retoques con la brocha de rubor. -Hasta yo me enamoraría de ti.

- ¿Pero qué cosas dices madre? -me río- Te llevarías bien con Alex.

-¿Alex?.

-Un compañero del trabajo. A veces dice una cosas un poco extrañas pero graciosas.

-En ese momento alguien toca la puerta. Me pongo nerviosa, y mi madre lo nota.

-Yo voy. -dice saliendo de la habitación, no sin antes decirme.- Recuerda, sé tú misma.

-Ella abre la puerta, y examina a mi cita de pies a cabeza.

-Buenos días -dice George un poco nervioso- ¿Está Alice?.

- Aquí estoy -digo saliendo-.

-Te vez más hermosa de lo que ya eres -me sonríe-. Un gusto, mi nombre es George Weasley-saluda a mi madre-.

-El placer es todo mío -dice ella- Espero cuides bien a mi hija. No quiero que Edward me diga algo malo.

-No sería capaz de hacerle daño.

-Eso espero.

-¡Madre! -le digo un poco avergonzada.

-Vallan, esta vieja señora se va a hacer unas cosas -dice queriendo romper la tensión del momento-.

-Te veo luego mami -le doy un beso en la mejilla-.

-Hasta luego...

-Tatiana -asiente-

-La traeré sana y salva, no se preocupe. -George pone un brazo sobre mis hombros-.

-¡Las manos donde las vea Weasley! -grita ella riendo.

-¡Mamá!.

-Sabes como soy yo querida. ¡Adiós!.

-Ambos caminamos juntos.- ¿A dónde vamos?.

-Es una sorpresa.

-¿Una pista?.

- Dejaría de ser sorpresa.

-Por favor. -le ruego-.

-No se vale si haces puchero -me mira-   así obtendrías todo lo que quisieras.

-Lo tomaré como un cumplido-sonrío-.

-Dame la mano.

-¿Nos...vamos a aparecer?.

-Pero antes -toma una venda- tendrás que cerrar los ojos.

-¡Pero se me puede dañar el maquillaje!.

-Alice, Tu eres hermosa como eres. No necesitas maquillaje para verte hermosa.

-Es lo más lindo que me han dicho.

-¿Confías en mí?.

-Bueno...-alza una ceja al ver que dudaba- Vale vale, me rindo.

-No te vas a arrepentir - sonríe, y me pone la venda-.

-¿Lista?.

-No veo nada.

-Esa es la idea. -Acto seguido, toma mi mano y siento un mareo. Ya habíamos llegado. -¿Dónde crees que estamos?.

-No lo sé. No veo nada.

-El de las bromas soy yo,¿Okey?.

-Entiendo- me río-.

- Intenta adivinar.

-Hace mucho aire -digo-, y...¿sal?. -siento como intenta quitarme la venda-

- Espero no me mates -dice quitando la cinta-.

-Abro los ojos, al inicio no entendía, pues mi vista se acostumbra por un momento, pero luego...

-¿Cómo supiste que quería venir aquí?-digo con una sonrisa-.

-Es una larga historia.

-Te lo dijo mi madre- volteo a verlo-.

-Bueno, tal vez no sea tan larga -se excusa-.

-Hay que ver que ambos saben mentir.

-¿Estás molesta? Porque puedo...

-No no, es... Maravilloso.

-Espero que nuestra cita salga como la tengo planeada.

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N/A: ahhhhh, ¿qué si estoy emocionada? Pues si ahre jajajaja