~ Narrador omnisciente~:

- ¡Un doctor!- gritó el pelirrojo.

- San Mungo seguía igual de lleno.
Magos y brujas corrían de un lugar a otro en busca de implementos, pero estaban tan ocupados, que muchas veces ignoraban a los que llegaban.

- Miles de botellas con pociones de diferentes colores paseaban por el techo, mientras los magos enfermos corrían tumbando a todos.

- Alguien haga algo, ¡ahora! - Gritó Lucius al ver cómo el cabello de la chica volvía a su tono habitual, café.

- Varias enfermeras aparecen en el lugar y se la llevan, dejando al pelirrojo y al rubio llorando.

- Y sí, al joven Draco también le dolía, la odiaba tanto que ... Terminó encariñandose con ella.

- Pocas veces intercambiaron palabras sin llegar a un insulto, pero fué suficiente para notar que ella lo había perdonado.

- A los 10 minutos llega toda la familia Weasley, la familia Tonks y Narcisa.

- Los nervios estaban presentes en todos, unos por su hija, otros por su amiga, y otro ... Por la persona que quería en su vida.

- Con mucho miedo, Andrómeda se acerca a su hermana.

- Después de muchos años alejadas, aún así, Andrómeda toma su rostro y empieza a curarla.

- Dro... - Susurro Narcisa entre lágrimas.

- Dolerá un poco - advirtió la mayor, luego murmuró un hechizo y la herida estaba cerrando.

- Narcisa quería hablar con ella, pero no era el momento, ni el lugar correcto.

- Andrómeda se aleja de su hermana y vuelve junto a su esposo, quién la recibe con los brazos abiertos.

- El miedo de ambos... Ya lo habían vivido.
Nymphadora aún seguía presente en sus corazones, y en la mirada del pequeño Teddy.
Pero no perderían a otra hija.

- Luego de lo que pareció un año para George Weasley, un doctor sale de la habitación.

- ¿Cómo está? - preguntó el joven.

- Es una suerte y un milagro.

- ¿A qué se refiere? - preguntan los padres de la chica.

- La maldición no cayó completamente en ella, pero ...

- ¿Pero qué? - preguntó Draco- si es por dinero o...

- No dude de nuestras experiencias, pero me temo que la paciente tendrá secuelas.

- ¿Qué clase de secuelas? - indagaron las mejores amigas de Alice.

- De eso lo hablaremos cuando despierte, por ahora necesita descansar.

- El mago se dirige a la recepción para llenar unas fichas, mientras todos los presentes se miran con miedo.

- Grinderwald había muerto.
En su mano había un giratiempos. Un objeto que no pudo usar por su debilidad.

- Su propia hija lo había retado. Y lo venció, demostrado su valentía, su poder, y su inteligencia en duelo.

- Claramente era una Gryffindor.

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- 5 Horas han pasado desde la última noticia del doctor.

- Las hermanas Black entablaron una corta conversación que, para sorpresa de muchos, terminó en lágrimas.

- No solo por la chica que yacía en la habitación de en frente, sino por los recuerdos del pasado.

- Cariño...  - Molly intenta hablar con George- ve a descansar, mírate.

- Cuando tenga noticias de ella, lo haré.

- Sus hermanos también intentaron convencerlo de irse a revisar, aún tenía una herida en su abdomen.
Pero el chico no se iría a ningún lado.
No sin ella.

-  Cuando ella esté bien, me iré a casa.

- El silencio de la sala era interrumpido por los magos o brujas que también llegaban buscando ayuda.

- El aire acondicionado no jugaba a su favor.

- Draco intentaba tomar un poco de café, mientras Astoria estaba a su lado.

- Edward se levanta rápidamente al ver que varias enfermeras entran a la habitación de su hija de forma desesperada.

- Draco intenta decir algo, pero cierran el lugar haciendo que el miedo y la desesperación se unan nuevamente.

- Ginny empieza a dar vueltas de forma desesperada, al igual que Hermione, que no paraba de susurrar cosas.

-Familiares de Alice Grindelwald- El doctor sale asustando a todos.

- No solo por la forma que la ha llamado, sino por el gesto en su rostro.

- Todos se levantan en ese mismo momento.

- Nadie era familia de ella, al menos no de forma directa, de sangre.

- Pero Andrómeda fue su madre por mucho tiempo.

- Yo... soy su madre.

- Su voz estaba quebrada, así que Edward Tonks continúa por ella. - Somos sus familiares más cercanos... los únicos que tiene.

- El Doctor baja la mirada- lo siento...

-Ted abraza a su esposa, ambos estaban llorando en el suelo.

- Molly y Artur se habían quedado sin palabras.

- Las chicas se llevaron las manos a la boca para ahogar un grito.

- Narcisa abrazó a su hermana, y luego a su hijo.

- Ron y Ginny intentaron acercarse a George.

- Sin embargo, el joven sentía que todo se quedaba en completo silencio.
Todo sucedía en cámara lenta.

- Lo único que hace es huir.
Sale del hospital en busca del aire que exigían sus pulmones.

- Aquello... La pérdida.
Realmente era lo peor que había sentido.

- Fred y Alice...

- El pelirrojo y la castaña...

- El pequitas y la risueña...

- El chico maldice por lo bajo.

- Se sentía estúpido. Jamás debió dejarla ir sola.

- Estaba dispuesto a darlo todo por ella, a caminar sobre espinas si era necesario.

- Una mano se posa en un hombro, haciendo asustar al joven.

- Estará bien.

- No Edward, yo... Se supone que debía cuidarla.

- No es tu culpa.

- Claro que lo es. Sólo debía irme 10 minutos... 10 malditos minutos, y...

- Las palabras le costaban.

- Queda poco tiempo.

- Lo sé, y eso...  Es lo que más me duele.

- No quiero dejarla ir... No quiero perder a otra hija.

- Ambos hombres lloran.

- Llorar no te hace menos hombre, eso demuestra que tienes miedo, sin embargo, también muestra que eres valiente.
Que estás enfrentado a la prueba más dura de la vida, dónde cada tropiezo es un nuevo escalón... Un nuevo comienzo.

- Alice Grindelwald estaba en coma.