~∆ Capítulo 20∆~

~Narrador omnisciente~:

- El miedo se hacía presente en la mansión Malfoy.

- ¡Mamá! - Gritó Draco al ver a su madre en el suelo, tratando de tapar su golpe.

- Hay que buscarla...

- De pronto aparece Lucius, el cuál parecía muy furioso al ver tanta gentuza en su hogar.

- Todo esto es tu culpa - Gritó George encarando al hombre- ahora no sabemos dónde se la ha llevado.

- No sé de qué hablas Weasley, señor ministro...

- Pero se calla al ver a su esposa en el suelo.

- ¿Qué le hicieron? - Apuntó con su varita a Kingsley mientras el resto lo apuntaba a él.

- Está tomando a la persona equivocada Lucius.

- Miente.

- Al igual que Grinderwald lo hizo contigo - hablo Narcisa con miedo- Por tu culpa una inocente está pagando tus problemas.

- Draco sintió asco por su padre.
No entendía en qué momento lo consideró un modelo a seguir... Había vuelto a ser el mismo...

El mismo cobarde.

- ¿A dónde la pudo llevar? - indaga Lucius al ver que su esposa estaba realmente preocupada.

- Alemania - Gritó Hermione.

- ¿Por qué allí? - preguntó Ginny.

- Allí empezó toda la historia... Allí sufrió el ataque de los dementores...

- Tiene mucho sentido - Opinó Astoria acomodando su cabello en una coleta. - Hora de irnos.

- Es peligroso, lo mejor es que vallamos los más expertos - Opino el ministro esperando la dirección.

- Tomen sus manos, yo los llevaré.

- Todos hacen caso mientras George trata de visualizar el lugar.
Los árboles... La nieve... La cabaña...
Todo le daba vueltas, y la preocupación no le dejaba pensar claramente.

- Sin embargo, lograron llegar al lugar.

- A menos de 10 metros estaba llevándose el duelo más impresionante del año.

- Ambos manejaban la varita de forma extraordinaria, y con la suficiente elegancia.

- La chica configura un árbol, el cuál se transforma en una especie de león y ataca a un puma.

- El hombre contraataca apuntando a su hija, pero de nuevo, una especie de barrera de lianas le impide el paso.

- ¡Te crees tanto, y eres poca cosa! - Escupió la joven sin percatarse de los recién llegados- ¡ Cómo te atreves a golpear a una Mujer!   - empieza a retroceder con dificultad.

- El hombre apunta su varita hacia otro costado, transformando una rama en un águila.

- Alice no se intimida, al contrario, lo imita, pero intercambia la figura a un fénix.

Este animal representa el renacimiento, la lealtad y la valentía de la chica.

- Cierra la boca niña estúpida, la vida exige riesgos, y debes entenderlo - Grinderwald lanza un hechizo directamente a la joven..

- Sin embargo, Alice lo esquiva- ¡dime qué no lo hiciste! Dímelo.

- En el fondo, la chica esperaba que ese pensamiento, o recuerdo, estuviera alterado, que su madre biológica estuviera viva.

- Ella se estaba interponiendo en mi plan.

- ¡Eres un hijo de puta!

- George intenta acercarse, pero un hechizo roza su cuello.

- Voltea y nota al león matar al puma.
Mientras el fénix cantaba la victoria.

-! Cómo te atreviste a matar a mi madre! ... ¡A las dos!

- Ambas eran unas bastardas.

- El mago rasca su muñeca, le dolía.

- Maté a Quennie porque yo no quería dejarte ir con otras personas - lanza un hechizo- y a Tatiana ... Sólo fué una coincidencia que me favoreció, descubriste que eres un monstruo, al igual que yo.

- De la rabia, Alice  no reaccionó a tiempo, estaba consumida en sus propios pensamientos que... No se dió cuenta de que una barrera la separó.

- ¿ George? Que haces aquí, vete

- Ginny intenta unirse a su hermano.

- Pero el mandatario se da cuenta de los intrusos y rápidamente inmoviliza a todos los presentes.

- Valla valla, ya llegó el noviesito -ambos empiezan a pelear - ¿cómo está tu hermano? O cierto, está muerto, al igual que ella lo estará.

- Debiste haber muerto a manos de Voldemort -lanza un hechizo que el otro sujeto logra esquivar - al menos dile en dónde está su madre.

- Alice prestó atención a los movimientos de cada uno.

- En una tumba  - ataca a George con múltiples hechizos, obligándolo a caer al suelo.

- El plan de Grinderwald había fallado en todos los aspectos.
Conquistar se volvió una tarea difícil, al igual que en años anteriores.

- Pero esta vez cayó bajo.
No fue Albus Dumbledore quien le ganó, fue una simple chica... Su propia hija.

- No le quedaba nada... Salvo un giratiempos.

- ¿Qué prefieres primero hija, ver cómo lo mato, o saber la ubicación de tu madre?

- Sin embargo no dice nada.

- Grinderwald apunta con su varita a George, dispuesto a matarlo.

- Lo haré en ese orden si lo deseas.

- La chica desarma a su padre, a la vez que causa una grave herida en su mano.

- La impotencia es demasiada notoria, pero el pelirrojo nota algo... El cabello de Alice se tornaba blanco.

- ¡Nadie se mete con mi familia!

- Grinderwald estaba sorprendido por la habilidad de su hija.

- ¡No eres nadie para decidir mi futuro! - la chica se acerca y camina hacia él-  Estoy cansada que la gente me obligué a cosas que no quiero, arta de todos... De ti    - tenía la punta de su varita apuntando al pecho de su padre.

- Sin embargo, su mano temblaba.

- ¡Hazlo! - sonríe el hombre-  Conoces el hechizo, solo debes decir .... Las palabras.

- En el fondo sabía que no lo haría, sobre todo teniendo la vista del ministro.

- ¡No! Ya habrá otra forma - Gritó el chico.

- Pero no la había para ella.
Su misión era proteger a Teddy... Y lo haría a cualquier precio.

- Ella voltea su rostro- Te quiero George, jamás dejé de hacerlo  - vuelve a girar su cabeza para atacarlo,  pero Grindelwald le gana, lanzándole una maldición asesina a su propia hija.

- El mago supo aprovechar la distracción de la chica, había tomado nuevamente su varita.

- Parecía que caería al suelo, pero el hechizo... Había rebotado en ambos.

- ¡Alice!- George se levanta como puede para ir por ella, a su alrededor se escuchan magos apareciendo, mientras que los petrificados volvían a respirar.

- Te dije ... que...  lo haría... - Grinderwald intenta  desaparecer, pero estaba muy herido.

- ¡Por favor, Alice, no me dejes! - el pelirrojo toma su cuerpo del suelo y la envuelve en sus brazos- por favor...

- El chico notó como los objetos que ella transformó estaban volviendo a su forma natural.

- Hacía mucho frío.

- Don't Leave Me Alone Alice...

- La voz de Draco se hizo presente en ese mismo momento- ¡Alice! - corre hacia ella- no debí dejarte sola - toma su mano verificando su pulso - ¡Papá, ayúdame!

- Lucius de mala gana va hacia ellos, pues le debía la vida de su esposa- Weasley, cargarla.

- George no podía moverse, se sentía tan mal.

- Ya había perdido a su gemelo, pero no soportaría perderla ella.

- Aquella chica que luchaba por todos con valentía.
Estaba resurgiendo de las cenizas, tal cuál lo hace un Fénix.

- Pero Alice tampoco reaccionaba, su pulso iba bajando cada vez más

- Así que Draco los toma a ambos del brazo y se aparecen en San Mungo.
Mientras Kingsley y su equipo verifican que Grinderwald esté realmente muerto.

- Lo logró - susurró el ministro.

- De la mano del hombre loca tomar un giratiempos, el cuál destruye.
No puede caer en manos equivocadas, mucho menos con lo que acabó de pasar.

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