~∆ Capítulo 17~∆

~George Weasley~:

- Será mejor que se lo digas tú, sino el daño será peor.

- Las palabras de Angelina seguía en mi mente.
A pesar de que ya ha pasado 3 años que me lo dijo.

- Recuerdo haber dañado un nuevo invento de Fred para la tienda. Era la razón por la que estaba muy emocionado ese año. Yo ni siquiera sabía de la existencia de ese objeto, y tenía miedo.

- De los dos, Fred era el que siempre tomaba la delantera. En todo, tanto en bromas cómo en la vida personal.

- No era nadie sin él.

- Sin embargo, esa maldita noche no pude dormir.

- La viva imagen de Alice siento torturada por una Maldición Imperdonable me daba escalofríos.

- Debes ir a dormir, pareces un muerto en vida - Se burla Ginny de mi aspecto.

- No lo entenderías.

- Pero lo puedo hacer -me fulmina con la mirada haciendo el mismo gesto que Molly. - sólo debes contarme.

- No Ginny.

- Entonces iré a encarar a Malfoy.
Desde ayer estás peor que nunca.

- Desde que Alice había roto conmigo había cambiado muchas cosas.
De vez en cuando salía a embriagarme, llegaba a altas horas de la noche, en pocas palabras, no había mejorado nada.

- Estoy bien , sólo que ... me duele la cabeza.

- Iré por unas pastillas.

- No Ginny yo... Voy a dar una vuelta.

- Dejo a mi hermana con la palabra en la boca, tomo mi chaqueta y salgo de la tienda.

- ¿A dónde? - me pregunta el chico del "Autobús Noctámbulo".

- A la mansión Malfoy.

- Ni siquiera alcanzo a sentarme cuando el autobús arranca.

- Razón tenía Harry, viajar en esto es realmente lo peor que puedes hacer en tu vida.

- El autobús corría a una velocidad enorme, y frenaba en seco, haciendo que una joven bruja casi cayera al suelo.
De no ser porque la sostuve.

- Gracias - Se sonroja mientras empieza a bajar.

- El objeto vuelve a tomar la ruta, y en menos de 5 minutos estoy en un lado que claramente no conozco.

- Esto es lo máximo que podemos adentrarnos, te tocará caminar.

- Asiento pagando los 3 Galeones del pasaje y emprendo la caminata.

- El lugar era realmente enorme, parecía que el bosque correspondía a la mansión.

- Me escondo detrás de un arbusto al ver a mi chica.

- Sonreía a un pequeño gato, mientras le daba de comer.

- Sin embargo, levanta a cabeza y mira hacia donde estoy.
A tiempo logro ocultarme.

- Alice, entra que necesito algo.

- Ya voy padre.

- Debo sacarla de este lugar.
Intento seguir y entrar por la reja, pero una mano en mi hombro me lo impide.

-¿Qué haces?

- Vine por ella.

- ¿Estás loco Weasley?

- No Malfoy, por eso debo sacarla de aquí.

- Pues tenemos un gran problema.

- ¿Qué pasa?

- Es que... El matrimonio ha sido adelantado.

- Aprieto mi mano en señal de enojo.
No no, esto no puede estar pasando.

- Ayer... Grindelwald tomó la decisión cuando casi nos descubre.

- Sin embargo, encaro al platinado jalando el cuello de su camisa.

- Estamos del mismo lado... ¿Verdad?

- Dependerá de tus acciones Malfoy.

- Lo suelto, realmente no vale la pena.

- Tengo un plan - me dice.

- Habla.

- De la parte más difícil me hago cargo yo.

- ¿Y qué se supone que voy a hacer?

- Busca un lugar para ocultarnos.

- ¿Por....

- Si vamos a huir, vamos a ser buscados por todo el mundo, desde Aurores, hasta aliados de Grindelwald.

- Sé que tiene razón.

-¿Algo más?

- Si... Busca a Astoria Greengrass, y dile que venga lo más rápido posible.

_______________________

~ Alice Grindelwald~:

- Siento que no puedo más.

- Cada vez que intento liberarme de esta Maldición , Grindelwald estaba un paso delante de mí.

- No podía controlar mis acciones.

- Todo empezó como venganza hacia aquellos que me hicieron daño alguna vez, pero esto ha llegado muy lejos.

- Llorar está bien, pero deberás pasar página algún día.

- Las palabras de Hermione era lo único que me mantenía a flote.

- Ambas lloramos aquel día.
Ella lo hacía por Ron, y por su estupidez al salir con Lavender.
Yo lo hacía porque había sido atacada por Pansy, siendo el ridículo de todo Hogwarts por un mes.

- Ambas hijas de muggles... Tratando de encajar en un lugar dónde no éramos bien aceptadas.

- Hoy la situación era distinta.
Era una Grindelwald.

- Ni siquiera tiene sentido.
Se supone que la época de Grindelwald, a comparación conmigo, yo debería tener... 40 años más o menos.

- Sin embargo, sólo tengo 18.

- Narcisa - la llamo al ver que está sola.

- ¿Necesitas algo?

- Un favor tal vez...

- Ella limpia una lágrima que justo caía por mi mejilla.

Tal cual lo hacía Andrómeda.

- No hay nadie, vamos al jardín.

- ¿Podríamos ir a un lugar más... Privado?

- Me examina dudosamente. No puede decir nada, ni yo tampoco.
Sin embargo, ella toma mi mano y me lleva a dónde se supone es su habitación.

- Todo estaba bien cuidado, desde la forma de las plantas, hasta la pequeña estantería.

- Necesito salir de aquí.

- Disculpa... No te he entendido.

- Me quedo confundida ante su comentario.

- ¿Pudiste... Entenderme?

- Te escuché querida, pero parecías hablar otro idioma.

- De pronto una idea viene a mi mente.
No puedo hablar de lo ocurrido por el hechizo que puso Grindelwald sobre mí, pero sí puedo decir algunas cosas en otro idioma.

- ¿Sabes Francés?

- Un poquito.

- Confundida, empieza a sacar un libro.
"Gramática de un Francés"

- J'ai besoin de sortir d'ici.

- Guardo la esperanza de que pueda descifrar el enigma.

- No puedo ayudarte a salir Alice, yo...

- Il me contrôle avec une malédiction.

- Vuelve a buscar en su libro, pero esta vez me mira con pena.

(Me está controlando con una Maldición)

- Por favor...

- Mis ojos empiezan a soltar lágrimas.
Debo salir de aquí cuánto antes.
Alertar al ministro Kingsley.

- Es muy peligroso, yo...

- La entendía, tenía miedo.
Bajo la cabeza decepcionada de mí misma.

- Guardaba la esperanza de que pudiera ayudarme, pero no ha sido verdad.

- ¿Al menos ... Puedo pedirte un último favor?

- Narcisa asiente.

- Escríbele a Andrómeda de mi parte, dile que estoy bien... Y dale una invitación, la boda será en tres  semanas.

- Salgo del lugar hacia mi habitación, voy  dirigiendo mi atención al camino, pero escucho una dulce voz.

- Alice ____

- Aquella venía del pasillo contrario, más precisamente en la habitación de Grindelwald.

- Con mucho miedo me dirijo al lugar.

- Estaba a punto de abrir la puerta, cuándo unos estruendos me alertan de su llegada.

- Rápidamente corro al otro lado y me encierro en mi habitación.

- Debo entrar en ese lugar.

_________________________

- En 3 días sería la boda.

- O cómo prefiere llamarla la prensa.
"La Gran Boda del Año"

- Yo solo quería largarme de allí.
Tal vez si me casaba con Draco, podría ser libre.

- Ambos llegamos a un acuerdo.
Luego de esa boda, cada quién haría lo que quisiera con su vida.

- Yo iría al otro lado del mundo.
Compraría una casa en el mundo muggle, pondría una tienda de ropa en honor a Tatiana, y viviría con Edward, Andrómeda y Teddy.

- Juntos, como la familia que éramos antes de todo.

- Pero antes, debía entrar a esa habitación.

- Los llamados de esa dulce voz era cada vez más frecuentes.
Era cómo si... Conociera de quién era.

- Aprovecho que todos están desayunando en la sala y corro hacia el lugar.

- Alohomora -pero la puerta no se abre.

- Intento con varios hechizos, pero ninguno funciona.

- No me queda otra opción más que tirar la puerta.
Aprovecho que Draco empieza a estornudar y empujo haciendo presión.

- Gracias gatito.

- Había intentado de todo, pero ni siquiera podía aparecerme en este lugar.

- Había muchas cosas.
Libros de magia oscura.
Tinta y pergaminos.
Un mapa con las localizaciones de los últimos y nuevos ataques.
Pero sin duda alguna algo llamó mi atención.

- Una pequeña fotografía de una rubia.
La mujer era totalmente hermosa.
Sus ojos eran de tonalidad verde, y sus labios, rojos como cerezas.


- ¿Quién será?

- Analizo el lugar. No hay nada con que pueda acusarlo, o por lo menos, una cosa que me ayude a huir.

- Noto que la bruja mira un punto específico de la habitación.

- Volteo a la estantería, no hay nada.

- Unos pasos me alertan.
Intento salir rápidamente, pero sin querer topo con algo en el suelo.

- ¿Un giratiempos?

- Muchas cosas me estaban quedando claras, pero a la vez, otras dudas invadían mi mente.

- Confundus - Susurro al ver que Casper entra en el lugar.

- Gracias al hechizo no logra distinguirme, sin embargo, toma un libro y sale de la habitación.

Debo decirle a Draco.

- Tal vez él lo entienda y me ayude a salir de aquí antes de la boda.

- Trato de dejar todo dónde estaba y salgo del lugar con completo cuidado.

- Llego al jardín, tomo un libro y hago como si nunca hubiera salido del lugar.

- Te estaba buscando - me dice Grindelwald.

- Lo siento padre, fuí al baño, pero me entretuve con el pequeño gato.

- Y como si lo hubiera llamado, el pequeño sale debajo de la silla y se posiciona frente a él.

- Tenemos trabajo que hacer.

- Me levanto de la silla y camino detrás de él.

Vamos a ver qué más ocultas... Padre.

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