~∆ Capítulo 15∆~
~ Narrador omnisciente~:
- Los ataques del nuevo clan han mejorado muchísimo al mundo mágico.
- Fieles seguidores se han unido en secreto.
Pero una noticia seguía retumbando en la mente de la castaña.
- " Felicidades al futuro matrimonio" - dijo la reportera antes de salir de la mansión Malfoy.
- Ella sólo tenía que esperar a que todos se fueran y...
-¡No voy a casarme con él! - gritó señalando a Draco.
- ¡Ni yo con ella!
- Chicos... Sólo piensen que es parte del plan - los interrumpe Lucius con cierto temor en su voz- Además de que... Ambos pertenecen a las familias más prestigiosas del mundo mágico.
- Ésto... es el colmo - bufa la chica llamando al elfo- ¡Ni siquiera nos consultaron!
- Por primera vez en la vida, Draco entiende una de sus razones.
- La decisión ya está tomada - Habla Grindelwald- La boda será en Junio de este año.
-¡Qué! No, lo siento...
- Pero Draco se calla al ver que Gellert le apunta con la varita.
- Harán lo que yo diga, cuándo lo diga y cómo ordene - baja su varita- ¿Entendido?
- Ninguna dice nada.
- Pregunté si estaba entendido.
- Si señor - dicen los dos a la vez.
- Eso espero.
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- Grindelwald seguía controlando las acciones de su hija.
- A pesar de que ha pasado 2 semanas desde el anuncio de la boda, ninguno muestra interés por el otro.
Situación que lo tenía cansado.
- ¡Te he dicho que no!
- ¿Por qué? - se pasea por la habitación de su hija- No me digas que aún sientes algo por ese pelirrojo.
- Claro que no.
- Mentiras y más mentiras - suelta enojado- ¿Crees que no veo cómo tratas de contactar con él?
- Eso pasó hace muchísimo tiempo - responde Alice con tristeza.
-Estaba cansada de ser ignorada. Desde que llegó no hacia otra cosa más que escribirle a Edward, a sus mejores amigas: Ginny y Angelina, a George.
Pero por alguna extraña razón sus cartas no llegaban.
- O más bien... Por alguien.
- Tendrás que mostrar cierto interés en Draco, por lo menos cuando están en público - le apunta con su varita- ¿Lo comprendes?
-¿Qué tiene que ver esto con el plan?
- Muchas cosas.
La chica no podía hablar con alguien sobre esto, le era prohibido.
- Tenía un hechizo que le impedía soltar cualquier dato.
- Imperio.
- La luz amarillenta rodea el cuerpo de la chica mientras su padre " acomodaba" sus recuerdos.
- Nada ni nadie iba a impedir su plan.
________________________
-Marzo mostraba un clima cálido.
-Las hojas de los árboles estaban empezando a tornarse amarillas.
Muchos animales visitaban el país por motivos migratorios.
- Los hechizos por parte de Grindelwald eran cada vez más fuertes. Su hija mostraba cierta fuerza al intentar recuperarse. Pero no podía... Aún era débil.
- Una modista había llegado a la mansión Malfoy con el fin de empezar a realizar los trajes de los novios.
- Alice se había medido más de 10 vestidos, de los cuales ninguno convencía a su padre.
- El vestido debe mostrar poder, elegancia y riqueza - Exclama Grindelwald.
- La señora estaba asustada. Realmente debía impresionar al hombre, pues su vida dependía de ello.
- Éste le va a encantar...
- Lleva diciendo lo mismo desde hace 3 horas.
- Narcisa también estaba allí.
Alice le había pedido de favor que la acompañase, no quería estar sola.
Mucho menos con ese hombre.
- Después de 20 minutos, la chica sale con un vestido muy al estilo de una princesa.
Tenía un escote que resaltaba su pecho.
La cintura denotaba su hermoso cuerpo.
Y el resto era...
- Es perfecto - Exclama Grindelwald por fin.
- Alice camina hacia el enorme espejo.
No se reconoce.
Jamás lo había creído.
(Vestido de referencia)
- Excelente - dice Narcisa con una sonrisa. La chica se veía realmente hermosa. - ¿Qué opinas?
- La empleada rogaba a Merlín por que este le guste, sinó, no volvería a ver la luz del día.
- ¡Me encanta!
- La señora suspira aliviada.
- Bien, es todo por ahora.
- Alice vuelve a cambiarse mientras admira el hermoso vestido.
- Le haré unos ajustes... Pero lo tendrá esta misma semana.
- Ella sale mientras los presentes se acomodan en el sofá.
- Luego de unos minutos llegan Draco y Lucius.
- Imperio - Susurra Casper al notar que Alice estaba reaccionando.
- Nadie lo había notado.
- Alice - Grindelwald mira a su hija- Hace un momento me querías decir algo, ¿Qué era?
- Bueno - dice la chica simulando estar nerviosa- quería saber si puedo invitar a mi ma..... A Andrómeda y Ted.
- Todos los presentes miran con atención a la chica.
- Fueron mis tutores por varios años y... me encantaría que estuvieran allí.
- Pero Alice también tenía sus propios planes.
Era consciente de que ellos la controlaban, debía huir de ese lugar cuánto antes.
- Creo que... Le debo mucho a esa familia - dice con un poco de asco, sabía que Edward era un sangre sucia, y que Andrómeda era una traidora- claro que puedes ir.
- Gracias padre - dice con un tono alegre. Ésta es su oportunidad de escapar
-La chica ya estaba a punto de desparecerse cuando...
- Draco podría acompañarte Alice - interrumpió Lucius mientras Draco voltea los ojos.
- No no, iré sola, no quiero molestarlo -se desaparece antes de que cambien de opinión.
- No seas grosero Draco, síguela.
- No sé dónde...
- Esta es la dirección a dónde ha ido -le da una tarjeta- Tienes que cuidarla con tu vida si es necesario.
- Draco asiente con temor.
No había sentido eso desde... Desde que Voldemort...
- El chico desaparece de la mansión. Realmente odiaba hacer esto.
- Nota a la chica caminar más adelante a pasos rápidos, así que se oculta para que no lo vea.
- Pero dos sujetos acorralan a la chica antes de llegar al callejón.
- Eran los hermanos Evans.
- Mira a quién nos encontramos Jeremy - dice el primer chico.
- Ésta no es tu zona pequeña - Habla el otro.
- ¿Acaso no lo recuerdas? La huérfana se peleó con su padre.
- La chica intenta sacar su varita, pero es en vano, el segundo hermano la tira a un lado buscándose de semejante acción.
- Que bonita vas hoy Alice.
- Cierra la boca Joseph - le escupe la chica, pero éste la acorrala en la pared sosteniendo su cuerpo.
- ¿No quieres ir por unos tragos? - pregunta Jeremy tomando su mandíbula.
- ¡Déjame! - grita alertando al joven rubio que estaba a punto de irse a casa.
- Jeremy roza su rostro oliendo su perfume - no sabes cuánto espere este momento- toma su mentón -siempre estabas con alguien, tu amiga la pelirroja, el chico pelirrojo...
- Es raro no verlos aquí, o cierto... Él está muerto - se burla Joseph.
- Alice se enoja mucho con el comentario, a tal punto de darle una patada en la ingle a Joseph- ¡cállate!.
- Jeremy la empieza a ahorcar - Seras mía Alice- empieza a quitar una prenda. La chica intentaba forcejear, pero era en vano, ese chico le ganaba en fuerza.
- Ey - grita su hermano, pero él lo ignora, al menos hasta que alguien lo golpea, haciendo que se aleje.
- Déjala, te dijo que no - Grita un Draco furioso, intentando cubrir con su cuerpo a la chica.
- Así que ya tienes a otro -se ríe Jeremy.
- Daniel tenía razón - opina el otro mientras se levanta- eres una maldita Zorra.
-Y eso fue suficiente para que Draco los empiece a golpear.
- Los tres pelean, mientras Alice lloraba en un rincón intentando asimilar lo que le hubiera pasado si el Slytherin no hubiera llegado.
- Draco los golpea en la nariz, haciendo que sangren.
- ¿De dónde lo aprendió?
Por Hermione.
- Deben aprender a respetar una mujer -su voz fue profunda.
- Los chicos se alejan un poco mirando a ambos con recelo.
- Vámonos Alice -se acerca a ella tomándola de la mano.
- No le importaba que unos simple muggles los vieran desaparecer.
...
- Alice abre los ojos, y vé que están de vuelta en la mansión Malfoy, más precisamente en la habitación de Draco.
- ¿Estás bien?
-Ella no responde.
- Si quieres... puedo irme -hace ademán de abrir la puerta.
- Draco... Es tu habitación, no la mía - dice mientras se limpia las lágrimas. - Soy yo la que debe irse.
- Oye... Sé que no somos amigos, pero puedes contarme si quieres.
- La chica baja la mirada apenada.
- Tengo una idea - Draco voltea para verla- ¿confías en mí?
- Era claro que no lo hacía.
-Sabes que, toma mi mano. - dice al ver que ella no hacía ningún movimiento.
- Ella hace caso un poco confundida.
- Ambos parecen en la heladería del callejón Diagon
- Toma asiento.
- Alice estaba confundida por la repentina amabilidad del chico.
- Tranquila, no muerdo -dijo Draco intentando hacerla reír.
- Ambos se sientan en una mesa alejada de todos
- Mamá solía traerme aquí cuando me encontraba mal, decía que el helado era lo mejor para cambiar ánimos.
- Alice soltó una risita por un recuerdo.
Uno con cierto pelirrojo.
- George, Edward y ella comiendo helado a media noche mientras veían películas de superhéroes.
- La empleada del lugar aparece tomando de sorpresa a la joven.
- Joven Draco, que alegría verlo por aquí - la anciana hace una reverencia- señorita Grindelwald - realiza el mismo gesto - ¿qué sabor decean el helado?
- Un helado de menta para mí - pide Draco- para la chica...
- De fresa -dijo tímidamente.
- De acuerdo, ya vuelvo.
- Draco se ríe- de fresa...
- ¿Hay algo malo?
- Nada, solo que... A mi madre le encanta.
- ¿Y a ti no?
- También - se encoje de hombros- pero es rosa.
- ¿Y eso que tiene que ver con todo esto?
- Draco suspira- es un color cercano al rojo, de Griffyndor, y no va con mi estilo -juega con su chaqueta- por eso elijo el de menta, por el color verde.
- Alice sólo sonríe después de tanto tiempo.
- Quería que el Draco con quién estaba hablando se quedara, ero lo único que podía hacer en ese momento.
- Draco intenta contar chistes, pero es tan malo, que Alice ríe por vergüenza ajena.
Pero no contaba con que cierto pelirrojo que pasaba por allí los estaba observando.
- Todo era cierto... - Susurra George antes de irse desilusionado.
- No la reconocía en absoluto.
- Así que... - Draco intenta cambiar el tema, pero es interrumpido por la chica.
- Gracias.
- ¿Por el helado?
- Por no dejarme sola - juega con su cabello- yo... No sabía qué hacer...
- No me agradezcas, es algo que he aprendido con la guerra.
Por más que intentes atacar a una mujer, nada es tan fuerte como esa situación.
- La chica evita a toda costa mirar a su acompañante.
- ¿Quieres saber cómo lo aprendí?-Alice asiente.
- Una vez, mi padre y yo estábamos comprando algunas cosas Muggles para hechizar.
- La chica se sorprende.
- No le digas a nadie - continúa Draco - y vimos como un asqueroso muggle le gritaba a una mujer, sobre una farsa, una adopción, algo así...
- A la mente de la joven vino rápidamente un recuerdo de Tatiana.
- Ella lloraba - continúa el chico- de pronto, él empezó a golpearla - suspira.
- Nadie hacía nada, aún cuando muchas personas pasaban por el lugar.
- Mire a mi padre, y él a mi, ambos fuimos ayudarla. El hombre estaba muy furioso, así que golpeó a mi padre ... Y él no se dejó.
- ¿Y que pasó después? - pregunta Alice con total duda.
- Con la señora, ni idea. Salió corriendo del lugar para pedir ayuda. Mi padre .... Le clavó su bastón en la mano. No sé si lo recuerdes.
- Era dónde tenía su varita.
- Exacto. Entonces le clavó unas garras que tenía el bastón, dejando una clara cicatriz de seguro- ambos reían - y yo no me quedé atrás.
- La chica admiraba la forma en la que Draco contaba la historia. No había rastro del Slytherin arrogante, simplemente... Era él, lejos de su armadura.
- Mi padre puede ser muy... Egoísta, pero me enseñó a no maltratar una mujer, y si te diste cuenta, a partir de 5to año dejé de atacarte.
- Ambos se quedaron en total silencio, hasta que Alice tuvo una duda.
-Espera...¿ Que le hicieron al hombre?
- Le di un golpe en el ojo - dice orgulloso.
- ¿Tenía un tatuaje en la mano izquierda?
- Si... Fue allí donde le clavó una garra - responde el chico confundido-¿ A qué viene esto?
- Debes ser una mierda - susurra por lo bajo.
- ¿Lo conocías?
- Era alto ... Con barba, cuerpo ancho, ojos azules...
- Si Alice...
- Era Daniel, mi tutor...
- Y ahora todo le daba más sentido.
Recordó claramente que Daniel había aparecido golpeado, con la mano vendada, mientras que Tatiana lo trataba con mucho cuidado.
- Le tuvo más miedo a partir de ese día.
- Jóvenes, sus pedidos - la señora había vuelto con los helados.
- En silencio, cada uno empieza a comer.
Pero la chica ve una cabellera roja pasar por el otro lado de la calle. La de Ginny.
- Es mi oportunidad.
- ¿A qué te refieres?
- La chica estaba apunto de levantarse, pero en ese instante aparece su padre.
- Señor Grindelwald - la empleada hace una gran reverencia al verlo.
- Todos los presentes dejan de comer cuándo ven al mandatario.
- Para nadie es un secreto que algo raro estaba pasando. Iniciando con su edad.
- Debería mostrarse viejo... Pero era al contrario.
Parecía estar en sus mejores años.
- Por fin los encuentro - dice limpiando su capa mientras aparece Lucius- debemos irnos.
- ¿A dónde? - preguntan ambos.
- Sólo me llevaré a Alice - la mira mientras ella se levanta.
- La chica asiente con mucho temor.
- Gracias Draco.
- Y así, tal cuál había aparecido, se van.
- ¿Qué pasa?
- No lo sé Draco ... No lo sé.
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