~Alice~:

-Debe ser una broma. Tal vez una pesadilla.

- Grindelwald -Lucius hace una leve reverencia, y luego le sigue su esposa e hijo.

- Sabía que podía confiar en ti -habla mi padre-

-¿Es ella? -me repara de pies a cabeza.

- Lo ví con mis propios ojos.

- Lucius intenta tomar mi rostro, pero Casper se interpone.

-Lo siento, protocolos de seguridad -Se excusa el ayudante.

-Pasen, hace mucho frío -nos invita Narcisa un poco incómoda.

-Evitaba a toda costa mirar a Draco.

-Una vez dentro, noté por qué Draco alardeaba su riqueza.

- Dónde quieras que veías, había oro, plata o diamante.

- Un elfo doméstico nos invita un postre que acepto gustosa.

-Hija, ellos son la familia Malfoy... Aunque ya debes conocerlos.

- Así es. Estuve varios años en Hogwarts, además, para nadie es un secreto.

-Me imagino entonces que conoces a Draco.

-Así es -responde él por primera vez. -No estudiamos juntos por la diferencia de edad, pero si llegué a toparme con ella.

-Intentó matarme varías veces. - tomo una cucharada del postre.

Draco y Lucius se tensan.

-Pero me imagino que es parte del pasado -trata de hablar Narcisa.

-Tal vez.

Grindelwald mira a Lucius, y luego a Draco.

-Soy muy rencoroso.

-Lo sé mi señor -baja la mirada.

¿Mi Señor?

-Pero tenemos un trato -llama al elfo como si fuera suyo y le da su plato.

Él asiente.

-¿Por qué mejor no le muestras el patio a Alice? -Narcisa le pide a su hijo.

- Sígueme -me dice de mala gana.

-Trato de mantener distancia, a estas alturas de la vida no confío en nadie.

-Pasé de ser una persona repudiada por todos, a ser la hija del más temido.

-¿Qué me dice que Draco pueda ocultar algo?

-Así que... -intento hablar.

-No digas nada, solo admira el camino.

-Caminamos volviendo hacia la entrada.

-Él se sienta en una fuente mientras termino de admirar el lugar.

-Un silbido me hace voltear el rostro y sonrío.

- Ni te emociones,solo lo hago por mi padre -dice al ver mi sonrisa.

-Blaise -corro a saludarlo.

- Él fue el único Slytherin que nunca me atacó (al igual que Daphne Greengrass) . A pesar de su estatus de sangre, siempre me trató bien.

-Draco estaba confundido.

-¿Qué tal la futura reina? -me pregunta robándome una sonrisa.

-Muy bien diría yo.

-Zabini saluda a su amigo.

-¿Cómo sabes lo de Grindelwald?

-Los pertenecientes al grupo "Sagrado 28" mantenemos contacto. Eres la noticia en ese grupo selecto.

-Draco voltea los ojos.

-Trato de mantenerme con ellos, pero me da cierto temor.

-No sé que está pasando allí adentro. ¿A qué se refería mi padre con un trato?

-Camino hacia un arbusto al ver un pequeño bulto.

-Deberías darle un oportunidad -escucho a Zabini- es buena onda.

-¿Buena onda? -pregunta el rubio.

-Ignora lo que dije.

- No creo que...

-Ay qué lindo, no sabía que tenías un gato -tomo al pequeño animal.

- Draco voltea los ojos- no son gatos, son pavos reales Alice...

-Pero...

- Hay que ver que no sabes de animales.

- Arta, camino a su frente- Para mí es un...

- ¡Gato! -Draco sale corriendo mientras estornuda. -Aleja esa cosa de mí.

-Tranquilo, no es un hipogrifo -acaricio al pequeño animal.

- Cómo -estornuda- sabes -estornuda- eso...

- Tú te encargaste que todos se enteraran en Tercero -Se burla Blaise-

-La noticia del año -me burlo.

-Narcisa sale al escuchar los constantes estornudos.

-¿Qué pasa? -pregunta Lucius.

-Es que encontré un gato y...

-Draco es alérgico a los gatos -habla su madre mientras le da una poción.

-Lo siento, no lo sabía.

-La mirada de mi padre me hace callar.
Es un claro "Tú no pides disculpas, ellos te la dan a ti"

- Saquen al gato -ordena Lucius.

-Se quedará con Alice -afirma mi padre, haciendo retroceder a los empleados.

-Pero señor, mi hijo ...

-Mi hija lo quiere, ¿No es cierto?

Asiento tratado de asimilar el drama que se ha formado por un gato.

-Entonces así será.

-Draco me mira mal mientras Blaise y yo intentamos evadir la risa.

-¿Tú eres...?

- Blaise Zabini -estrecha la mano de mi padre.

- Zabini -repasa el apellido- me saludas a tu madre.

-Él asiente. -No los interrumpo, me esperan en casa. Sólo pasaba un rato.

-Se despide mientras nosotros entramos a la mansión nuevamente.

-Su habitación es esta -me señala la empleada.

-Será un gran honor que los Grindelwald estén en nuestra casa -Habla Lucius.

...

-Y así pasa la cena. Nadie dice nada por respeto a la comida...¿O hacia nosotros?

-Las mañanas siguientes me siento rara.

-Estoy acostumbrada al cálido "Buenos días" de mi madre Andrómeda.
Las rabietas de mi pequeño Teddy.
Los constantes celos de Edward.

-Señorita, ¿Puedo entrar? -pregunta Casper del otro lado de la puerta.

-Adelante.

Todo esto es raro.

-Su padre le envía esto -deja varias bolsas encima de mi cama- La necesita en la sala de reuniones a las 9. Sea puntual -Se va.

-Me levanto de la cama y abro todo.

-Hay ropa, collares, pulseras... Todo de lujo.

-¿Qué más podía esperar? Es Grindelwald, no el animal de Daniel.

-Quizás pueda acostumbrarme.

-Me doy una cachetada mental ante semejante comentario.

-Tomo una ducha, me cambio y salgo al jardín.

-Hola Narcisa -la saludo.

- Siéntate querida -me señala una silla y el elfo me da una taza y desayuno.

-Desayunaba con ella todos los días. Lucius y mi padre salían cada mañana a quién sabe dónde, y Draco prefería leer al otro lado del jardín.

-¿Qué tal tu estadía?

-Muy bien -tomo del té-  muchas gracias.

-Asiente. Narcisa es la única de este lugar que parece tratarme con normalidad. No como los otros... Me tienen miedo.

-Termino mi desayuno y una empleada me lleva a una habitación.

-Afuera escucho murmullos, veo a Draco entrar e intento ir, pero Casper me detiene.

-Al estar en esta familia, debes dar entradas triunfales, marcar tu poder, demostrar quién eres.

-Asiento esperando el momento.

-Grindelwald me abre la puerta y camino a paso firme, mentón en alto y seguridad en mi rostro.

-Tengo prohibido reír a la vista de todos.

-Los presentes se levantan de sus sillas y hacen una reverencia.

-Antiguos Mortifagos en su mayoría. Padres e hijos.

-Los sagrados 28 estaban conformados por familias poderosas. De los cuales sólo quedaban pocos.

-En la segunda batalla mágica habían caído.

-Alice Grindelwald señores -me presenta mi padre.

-Hago el saludo correspondiente y tomo asiento junto a él.

- Mataría por guardar en un vídeo la cara que puso Pansy al verme pasar por esa puerta.

-No los he citado sólo para presentarles a mi hija -habla- tenemos trabajo que hacer... Un mundo al cuál dominar.

Algunos ríen, otros aplauden, otros simplemente se mantienen serios.

-¿Cuáles son sus planes? -pregunta la señora Parkinson.

La reconozco por su gran parecido a su hija.

-Debemos empezar insentivando terror -Casper muestra una especie de holograma en la gigante mesa- Que sepan que hemos vuelto.

-¿Cómo?

-Empecemos con él -aparece una foto de Daniel Renner- muggle visto en Dinamarca.

-¿Por qué un muggle? -pregunta Pansy con un claro disgusto en su voz.

-Porque este sujeto dañó a mi hija -la desafía con la mirada- él maneja una red delictiva que nos beneficiaría si cae en nuestras manos.

-La pelinegra calla. Sabe que debe cuidarse.

Tal vez sí me guste esto.

-Tendremos varios ataques a la vez. -señala varios países- estas son sus oficinas, si le puede llamar así. La gente lo verá como algo bueno, quedaremos bien a la vista de todos.

Algunos ríen ante su comentario.

-Así que, el que no quiera participar, que salga por esa puerta.

-Nadie se levanta. Saben que si lo hacen, escaban su propia tumba.

- Excelente -demanda - Quiero esos informes en una semana.

-La reunión queda por terminada. Todos empiezan a salir mientras solo quedan los Malfoy.

-Algo me dice que esta semana va a ser muy dura, para todos.

_______________

*Una semana después*

-Camino al rededor de la fuente tomando al pequeño gato negro que tomé ese día.

- Aún no le he puesto un nombre, pero no creo que sea necesario.

-Señorita -Casper me entrega una carta- tenemos un problema.

- Creí que de eso se encargaba mi padre.

-Esto es... Distinto.

-Bajo al gato y abro la carta.

-"Hospital De Reino Unido" -leo por encima. Mi corazón empieza a parase, allí está Tatiana.

-No pudimos llevarla a San Mungo porque no es una bruja.

-"Familiar(es) de Tatiana Renner, de soltera London.
El paciente mencionado anteriormente ha tenido un paro respiratorio causado por uno de los golpes recibidos al momento de ser ingresada."

-Mira ojos se llenan de lágrimas. No puedo seguir leyendo, pero debo hacerlo.

-"Lamentamos decir que hoy, 20 de noviembre de 1999, a las 07:40 AM, el/la paciente ha fallecido por..."

-Dejo de leer. -No,No - debe ser una mentira.

-¿Cuándo llegó? -le pregunto a Casper- Son las 4 de la tarde ¡Por qué me entero recién ahora! -arrugo la carta ganándome una mirada extrañada de Draco y Narcisa, quienes estaban tomando el té.

-Justo ahora señorita.

-¡Maldito! - grito llamando la atención de todos- ¿Dónde está mi padre?

-En la sala terminado de planear los ataques.

-El plan empieza ahora - tiro la carta a quien sabe dónde.

-Llamaré al señor.

-Varios seguidores que estaban en la sala salen asustados. Entre ellos, mi padre.

-Quiero la cabeza de Daniel Renner ¡Ahora! - grito.

-Tengo demasiado odio acumulado. Sé que no estoy pensando con la cabeza fría, que no estoy siguiendo los pasos que me pidió el ministro el día del ataque. Pero quiero venganza.

-Ya oyeron a mi hija - demanda Grinderwald- Todos a trabajar.