~∆Capitulo 11∆~
N/a: reproducir la música, le da un toque muy bonito <3
~Alice~:
-No sé dónde estamos.
-Ambos hemos caminado mucho buscando una salida.
-¿Por qué no usamos la magia para irnos? Porque no funciona.
-Intentamos varias cosas, pero todo era en vano. No tenía idea de quién podría ser el remitente de las cartas, mucho menos lo que quería de mí.
-Sospechaba de alguien, pero dudo que sea él.
-Toma -George me da su abrigo, hace demasiado frío.
-Es un lugar alejado de las personas, no hay nada ni nadie cerca, y eso me está asustando.
-De pronto el frío aumenta. Los árboles de nuestro alrededor parecieran que pronto caerán.
-Abrazo a mi novio cuando siento un escalofrío a mi espalda.
-Vamos a estar bien. -Me abraza y deposita un beso en mi frente.
-Veo otra vez a la misma silueta de aquel sujeto de la playa. Él puede ayudarnos, pensé.
Pero me equivoqué.
-Dementores empiezan a salir de todos lados, formando una barrera.
-George, mira- le digo asustada-.
-Ambos nos levantamos y empuño mi varita con tanta fuerza, que tengo miedo de que se rompa.
-Miro a todos lados, y luego a él.
-Por favor, dime que puedes hacer un Patronus. -tengo demasiado miedo. Y yo nunca pude conjurar uno, él era mi única esperanza.
- No puedo -baja la mirada-
-Y allí entendí por qué estuvo llorando el día que no salió de su oficina, y por qué había reaccionado así cuando vió los ataques en los periódicos.
-Todo le recordaba a su hermano.
-No.... No puedo.... Desde lo de Fred -el frío aumenta, no eran simulaciones esta vez.- ¡Expecto Patronum!....... ¡Expecto.... -Intenta hacer uno, pero no logra el resultado.
- Podía sentir la presión del momento, el miedo en sus ojos ... Lágrimas en sus mejillas.
-Deberías estar aquí junto a nosotros Fred.
Sé que juntos, los 3... Seríamos invencibles.
- Yo quería intentarlo, pero tenía dudas. Nunca tuve momentos felices con mi familia, todo el tiempo eran peleas y golpes.
Solo tenía traumas en mi memoria.
-Me abraza queriendo protegerme. Era nuestro fin.
-Al menos moriríamos juntos.
-Te quiero-.
-Los Dementores se acercaban a nosotros demasiado rápido, y el sujeto había desaparecido. El miedo se apodera de mí al momento de procesar de quién se trataba.
No, eso es imposible.
-Me armo de valor y recuerdo las palabras que una vez me dijo Remus Lupin.
"Respira, alza tu varita y visualiza el recuerdo más feliz que tengas.
Realiza el adecuado movimiento de varita, y di con toda la seguridad que tengas en el momento..."
-Trato de recordar algún momento felíz. Pienso en el día que Nymphadora descubrió que también era una bruja.
En el día que me mudé con la familia Tonks.
O el día que Fred visitó mi casa para ir juntos al parque de diversiones.
Pero me di cuenta que había...no solo uno, sino varios que realmente valía la pena...
Eran los recuerdos que tenía junto a George.
-¡Expecto Patronum!
-Cierro mis ojos en ese momento, era nuestro fin.
O así lo presentí yo.
-El frío empieza a desaparecer. El ruido de las copas de los árboles baja.
-Pero una luz me obliga a ver lo que pasaba, tal vez un rayo de esperanza, o aquel hombre nos estaba ayudando. Así que finalmente abro mis ojos.
-De mi varita salió algo, estaba volando, y luego lo ví, era un Fénix.
- El frío estaba desapareciendo. No podía creer lo que mis ojos veían. Mi primer patronus.
En otro momento y circunstancias estaría orgullosa de mi logro.
-Los Dementores estaban huyendo.
-Volteo a ver a mi novio, estaba igual de sorprendido que yo.
-Lamento todo ... Yo... -intenta hablar.
-George... -Digo tocando mi cabeza, me empezaba a doler demasiado.
-¿Qué tienes preciosa? -me pregunta.
-Siento que todo da vueltas, todo se torna oscuro, y lo único que escucho es él diciendo...
-"Don't Leave me Alone".
____________
~George~:
-El miedo de volver a perder un ser amado volvía a estar presente en mi corazón.
-Alice estaba en mis brazos, había caído en ellos después de conjurar un Patronus.
-Me sentía inútil, por el hecho de no poder hacer algo en su debido momento.
Eso me hace pensar...¿Realmente valgo la pena?
No era capaz de protegerla. ¿Merecía el amor que ella me daba?
-Veo como la pulsera que había ocasionado todo vuelve a vibrar y a iluminarse, un rayo de esperanza surge cuando la tomo.
-Bonito acento -trata de burlarse ella.
- Había leído esa frase en un libro. Cuando ella me contó he hablaba 4 idiomas, quise buscar algo con lo cual hacerla reír, pero encontré otra cosa, y temía por el momento en el que tendría que decirlo.
-Veo a un hombre queriendo salir de los árboles, apenas podía levantarse. Pero no iba a arriesgarme.
-Mi vida no valía la pena, pero la de ella sí.
Lo valía todo.
-Todo vuelve a dar vueltas, y caemos de vuelta a mi oficina. Es de noche.
-Lo único que pienso es que mi novia debe estar a salvo, Harry había mencionado una vez que al momento de conjurar un Patronus, nuestros cuerpos quedaban débiles.
-Maldigo al recordar que no tenía chocolates en mi oficina.
-Pienso rápido, Mamá puede ayudarme.
-Vamos a estar bien -le digo, y ella asiente.
-Nos transportamos a la Madriguera.
-¡Molly! -Grito con todas mis fuerzas.
-¡Aquí están! -viene corriendo.
- Ayúdame -le digo llevándola a mí antigua habitación.
- La acuesto en mi habitación lo más rápido que puedo. Tengo miedo.
Escucho el paso de otras personas, pero no me importa.
- ¿Qué les pasó? Ron me contó que habían desaparecido, un transportador algo así.
- Nos atacaron unos dementores.
- Su rostro se torna pálido, no me gusta que me tengan lástima, así que trato de ignorarla. -¡ Por lo menos ayúdame.! -le digo enojado.
- A la habitación entran Ginny y Harry.
- ¡Alice!.
- Mi chica no responde. Está demasiado cansada. Intenta levantarse pero no lo logra.
-Ten -Harry le da un chocolate. -Es normal sentir cansancio. ¿Es tu primer patronus? -ella asiente- -tienes que descansar.
-En la sala se escuchan pasos. Arthur y Kingsley entran preocupados a la habitación.
-Los atacaron unos dementores, ¿No es cierto?. -pregunta el ministro.
-¿Cómo...
- El agresor trabajó con coordenadas, la señorita Granger dió indicios, pero era demasiado tarde. Mandamos a un mago a vigilar la zona, pero recobró la memoria no hace mucho.
- ¿Quién está detrás de todo esto? -pregunto, no me importa si tengo que ir a Azkaban por asesinar a alguien, si es por ella, voy a hacerlo.
- Grindelwald -responde Alice.
- No entiendo nada, ¿Cómo se supone que sepa si no sabía quién le enviaba las cartas? Y aquel hombre no se parecía en nada a cómo lo describen en los libros
-Imposible. Quién ustedes saben lo mató por la varita de saúco. -responde mi madre.
-Pero...nunca se encontró su cuerpo- dice Harry.
-Voy a avisar a Edward y Andrómeda. -Reacciona Ginny-
-Hay que protegerla -dice mi padre.
-¿Por qué? Solo nos atacó. -respondo.
-La está buscando porque...
-Soy su hija.
-Miro a mi novia, no, ella no podía ser hija de ese hombre. Las fechas no concuerdan, si realmente lo fuera, tendría 30 años, o quizás más. -No.
- Tendrás a una guardia de magos vigilando las 24 horas. No sabemos lo que busca realmente. Los demás afectados coinciden con tu expediente, fecha de nacimiento y descripción física. -dice el ministro.
- Otro estruendo ocurre. Todos alistamos nuestras varitas apuntando a la puerta.
- ¡Alice! -Ted y Andrómeda corren a verla. Se lo que piensan en este momento, y es miedo.
Ya perdieron una hija, no podían perder a otra.
Quiero salir de ese lugar, no podría soportar mirar a Edward a los ojos, se supone que yo cuidaría de ella, pero ni siquiera eso pude.
- Mamá, estoy bien -les dice.
- Andrómeda mira a su esposo. Tengo un mal presentimiento de todo esto.
-Alice... Hay algo que debemos contarte.
- Ya lo sé, posiblemente sea la hija del maniático que ya intentó dominar a los muggles.
- No es eso. -responde Edward.
- ¿Qué pasa? .
-Todos salen de la habitación, yo también lo intento, pero Alice toma mi mano, haciendo que me quede junto a ella.
- Tu madre...digo, Tatiana, está en coma...
...
- ¡No! -solloza mi novia. -No, dime qué mientes.
- Ambos se miran entre ellos.
- George...dime que no es cierto -Llora, obligándome a mirarla, me duele mucho verla en ese estado.
- Acabamos de enterarnos - Edward baja la mirada-
- ¿Dónde está?.
-Se a quien se refiere, por lo que más que nunca pienso dejarla sola.
- Daniel ha escapado.
-Ella empieza a llorar con más fuerza, me contó que, a pesar de que Tatiana no fue su madre, siempre la trató bien, por eso sé que sufre.
Ted y Andrómeda salen de la habitación, dejándonos solos.
Me niego a pensar en todo lo que ha pasado estos meses, en su cambio de vida.
Su madre adoptiva estaba en coma.
Su padre adoptivo se dió a la fuga.
Y su verdadero padre ,un asesino, la acechaba.
Su vida ya no era la misma, y tenía miedo de que también cambiara ella.
No quería verla sufrir, que sus hermosos ojos Avellanada dejaran de brillar, que sus labios dejaran de ser míos.
Estaba cayendo de un precipicio, y yo me sentía como la cuerda que la sostenía.
-No voy a dejarte sola. -logro decirle a mi novia.
- Te quiero. -es lo único que logra decir.
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